martes, 10 de febrero de 2015

Liceo nuevo 1

Caí por curiosidad en este blog y entre leyendo y leyendo me dije “es momento de contar mi historia” Lo que me pasó fue cuando tenía 16 años. Perdí mi virginidad con un flaite, estando pololiando con mi novio de ese tiempo, Tomás. El primer semestre de mis 16 me expulsaron del colegio donde había estudiado toda la vida, era un colegio particular, por lo que mis padres decidieron matricularme en un liceo público. La experiencia fue buena. Lo que me tenía triste es que en mi antiguo colegio estaban mis amigos y mi novio. Todos preocupados me iban a buscar al colegio que quedaba a unos diez minutos de la ciudad, todo con normalidad el primer mes. Me hice amigo de dos chicas de mi curso, medias flaites, pero muy amorosas y adoraban al Tomás.



Me asumí a los catorce años así que a los 16 mi homosexualidad era evidente y no me molestaba en lo absoluto que me molestaran, viví desde muy chico libertad absoluta sobre mi cuerpo. La cosa, es que, mi profesora de artes me adoraba pues desde muy niño que pinto y cultivo mis habilidades artísticas hasta el día de hoy, entenderán que las clases de artes siempre han sido sinónimo de desorden y blabla. Mi profesora me eligió a mí entre todos los trabajos que se habían expuesto, creo que hice un cuadro medio surrealista, la cosa es que fue ahí donde presté atención a mi compañerito de al final de la sala. De un grito dice: ese cuadro se parece a uno de los del Dalí. ¡Muy bien, Daniel! Le dice la profe, y en esa milésima de segundo me doy vuelta a mirar sus ojos verdes y sus labios cerezas. El Daniel, no era flaite, en verdá el sector donde se había cultivado lo había hecho así, pero era un cabro totalmente talentoso, era rapero pero igual se le iba el coa, siempre. Nunca he sido prejuicioso, pero sí, en esa etapa de mi vida me calentaban más que la mierda los flaitecitos, sus pantalones apretados, sus moicanos, sus aritos en la lengua, su olor, ese coa, ese tonito de prepotencia pero igual de entendimiento me tenían al mil. El Tomás era todo lo contrario, medio señorito, hijo de médicos, culto, inteligente, un buen cabro, pero ¡AY! El culo a veces pide otro tipo de placer.

Yo me sentaba adelante, no por mateo (era todo lo contrario) si no porque soy súper despistado y disperso, entonces mi sicólogo de ese tiempo me exigió sentarme adelante, aparte si me iba bien en ese liceo en 4to medio tenía la posibilidad de regresar a mi antiguo cole y licenciarme con mis compañeros y el Tomás po. Así que estaba señorita adelante tomando atención y mirando el reloj para salir a recreo, toda una Britney.

Mi profesora de lenguaje, que me adoraba, hizo la planilla final del curso y me dijo que había un muchacho que estaba repitiendo y que por favor fuese con él en el último informe, que venía de una familia muy humilde, que él se quería superar, pero la droga, el alcohol lo tenían mal. Blblabla, igual tomo, igual me drogo, pero entiendo, pensé, -Bueno profe, seré con él- asi que, eso po, al final de la clase, medio temeroso se acerca el Daniel, y me dice: Wena socito, la tia Mireya me dijo que habiai aceptao ser conmigo en el trabajo final. AH, si po, Hola.. obvio, si te puedo ayudar, yo feliz. Filete perro, estoy asustao má que la chucha, me estoy repitiendo todos los ramos otra vé, sabí que pasa? Es que no le creo al sistema culiao que estamo viviendo, lo encuentro chanta, totalmente chanta y pakiao. Y esas palabras que de sus labios salieron me encantaron, sentía su espíritu de lucha, sus ganas de superación y aunque no lo reflejaba en sus notas el Daniel era bastante inteligente. Ese mismo día nos fuimos caminando hasta el centro donde me juntaría con el Tomás. Uff, me habló de su descontento social, yo del mío, de que venía de un colegio de monjas, que la gran parte de mis profes eran fachos, que escribía y pintaba. El Daniel igual escribía y hacía canciones de Hip – Hop o cumbia y hacía grafitis, era artista igual. Yapo, le dije, te tengo que dejar, ahí está el Tomi, mi pololo. AHHH que wena socitooo, cero rollo, vaya no má a disfrutar de las pampitas –se ríe y deja escapar una muequita que le hacen formar dos margaritas en su carita morena- Yo, cartucho, no entendí y le dije, nos vemos el lunes. Cruzo la calle, el Tomás antes de besarlo me pregunta qué quien es, qué por qué me vine con él, que era peligroso, que blabla. Ay, Tomi, para, es un compañero y filo, no voy a discutir de él.. bien pungón el compadre pue, y comunista, le dije. Una mirada despectiva y nos subimos al auto de su mamá.

