El casi cuñado Cap 3

- ¿Y que tengo que ver yo en eso?... – Intente levantarme y agarrar algo de cordura ante lo que estaba ocurriendo, pero él me puso una mano en el hombro hundiéndome en la cama.

- Andai de suerte culiao, llevo hace rato sin culiar y vo me vai a quitar la calentura… Hace días que quiero puro follarte maricón qliao, desde que te vi… Desde que te vi el tremendo culo que te gastai – Su voz resonaba en la pieza mientras se seguía tocando su bulto amenazante mientras me miraba de una forma que pude entender, estaba deseoso de mi.

- Estas loco weon, puede venir alguien… El Claudio - Me sacudí en la cama pero él me tenía completamente inmovilizado con solo una mano.

- No hay nadie weon, el weon del Claudio ya se fue… Estamos solitos, no te preocupí que te voy a hacer olvidar al maricón de mi hermano… Ven pa aca y deja de hablar – Me tomo bruscamente del pelo haciéndome gritar y me pego mi cara contra su bulto comenzando a refregarse contra mí de una forma fuerte a tal punto que la tela del bóxer raspaba mi delicada piel dejándola roja y podía sentir perfectamente el calor y el aroma que emanaba aquel miembro de macho flaite y hetero, la forma de esta y como golpeaba mi cara mientas el me apretaba. - No te hagai el weon, ¿Creí que no me he dado cuenta como me mirai qliao como hambriento weon? ¿Y anoche como me mirabai cuando me empelote? ¿Y cómo me mirabai el pico en el baño ah? ¿Creí que soy weon acaso? A vo te gusta la tula y el tulachi de mi hermano con cuea pudo ponértela weon… Sólo te ha hecho llorar ese qliao, pero no te preocupi yo me encargare de que por lo único que llores sea cuando te parta la raja a pichulazos… - Su tono de voz era tan excitado y varonil, lejos de molestarme me hizo excitarme, le miraba a los ojos mientras el preso de una calentura inigualable frotaba una y otra vez mi cara contra su pene.

- Vo viniste al sur a buscar pico y pico vai a tener qliao… - Entonces ya lejos de toda razón solo pude aspirar el aroma a pene que emanaba con una mezcla a jabón limpio me hizo babear y dado a la fuerza de la presión comencé a llenar de saliva la tela de su bóxer que casi explotaba y cerré los ojos inhalando con más fuerza aquel aroma adictivo y gemí ahogado. - Esoo maricón, huéleme la callampa, asi huele el pico de un macho…. Así huele un macho hetero… Siéntete bien maricón por calentar a este machito vo me pusiste así de duro – Mi boca seguía mojando aquella tela que se transparentaba y marcaba aún más la forma de su verga, podía sentirla deslizándose entre mis labios, prácticamente se la estaba chupando por encima del bóxer y él gemía en respuesta. Ya nada podíamos hacer…

- Dicen que los maricones lo chupan mejor que las minas, ya poh maricon conchetumare me vai a comer toda la corneta…y mas vale que lo hagai bien… - Me alejo un momento pero mantuvo mi cabeza firmemente agarrada con una mano mientras que con la otra tomaba el elástico de su ropa interior y lo estiraba para así sacar su pene que como un resorte salto golpeando así en mis ojos, vi aquel monolito de carne que era completamente distinto al de su hermano pero que se complementaba a la perfección con el resto de su gran cuerpo, debía medir unos 21 centímetros sin exagerar, nunca había visto un pene tan recto y que se levantara con total orgullo que apuntaba directo a mi ojo, su glande se hinchaba y brillaba de color rojo violáceo y las venas azuladas marcaban esa verga dotándola de vida que parecía latir por cuenta propia, era grueso casi como mi brazo y de un color oscuro que te invitaba a probar, sus bolas eran grandes y pesadas y colgaban majestuosas rodeadas de harto vello, no se depilaba, era un macho hetero totalmente pero ahí estaba excitado a mas no poder con su pico enorme ofreciéndomelo a mí. - Ohh conchetumare mira el tremendo peazo que te vai a comer weon, mira como me tení weon…. Eso abre la boquita…. Abra la boquita para su negrito – Su tono de voz excitado y entre cariñoso me hizo babear y a esas alturas todo se fue al carajo, me relamí los labios y acercándome comencé a besar el glande del macho que hizo que gimiera excitado y abriendo la boca displicente comencé lentamente a meterme aquel pedazo de carne a la boca

