Mi amigo del GAM (segunda parte)

Después que me dijo que no, a mí me daban ganas de llamarlo, pero me aguanté. mientras tanto, me puse a leer todo lo que pude en internet sobre como tener sexo con un hombre que fuera rico para los dos.
Aparte de lo que dicen del cuidado y del condón, aprendí que el aseo es superimportante (alguien recomendó sin jabón para no perder los olores naturales), la preparación para dilatar el potito, que varios recomendaban hacerlo con dilatadores (tuve que buscar los juguetes en internet) y usar mucho lubricante (también tuve que buscar donde comprar)
Entonces prepare mi plan de ataque por si me decía que si.
Tres semanas después me llamó de nuevo
- ¿Hola Javi, fuiste a ver la exposición que te dije?
- Hola, te dije que me gustaría ir contigo.
- Si me acuerdo, lo pensé harto y me gustaría que fuéramos igual.
- ¿pensaste en lo que te dije?
- Si lo pensé, pero tengo también unas condiciones…
- ¿Cuáles?
- Sin culiar por lo menos ahora, esa es una.
- De acuerdo, no esta vez ¿y la segunda?
- Que te afeites bien ese día ….
- Hecho, ¿Cuándo vamos?
- vamos el viernes a mediodía, porque tengo una prueba el jueves.
- Perfecto, porque yo tengo una prueba el viernes en la mañana y salgo a las 12.
- Super, entonces nos vemos en la exposición a las 1230.
- OK, bien lavadito, solo con agüita.
- ¿Cómo?
- Cuando te bañes ese día, lávate bien, pero sin jabón.
- ¿por qué?
- Después te explico.
- Bueno, nos vemos el viernes entonces. Chao
Era el lunes en la tarde, asi es que puse en práctica mi plan. Fui a un sexshop en el centro a comprar el regalo y a una farmacia comprar condones y lubricante (me dio más plancha, como a la tercera vez entré).
Con todo lo que tenía que estudiar me aguanté las ganas de pajearme. Ese viernes anduve a la carrera, pero me afeité bien como me lo había pedido y me fui a la prueba de Estructuras (me fue bien). Salí casi corriendo de la U al metro para llegar al GAM.
Cuando llegue Javier ya estaba ahí. Miramos un rato corto la exhibición
- ¿vamos al ciber?
Sin decir nada, se sonrojó y asintió con la cabeza. Salimos tratando de conversar algo
- Gracias por afeitarte. ¿Por qué me pediste que no usara jabón?
- Por quiero oler tus olores y no el jabón, le dije sonriendo, igual se puso colorado otra vez.
Entramos al ciber y yo pedí las dos cabinas. Me preguntaron y dije abajo. No estaban juntas, pero cerca, al final de un pasillo largo abajo. Entramos cada uno a su cabina y la mía era bien grande así es que fui a golpearle y le dije que dejara la chaqueta y la mochila, que cerrara con llave y que fuera a la mía.
Al poco rato llego. Entró como dudando y me quedo mirando fijo, se notaba que estaba asustado.
- Ven, le dije y nos abrazamos fuerte mucho rato sin hacer nada más.
- Apaga la luz, me susurró al oído y nos quedamos ahí abrazados solo con la luz de la pantalla del compu otro buen rato.
- Tranquilo Nachito, nada malo te va a pasar, le dije acariciando suavemente en la espalda.
- Es mi primera vez, dijo despacio
- También es la primera con un hombre para mí.
De a poco empecé a darle pequeños besos en la oreja y ya no estaba tan tenso. Fui moviendo la boca para llegar a la suya hasta que cubrí sus labios con los míos. Me contestó, pero con la boca cerrada. Yo seguí besándolo y empujando sus labios con mi lengua hasta que cedió y dejo que explorara su boca y empezó a acariciar mi lengua con la suya. Ahí apretamos el abrazo, nuestras lenguas entraban y salían con saliva que nos mojaba hasta la cara.
Después de harto rato así, sin dejar de besarnos, empecé a desabrochar su camisa y se la saque finalmente, apenas quedo desnudo ahí, me saco la polera con urgencia y nos abrazamos de nuevo, pero ahora las caricias eran más de piel, me acariciaba los brazos, la espalda y la cintura y yo igual a él.
