El Flaite Pichanguero 2

“El tono de su voz, su ropa de marca y pinta de choro, era lo que más me calentaba de Cristóbal”

Pasaron muchos días hasta que volví a ver a Cristobal, tiempo en el que me dediqué a buscar porno gay (No había visto nunca). De alguna manera necesitaba entrar a este mundo del que nunca me había sentido parte. Aunque era algo tan físico, tan de caliente, jamás se me pasaría por la cabeza enamorarme de un hombre (¿cierto?). Buscando en google porno gay, encontraba puros weones musculosos y así culiando bruto (igual rico, si esa es la mano de culiar con otro macho, que sea bien bruta la wea po, si somos hombres. Las minas son delicaditas y le dan color. Nosotros que nos hagamos mierda a cachas no más. ¿O no?) Ya po y la wea es que buscaba y buscaba, y puta no me calentaban esos culiaos de dos metros rubiecitos, musculosos, nada. Y se me ocurrió la brillante idea de buscar “Flaites ricos”, porque además en estas semanas de reflexión, me había dado cuenta de que me estaba pasando películas con todos los Flaites de mi población y puta, algunos amigos, que andan tapizao’ en Jordan. Ricos los culiaos po, su buzo Jordan, sus tillas Jordan y ahí el medio paquete, un culo bueno, marcado. El culo de los machos era mucho más rico que el de las minas, apretadito, duro, de hombre po, rico. Ya po, la wea es que encontré muchas fotos de Flaites chilenos, en bóxer o webiando, incluso ahí encontré este blog, leí algunos relatos y me di cuenta que no era el único sacowea que estaba cagao por los Flaites. (Puta que somos wenos, me incluyo porque igual soy flaite, ¿o no?, en el otro relato un compadre me comentó que era picao’ a zorrón una wea así, jajjaa)


Hasta que un día sábado, tipo 7 de la tarde, me empiezan a gritar afuera.

-JUAN CAAARLOS, JUAN CARLITOS, JUAN CARLANGAAS-

Yo me acuerdo que tenía el equipo a todo volumen, estaba escuchando “Solitos” de La Combo Tortuga (Tema culiao bueno)

-CARLITOOOS, OE JUAN CARLOS, ASOMATE PO CONCHETUMARE jajajaja-

Miro por la ventana y ahí estaba. Camiseta de Colo-colo (la de este año), buzo del colo y unas zapatillas Jordan rojas con negro, su cadena gruesa, mohicano, arito, manos en los bolsillos, lentes de sol y estaba comiendo chicle (puta el papi weno).

-Baja a abrirme po sacowea-

-¿Te abro? (pregunta coqueta)-

-jajajaj culiao, la puerta po gil-

¿Se acuerdan del Cangri? Ese negro culiao que salía en Perla de Canal 13 y después en Dash y Cangri: El precio de la fama. Ya po, el Cristóbal hablaba igual que ese culiao del Cangri.

Milagrosamente hoy tampoco había gente en mi casa (vivo con mi taita y una hermana chica). Yo dije “Ahh, esta es la mía”. Bajé a abrirle.

-Wena Carlitos, ¿Cómo está mi rey? (y me da un beso en la cara y me manosea rapidito la tula y los cocos por encima del pantalón en plena calle)

-Hacela piola culiao-

Se rie y pasa como pedro por su casa y antes de entrar me pregunta:

-¿Está sólo máquina?-

-Si, pasa no más-

Entramos, yo le digo que se siente y él ya estaba sentado, más bien echado en el sillón, con esas patas culias ricas sobre la mesita del living. A todo esto, no habíamos hablado por WhatsApp ni nada, después que culiamos la última vez, no lo había visto ni hablado.

-¿Queri’ tomar algo, comer algo, no sé, alguna wea?-

-No vine a comer-

-¿Y a que viniste entonces?-

El seguía mascando chicle y me miraba fijo (ya se había sacado los lentes de sol), en ese momento se agarra la pichula y la saca

-Saluda (me dice, y luego se ríe y me pregunta:)

-¿Te lo meto ahora o a la vuelta?-

Yo todo pajarón me quedé mirándole la tula y le pregunté:

-¿Pa’ dónde vamos?-

Se guarda la pichula y me dice

-Nahh es que los cabros de aquí me dijeron que fuera a jugar a la pelota po hermano, ¿vamos?-

-Ya po-

-Oe pero sabí’ que me compre estas tillas hace una semana weón, 90 lucas culiao, si juego con estas, me las van a hacer cagar-

-Puta yo tengo sus tres pares, mira ven, sube-

Mientras subíamos la escalera, me agarra el culo, yo me detengo y lo empieza a oler

-Ahhh que rico culo- (dice con un tono de voz bien caliente)

Me baja el pantalón y me empieza a lamer el poto, me tira un escupo en los cachetes y con las manos los empieza a sobar y sigue diciendo cosas como

-Ahh que rico culo, me lo como, que rico ohhh!-

Mientras me chupaba el poto literalmente. Igual era rica la sensación, me pega dos palmadas y me dice

-Ya subamos-.