– Ahh conchetumadre!... A ver hasta donde le llega a mi wachito… - Bufaba el negro mientras presionaba su pichula flaite dentro de mi boca, abrí al máximo las comisuras de los labios pues aquel miembro llenaba mi boca por completo y notaba como con fuerza y control forzaba su tula hasta el fondo o por lo menos hasta donde le permitiera llegar dentro de mi boca, provocándome que me ahogara al instante - Ahhh la wea rica conchetumare, eso atórate en mi callampa, chúpala toda weon… Es suya – Me tomaba del pelo que a la vez de tironearme me daba suaves caricias mientras comenzaba a bombear primero suavemente moviendo su pico dentro de mi boca y yo la tragaba casi por completo pues la sentía raspar mi garganta y sus vellos pegarse a mi rostro, haciéndome una arcada pero él no me soltó y tuve que toser provocando que me salieran lágrimas de los ojos, me forzó un par de veces más hasta que mi garganta pareció acostumbrarse al pico invasor y entonces el macho agarro el ritmo y comenzó a follarme la boca literalmente

- Ohhh que te vei rico comiéndomela toda, eso weon te salen hasta lagrimas qliao… Eso chúpemela, trágala entera maricón qliao… ¿Te gusta mi pico? – Me preguntaba mientras me hacía mover mi cabeza violentamente arriba y abajo, tragando sin parar y claro que a pesar del dolor y el esfuerzo estaba disfrutando aquella mamada bestial como nunca, comencé a apretar los labios en torno a su grueso palo mientas con la lengua lamia cada contorno de su pico y abría la boca al máximo para alojarlo en mi boquita hambrienta haciendo que un mar de saliva se mezclara con el sabor del líquido que salía de su pene, me hacía gemir lo cual le hacía gemir a él también - ¿Esto es lo que querías cierto weon? Un buen pedazo de pico que te haga mierda maricón… Eso chúpala weon, goza la tula que tanto querías po… Que boca más rica tiene mi putito – Le veía a los ojos mientras me sentía mareado de tanto tragar su pico hasta el fondo, todo en él me hacía desearlo como nunca, su cuerpo perfecto, sus modales bruscos, su violencia masculina, sus palabras calientes, su total dominio contra mí me hacía gemir ahogado con su pico en la boca y que estuviera tan caliente que pensaba me correría sin siquiera tocarme, solo por chuparle su monstruoso pico.

Me soltó un instante solo para respirar ambos y se recostó en la cama suya, tomo su pichula morena y la golpeteaba contra su mano provocando un sonido húmedo y caliente mientras me miraba como invitándome a seguir probando. - La chupai mejor que mina, eso es, venga pa acá mi gatito… Acá tiene su desayuno, siga mamando pico… - Me provocaba el muy hijo de puta mientras yo me ponía de pie revelando así mi cuerpo y lo duro que estaba debajo de mi ropa interior y me acerque hasta él quien se masturbaba con fuerza mirando todo mi cuerpo, no podía creer que aquel hombretón se excitara conmigo, yo me encontraba horrible. Me recosté entre sus piernas dejando mi cabeza junto a su pene, y primero comencé a lamer y chupar su ingle y sus testículos viendo como le gustaba mucho el Negro me dejaba hacer mientras mi ávida boca recorría todo su pene lamiendo como una paleta, saboreando con fruición, deleitándome con su aroma, me tome todo ese tiempo para chupar a conciencia ese pene unos veinte minutos o más, subía y bajaba extasiado por aquel pene que me hacía perder la cordura y comportarme como un puto hambriento y a olvidarme de todo pues nada más existía mientras estábamos los dos juntos, y de paso tocaba con mis manos todo su cuerpo fibroso, sudado, ardiente, peludo, perfecto, aunque no me dejo tocar su trasero mis manos tocaron todo lo que querían su pecho, axilas, brazos, tetillas, vientre, ombligo, piernas, pies, mientras mi boquita seguía dándole atención a su pene exquisito.

