Amigos sin ventajas 2

María Cristina siempre dice que uno al dedicar canciones, películas, fragmentos de novelas o poemas, las maldice. Eso ocurrió en las tres semanas en que estuve sin saber de Pedro. Las canciones que me recordaban a él sólo me hacían sentir mal e intentaba distraerme tratando de hacer la mayor cantidad de actividades durante el día. Fue tan evidente el efecto que había generado su ausencia en mi vida que decidí contarle a María Cristina lo que ocurría:

-“Ah, Rafa, ahora entiendo por qué andas tan bajoneado” ¿Estai seguro que juegas pa’l otro lado? ¿No será que te falta una buena culiada no más? ¿A ver, a ver, hace cuánto que no gastas colchones? ¿Y si te vas a dar una vuelta por ahí y te dejas querer por alguna chiquilla?

El modo relajado en que asumió todo y sus preguntas ridículas me hicieron ver las cosas con un poco menos de gravedad. Esa misma noche en que le conté me llevó a un lugar donde estaban haciendo Karaoke y me inscribió con una canción “pa pasar las penas”. Sin que me diera cuenta tomó una foto y la subió a facebook, con el siguiente pie de página: “Se vende, arrienda o permuta amigo soltero, profesional, sin hijos, casi perfecto si es que no cantara como el HOYO” (las mayúsculas no son mías, son de ella). Claramente estaba en lo correcto, ya que canté como el hoyo, el pico, la zorra, etc, pero parece que le puse tanta pasión que me gané un copete por ser el intérprete más motivado de la noche.

Cuando salimos, a eso de las 4.30 am, la foto tenía 34 me gusta y dos comentarios; el primero del Benja, uno de los amigos de carrete, decía: “Cristi, muy mal negocio. Si queríh vender a ese weón como cantante vas a tener que pagar diferencia”. Para mi sorpresa y la de ella, el segundo era de Pedro: ¿“cómo lo hago para gestionar un envío al extranjero”? Contrario a lo que ustedes puedan pensar, mi reacción fue la siguiente: ¡Pedro de mierda, hace tres semanas que no sé de él y DEJA UN COMENTARIO DE UNA LÍNEA ENFACEBOOK! Pero estaba equivocado. Tenía un mensaje más en whatssapp y un mail en mi bandeja de entrada.


Pedro
ult. Vez hoy a las 3.35 am
-En Halifax no venden el shampoo usaba en Chile (3.35 am)


Ok. Ninguna de esas señales eran esperanzadoras, en su defecto, pensé que Pedro estaba haciendo un borrón, y cuenta nueva y quería retomar la amistad omitiendo mi mediocre y cursi declaración de amor.

Eran las 6 am y a mi lado María Cristina dormía profundamente y yo no podía pegar un ojo, ya que en todo ese rato no había querido abrir el mail que tenía en la bandeja de entrada. Cuando por fin lo hice, fue nostálgico encontrar en la escritura de Pedro los mismos rasgos que me enamoraron. El asunto del correo era el siguiente: 5 problemas de un chileno en Canadá

Problema 1.- El agua potable tiene un sabor extraño
Problema 2.- El humor del programa de televisión más visto aquí es extraño
Problema 3.- Llegué 20 minutos atrasado a mi primera reunión porque caminé, esos 20 minutos que me faltaron, en sentido contrario.
Problema 4.- Creo que debí poner atención a las clases de lavado que me diste hace algunos meses, porque la ropa oscura me queda con manchas blancas.

Problema 5.- Rafa, te ______________ (inserte en el espacio la última palabra de los problemas 1 y 5).



Ese mail fue desconcertante. En vez de alegrarme me produjo una incertidumbre tremenda, esa incertidumbre que se queda en la boca del estómago y se manifiesta con pequeños golpes de corriente que se generan cada vez que vuelves a recordar un episodio que te incomoda. Saqué el saco de dormir que tenía guardado y me fui a acostar al futón. Me quedé mirando mucho rato el mensaje y pensado, primeramente, cómo interpretarlo y luego cómo responderlo.