Yo pensaba que ahora íbamos a culiar brígido, si los dos estábamos más calientes que la chucha, queríamos puro reventarnos a cacha weon, si esa era la verdad.

-Cuanto calzai’ perro- (le pregunto)

-Puta 44-45-

-Ya, pruébate estas- Le pasé unas tillas nuevas, que había comprado poco antes de haber dejado de jugar a la pelota.

-ohh están wenas’, pero ponemelas po-

Al toque caché para donde iba la cosa, yo estaba feliz y caliente po.

Le saqué las Jordan y conchetumare hermano, el olor a pata rico de este culiao. Este weon estaba sentado en la cama y se acostó y me dice:

-Póngale no más-

Yo empecé a oler esas patas Flaites, hediondas a pata po weon, pero eso me calentaba más que la mierda, ohh mijito rico, mi nariz incrustada en sus calcetines, el se estaba masturbando y a cada rato me decía:

-Disfrute papi, disfrute-

De a poco le fui sacando los calcetines y empecé a comerme esas patas Flaites, esas patas ricas, de hombre bueno pa la pelota, de macho. En ese momento me dice

-Vo’ eri un chancho culiao jajjaja-

-¿Querí’ ver?- y le tiro su escupo en la tula, en eso nos vamos a comer, cuando me dice.

-Ya weon, vamos o si no los cabros se van a ir-

Este weon se puso las zapatillas, yo me puse la camiseta de la selección y nos fuimos.

Al llegar allá, habían como 12 weones, pura delincuencia fina hermano, jajajaj. Ricos igual los culiaos. Jugamos harto rato, en ese momento me olvidé igual de todo lo nuevo que estaba viviendo, si puta, hace un poco más de un mes, andaba vacilando con mis panas en la disco, en busca de perras y ahora aquí, caliente con el olor a pata de un flaite culiao. Da para pensar weón.

Al terminar, cerca de las 11 de la noche webiamos un rato en la cancha, típicas weas que se hablan después de una pichanga, un weón se sacó un pito y el resto de los weones se empezó a ir. Luego me vibra el celular y cacho que mi viejo me estuvo llamando. Me dijo que iba a llegar tarde porque mi abuelita andaba media asustada (ella vive en el bosque y le está empezando a dar Alzheimer). Así que pensé que igual bien po, me podría llevar a Cristobalcito pa’ la casa, sopiao’, más rico el culiao.

-Vamos pa la casa Carlangas weón, a buscar mis tillas weon, pa virarme, ya es terrible tarde-

-Vamos po-

Al llegar a la casa, cerré la puerta de entrada. Y este culiao se estaba tocando la pichula así como muy caliente. Y me empieza a besar, nos comimos cuatico, a cada rato me agarraba el culo y me decía:

-Oh weón estai’ tan rico weon-

Nos sacamos las camisetas, los buzos y las zapatillas, quedamos sólo en calcetines, mientras nos comíamos, el Cristóbal tenia nuestras dos tulas agarradas con la mano, y se ves en cuando las rozaba. Me repetía incansablemente

-Te quiero culiar, te quiero culiar, culito rico, ohh weon estoy caliente-

Todo avanzaba muy rápido, estábamos muy calientes, seguíamos de pie al lado de la puerta y Cristóbal me empezó a llevar de a poco hacia el sillón y me sentó y se lanzó a mi pene. Me lo chupó harto rato, se lo tragaba todo, y mientras lo tenía todo en la boca balbuceaba:

-Que rico- (bien caliente)

Mientras me lo chupaba, se masturbaba desesperado, yo igual estaba bien caliente.

Hasta que cacho que este weon se va cortado, mientras me lo seguía chupando. Yo igual pensé “Puta la wea”.

Se levanta y me dice:

-Sigamos no más, acaba-

Y se sienta a mi lado y me empieza a masturbar, y con su otro dedo me metía parte de su semen en mi lengua, puta la wea igual fue rico. Estuvo así un rato, y luego nos empezamos a comer. Lenguas, saliva y semen. Su boca tenía mucho olor a pene y eso me excitó mucho y me hizo acabar.

Fue mucho mejor que la primera vez, fue más sucio, más bruto. Pero está bien, somos machos, y los machos son brutos pa’ culiar! Sobretodos si somos Flaites.

Luego nos limpiamos y vestimos.

Nos fumamos un cigarro cada uno, esta vez hablamos menos, pero no había tensión, era todo normal. Ya entendíamos la dinámica de esta wea. Le pasé sus zapatillas y al despedirnos me dijo:

-Se juegan buenas pichangas por estos barrios, voy a venir a ver a mi tía más seguido, jajaja-

Y cruzó la calle.