domingo, 9 de octubre de 2016

El Casi Cuñado Cap 4

- Espera ponte el condón weon… - Le alerte algo alterado ya que siempre soy partidario a tener sexo seguro e intente moverme para agarrar el pequeño bolso, pero mi flaite caliente tenía otros planes en mente y aplastándome contra la cama se me subió encima sin hacer caso omiso a mi petición.

- Que condón y wea te la voy a meter así nomas a fierro pelao no tengo ninguna wea ademas… Eri el primer jil que me como weon, el primero m ojito de pisciina, ni ahí con el condón – Su brazo se metió entre mi cuello aprisionando mi cabeza, con la otra mano me agarraba el poto y con sus piernas separo las mías buscando posicionarse sobre mí, podía sentir su peso aplastarme ínfimamente, el calor de su cuerpo musculoso y fibroso, su sudor de macho ardiente resbala, sus vellos rozándome mi piel lampiña, su fuerza masculina y flaite y como no su duro miembro justo en la entrada de mi culo amenazando con entrar sin que nadie lo detenga. Le sentía golpear y apretar en mi contra pero parecía imposible que aquel enorme trozo pudiera entrar.
Pero él no se iba a dar por vencido a pesar de mis suplicas y quejidos. Su glande luchaba por vencer la resistencia de mi esfínter a como diera lugar como si quisiera conquistar por completo todo mi ser y mi deseo. Se sentía tan ancho como una pelota de pimpón intentando entrar en un pequeño dedal. Cargo aún más peso contra mí de forma que sentía que iba a partirme la espalda además del culo dejándome allí contra la fuerza de gravedad que fue venciendo mi nula resistencia.
- No Pancho… Espérate… No tan brusco, espera métemela despa… Ahhhhhhhhh mierda!.... Nooo! Ahhhhh! Sacala! Ahhhhh! – En un instante sentí cómo la cabeza de su pene se clavaba en mi ano y sonaba como si se rasgara algo en mi, un dolor lacerante me hizo gritar desfogado mientras sentía la dura y caliente cabeza traspasar mi interior, empecé a agitarme, a llorar, a gritar, y patalear sobre la cama pero él me tenía firmemente apretado hacia él y sin piedad alguna empujo hacia abajo logrando meter así sus veintitantos centímetros en un certero golpe, nunca había sentido en mi vida un dolor tan grande como ese, era como si me estuvieran abriendo con un fierro a carne viva el cual parecía cortarme por dentro y mi ano palpitaba intentando expulsar el ariete del Negro pero este no se daba por vencido y siguió clavándome su estaca hasta el fondo y no estuvo satisfecho hasta que el vello de su pubis raspaba mis nalgas venciendo mis fuerzas a tal punto que creí que me desmayaría por el dolor. Lloraba de dolor cómo él me lo había dicho – Ahhh no más, por favor… -
- Ohh conchetumare ya te la metí entera…. Shhhhh callaíto mi gatito, eso cómetela entera no queriai pico? Aguanta nomás… Me gusta escucharte gritar qliao – Me mordía la oreja al decir aquellas frases cargadas de lujuria y deseo, mientras dejaba caer su peso en mí y a aguantar su pichula en mi interior. Mientras yo lloraba adolorido el gruñía excitado – Que apretaito estai washito rico me vai a arrancar el pico… - Comenzó a moverse en círculos como queriendo agrandar aún más aquel hueco que de seguro había formado al meterme su pico con tanta fuerza como el impacto de un meteorito. Intente relajarme pero el dolor persistía a pesar de que él me había lamido y dedeado era un dolor imposible. Sentía su pico moverse dentro mío como rotando y como este palpitaba a la vez que mi ano luchaba apretando y dilatando en una batalla que ya había perdido, aquel duro pene ya estaba alojado en lo más profundo de mi.