- Eso saboréela toda ¿Le gusta mi pico?... Te gusta poco jajaja, mi huequito parece que te gusta ruda la wea tai mas caliente… Como gozai la pichula maricón – Me provocaba con su tono flaite caliente-cariñoso mientas movía sus caderas para follarme la boca y volvió a tomar el control agarrándome de la nuca. - Si weon, eso chupa…. Mmmm tenemos cinco horas pa qliar sin problemas weon asi que disfrute mi tula tranquilito es toda suya… Eso weon eris experto mamando callampas, lo que se perdió el qliao del Claudio, yo no te dejare con las ganas… – Sus palabras calaron hondo en mi cabeza aun perforada por su pico mientras pensaba en su hermano <<Weon el Claudio no te pesca, acéptalo… El Pancho si te pesca weon, comete el pico con ganas nomás. No hay culpa>>

Mi mente parecía estar de acuerdo conmigo y ese fue el clic que necesitaba para desbordarme y quitarme todas las trabas y empezar a gozar. Apreté la boca mientras movía la lengua en círculos y gemía mientras que mi rico macho arremetía contra mi boca haciéndome subir y bajar con fuerza yo sólo veía estrellas - Ahh conchetumare weon toy que me voy cortao en tu hocico… Sigue nomas te vai a comer mi leche. Déjame moquiarte la boquita mi gatito porfa… Eso weon dale, escóndala en la boquita, dale weon chupa, chupa – Incremento aún más la fuerza de su follada bucal y sentí como se ponía más tenso y su pene se endurecía aún más, su glande parecía latir con más fuerza dentro de mi boca y entonces suspiro con más fuerza mientas me perforaba clavándomela hasta el fondo una última vez y pude sentir como descargaba todo su semen hirviente en mi boca, los primeros chorros de espesa lefa llegaron directo al estómago pues tenía su pico en el fondo, pero los siguientes se fueron acumulando en mi boca mientras el gritaba como un poseso, se notaba que llevaba días sin correrse pues mi boca rebosaba su semen a tal punto de resbalarse por mis labios - Ahhh! Ahhh! Arrghhhh conchetumare eso qliao trágate el moco caliente, tómese la leche uhhhhh mi washito rico tráguesela toda déjeme sequito… - Nunca había escuchado a alguien decir tantas chuchadas mientras se corría en mi boca preso de un placer único y exquisito y de un orgasmo propio de un macho que me insemino toda la boca. - Ohhh que rico weon, te vei rico tragándote mi leche, eso mi washito, eso ahhhh! ahhh! Ahh! Ohhh! – Trague su semen caliente y algo ácido, pero rico, me sentía enfebrecido de placer y le agradecía con cada estertor de su poderoso orgasmo mientras yo me relamía y limpiaba su pene tomando cada rastro de blanca leche espesa de aquella barra de carne negra.

- Oh conchetumare, maricón qliao… La mensa chupa weon, vai a tener que chupármela todos los días… - Le veía sus ojos como parpadeaba achinadito por el placer que le había dado a ese macho portentoso, no podía creer que había logrado chupársela a un hetero. Ambos respirábamos agitados mientras aun sentía el sabor rasposo de su leche en mi boca, pero su sonrisa pícara no se iba de su rostro-

- Vo tai claro que esta wea recién va empezando… Te dije que te iba a qliar weon… - Se me acerco con un movimiento ágil y rápido como un felino, una bestia indomable me tomo en brazos y me quito la camiseta que usaba como piyama y me tiro en la cama, instintivamente me quise cubrir mi prominente estómago y esa especie de pechos masculinos que tenía y que tanto me avergonzaban, pero el Negro era más rápido y aparto con sus manos sujetándome fuertemente cargando su peso contra mi hundiéndome más en el colchón y comenzó a apretarme los pezones provocando que gimiera bien alto.

- Eso weon que rica tus tetitas, para que te tapai tanto gatito? Me gustan tus tetitas – Me agarraba los pectorales con fuerza pero acariciando a la vez provocando que gimiera sin darme cuenta lo sensible que era en aquella zona y a él no parecía molestarle en absoluto pues comenzó a lamer mi pecho como si nada, sentía su lengua caliente lamer mi pezón hasta que este se endureció y el Negro parecía un loco desbocado mientras comenzaba a chupar golosamente llegando a morder incluso provocando que gimiera más y más fuerte. – Eso mi putito rico gima fuerte… ¿Te gusta viste?... – Se sentó en mi pecho y comenzó a pasar su enorme pico por en medio del pecho y como si se masturbara apretaba mis dos montañas de carne intentando rodear el tronco de su pene provocando una agradable y caliente fricción mientras su pico pasaba de arriba abajo rápidamente y la punta de este apuntaba directo hacia mi boca, no sabía que aquello que estábamos haciendo se llamaba "Rusa". No podía creer que aquel macho hetero me estaba haciendo descubrir cosas que nunca antes había experimentado.

- Weon estai loco esta wea no me la vas a poder meter… Hace ya rato que no lo hago - Le decía algo asustado mientras su pene seguía agitándose como una gran serpiente y no quería imaginar cómo podría meterme aquel monstruo por el ano. Miraba su sonrisa pícara de flaite arrecho me calentaba a la vez que me intimidaba, era como si se excitara más al saber que estaba prácticamente cerrado para él. Se me acerco al oído y en un tono sensual y usando ese tono agresivo y cariñoso a la vez me hizo estremecerme por completo.

