martes, 10 de noviembre de 2015

Con el Pololo de mi Prima parte 2

Lo que yo no sabía y que me contó el Roberto después, era que mi prima me había visto ese día en el sillón en una actitud demasiado cariñosa con su pololo. No sé si me habrá visto tocándole la pierna, pero como la Martina sabía que yo era gay, este cabro me dijo que no quería verme cerca de él, que él pusiera limites, porque o sino iba a dejar la cagá. Desde ese momento mi prima Martina no me habló más, tampoco me hizo la guerra a muerte, pero era obvio que me había agarrado mala, por lo que decidí no ir más a su casa. Ni siquiera con mi tía hablábamos mucho. De hecho las primera veces que iba a su casa, era porque se habían comprado un computador, y como yo no tenía en mi casa, tenía que ir al ciber para conectarme a face y a MSN. Hasta hoy todavía tengo la duda de si me vio realmente o sólo fueron celos al verme tan cerca de su macho.

Sin embargo y para mi suerte, yo seguía manteniendo contacto con el Roberto y sus amigos. No nos veíamos todos los días, porque los cabros se juntaban un poco lejos de donde yo vivía y el Roberto aún vivía con sus papás, al igual que la Martina con mis tíos. Por lo que aparte de juntarse conmigo y con los demás chiquillos, el Roberto tenía que ir regularmente a casa de mis tíos para ver a su polola. Yo no podía evitar sentir algo de celos, a pesar de que él y no éramos nada más que amigos. Pero a pesar de esas complicaciones, sumado al hecho de que no tenía ni su celular y mucho menos whatsapp (creo que no existía en ese tiempo), igualmente me las arreglaba para coordinarnos, vernos y hablar con él.

Los demás chiquillos ya no me interesaban, quizás eran demasiado pendejos y diferentes de mí, porque ellos como todo cabro de pobla, se juntaban en la esquina a fumar, tomar sus copetes y buscar problemas con bandas o pandillas rivales. Yo no estaba pa eso, nunca fui de juntarme con pandillas y menos andar metido en peleas, chuchillos y balazos, a pesar de que fui nacido y criado en uno de los sectores más cuaticos de La Serena en cuanto a violencia, drogas, pandillas y delincuencia.
Así que poco a poco dejé de juntarme con los cabros, nada personal contra ellos, de hecho me reía y la pasaba bien, pero a mí me interesaba sólo el Roberto y el hecho de que me hubiera permitido tocarle la pierna, sin más reproche que tuviera cuidado de que mi prima me viera, me había hecho darme cuenta de que quizás estaba frente a una posible aventura sexual. Además de que era obvio que a él también le gustaba salir y juntarse conmigo, porque si no le hablaba yo a face para vernos, él lo hacía. O me iba a buscar a mi casa, o si me veía conectado a MSN, me decía que estaba en la casa de su polola, pero que ya se iba, que lo esperara en la esquina de más abajo, para que la Martina se quedara tranquila de que él se iría solo a su casa y no se juntaría conmigo. Todas esas precauciones que él tomaba para seguir juntándose conmigo y esa suerte de amistad secreta, casi prohibida, me tenía extasiado, era algo interesante y excitante, juntarse a escondidas de la Martina, para ambos era como hacer alguna maldad y salir arrancando para que no nos pillaran.

Pasó bastante tiempo en que nos juntábamos y salíamos a pasear por ahí bajo esta modalidad de aventura secreta, íbamos a recorrer cerros, llanos, nos
juntábamos para ir al puerto de Coquimbo, fuimos al fuerte. Él era como una especie de niño explorador y yo el amigo de casa, al cual sacaba y casi lo obligaba a acompañarlo (soy muy sedentario y me carga cansarme) y siempre terminaba con la lengua afuera, cansado a más no poder, pero agradeciendo a pesar de eso, su compañía, que el prefiera salir a explorar conmigo y no con sus demás amigos, que eran más parecidos a él.

Pero volvamos a la escena en que yo venía saliendo de la casa de la Martina junto al Roberto y empezamos a caminar. Supuestamente yo me iba a ir a mi casa
y él a la suya, pero extrañamente seguimos caminando, yo acompañándolo a él en dirección a su casa. Y mientras lo hacíamos, conversábamos y echábamos la talla como si nada. De un momento a otro, él me dice que tiene ganas de orinar y se
aparta unos metros en la calle y comienza a evacuar al lado de un palo poste. Que me dijeron a mi po, él sólo hecho de que podía acercarme a él y verle el pico por último me tenía absolutamente loco.