- Mmmmmm me duele, porfa sácala… - Le suplicaba clemencia pero él simplemente comenzó a besar mi cuello lo cual extrañamente me hizo suspirar y relajarme un poco más y sus palabras solo me hicieron sonrojarme, el sentir la respiración cálida contra mi nuca.
- Ni cagando te la saco weon, ya eris mío gatito… Te voy a partir el chico weon hasta que me pidas a gritos que te culee… Te duele ahora pero sé que más rato me vai a pedir que no te la saque del hoyo – Sentenció mi flaite moreno que con una embestida arremetió contra mí, en un solo movimiento de cadera hizo que su pene saliera y volviera a entrar con fuerza como reclamando lo que ya era de él, como un macho alfa marcando a su pareja. Sentía sus testículos pegarse a mis nalgas señal clara de que estaba repleto de su pene haciendo clic en mi cerebro, tenía a mi casi cuñado clavado en lo más profundo de mi ser. El macho alfa que había peleado con un perro por defenderme ahora parecía reclamar su presa o recompensa, mi culito, mi cuerpo, mi mente, todo mi ser le pertenecía a ese macho.
Ya sin que nada lo detuviera comenzó a moverse sobre mí, embistiendo mi cuerpo con propiedad de una manera que no pensé que fuera posible, me sentía indefenso ante él mientras su pene entraba y salía con fuerza y placer y a pesar de mi propio dolor no podía evitar sentir una corriente de placer, sus caderas subían y bajaban clavándome contra la cama arrancándome quejidos cada vez que su pene penetraba dolorosamente y luego sintiendo un alivio cuando lo sacaba pero al rato volvía a sentir ese dolor placentero en mi interior que fue tornando los gritos lamentosos en placenteros.
– Eso conchetumare viste que te gusta la wea ruda? Te gusta mi pico Mira como gemí como puto… Mi putito… - Exclamaba el macho posesivo mientras incrementaba la velocidad de sus arremetidas, sentía como golpeaba con fuerza sus caderas contra mi culo provocando un sonido seco y caliente, sus bolas pesadas azotando, el sonido de la cama agitándose, el del macho en celo forzando su pene mientras bufaba, como ambos exudábamos y gemíamos al unísono, mi cuerpo rebotando sin control en el colchón con una fuerza desconocida que el Negro provocaba en mi cada vez que taladraba mi culito, su forma ruda de agarrarme y apretarme las caderas, el cuello, besarme y morderme, de apretar mis pechos, tironear de mi cabello y de mis hombros clavándome profundamente como si quisiera desarmarme de placer. El dolor nunca se fue pero el placer era sublime y mucho más grande. - ¿Te gusta Angelito?... Quiero que goci esta wea -
- Ayyyyy por Dios, me duele más que la mierda, pero follame más Pancho dame duro… Me gusta mucho… - Gemía mientras hablaba de forma entrecorta por las embestidas que no amenguaban, ahora podía sentir mejor la fricción de su pene masajeando mi interior provocando oleadas de placer y borrando mi cordura, su pene parecía acariciar mi próstata pues sentía mi propio pene duro a morir aplastado por la cama por lo que tuve que levantar mi culo y arquear la espalda lo que provoco un ángulo más profundo que nos hizo gemir a ambos como un par de locos.
- ¿Viste mi wachito? ¿Que te dije que ibai a pedirme esta wea?... Goza mi pichula, pídeme pico qliao… – Mi macho me clavaba sin descanso, sorprendiéndome su potencia sexual mientras me tomaba de las caderas empujándome contra él, e incrementaba el placer a la vez que yo mismo movía mis caderas de adelante hacia atrás comiéndome todo su pene a mi paso, a él parecía encantarle la vista de mi culito comiéndose su enorme trozo de carne pues parecía hipnotizado mientras me follaba sin detenerse.