El fin de semana que pasamos juntos, el Tomi los dos días quiso follar, hacer el amor, me decía, pero era brusco, y a penas tocaba una fibra mía se subía, bajaba mis bóxer y daba vuelta, yo no quería esa previa… asi que esos dos días me renegué a sentir su miembro dentro mío. El domingo, me dijo, “llevamos ya casi un año juntos, y hasta lo máximo que hemos llegado es una 69 fome” “pucha, Tomás, -le dije- erí muy apresurao, la wea no es meterla y sacarla, y no quiero que follemos como romeo y Julieta, pero sí, que no sé po weon, seai más piola y que no se note que me querí puro desvirginirar” “es que, amor, quiero ser el primero po” “yaya, me tengo que ir, tengo prueba mañana” nos dimos un beso y me fui.

Al día siguiente la profe no llegó por lo que la inspectora nos dijo que sigamos en el informe final pero en cualquier parte del cole y sin molestar a los demás cursos. Así que el Daniel me fue a buscar adelante y me dijo, socito, estoy cagao de hambre, acompáñame a la cocina a buscar la leche y el galletón y nos vamos pa rriba, a un lugar terrible piola pa pensar mejor y hacer la wea bien. Yapo, le dije. Tuvimos que subir una escalera, entrar por la sala de escape y llegamos de plano a la sotea del liceo, woow, se veía toda la ciudad. Un dejo de su mirada junto al sol me hizo contemplarlo entero, Daniel, Alto, fornido, delgado y entre su camisa blanca se le dejaba entre ver un pecho peludo de bellos cortos y unos pantalones de colegio que había apitillado, “tanto que me mirai socito, no se te vaya ocurrir enamorarte de este flaitoco, mira que el Tomacito capa que me meta en cana” un rubor entero lleno mi rostro y un calor inmenso salió de mis adentros para expresar un “no, no es eso” “shaa, la volaitaa, le está tratando mal el Tomacito o no le está dando pasto al caballito” no, no entendía sus modismos, y muchas veces (ahora que lo pienso) había querido fornicarme entero con su lenguaje que sabía yo no entendía. Me acerqué a la baranda, contemplé el cielo, mire hacía el suelo, y siento como dos manos hacen un choque magnético en mi cintura. “ufff, quédese así no má mijito, me imaginaba tal cual esta cinturita, cero grasita, blandita y la colita paradita y apretadita” un gemido salió de sus labios mientras me tocaba las nalgas y hacía de sus manos mañosas un recorrido que tenía paralizado mi corazón y mi cuerpo entero. Subió sus manos y empezó a tocar mi espalda, fue ahí donde sentí su respiración agitada en mi oído y aquel arito en la lengua raspando mi cuello y sus dientes mordiéndome lentamente, suavemente, sexualmente caliente. Teni miedo, parece. No, lo que pasa es que.. Shhh, callaito angelito, ya me tiene paradito el niño, si se quiere comer la sopita hágalo ahora que e’ el moment. Y sin pensar en nada mis dedos largos se fueron directo a su miembro futurístico, plenamente adolescente, un gemido y estreñimiento salió de su cuerpo y me dijo, Ohhhhh, no se detenga, aquí estoy pa’ usté. Y comienzo a sobar por encima de su pantalón un viril ser de unos 19cm, grueso, y en ese intermedio el Daniel se sacó la camisa y pude sentir su traspiración y cada bello de sus fornidos abdominales en mi espalda y un movimiento suave que quería hacer cabida en mi ano virgen. Suavemente me da vuelta y por primera vez después de casi dos meses nuestros labios se juntaron y pude besar ese arito sexy que le cubría la lengua y ver de cerca esas pequitas y esos ojos verdes primaverales. Me sacó de la baranda para evitar que nos vean y me llevó a otro sector mucho más escondido donde solo nos llegaba el sol y nada de viento, sacó su chaqueta de la mochila, me pidió mi abrigo y formó un nidito de un metro y algo donde me hizo tenderme primero, sacó su pantalón con dificultad dentro de la rapidez para tenderse encima de mí y emboscar dos penetradas por encima, “sobajiemos un ratito mi angelito, le gusta o no?” “sí, sí, sí” respondí. Espere un momentito. Sacó su celular y me dijo, lo vamoh hacer al sonido del Alexis y el Fido, y apretó play en “cinco letras” y fue así como se transformó, me empezó a besar más fuerte al ritmo del reggeton, me tomaba la cintura, me besaba las tetillas, me miraba y apretaba contra sus manos y pensé en ese momento hacer yo de la mía igual, que no podía ser tan cartucho y que en ese momento lo único que quería era sentir sus 19 centímetros en mi ano. “trépate encima, haz lo sea” salía