Roberto: -Oye weon, quiero mear
Yo: -Dale po weon, hace allá po, al lado del poste-Le contesté.

Pero yo no me quedé en el lugar donde estaba, excitadamente me acerqué a él mientras orinaba con la esperanza de que pasara algo.

Roberto: -¿Qué wea estai mirando hermano?

Yo: Nada, sólo quería saber si era verdad que lo teníai tan grande como decías

Roberto: Jajajajajaj si ohh weon, si te conozco, a vo te gusta el pico hermano

Yo: No weon porque decí esa wea? (por dentro decía, este weon por fin se dio cuenta).

Roberto: ¿Vo creí que yo soy weon? Si hace media hora me estabai tocando la pierna en la casa de la Martina.

Yo: Ah jajaja pero eso era de juego nomas po (Nunca me han gustado las cosas fáciles, por lo que decidí estirar la conversación lo más posible, para hacerla más caliente y que el hombre cayera porque él quisiera).

Este weon ya había terminado de orinar, pero al parecer al él también le gustaba este jueguito medio sexual y le gustaba verme así, excitado, casi rogando
por lo que él tenía en su entrepierna. Y me lo hacía notar, porque mientras seguía con el pico afuera del pantalón, se lo sacudía lentamente, sin llegar a masturbarse, pero como indicándome algo, como ofreciéndomelo. Aunque con las palabras decía todo lo contrario.

Roberto: Ya po hermano, cuenta la legal, si somos amigos po, vo soy huequito?

Yo: Jajajajajaj no weon (inventaba tanto, si tenía los dientes afilados y listos pa comerme ese trozo de carne), es sólo que tenía curiosidad.

Roberto: hermano cachai que la Martina allá en su casa, me prohibió que me siguiera juntando contigo.

Yo: ya y porque?

Roberto: Weon, porque cacho que estabai muy cerca mío po.

Yo: Ósea que me vio que te estaba tocando?

Roberto: No weon, pero le puso color, porque sabe que erí gay y no quiere verte más cerca mío, me dijo que cortara esta amistad con vo.

Yo: Puta weon, ósea que está en la duda?

Roberto: si hermanito, pero le dije que yo sabía lo que me gustaba, que no iba a hacer ni una wea, así que no se preocupara. Por eso te pregunto si erí huequito.

Yo:- Puta weon, no sé, sólo me diste curiosidad weon (ya hace rato que me gustaban los hombres).

Habían pasado alrededor de 10 minutos teniendo esa conversación tan reveladora para ambos, él quería tener pruebas de que yo era gay y yo quería saber si el aceptaría webiar conmigo, sin que nuestra amistad cambiara. Y al muy perro le gustaba tentarme, me tenía todo excitado, porque no se guardaba la cagá
de callampa po weon y era como que me hablaba, pero yo sólo lo escuchaba y con mis ojos y mi lengua sólo estaba atento a los movimientos suaves que hacia al
estrujarse el pico. No lo tenía parado, pero aun así era grande. Unos 17 cms. Puedo decirlo con propiedad, porque más adelante, jugando, se lo medí con una
regla y en todo su esplendor y la wea era monstruosa, un chuto grande de 22 cms, grueso, venoso, moreno y cabezón.
Y mientras yo seguía hipnotizado con su miembro maravilloso, alumbrado con el foco del poste, el weon del Roberto se lo guardó. Y ahí quedé yo, cagao de
pena, con una tremenda erección en mis pantalones y unas ganas enormes de chuparle el pico. Pero no me podía dejar así mi amiguito y yo no estaba dispuesto
a rendirme tan fácilmente después de ver ese espectáculo. Este weoncito me empezó dar el discurso de que no podía ser así de caliente, que me tenía que controlar, que a él le gustaban las mujeres, que nunca se metería con un hombre, que yo y la Martina éramos primos y que no podía hacerle esa wea de desear a su hombre y un sinfín de weas más, a las que no preste atención. Yo ya me había
decidido, este cabrito de 18 años tenía que ser mío. Así que usé todas las armas de seducción que un gay conoce pa tirarse a un machito hetero y amigo, como que le iba a gustar, que era pa probar nomas, que no se lo decía a nadie, una vez y nunca más, que si no le gustaba parábamos al toque. Y mientras trataba de convencerlo me acerqué a él para tratar de tocarlo. La noche era mi amiga, a pesar de estar bajo un poste con luz, no pasaba ni un alma por esa calle.