- Ummm si dame pico, métemela toda... Soy tuyo…  – No podía creer en mis propias palabras, pero estaba tan caliente que hasta me resultaba un poco erótico retribuir el placer recibido diciendo aquellas palabras, y es que nadie me ha follado como aquel macho rudo y bruto. Mire entonces el espejo lateral de la pieza y ahí me pude ver en todo mi esplendor, la mitad de mi cuerpo apoyado en la cama y la parte posterior hacia arriba formando una sexy línea hasta donde mis nalgas se elevaban mientras era penetrado por aquel hombre tan velludo con sus tatuajes brillando, sus músculos marcados por la tensión al follarme sin descanso, su gran pollón encajándose en mi interior transportándome a la gloria y la mirada cargada de erotismo y masculinidad que me hacía tiritar de gusto. No podía creer que aquel macho hasta ahora hetero me estuviera dando la follada de mi vida.
- Eso mi ojito de pisciina, te voi a partir el hoyo… Mira que rico te vei recibiendo la pichula de tu negrito… Mira el espejo, la wea rica – Me susurraba al oído mi bestial amante mientras mirábamos ambos hacia el espejo y se veía perfectamente como estábamos pegados como perros, su aliento caliente en mi oído unido a sus gemidos me hacía gritar de placer mientras su cadera se movía en perfecta sincronía y ritmo atascándome de pico por el culito de una forma que nunca había experimentado antes. ¿Alguna vez se los han follado tan fuerte y rico que sientes como si se te desconectara el cerebro, se te nubla la vista y tu cuerpo se agita sin control? Pues así estaba yo muriendo de placer. De pronto su voz de macho me saco de aquel trance sexual y me dio otra fuertísima nalgada.
- Quiero que me monti el pico weon, me teni caliente desde que vi tu culo arriba del weon del Claudio… Quiero ensartarte en mi callampa como mi hermano no pudo hacerlo – Me pidió, o más bien exigió mi querido flaite, y recordé cómo su mirada se había clavado en mi culo aquella primera vez cuando casi termine clavándome a su hermano. Sentía como si hubiera entonces una competencia entre ambos y que el Pancho se moría de ganas de ser el primero en montarme, creo que eso me calentó aún más el hecho de saber que el hermano mayor había tomado y reclamado lo que deseaba quitándoselo a su hermano menor que no supo tomarlo y aprovecharlo.
Se salió de mí y sentí como si me descorchara sintiendo un ardor en mi interior, por suerte no salió nada de adentro, él se volvió a sentar en la cama ofreciéndome su verga que se veía más jugosa y enrojecida Y como pude moví mi cuerpo y me puse de espaldas a él, quería que viera en primer plano como mi culito lo devoraba por completo. Me tiritaban las piernas pero de todas formas me puse de cuclillas dejando mi ano expuesto, el apunto su pene a mi entrada y golpeteo en un sonido morboso y caliente - Eso gatito, venga pa acá, siéntese… - Con mis manos separe mis nalgas para que pudiera ver mejor y ahora su pico estaba en medio listo para entrar una vez más - Ábrete los cashetes… Uhhh maricón qliao, eso métetela entera weon… - Bufo con su aire caliente que llenaba la habitación y ese tono flaite que antes odiaba, ahora lo adoraba, nunca había disfrutado tanto escuchar la palabra "cashetes" con la sh así bien marcada. Maldito flaite del demonio, me tenía en su poder.
Comencé lentamente a descender como si fuera camino al infierno pero para llegar al mismísimo cielo, comencé a empalarme su pico lentamente disfrutando como iba entrando centímetro a centímetro en mi interior nuevamente, como mi esfínter atrapaba ese miembro y lo estrangulaba con gula y lo invitaba a llenar mi interior. Así me encaje los veintitantos centímetros de mi macho hetero hasta sentir la alfombra de pelos en mis nalgas y gemí pues parecía que su tula había llegado hasta el estómago, en esta pose siempre siento que me "lleno" más a fondo, lo sentía casi en mi garganta porque no dejaba de gritar. - ¿Te gusta mi Negrito?... ¿Como me subo en tu pico?... Me lo clave todo – Le hablaba en un tono suave y caliente y a él parecía gustarle escuchar a ese niño de ciudad tan engreído, serio y educado decir cochinadas mientras tenía su pico clavado dentro, pues siseo con los dientes de una forma caliente mientras me agarraba de las caderas y me clavaba hacia arriba violentamente.