del celu y lo dí vuelta y coloqué enterito a mi disposición. Eso mi angelito, juegue, juegue. Y empecé, dos besos entre legua, sudor y gemidos y me dispuse a bajar mis labios carnosos a su bóxer con olor a detergente y una pisca de sudor masculino por la mañana de clases, saqué con mis dientes el miembro que se le había doblado a su pierna derecha y comencé a chuparlo hasta pararlo dentro de mi boca. Me dispuse quince largos minutos a succionarlo, chuparlo entero, a destiempo, sin tregua y mamando cada parte de aquel depilado pene. Al cabo de unos veinte minutos el Daniel no podía más con la respiración agitada y sentía que se iría dentro de mí en cualquier momento, comencé a succionar sus bolas y me dice, “angelito, weon, me tení loquito, nunca me lo habían chupao así de cuático, voh dale, voh dale, voh dale” y esas palabras rufianas cavaron más en mi excitación y seguí unos minutos más hasta que Daniel se hace presente con la bestia que llevaba dentro y me sube encima suyo dejando mi ano al descubierto en su boca, y siento por primera vez una envestida eléctrica que dejó todo mi cuerpo ruborizado y caliente al mil, movía su lengua por todo el contorno de mi ano, metía sus dedos y no podía creer que tanta adrenalina sexual corría dentro de nuestros cuerpos hasta formar un solo orgasmo que iba creciendo al mismo tiempo, nuestros gritos eran silenciosos y más gemidos y más lenguas y más chupadas y más placer hicieron de Daniel un tercer movimiento para dejarme cucharita y una mano subió hasta mi nuca y con la otra trató de ponerse el condón y meterme la cabeza en mi ano lengüeteado y virgen. Me seguía besando con más fuerza todos los espacios de mi cuerpo, me seguía diciendo que no podía más de excitación, que le gustaba, que no podía creer que sus pajas se habían vuelto una realidad y que me tenía ahí enterito para él y yo lo tenía enterito para mí. Fue así cuando sentí todo su miembro dentro de mi ano, y un beso evitó el dolor todo el tiempo, durante tres minutos me tuvo sus labios dentro de los míos y nuestras lenguas se juntaron y nuestros gemidos se hacían uno. De re ojo pude apreciar como Daniel, mi rufián, se mordía los labios carnosos que le acunaban y la forma en que sexualmente se movía en forma de circulo, como ovalando nuestros movimientos, me decía que tenía la colita paradita y que estaba ultra apretadito, y en un impulso propio se sumergió nuevamente a lamer mis zonas eróticas, placenteras. Con sus manos trato de cambiarme de posición y esta vez una pierna se subió a su hombro derecho y quedamos boca a boca, suspiro a suspiro, mirada a mirada y su pene puesto cochinamente en mi ano. La primera envestida ahora si me dolió y él lo notó, siguió acariñándome la cara y diciéndome que era el mejor sexo que se había tirado en mucho tiempo. Con su pulgar y su índice trató de abrir más mi ano y acariciar todo lo que quedaba de mi virginidad. Durante cuarenta minutos fui completamente suyo, nuestros cuerpos ya tiritaban de éxtasis y un poco de cansancio cuando un beso denotó la salida de su pene y el condón repleto de leche, de su liquida leche que se esparcía también por mi pierna al momento de tenderse encima de mí y dejar su pene flácido y enorme entre medio de mi cuerpo. Yo había acabado analmente, mi orgasmo fue mayúsculo. Siempre había pensando en “la primera vez” siempre había pensando en que era sacarlo y meterlo, pero Daniel, hizo de mi primer encuentro una experiencia magnética, sin brújulas que indicaran mis orgasmos. Nos dormimos durante unos quince minutos, y me despierta con un beso acalorado, se viste y de igual modo me coloca la camisa, me sube el bóxer y me dice al oído “si usteh lo quiere repetir, avíseme no má, no se vaya a olvidar ná de mi” nos cambiábamos, me dolían las piernas, bajamos las escaleras, en eso, Daniel antes de salir a la puerta me abraza y aprisiona nuevamente contra su miembro, me besa los labios me da dos besos en el cuello y muerde mi oreja, me vuelve a decir que no me olvide de él. Se ríe, vuelven aparecer esas margaritas rufianas. Llegamos a la clase, ya había terminado la hora y no había nadie en la sala, Daniel se despide, me agarra el cachete de mi poto adolorido, yo bajo las escaleras y Tomás viene entrando al liceo. Hola mi amor, me dice. Hola, le digo y veo como a lo lejos se dispersa la silueta de Daniel entre la muchedumbre… continuará.

