Mi experiencia flaite andina: Roly

Autor: Oso Tibio

Era 2006 y el viento de julio en Viña me acompañaba en mis andanzas de
universitario. Un poco nerd, estudioso, bien macizo peludo y
caliente, hasta hoy continuo igual. Siempre me llamaban la atención
los chicos morenos y delgados (no exclusivamente flaites) , me gustaba
su piel tan diferente a la mía y el contraste de nuestra genitalia. Un
buen día y gracias a un chat conocí a Roly. Un muchacho que llego a
Valpo con sus papas desde Bolivia buscando un mejor pasar y pega.
Quedamos de juntarnos en la plaza Anibal Pinto al medio día para
conversar y conocernos, ya que el buscaba amigos. Yo estaba muy
curioso, su descripción de que media 1.72 y que era delgado y morocho
me tenia con ese vacío que se siente en la guatita al juntarse con
alguien. Cuando llego lo reconoci por sus rasgos andinos. Tenia ojitos
achinados, pelo lacio y andaba bien abrigado, bien atractivo y unos
labios carnosos perfectos. Nos miramos confirmando con la mirada
quienes éramos y nos saludamos. Primero, el estaba algo tímido, así
que para que se le pasara lo invite a tomarnos algo a lo de pancho,
fuimos caminando y conversando todo el camino generalidades y de como
encontraba Chile. Luego, ya pasado un rato y el relajado me contó que
tenia 19 años y que era el menor de 10 hermanos. Solo vivían acá sus
padres y una hermana. Su cuerpo se veía rico, flaquito y con un culo
redondito. Caminamos por el puerto un rato y lo deje invitado para el
otro día a almorzar a mi casa... Igual había harta química en el aire,
lo que nos faltaba era privacidad.
Yo activo gay desde los 13 años; ese día me di una retocadita a mi
pubis frondoso y un extra toque de jabón por si las moscas pasaba
algo. Después lo fui a buscar a Agua Santa con Alvarez tipo 12.
Subimos a mi casa caminando un par de cuadras. El vestido con jeans,
zapatillas blanquitas y un poleron celeste. Su hablar era hipnótico y
a pesar de ser tan chico, tenia mucho tema y opinión para todo, bien
inteligente. Ya en mi casa, lo lleve directo a la sala de estar. Hacia
algo de calor en ese momento y se saco el poleron, al levantarlo, se
levanto también su polera y vi su 6 pack y sus tetillas grandes y
duritas, todo adornado por una cadenita y una cruz pequeña de madera.
Una visión que de seguro me soltó una gotita de preseminal. Su
antebrazo derecho tenia un tatuaje de un dragón rojo no muy grande.
Comimos y luego de unas risotadas por un vaso volcado y mis
comentarios diciéndole que estaba nervioso, decidí mostrarle la casa y
mis perros, mostrando cada cosa y lugar no perdí ocasión para
acercarme a el y rosarlo. Roly me sonreía tierna y sugerentemente. Ya
en el jardín caminando por el pasto me dice:"me gusta estar contigo"
Yo le dije que me gustaba también. Luego de un par de miradas
calientes que se cruzaron entre nosotros, lo invite a mi pieza y le
encanto la idea, sus ojitos miel brillaban. Yo respiraba algo más
rápido de lo normal denotando en mi esa excitación previa a una
erección. Mi pieza, mis reglas. Nadie entra con zapatos ni calcetines,
así que pude ver sus pies morenos y toscos, los ocultaba un poco, pero
se veían y olían rico. Le mostré unos cds y libros, hablamos de música
y nuestros gustos.Me contó que su sueño era estudiar ingeniería en
electricidad. A todo esto, el ya estaba relajado y actuaba muy
natural. Conversamos largamente de muchas temas. En común teníamos
nuestro gusto por el anime. A mis 28 años ya tenia varios trucos
ingenuos para estas ocaciones. Le sugerí que se recostara en mi cama y
así yo le daba un masaje rico, que yo era experto, jeje. Acepto feliz
y ya el sin polera, fui sintiendo sus músculos formados y su suave
piel en donde no habitaba un pelo. Su espalda fue lo siguiente y la
visión de su culito parado y redondo a centímetros de mis manos, me
hicieron ponerme a mil y se me paro heavy. Mi pantalón no mostraba
discreción y no ayudaba que intencionalmente andaba a lo gringo. Roly
me dijo si es que quería yo ser masajeado, y en un minuto ya estaba en
la cama. Sus manos, morenas y algo ásperas paseaban por mi pecho y
brazos. Que ricos vellos en tu pancita, me dijo, mientras los tocaba
de arriba a abajo. Tome su mano y la pare en seco, la acerque
lentamente a mi paquete y la restrege en mi pico erecto. Mmm,
decía."Que duro tienes." Verlo agarrándome el pico a este moreno
marcado de tatuaje, me desconcertó, me pare lo tome y lo besé