- Si weon, me encanta… Dale a ver si aprendiste a bailar, mueve tu poto rico… Ohh conchetumare así así… Ahhhh! – El me ayudaba a subir y bajar pero era yo el que controlaba el movimiento ahora, y me gustaba, no lo niego que es una de mis posiciones favoritas estar arriba. En ese momento comencé a subir y bajar como si fuera un pistón y así su tula me atravesaba una y otra vez, me dejaba caer en su pico hasta que este desaparecía en mis nalgas y movía las caderas en círculos apretando los músculos del esfínter mientras parecía que bailaba reggaetón sobre su callampa flaite. El Panchito enloqueció pues bramaba de una forma incontrolable mientras empujaba sus caderas hacia arriba como si quisiera empalarme vivo y me nalgueaba fuerte.
- Ahhhh que rico… Se siente muy adentro… - Gimoteaba yo mientras giraba levemente el cuello para ver mejor el rostro descontrolado de placer del Negro y seguía montando sin parar
- Si weon, así quería tenerte eris weno montando la callampa… Lo que se perdió el weon de mi hermano, no te merece ese qliao… Vo merecí algo mejor, un pico como este. Un weon como yo…. Vo soy mio ahora qliao – Otro palmazo y otro gemido acompaño su declaración que me dejo algo anonadado, cómo si realmente estaba empecinado a ser el único hombre en mi mente y mi cuerpo, y realmente lo estaba logrando. Me había olvidado hasta de su hermano. Apoye mis brazos hacia atrás y mi espalda se apoyó en su pecho, él hábilmente como todo semental tomo mis piernas y las mantuvo en alto y así me comenzó a ensartar duro, me hacía subir y bajar por su pico ardiente que parecía quemarme por dentro de placer y dolor. Me agarraba del culito con una maestría que me sorprendía cada vez que lograba meterme su pene de un solo golpe y me mecía como si yo no pesara nada. Cada vez me movía con más fuerza saltando como desesperado por el contacto de su pichula y el disfrutaba aquello mientras por primera vez nuestras bocas se juntaron aunque tuve que doblar el cuello y él parecía algo tosco por la idea de besar a otro hombre <<Osea te puede reventar a cachas, pero un beso en la boca eso es de maricones>>, decía mi mente, pero estaba tan caliente que me beso con ganas dejándose llevar a medida que mi lengua exploraba su boca, y el igual lo hacía con cierta violencia y deseo, embebiendo nuestros labios de una forma tan morbosa que pienso nunca me han besado así como si quisiera arrancarme a boca. Todo eso mientras nuestras caderas no dejaban de moverse como una máquina de dos piezas conectadas moviéndose en el instante preciso y llenando aquella cama con los aullidos guturales de gemidos que emitíamos. – Ahhh que rico, follame como nadie más lo hará… -
- Esoo ctmare, pide pico qliao, pide pico! eso me gusta… ¿Qué te dije? Que ibai a gritar pidiéndome más… Aquí esta su wachito para darle lo que pide – En un movimiento ágil sin sacar su estaca de carne de adentro, me agarro y dio un cuarto de vuelta apoyándome así en el colchón quedando así en posición de cucharita, era perfecto, su pico se amoldo nuevamente me levanto una sola pierna y mientras con la otra me apretaba mis sensibles pezones y los retorcía, y me besaba el cuello hasta el punto de que seguro me dejaría un chupón, comenzó a arremeter con fuerza como una máquina de coser, ya saben a lo que me refiero. Este weon no paraba nunca. Su forma en como martillaba mi culito sin piedad me hacía estremecer, mi propio pene estaba al rojo vivo y exudaba una gran cantidad de precum que manchaba las sábanas.