- ¿No eri maricon acaso? Si le gusta el pico la aguanta toda nomás… Ya venga pa acá… - Ágilmente me tomo de los hombros y me dio vuelta quedando así boca abajo, me atrapo con sus piernas de toro y levanto mis caderas dejando mi culito expuesto ante él, y sentí sus manos como garras comenzar a apretar y amasar mis nalgas mientras lo oía suspirar con fuerza como si intentara contener sus ganas de romper mi bóxer y meterme todo su pico de una. Sus manos tomaron lentamente el borde del bóxer y fue bajándolo lentamente como si quisiera disfrutar de aquella primera vista de mi trasero. Sentía sus dedos largos acariciar la sensible piel en la raja del culo y así logro bajar mi bóxer hasta descubrir todo mi trasero.

- Tremendo poto que teni qliao, es primera vez que chupo un poto weon… ¿A ver qué tal? – Le escuche mientras giraba el rostro para verle, pero su rostro estaba entre mis nalgas sin poder creer lo que estaba pasando, aquel macho hetero y flaite comenzó a besar mis nalgas y con ambas manos separaba mis glúteos prominentes como buscando ese tesoro escondido, yo sólo temblaba de nervios cuando sentí la punta de su lengua dar pequeños golpes a mi pequeño orificio y sentí un corrientazo desde mi ano hasta el cerebro y comenzó entonces a lamer de una forma que nunca imagine, su apéndice húmedo y caliente recorría los bordes de mi ano con fuerza mientras separaba mis nalgas al máximo para que así serpenteara en mi interior, busco la entrada y apretaba intentando humedecer y penetrar mi hoyito que ofrecía resistencia pero él no estaba empeñado en detenerse hasta conseguir que su lengua traspasara el anillo de carne.

- Ahhh! Pancho que rico… Ahhhhhh! – Gemía agitado apretando las sabanas mientras sentía esa lengua moverse en mi interior, y como rosaba los pelos de su barba contra la piel sensible de mis nalgas, y el aliento caliente del Negro haciéndome tiritar literalmente. Lo escuchaba gruñir mientras lamia, chupaba y mordía mis nalgas, las apretaba y soltaba, las masajeaba y me daba nalgadas que resonaban fuerte en la habitación con un hambre voraz como si realmente disfrutara de mí de una forma única. Nunca antes me habían dado un beso negro tan intenso y no podía creer que fuera un hetero el que me lo estaba haciendo.

- Mmmm conchetumare que teni rico el hoyito apretaito rosaito, limpiecito sin pelitos… Déjame meterte el deo en el chico… - Susurro aquel macho mientras me metió el dedo de forma rápida provocándome un ligero dolor por la poca costumbre lo que me hizo gritar.

- No, espera…. Aghhhh me dolió… Awwwww! – Movía mis caderas hacia adelante para quitarme aquel dedo invasor pero el Pancho me agarro de las caderas manteniéndome inmóvil y enterrando más profundo aquel dedo largo y grueso en mi como rasgando mis paredes internas sólo con un dedo, intentaba moverme pero era imposible aquel macho me tenía completamente bajo su poder. Su dedo comenzó a entrar y salir de forma rápida y violenta masajeando en una mezcla de incomodidad y placer. Mis gemidos y quejidos se confundían entre el dolor y el gozo lo que provocaba que el Negro fuera aún más violento como si disfrutara hacerme sufrir y gozar y tenerme a su merced gritando como una perra en celo.

- Queate quieto maricón… Oh weon tai más apretao si con un deo gemí así como vai a gemir como puta cuando te meta toda la pichula… - Saco el dedo solo unos segundos para mojarlo y meterlo de nuevo junto con dos dedos más, separando mis carnes lanzo un escupo espeso y caliente apuntando directo a la entrada de mi culo apoyo su enorme pene en mi raja y comenzó a moverse como si estuviera bailando nuevamente reggaetón contra mí de una forma tan caliente y deseosa que me hizo levantar yo mismo el culo y a moverme contra esa barra de carne. Un fuerte palmazo me hizo gritar al sentir varias nalgadas que enrojecieron la blanca piel. - Ya no aguanto más mi gatito, cagaste te voy a meter el pico… Tremenda raja pa darle como caja, te voy a qliar como nunca conchetumare… –

CONTINUARA

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