lunes, 16 de septiembre de 2013

Un par de chelas (Por Esteban)

Luego de salir de la pega, me fui una plaza que quedaba cerca. Una que queda en Catedral con San Martín, ni me sé el nombre de la plaza. Siempre a esta hora se llena de escolares, trabajadores de la contru y loquitos flaites que vienen a quemar. Ya eran las 7 y estaba en el ocaso. Se acercaba la noche. Como pude pillé un banco desocupado y me senté a fumar un cigarrito pal relax. Ya en la tercera calada, veo por reojo que se sienta un tipo en el mismo banco, pero en el otro extremo. En mi quinta calada lo miro y el humo del cigarro se me transforma en un calor que entra por la boca y baja hasta mi paquete. Flaite rico por la cresta. Tenía pelo recortadito de color café clarito, así muy corto desde la nuca y un poco más de pelo arriba, parecía futbolista. Las patillas en punta, las cejas no se notaban mucho que estaban depiladas, pero lo estaban, no finas, pero marcadas. Me fijé en eso muy bien y me gustó. Labios gruesos y mordisqueables. La piel trigueña, se veia un cuello bien lisito, sin pelitos, bien afeitado. Para pasarle la lengua y besarlo y darle chupones, pensé. Era muy lindo con ojos color café y unos dientes aperlados perfectos. Para acurrucarse con él y hacerle cariñito y maldades, pensé.