domingo, 4 de mayo de 2014

Súper cacha

Soy Gay desde siempre y con un gusto bien particular, los flaites (ustedes ya sabrán). Y es por esto que me animo a contar mi historia. Todo empieza cuando mi prima aparece con su nuevo pololo, un weón de contextura gruesa y terriblemente flaite, y por supuesto riquísimo para mi gusto. Desde que lo vi y escuché su voz tan particular de flaite comencé a alucinar con él, hasta su tatuaje de lágrima que tiene en la cara me parecía caliente.

Un día en un paseo familiar y de amigos, fue la primera vez que lo vi semidesnudo, ya que él se bañó en el río sólo con bóxer, ahí pude notar su cuerpo que estaba lleno de cicatrices por sus riñas con cuchillas o qué se yo, weás de flaites. Y su paquete que se le notaba, especialmente la cabeza de este que deduje que era bien gorda y rica. Recuerdo que después de ese paseo mis deseos hacia él aumentaron cada vez más, inlcuso llegué a pajearme mirando las fotos de dicho viaje en donde él salía todo mojado con esos boxer azules a rayas que jamás olvidaré.



Era sólo un deseo, pensé por un tiempo. Era sólo un material para mis fantasias y mi mejores pajas, era sólo eso.

Un día se organizó una junta, o más bien dicho un carrete en su casa y yo fui invitado, no precisamente por él. Tomamos tanto, aproximadamente de las 9 de la noche, hasta las 8 de la mañana. Fue ahí cuando ya estaban todos muertos y quedé sólo yo con él en su pieza. La verdad es que yo también estaba muy ebrio, pero me hice las ganas de seguir tomando con él acompañado de sus buenos cogollos.

Tipo 9 de la mañana, escuchando su reggaetón, fumando sus caños y hablando puras weás... no sé cómo pasó, pero de un momento a otro el weón se me acercaba cada vez más, yo estaba dispuesto a todo y aprovechando nuestro estado de ebriedad, aunque la verdad yo seguía conciente de lo que pasaba, me puse en su cama con la chela que tenía y lo miré con picardía. Él entre broma -siempre me molestaba en todo caso diciéndome weás- me dijo en ese entonces, literalmente "Carlos culiao, te voy a cachar". A mí me dio risa, la verdad no sabía si lo decía por webear, por su ebriedad o no sé. Pero obviamente le seguí el supuesto juego y le dije "ya po, cáchame po". El weón cerró la puerta, agradezco a mi prima que ese día no fue a su casa jaja, y se lanzo a la cama, se sacó sus pitillos rojos y me dijo "cómetela cochino culiao". Debo confesar que mi exitación era mucho más intensa cuando hablaba de esa forma. Observé a través de sus bóxer que tenía el pico todo erecto, en ese entonces comprendí que esto iba en serio y como niño hambriento le mordí su miembro por encima de la ropa interior, luego saqué esa verga -no muy larga, pero demasiado gorda y cabezona como ya lo había imaginado- y la introducí en mi boca. Mi ebriedad en ese entonces estaba en segundo plano, lo único que sentía era ese delicioso sabor a líquido preseminal, a pichí y a testítulos sudados. No podía creerlo, le chupaba la tula al weón que había estado deseando tanto, era una maravilla. Luego de un rato él, brutalmente, me da vuelta y me saca la ropa, luego me dice que me culeará hasta llorar. Weón, puedo decirlo que fue así, la cabeza de ese pico es tan gorda que puta que duele, pero luego de un rato se siente fenomenal. Más aún al sentir esa respiración agitada de que lo está gozando, esa respiración que va aumentando cada vez con más placer. Esos surruros diciendo "que rico conchetumare", la weá más exquisita del universo. Me folló por largo rato, con gemidos deciliciosos entre medio, hasta que se vino dentro de mí y sentí esa leche tibia derramarse por mi culo y por mis piernas, una delicia. Luego de eso me volteó otra vez y comenzó a hacerme una paja, la cual se notaba que no era experto en hacerlo, pero me vine igual de tanta calentura que tenía. Ya finalizada la "súper cacha", me dice "te quedai callao culiao" a lo que yo le respondo que obviamente lo sé. Nos vestimos, enroló su cogollo, fumamos y seguimos con las chelas.

Lo mejor es que desde ese día siempre cuando hay un momento en que puede decirme algo de manera discreta, me dice: "quiero culiarte conchetumare" y se va con una sonrisa bien pícara y yo quedo todo caliente. Pero me pone contento porque aunque todavía no ha sucedido nada, sé que me volverá a culear tan rico con su pichula gorda.

Gracias por el espacio y saludos a todos los pajeros como yo que alucinan con los flaitecitos. Saludos también a Esteban, el ADM.

Carlos T.

2 comentarios:

  1. esta weá me calentó más que la chucha, excelente

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  2. por la puta e quee con ganas de ser yo el que le chupara el pico al loko pa sentirle su olor y gusto de acho caliente

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