Después de un rato, el tomó la iniciativa y me besaba la cara, los ojos, volvía a los labios suspirando y después bajo a mi cuello y me beso de arriba abajo por ambos lados, varias veces, como temiendo seguir más abajo hasta que se decidió, me levanto un brazo y hundió la cara en mi axila, inspiró fuerte un par de veces y me empezó a lamer, con quejidos de placer que a mi me excitaron mucho. Cuando hizo eso quede totalmente duro, después se fue directo a la otra axila y de nuevo inspiró y lamio desesperado.
Volvió a mi boca me dio un gran beso y rápidamente bajo a mi pecho y siguió bajando hasta que llego a la cintura y el jeans le detuvo el paso. Rápidamente me solté el pantalón, él se separó un poco y de un viaje me saqué el pantalón y el bóxer; me iba a abrazar pero yo lo detuve y le solté el pantalón y se lo baje igual que el bóxer y los dos quedamos en pelotas, sólo con calcetines.
Nos abrazamos de nuevo, ahora acariciándonos con los sexos. El bajó las manos para tomarme y yo me agache para tomarle los cachetes y acariciarlos. Me senté en una banqueta que había y se arrodilló a besarme la verga. Yo creo que no sabía bien que hacer , porque me daba mucho besos en la punta, nada mas
- Que rico, repetía una y otra vez.
Le empuje un poco la cabeza, hasta que abrió bien la boca y se lo trago hasta la mitad.
- Cuidado con los dientes, le advertí ante su inexperiencia
Siguió ahora agarrándomelo de la base y metiéndoselo en la boca lo más que podía; el ruido de la chupada me ponía más caliente.
Me agache a acariciarle los cachetes y después se los abría y le pasaba el dedo por el potito, le gusto eso porque me apretaba la punta del dedo que yo moje varias veces con su propia saliva. Estuvimos así harto rato, jadeando los dos y con quejidos suaves.
- Te traje un regalo
- ¿Qué?
- Si después lo hacemos, necesitas estar relajado para recibirlo.
- Es muy grueso, no me va a entrar.
- Para eso es el regalo.
Nos separamos un poco y yo saque de mi mochila la bolsa de género donde había colocado los dilatadores y el lubricante. Había comprado una caja que se llama Colt Entrenamiento (me costó 20 lucas) que trae 3 dilatadores: uno que es como un dedo grueso, uno intermedio como de 3,2 cm de diámetro y el más grueso, de 3,75, decía la caja. Yo calculo que mi verga tiene un diámetro de 4,5 cm en el tronco porque tiene 14 cm de grosor (14/ = diámetro).
- ¿Eso qué es?
- Este es el lubricante que tenemos que usar y estos son los relajadores. Ponte de rodillas en la banqueta y levántame el potito
- Me prometiste que no me lo meterías.
- No te voy a culiar hoy pero tienes que practicar la relajación. Mira, se le coloca lubricante encima y se mete en el potito.
- Me va a doler
- Te prometo que no. Ponte como te dije.
No muy seguro se puso como le pedía y le abrí los cachetes; el potito le latía apretado.
- Relájate, respira profundo
Sin que se diera cuenta, me agache y le pase la lengua por el potito.
- Ay, porque hiciste eso
- ¿te gustó?
- Me dio como una corriente
- otra vez, ¿ya?
Solito se agacho de nuevo y se separó los cachetes y yo hundi mi cara en la raja y le empujaba con la punta de la lengua
- ayyy. Me da cosquillas, ayyy que rico se siente, ayyy eres un loco, me decia.
Cuando se acostumbró bien, le dije
- -aprieta bien el potito …… ahora puja como si quisieras hacer caquita.
Se notó como se abrió un buen poco.
- Otra vez, aprieta fuerte ……… ahora puja como haciendo caquita.
- Muy bien Nachito, otra vez …. aprieta fuerte ……… ahora como haciendo caquita.