Una noche caliente, de un domingo de invierno, en que mi mente y mi cuerpo hervían de deseos homosexuales por mi amiguito y después de harto
conversar, al parecer mis técnicas estaban dando sus frutos, porque parecía estarlo pensando.

Roberto: Oye y que se sentirá que te lo chupe un weon?

Yo: Puta es lo mejor de la vida-le contesté- Vamos po y probamos, vas a ver que no te arrepentirás.

Roberto: Igual tengo curiosidad weon, pero mejor que no, porque va soy el primo de la Martina, no deberiai hacer esta wea.

Yo: Pero si no he hecho nada todavía, aparte que ella no tiene porque saberlo.

Roberto: Júramelo weon, que nadie va a saber de esto, júramelo.

Yo: si po weon, si somos amigos, pa que voy a andar contando, nunca tan aweonao.

Roberto: Weon, si abrí la boca y contai, te juro que te masacro, weon, te mato.

Yo: jajajajajaj cálmate weon, si ya te dije que muero en la rueda, piolita es mejor.

Y así fue como convencí a un the real heterosexual de experimentar por vez primera el sexo con otro hombre, al menos esa fue su promesa, porque comenzó a
caminar conmigo en dirección a su casa. Habrán sido las 12 de la noche de ese domingo que aún no olvido. Cuando llegamos, el me hizo esperar al menos 20
minutos en la calle. Yo estaba caliente, pero también hacía frio esa noche y ya me estaba dando la wea de que este weon me había hecho venir por las puras. Esperé cinco minutos más y ya cuando estaba a punto de irme, apareció el Roberto, por un portón. Había estado conversando con su mamá, tratando de que se fuera a acostar. Así que me hizo pasar muy piolamente, casi agachado por debajo de la
ventana que daba a la cocina y en la que se podía ver a su mamá sentada en la mesa.

El terreno donde él vivía era grande y tenía su pieza él solo, apartada de la casa principal, así que una vez pasé por fuera de la cocina, me enderecé y caminé
normalmente porque estaba todo en la máxima oscuridad y no se veía nada.
Llegamos a su pieza, abrió la puerta, encendió la luz y me hizo entrar. Me senté al borde de su cama, mientras él me decía que lo esperara un ratito más, dejándome solo en su pieza. Se había ido a bañar y cuando volvió lo hizo sólo en una toalla de
baño, la dejo a un lado, mostrándome toda su humanidad, a lo que yo quedé embobado y se acostó en su cama, tocándose su miembro, ofreciéndomelo.

Roberto: Ya po hermano, que no queríai esto? Chúpala po weon

No atiné a reaccionar, el espectáculo visual frente a mis ojos era una maravilla. Quien iba a pensar que un hombre por donde se le mirara, de cara quizás no tan guapo como otros que había conocido, alto, fibroso, moreno, varonil, este ejemplar despedía testosterona y ahora me estaba regalando su trozo de carne talla xl. Hubiera querido tener un celular con cámara en ese momento para sacar fotos o grabar el show que me ofrecía, porque ese ha sido por lejos el momento
más erótico y sexual de mi vida. Me acerqué al Roberto y comencé acariciando sus piernas. Era lampiño (que envidia el culiao, yo parezco mona chita al lado de él) y seguramente por el basquetbol y el surf que practicaba seguidamente, sus piernas
eran fibrosas, musculosas, duras y contorneadas. Subí lentamente, con el corazón acelerado y rogando porque este weon no se arrepintiera en el último momento, pero a juzgar por el momento, este macho ya era mío, no me iba a dejar con este deseo tan grande. La verdad yo muchas veces me imaginé esta situación, fueron muchas las pajas y el semen derramado, pensando en cómo me comía a este
machito, que por la cercanía que tenía con mi prima, era prohibido. Ese detalle, sin embargo, me hacía desearlo aún más. Así que con mi mano toque lo que al tacto y al agarre daba la sensación de estar tomando un tronco, si a mí vista era un pene
monstruoso por lo grande, por lo grueso se sentía mucho más intimidante. Si me metía la callampa este weon, seguramente me iba a dejar en silla de ruedas, por lo menos una semana.