Me iba a tocar para masturbarme pero él me lo impido – No quiero que te toqui gatito, el único pico que importa es el que tení metió en tu hoyito… No te corras todavía… - Me sorprendió un poco su reto, por un momento pensé que era de esos activos que sólo les importaba su propio placer y dejar al pasivo sin oportunidad de acabar, pero me equivoque, este macho rompió sin duda todos mis esquemas. El Pancho tomo mis manos y las puso detrás de mi espalda inmovilizándome mientras me seguía follando con fuerza y ahora sentía como golpeaba mi próstata haciendo que mi pene se agitara por su cuenta. No podía creer lo que estaba pasando. Tras unos minutos más dándome duro sentía que iba a acabar sin siquiera tocarme. – Ahhhh dios, me voy… A correr… ahhhhh No aguanto más -
- Eso gatito ¿Ves que no necesitas tus manos? Sólo necesitas mi pichula en tu ortito… Eso correte! Corrase rico pa su mino flaite… – Me susurraba el flaite al oído y con una final estocada hizo que se estremeciera todo mi cuerpo y comencé a correrme cómo si con solo una palabra suya lograra llevarme al orgasmo - Ahhhhh! Ahhhh! Dios…. Panchooooo!... Ahhhhhhh! – Gritando incoherencias comencé a lanzar chorros de esperma que manchaban todo a su paso, no podía creerlo con cada disparo mi macho hermoso me daba otro pichulazo más cómo si me estrujara por dentro. Yo sólo temblaba mientras respiraba con dificultad y sentía como si nuevamente se me desconectara el cerebro. Fueron unos siete disparos blancos y algunos más que salpicaron hasta mi pecho por la fuerza de mi orgasmo mi propio culo apretaba con fuerza el enorme pico que se alojaba en su interior como agradeciéndole el más rico de los placeres.
- Ah washo qliao, ¿Me quieres hacer acabar también ah? ¿Cómo aprietas tan rico el hoyito eh? Me vai a arrancar la pichula ¿Quieres que te moquee el chico acaso?... – Contesto el Negro cómo desafiante, y como todo dominante que era volvió a tomarme esta vez colocándome de espaldas contra la cama y tomando mis piernas las puso en sus hombros que he de decir es mi posición favorita número 1, y como si sacara fuerzas de no se donde comenzó a bombearme con más fuerza e intensidad, yo seguía allí en medio del limbo de mi orgasmo a tal punto que no me daba cuenta que mi cuerpo era usado por aquel macho salvaje que no podía ni quejarme. Sólo me aferre a él con fuerza rodeándole con mis piernas y brazos y deje que hiciera conmigo lo que quisiera, era suyo completamente. – Esto es lo que quieres maricon ctmare… ¿Qué me vuelva loco por ti? ¿Qué te deje preñaito? Ah prepárate para que te inunde el hoyo… - Me seguía partiendo en dos a una velocidad abismal, otra vez vi como su cuerpo sudaba, sus músculos se tensaban, su respiración se agitaba como la de un toro y sus ojos se entornaban. Lo bese como nunca sabiendo que se correría en segundos, sentía su pene hincharse nuevamente dentro de mí y aunque soy también partidario a que no acaben dentro, no podía decirle que no a él. Tampoco es que él fuera a cambiar de opinión, parecía que estaba empecinado en inseminarme y dejar un rio de esperma en mi interior.