largamente, metiéndole la lengua y bebiendo nuestras salivas en cada
beso. Mientras tanto abrí su jeans y me encontré con unos boxers muy
grandes y abultados, nada que ver con lo que imagine, pero fueron
perfectos a la hora de meter la mano facilmente a travez de ese
elástico. Su olor era distinto, olía quizás a campo, a leña o a
tierra. Me calentó más aún. Me saque todo y Roly se agachó para
meterse mi pico en su boca, lo chupaba suavemente como si fuese un
objeto muy delicado. Pasaba su lengua por la cabeza del pico
envolviendola. A mi me bajo lo bruto y se la metí hasta la garganta,
oyendo sus sonidos de ahogo, se la sacaba y volvía. Luego le dije que
me chupara los cocos, no sabia como, pero aprendió en segundos. Se los
comía de a uno y su lengua jugaba con ellos. Nos besamos y baje por
completo sus boxers extraños. Su culito es el mas suave que he tocado,
mientras nos besabamos se lo agarraba como estando fuera de mi mismo,
lo gire y me quede extasiado mirando esos cachetes dorados, lo estire
en la cama, mientras Roly se acomodaba su pene pequeño y fimoso, con
muy pocos pendejos. Le abrí las piernas y le toque esa rajita
deliciosa y deseosa, solo sus cocos que colgaban eran testigos de mi
lujurioso festín anal. Separe sus nalgas y su ollito con poco uso me
esperaba con sus muchos pliegues que adornaban su ano, coloque un dedo
en su ollo andino y luego lo olÍ, su aroma dulce y rico. Moje mi dedo
con saliva y lo unte en su entrada. El se quejaba de gusto y me invito
a seguir más allá, colocándose en cuatro patas frente a mi cara.
Levante sus nalgas hacia arriba exponiendo su ollo y metí mi lengua
lo mas adentro que pude, moviendola de lado a lado mojando, escupiendo
dilatando y besando su ano. Roly gemia suavesito de placer. Con cada
metida de lengua gemia y a ratos contraía su esfínter estimulado,
mientras le tocaba con mis dos manos sus tetillas. Creo que le chupe
el culo unos 10 minutos. Luego, giró hacia mi y me beso, buscando mi
pico con sus manos y pajeandome, me pare y se lo puse en sus tetillas
mojandolas con preseminal, luego le pase la punta del prepucio mojado
por los labios, le pedí que metiera la lengua por mi capucha; Roly era
un caliente en potencia, hacia lo que le pedía.
Se lo puse en cuatro, con el culito bien parado al aire en la
alfombra, su ano aguantaba todo y el gozaba infinitamente, mientras
chorreaba su precum. Patitas al hombro fue genial con Roly, su ollo
mas dilatado aún atrapaba mi pico y yo ya en un desenfreno, lamia sus
morenos pies altiplanicos y besaba sus talones, acabe en su ollito y
el con mi pico aun adentro soltaba chorros de semen en su moreno
vientre convulsionado. Tomo mi mano y metió mi índice bien adentro de
su ollo dilatado aún por nuestro delirio, lo sacó y lo lamió:"quería
probar el sabor de tu leche" Se me volvió a parar con eso! Luego de
esto, nos abrazamos recostados por largo rato. Acaricie su espalda y
el comienzo de su raja. Un par de besos y el se durmió, se veía
exquisito. Fui al baño y me di una ducha rápida. Volví y aún dormía
Roly. Su celular estaba en el la alfombra y lo recogí. Se me ocurrió
mirar que tenía, pero pensé que tenía clave o algo y para mi sorpresa,
no tenía. Decidí mirar su teléfono y fui a las fotos:nada de interés.
Miré sus mensajes y había una cadena de mensajes con un tipo que
quería sexo por plata, pero al final no quedaron en nada. Roly se
despertó y casi me pilla mirando su celular. Me senté a su lado
mientras le agarraba firmemente una nalga. Le comencé a preguntar y
ver que pasaba con su situación económica, bueno estaba bien mal de
plata y sus papas igual. Medio desesperado. En broma le dije que se
hiciera scort y me dijo que lo había pensado, pero que no lo haría por
miedo y por su nacionalidad. Me quería matar por haber sido sapo y
desconfiado. El era honesto y transparente. Eso me lo confirmo con el
tiempo. Lo abrace y el me dio un tierno beso. Me contó la vida
campestre que tenía en su país: cuidaba vacas y hacia cercos. Le
gustaba mucho la naturaleza , así que pensé que le gustaría ir el otro
finde a la parcela en Olmué, le encanto la idea y bueno, lo pasamos
muy bien. Finalmente, se baño, tomamos once en mi pieza y lo fui a
dejar a Roly a su casa, tipo 9. Fueron 9 horas de compartir y darnos
placer. Fue un tiempo encapsulado en lo mejor que he vivido.
Todo lo que ocurrió en el campo con este moreno de oro, en una próxima ocasión.