Alcé mis ojos a su cara, el Roberto observaba fijamente lo que yo estaba haciendo, yo pausada, lentamente iba bajando y subiendo con mi mano por ese falo tan duro, caliente, palpitante y venoso. Él comenzó a suspirar y a decir que le gustaba. Acerqué mi boca a sus testículos y los besé. Lamí como una perra cada centímetro alrededor de sus cocos y su pichula, y mientras seguía masturbándolo con mi mano, yo ya más cerca de él, estaba al alcance de sus manos, así que la estiró y comenzó a acariciar mi espalda baja y mis nalgas, con la clara intención de
llegar a mi ano. Allí se detuvo, mojó uno de sus dedos con su saliva y me empezó a pasar su dedo con caricias circulares alrededor de mi ano. Yo no daba más de calentura, mi ano palpitaba, se abría y se cerraba por la excitación, podía sentir
como estaba de dilatado. Mi pene de 17 cms erecto, que al lado del chuto de él, parecía un micro pene estaba súper mojado y de la punta de mi glande salía una viscosidad transparente que mojaba las sabanas de su cama. Abrí mi boca y por fin pude tragar tan grande pedazo de pene. Bueno intenté la verdad, porque no pude hacerlo, sus 22 cms eran demasiado para mí. Juro que hasta hoy que tengo 28 años, es el pene más grande que he conocido. Pero aun así, sin poder tragármelo todo hice mi mayor esfuerzo para que mi amiguito Roberto disfrutara lo más posible y esta experiencia fuera tan inolvidable que naciera de él el volver a repetirla a futuro. Le lamía la cabeza, en la uretra, ese hoyito que tenemos en la cabeza del pico, pasaba por debajo de la callampa, le besaba y chupaba todo ese interminable tronco y terminaba en sus testículos grandes y pesados. Lo más
seguro es que estuvieran llenos de leche. Así que los besé nuevamente, los chupe con cuidado y me los tragué juntos. El Roberto había despertado a una nueva forma de placer y le estaba gustando porque de vez en cuando me quitaba su miembro y quería masturbarse él a su ritmo. Comprenderán que como hombre, macho, era mucho más salvaje para sexiar.

Le ofrecí mi pene para que me
masturbara y lo hizo, pero tan salvajemente que me llegó a doler. Habían pasado al menos 40 minutos desde que habíamos entrado a su pieza, a su cama, las frazadas y las sabanas estaban amontonadas a un rincón de la pieza, mi ropa, mis pantalones, mi chaqueta, mi polera y mis zapatillas estaban quizás
por dónde. No me interesaba, lo único que quería era ver como este machito heterosexual acaba por primera vez al ser chupado por un homosexual ganoso.

-Aloo? Roberto? Estai ahí?

Silencio absoluto. Este weon no me había dicho que tenía hermanos y que vivían en la misma casa.

Roberto: -Si weon que pasa, estoy viendo tele-dijo mi machito con la voz más natural posible.

Hermanos: Nah weon es que escuchamos ruidos en tu pieza y vinimos a cachar qué onda.

Roberto: jajaja weon pavo es la tele, que tiene mucho volumen.

Y se dirige a mí, que todavía le estaba chupando la callampa.

Roberto: Oye hermano, escóndete debajo de la cama y tate piola, que esto weones no se van quedar tranquilo si no salgo.

Yo: ya weon pero hacela corta sipo- Y me metí debajo de la cama y me quedé callado.

El Roberto se vistió, trató de ordenar lo más que pudo la pieza y abrió la puerta a sus hermanos, los que pasaron.

Roberto: Que pasa weon, que no vei, si estoy viendo películas, y ya me iba a dormir.

Hermanos: No tendrai una minita escondía por acá weon?

Roberto: jajajaj nah que ver weon, tan pasao a rollo, si yo soy fiel a la Martina.

Hermanos: Ya weon, era pa ver, a lo mejor fueron los perros de la calle que andan weando por ahí en el patio.

Roberto: Si pero ya me levanté ya po, voy con uds pa ver si hay algo raro, no vaya a ser cosa que sea un weon pastero que se metió a robar a la casa.