– Hazlo córrete dentro y lléname de tu leche, déjame embarazado si quieres…. Soy tuyo… Sólo tuyo – Gimotee al sentir que volvía a golpear las paredes de la próstata y que mi pene apretado entre nuestros pechos parecía seguir con vida, y en ese instante mi guapo flaite se desmorono sobre mí, me dio una clavada triunfal metiendo su pene hasta el fondo de mi recto apretando todo mi cuerpo contra él, y grito como nunca lo más simple y sano que dijo fue un "Oh me corro conchetumare" y me dedico un rosario completo de chuchadas y gemidos calientes, y entonces sentía como se corría dentro de mí con más fuerza que la primera vez y ahí sentí como inundaba mi culito con su semen ardiente que como torrente impregnaba todo hasta que se escurría por mis piernas y se fusionaba con mi ser, ahora su semen estaba en mi completamente, su esencia era absorbida por mí, ya nada podría cambiar aquel hecho.
Y entonces algo impensado ocurrió, era como si se hubiera activado algo en mi sólo por el hecho de que el Pancho había acabado junto con la fricción de mi pene y el masaje prostático; Me volví a correr de nuevo. No tanto, sólo unas cuantos chorritos blancos que me hicieron gritar ya sin fuerzas, nunca antes me había corrido dos veces en tan poco tiempo así mientras él descargaba dentro mío como una manguera al mismo tiempo yo lo hacía mojando de lefa nuestros cuerpos. Esta vez el me beso como nunca mientras se agitaba e intentaba recuperar el aliento y reía sofocado en una nube de placer consumado.
- Ohhh que rico mi gatito, mi ojito de pisciina… Washito rico… Esta es la mejor cacha que he tenido en la puta vida, la wea exquisita Angelito – Suspiro agradeció el flaite machito mientras su cuerpo caía sobre el mío para descansar, yo no podía hablar, sólo sonreí y asentí <<Weon es impresionante>> mi subconsciente pensaba lo mismo, tampoco tenía fuerzas como para apartarlo y su pene aún estaba hinchado dentro mío, esa sensación de aún estar pegados me gustaba. Sentir su respiración, sus latidos, su cuerpo sobre el mío, abrazándome casí asfixiándome. Todos los que han estado con heteros me entenderán, ese momento post orgasmo en el que ambos están juntos y aunque sabes que lo más probable es que no vuelva a ocurrir, que al hetero le arranque su miedo y te eche a patadas y que te amenace con que guardes el silencio, aun así ese momento tan íntimo lo disfrutas. En el que sólo son dos cuerpos masculinos en reposo tras entregarse a la pasión máxima.
- Me encantas Francisco… Me gustas mucho creo que desde que te vi… Te quiero weon - Murmure dándole un beso sin dimensionar lo que acababa de decir y sólo deseaba morderme la lengua <<Tenías que cagarla weon, no podías quedarte callado?>> Mi cerebro me retaba y entonces vi el rostro sorprendido del Pancho que de un salto se despegó de mi algo incómodo, sentí como me ardía el culo y me queje algo adolorido y prácticamente invalido de la cintura hacia abajo y el caudal de semen salía de mi irritado agujero. Miraba su cuerpo tan imponente y como buscaba sus boxers y se los colocaba, la había cagado. Había un incómodo silencio, ni una risa, ni un comentario, ni una broma pesada al estilo flaite.
- Voy a ir a ducharme… Si quieres vas tu después - Su tono grave rompió el silencio y yo sólo asentí estúpidamente y le vi abrir la puerta solo con los boxers y bajar la escalera mientras la madera crujía con fuerza. Me sentí morir ahí mismo. De pronto me di cuenta que realmente me gustaba aquel hombre, que a pesar de sus modales bruscos, su pesadez y su risa burlona y flaite me había conquistado desde incluso antes de que me diera cuenta, incluso antes de terminar culiando como nunca con él, incluso antes de arrancar de mi corazón lo que sentía por Claudio, incluso antes de haber sacado de mi mente a mi casi pololo para reemplazarlo por mi casi cuñado, me sentí realmente como las weas. Nunca pensé podría llegar a gustarme y que lo necesitaba junto a mí, pero que sin embargo ahora se alejaba de mí...
CONTINUARA