Primera parte: http://relatosflaitecitos.blogspot.com/2015/02/liceo-nuevo-aporte.html
Segunda parte: http://relatosflaitecitos.blogspot.com/2015/02/liceo-nuevo-2.html
Tercera parte: http://relatosflaitecitos.blogspot.com/2015/03/liceo-nuevo-3-el-viaje.html
Cuarta parte: http://relatosflaitecitos.blogspot.com/2015/04/liceo-nuevo-4-y-final.html

10 comentarios:

  1. Excitante y apasionado... excelente relato

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  2. Demaciado bueno! La forma en que redactaste el relato.. todo... FelIcitaciones!

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  3. Excelente el relato....haces trasladarse a la situacion y querer tener a un daniel que haga ver estrellas... te felicito y esperamos la continuacion...

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  4. Comunista! Dame mejor el de Tomas weco

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  5. excelente relato, muy bien escrito. Excitante.

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  6. Debo confesar que esta historia la leí en otra página en la que también publicaste este relato. La primera vez que lo leí, simplemente, me encantó. Hoy lo leí por segunda vez (en este blog) y la magia, definitivamente, no se pierde. Lejos, uno de los mejores relatos que he leído. Como he comentado en otros relatos, me encantan estas historias románticas-eróticas y a eso hay que agregarle tu excelente redacción y lenguaje. Como se dice más arriba, nos transportas a la situación, creo que tienes una manera de escribir muy envolvente y fantástica, felicidades!!! Espero que esta sea una de muchas historias y, obviamente, espero la continuación de esta historia, necesito saber que pasa con Tomás y como sigue esta historia con Daniel. Lo espero!!!

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  7. Jajaja la wea mentira.......pake po britney jjajjaj

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  8. Consulta, qué chucha es un "miembro futurístico"???

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