22 comentarios:

  1. Ojalá la continuación no tarde mucho. Hasta ahora muy buena tu historia.

    ResponderBorrar
  2. la tengo que escribir toavía, tengo esta semana llena de pruebas del ip, que bueno que te gustó.

    ResponderBorrar
  3. Uuuuyyy que bkn!!!! Porfa no te pierdas tanto que estoy atento al relato que por lo demás está buenísimo jejeje saludos (Benjamin)

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. jajajaj perderme tanto? si la primera parte la publicaron el sábado nomas po, hay otros relatos que se demoran caleta en escribir la continuación, trataré de escribir la tercer lo más pronto posible.

      Borrar
  4. CHYNO.... me encantaría que me la chuparas asi..

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Ojo que "chyno" es un apodo que elegí para publicar acá nomas, en la vida real nadie me llama así.
      Y sobre tu "propuesta" todo depende de si eres hetero. Lamentablemente mis gustos son tan raros, El sólo hecho de saber que alguien sea gay o bi, ya me hace perder interés. Busco por lo general a heterosexuales y darmelos vuelta.
      Sorry por rechazar tu oferta :/

      Borrar
  5. Es wea de darte vuelta a los heteros es lo mas cachondo csm qe wea más rica

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. jejeje siii por eso me gustan tanto. Los gay te dan la pasa al toque. Los hetero no po y es lo difícil lo que me llama la atención.

      Borrar
  6. En la mejor parte se corta el relato jee...
    Y salió así con sus hermanos con la tula toda parada? XD
    Saludos desde Perú

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Lo tenía parao pero se lo acomodó pa un lado y como era de noche no se notó tanto.

      Borrar
  7. Respuestas
    1. No no no, minimo espera unos días po jajaja todavía ni escribo la 3 parte. Tengo que recordar todos los detalles ¬¬

      Borrar
  8. Una crítica en buena: Tu relato no es malo, tiene harto potencial, pero la mayor deficiencia que tiene es el hilo conductor que le diste - sobre todo a esta segunda parte- pasaron como 7 u 8 párrafos para recién llegar a la parte en donde había quedado el relato anterior, además hay harta paja molida entre medio que no va al caso.
    Para que la historia sea buena y sea lea buena, es importante separar lo trascendental de lo accesorio y dar coherencia. Te lo digo como recomendación porque creo que da para mucho más. Lo ideal después de escribir es dejar pasar unos días, volver a leerlo y arreglarlo, a veces esperar vale la pena.

    saludos y éxito con el siguiente.



    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Personalmente a mi sí me gustó leer ese relleno antes de, nutre mejor el relato

      Borrar
    2. No lo sé´, es tu punto de vista y esta bien, pero siento que escribo y detallo bien mis relatos. Y son necesarios porque o si no la historia no se entiende bien o es demasiado corta. Como sea, tampoco podría prestarsele atención al comentario de un anónimo, por muy en buena onda que este sea.
      Saludos, esperen la continuación.

      Borrar
  9. me gusto mucho tu relato espero con ansias la tercera parte >:<

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Que bueno que te haya gustado, pronto mandaré la continuación, paciencia

      Borrar
  10. Buenísimo! Como siempre te digo chyno, me encantó tú relato. Me dejaste a media paja jajja justo lo cortai en lo mejor 77 maldito. Pero igual quedo conforme, porque sé de qué no los defraudarás con el próximo. Se despide un fans jaja. Cuídate y suerte

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. aaayy jajaj pero no podi correrte la paja con un relato po wn xd osea calientan y todo pero no creo que den para eso, no para mi al menos, por último un videito flaite de los que tiene el esteban acá.
      Como sea, espero poder escribir pronto la tercera parte, que bueno que te haya gustado. Saludos.

      Borrar
  11. Buenísimo! Como siempre te digo chyno, me encantó tú relato. Me dejaste a media paja jajja justo lo cortai en lo mejor 77 maldito. Pero igual quedo conforme, porque sé de qué no los defraudarás con el próximo. Se despide un fans jaja. Cuídate y suerte

    ResponderBorrar
  12. mañana o durante la semana, se publicará la tercera parte, estén atentos, todo depende de nuestro Esteban Flaitecito <3

    ResponderBorrar