28 comentarios:

  1. Muy muy bueno, este relato se ha vuelto adictivo, esta muy bien escrito, buena ortografia y muy buena redaccion.
    felicitaciones al autor y, si es el protagonista ojitos de picina, recibe mis mas envidiosos saludos.

    ResponderBorrar
  2. Muy muy bueno, este relato se ha vuelto adictivo, esta muy bien escrito, buena ortografia y muy buena redaccion.
    felicitaciones al autor y, si es el protagonista ojitos de picina, recibe mis mas envidiosos saludos.

    ResponderBorrar
  3. Pedazo de relato wn, tan detallado que uno puede imaginarse todo lo que cuentas en él. Rico de inicio a fin. Los flaites heteros son lo mejor, calientes como ellos solos los ctm.

    Felicidades y esperamos la siguiente parte 👏👏👏

    ResponderBorrar
  4. Que relato más caliente y rico jaja wn todo el rato con el chuto parao. Muy bueno, estaré pendiente al próximo relato, felicitaciones, escribes y narras bien.

    ResponderBorrar
  5. Es como mi mayor fantasía hecha relato ❤

    ResponderBorrar
  6. Compadre lejos los mejores relatos que eh leido acá. Y es verdad que entro a cada rato a ver si ya se subio la continuacion. Exelente compadre. Me eh mandado las sendas pajas con tus relatos. Saludos brood

    ResponderBorrar
  7. Wnnnn la cagaste, he segido todos los relatos,excelente el mejor de todos, sigue escribiendo, ansioso por saber que se viene

    ResponderBorrar
  8. Te violaron, lo que es un delito. Pero lo viviste y describes bajo el viejísimo e inmoral refrán de que si la violación es inevitable, hay que gozarla. Y esto vale para gays y héteros. Malo. Trata de describirlo desde la perspectiva de que diste "señales al mercado" y lo lograste. Quizás en el próximo capítulo destinado al arrepentimiento hétero, puedas instalar una dimensión más honorable de ti mismo y del tema. En todo caso, notable la capacidad de escribir tanto, sobre un solo punto.

    ResponderBorrar
  9. Me llamó la atención la parte en que el flaite le dice al gay q no se pajé, si nunca había estado con un hombre antes como iba a saber que si estimulaba la próstata en la penetración iba a eyacular sin masturbarse?

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Eso lo saben muchas personas,no sólo los gay(homosexuales o como quieras llamarlos). Es un secreto a voces y hay lugares que se habla del masaje prostático.

      Borrar
    2. es como decir que solo los heteros o las lesbianas saben que el clitoris es el punto g de las mujeres. y es donde mayor grado de exitacion logran. eso lo sabe todo el mundo

      Borrar
    3. Eso se sabe , es cultura poco menos! XD

      Borrar
  10. Que relato más bacán 😍 pronto el próximo porfa!!!!

    ResponderBorrar
  11. Se me hace muy poco uno a la semana 😭, el próximo pronto porfa!!!

    ResponderBorrar
  12. Wn notable,fue inevitable correrme, la hiciste de oro, saludos :)

    ResponderBorrar
  13. Está bueno el relato, bien redactado, se entiende y calienta. Otra cosa, que bueno que Esteban eliminó ese chat aburrido, donde entran 5, los mismos de siempre, y hablan puras tonteras.

    ResponderBorrar
  14. Buena redacción, tiene continuidad y logra el objetivo de excitar, a pesar de que a todas luces es un relato ficticio. Me corrí la paja.

    ResponderBorrar
  15. Chupale los pies en el proximo relatooo

    ResponderBorrar
  16. Querido, si aún no encuentras trabajo, dedícate a elaborar guiones. Porno, si es que no te da para hacer guiones de calidad. El relato es evidentemente falso, tiene bastantes incoherencias. Además la capacidad para describir, con tanto detalle, cada momento de tu encuentro sexual, solo denota, a lo menos, una exageración de la realidad.
    Por otro lado, incluso de ser verdadero, me sorprende esa falta de amor propio, por mucho del gran miembro o la excitación del momento, es inconcebible que alguien te trate así al momento de "ensarte el pedazo de carne".
    Por cierto, no entendí cuál es tu posición preferida. Aludes a dos en tu relatado. Otra evidencia de incoherencias, mal ahí.
    Eso. Igual espero que subas el proximo capítulo. Hace bien leer lo mal que está el mundo. Porque, lo crean o no, desde tu mentira, podemos reconocer el yuyo del patriarcado.

    ResponderBorrar