Ahí aproveché de empujarle el dilatador chico, apenas sintió que le entraba un poco, apretó fuerte y no pude metérselo mas
- No apretes, no apretes ahí, otra vez, aprieta fuerte ……… ahora como haciendo caquita.
- Sigue pujando, sigue pujando…..
Lentamente empezó a hundirse
- Sigue pujando Nachito , sigue……. sigue …eso sigue …..ya está
El potito se cerró en la base delgada y lo dejó atrapado. Después se soltó y volvió a apretar, pero seguía ensartado.
- ¿Te dolió?
- No un poquito de molestia no mas
- ¿Te molesta ahora?
- Lo siento que está ahí.
- Esto tienes que hacer todos los días, ojalá en la mañana y en la tarde hasta que no tengas nada de molestia y después sigues con el mediano igual y después con el más grande.
- No voy a poder con ese.
- Tienes que hacer el ejercicio como un niño aplicado. Probemos de nuevo
Se lo saqué lentamente un poco, apretó el poto y salió todo de un viaje.
- Mira, ponle un poco más de lubricante ………. Bien ….. ahora pon el dedo y ponte ese lubricante en el potito……….bien , ahora póntelo tu mismo como te enseñé.
- Póntelo en la entrada. respira profundo ……….aprieta el potito …….. ahora pujando empuja el relajador para adentro ………bien……. otro poco …….otro poco…….. ahí está.
- No es tan difícil….
- Ahora quédate con el puesto para que te acostumbres bien. Ven a darme un beso.
Se paró y nos abrazamos a besarnos y acariciarnos un buen rato, el metía las manos y me acariciaba la verga y yo le acariciaba los cachetes y le empujaba el dilatador.
- Quiero mamarte otro poco.
- Estoy muy caliente, voy a acabar luego ¿Dónde quieres el moco?
- Dámelo en la boca para probarlo
Diciendo eso se sentó y volvió a mamarme. Aprendió rápido, mamaba, le pasaba la lengua al tronco y volvía a mamar. Yo apenas aguanté un minuto y le advertí
- Nachito voy a acabar
- Mmmmmm mmmmmm fue la respuesta.
Le tome la cabeza y se lo empecé a meter, pero sin provocarle arcadas, cuando no pude más, le sujete la cabeza y le lance por lo menos 5 chorros fuertes que tragó enseguida y siguió chupándome hasta que me dejo seco y limpio.
Cuando lo soltó estaba yo estaba semiduro y me dijo, como disculpándose
- Yo acabé también apenas tu terminaste
Y me mostro su mano llena de moco y casi se me sale el aparato con la acabada.
Se paró y me abrazó con ternura. Le levante la cabeza y le pedí un beso
- Todavía tengo el sabor a ti en la garganta
- Ven tontito, eso te va a pasar todas las veces que quieras.
No besamos y sentí el sabor de mi semen en su boca mientras él se limpiaba las manos un poco,
- Tienes que ensayar todos los días con los relajadores. Hoy con el más chico, mañana tienes que empezar con el chico y después el mediano y tienes que acostumbrarte a que entre y salga sin dolor y después con el más grande.
- Creo que no voy a poder con ese…
- Úsalo bien lubricado, ponlo en el borde de la tina y te sientas encima, que entre de a poco. Cuando está adentro, por la forma que tiene se queda atascado. tienes que hacerlo varias veces
- ¿Y si no puedo?
- Te va a doler cuando te lo meta y yo no quiero que te duela, sino que goces. Así es que tienes que ponerle harto empeño.
- ¿Me lo vas a meter entero?
- Sipo
- ¿Me vas a besar el potito antes?
- Si quieres si
- Que rico va a ser
Toda esa conversa fue mientras nos poníamos la ropa. Eran casi la tres de la tarde.
- Yo voy a tener caleta de pruebas por el fin del semestre, creo que nos tendremos que ver en tres semanas, cuando terminen las pruebas ¿te tinca?
- Igual yo tengo pruebas y más los ejercicios … en tres semanas salgo de vacaciones.
- Ahí nos ponemos de acuerdo OK.
- Ya me voy – gracias Javito, estuvo muy rico todo todo.
- Ya, salgamos juntos.