No sé si habrá sido la emoción de tener ese tipo de noticias o más simple aún, que ese mensaje hizo que me pasara todos los rollos que no me había pasado en ese tiempo, pero esa madrugada fue la primera vez que tuve un sueño erótico con Pedro: me veía junto a él en el mismo sillón donde nos conocimos y yo lo abrazaba y con esa misma sensación nerviosa en la boca del estómago le decía:


“no aguanto las ganas de darte un beso”. Me acerco y lo beso, mientras sentía el roce de su barba sobre mi cara, al mismo tiempo lo tomaba de su nunca y de a poco sentía cómo él comenzaba a responder a ese beso, al comienzo tímido, luego un poco más rudo. Después yo tomaba su mano y la besaba antes de volver nuevamente a su boca, y sus dedos se comenzaban a deslizar sobre mi pecho y bajaban torpemente hasta mi abdomen, luego hasta un cinturón que detenía el paso de esa mano; en eso siento cómo su mano se libera del obstáculo y comienza a masturbarme y mis labios dejan esos labios y recorren su barba, beso su cuello y subo hasta morder suavemente el lóbulo de su oreja, mientras un poco más abajo su mano se movía al ritmo de mis jadeos.


Desperté duro como piedra y con un poco de vergüenza al pensar que quizás esos jadeos también fueron reales y M. Cristina los podría haber escuchado. Me levanté del futón intentando disimular la erección y miré la hora: Ya quedaba poco para el medio día. Dejé que se prepara el café y me fui a la ducha donde terminé la tarea que Pedro había dejado inconclusa en mi sueño. Al salir, literalmente con un gran peso menos, serví dos tazas de café y fui a despertar a mi amiga:

-Buenos días, mujer.
-Una voz sacada de ultratumba, pero tierna, me respondía: Buenos días, hombre.
-Toma, café con 4 gotas de endulzante para la princesa
-Gracias Rafa ¿Cómo estai?
-Bien, aunque desconcertado. Ayer Pedro me envió un mail en el que decía que me extrañaba.
-Qué novedad
-¿Por qué dices eso?
-Porque no lo decía directamente, pero cuando estaba en Chile y no te veía, siempre me preguntaba por ti.
-Ok. Esa es información nueva y relevante, dije.
-Para mí nunca lo fue hasta que me contaste todo lo que pasó, entre ustedes, antes que se fuera. Si trato de ser un poco empática, con lo antisocial y frío que es Pedro, obviamente jamás reconocería algo que lo hiciera ver más “débil”. Y ahora veo todo más claro, ese weón me preguntaba a mí por ti, porque era incapaz de decirte a la cara que te echaba de menos.

-¿No será precipitada tu conclusión?
-Mi amor, usted sabe que las mujeres somos más inteligentes que ustedes y, además, somos capaces de ver cosas que ustedes no ven incluso teniéndolas en frente.
- ¿Crees que debo responder el correo?
-No sé. ¿Valdrá la pena que te aferres a alguien con quien no tienes nada y que no regresará en 7 meses más?
- Tienes razón, Cristi, pero tampoco puedo pensar que ese “te extraño” es su declaración de amor

-Mira Rafa, conociendo a Pedro, en su lenguaje, ese “te extraño” podría de ser a un “quiero casarme contigo”, pero quiero recalcar que en estos momentos, ilusionarte no es tu mejor camino.

Preferí cambiar el tema y después de esperarlas 50 minutos (un ratito en su idioma) salimos a buscar un lugar para almorzar.

El día lunes al llegar al trabajo, tenía un mensaje de Pedro en Whatsapp: “no me voy a estresar por no tener una alguna respuesta en mi mail, porque supongo que como no era día hábil el mensaje se demoró en llegar”. Al levantar la mirada mis compañeros de oficina me esperaban para empezar una de las tantas reuniones aburridas de inicio de semana, pero los miré con una cara de felicidad innegable y les dije:

Por favor, empiecen sin mí. Tengo un correo que contestar.



1: http://relatosflaitecitos.blogspot.com/2015/06/amigos-sin-ventajas-1.html

2: http://relatosflaitecitos.blogspot.com/2015/06/amigos-sin-ventajas-2.html