Viejo camionero

Tengo 25 años pero esta historia ocurrió cuando tenía 22. Vivo en Stgo y mis viejos tienen un estacionamiento en la zona norte de la capital, específicamente para estacionar camioneros cargueros que vienen de Perú, Bolivia o Argentina. Como se acercaban las vacaciones de invierno y necesitaba mis lucas pa financiar una ida a la playa con los amigos, mis viejos me permitieron trabajar unos días en el estacionamiento, haciendo pegas re fáciles como: mantener limpio el sitio, prender las luces cuando oscureciera o hacerle el ingreso a los camiones cuando llegaran al estacionamiento, nada difícil. Todo iba resultando muy tranquilo hasta que un fin de semana, mi viejo llegó contando a la casa que había tenido un atao con el nochero del sitio y que lo había tenido que echar, lo que le preocupaba mucho porque ese fin de semana llegarían varios camiones de Argentina, que venían cargados e igual era peligroso dejarlos sin cuidado, además, ¿quién le haría el ingreso a los camioneros? Naturalmente, todos asumieron que ese fin de semana también podría quedarme durante la noche en el sitio, así que llegamos a un acuerdo, postergué mi carrete del día sábado, me llevé el notebook pa estar entretenido, y me fuí a la pega.

No hubo mucha emoción hasta como la 1 am, cuando las bocinas de los camiones me distrajeron de la película que estaba viendo, por lo que tuve que rápidamente ir a abrir el portón, anotar los datos del chofer, del camión y todo el papeleo. Esto se repitió 3 o 4 veces durante la noche hasta eso de las 3 am, cuando pensé que ya no vendría ningún otro camión.

Me encontraba completamente solo en el sitio, encerrado en la oficina, viendo películas, cuando escucho otra bocina de camión que avisaba que le abrieran el portón: "puta la wea pensé...". Me paré y fui a abrir el portón a otro camión que venía de Argentina.

Generalmente, los camioneros vienen chatos de conducir más de 7 horas seguidas por carretera, así que ni saludan, estacionan el camión y se van a chupar a algún bar de por ahí, sin embargo, este gallo que llegó en el último camión fue distinto. Una vez que estacionó el camión, se bajó, me saludó con apretón de mano y la media sonrisa. Debe de haber tenido como unos 40 años, medio moreno, muy alto y, lo que más me llamó la atención, es que no se vestía como el típico camionero que estaba acostumbrado a ver en la pega: andaba con jeans medio ajustado, zapatillas, una camisa cuadrillé y un polerón azul, el pelo se lo peinaba con gel y, pa más, usaba barba de dos días. En resumidas, el camionero tiraba su pinta.

-"Weeeena, sorry la hora pero en la aduana se demoraron caleta en darme el permiso", me dijo.
-"Si tranquilo, si estaba despierto viendo una peli"
-"Tu erí nuevo?" me preguntó "que pasó con don josé?"
-"Mi viejo lo fue hoy porque tuvieron unos ataos"
-"Chuuuta que mala me dijo"

Después de una conversación súper trivial, me convidó un pucho y la soltó, porque no podía ser tan simpático sin alguna intención.....: "oye hermanito, yo se q está contra las reglas pero pue´ ser que yo hoy día duerma en el camión? Lo que pasa es que mañana viajo temprano pa Valpo y pa que voy a andar gastando lukas en una pensión si pueo´dormir en la cabina?" Las reglas de mis viejos eran que nadie podía dormir en el estacionamiento porque se podía prestar pa otras cosas, y no era la idea. A pesar de eso, ¿qué me costaba? nadie se enteraría, además, había sido bien tela conmigo y algo dentro de mí quería que ese viejo rico durmiera cerca mío.

Accedí sin darle mucho color y el camionero estaba más que agradecido, tan así que prometió que iría a comprar un vinacho y cigarritos pa pasar la noche. "La raja" pensé, el tata me financiará el carrete jajaja.

Lo dejé con el camión pero, no pasaron ni diez minutos cuando lo veo en la entrada de la oficina: "hermanito, sorry q lo moleste de nuevo pero uste´podría decirme donde están las duchas? Antes de tomarme el vinito me quero pegar una duchita" Si, ningún problema. Lo llevé a donde están las duchas, prendí la luz, el calefont y emprendí rumbo a la oficina.......... NA. Esperé que prendiera el agua y me quedé en la entrada del baño, awaitando que el camionero se empezara a empelotar....CSM, pero que momento! Este wn saca el celu, pone reguetoon y comienza a sacarse las zapatillas, la camisa, el jeans...y queda sólo en calcetines y boxer, un boxer azul marino de feria que le dejaba entrever un poto plano pero un paquete exquisito, de esos que a pesar de que el pico no está parao, se puede ver sin problemas la silueta de un pico gordo y venoso. Yo ya no podía más, quería puro meterme mano y correrme una paja ahí mismo, en medio del estacionamiento, pero fui paciente. Esperé a que se sacara toda la ropa para entrar a la ducha y quedé pa la cagá. Su pico era muy parecido a como me lo había imaginado: gordito, venoso, no muy largo pero si grueso y bien marcado, no podía pedir más. Sus vellos en el pecho, sus brazos anchos, sus piernas marcadas, su ponchera típica de cuarentón y ver cómo se pasaba el jabón por el cuerpo me tenían a mil. Lo único que quería era que terminara de bañarse pa irme a la oficina y correrme la media paja en su nombre, sin embargo, aquí quedó la cagá. En medio del espectáculo que estaba viendo, suena mi celular. CTM! era mi vieja pa saber cómo iba todo y si habían llegado todos los camiones. Entre el nerviosismo de que me cachara que lo estaba espiando, rápidamente corrí lejos del baño y conteste todo nervioso. Una vez que corté la llamada, MIERDA, me cagué de miedo porque el camionero hubiese cachado que el fletito de la oficina lo andaba sapeando. Atiné a hacerme el weón y me devolví a la oficina a seguir viendo la película.

Dejé el portón abierto para que fuera a comprar y lo hizo. Pasó un rato hasta que llegara con una botella de Gato (puta la wea mala), una cajetilla de PallMall azul y su cara llena de risa y wena onda, a saludar a la oficina: "No ve comparito? lo prometido es deuda, a chupar se ha dicho" me dijo. No tomo vino pero no podía ser tan mala onda. Este wn chupaba como carretonero así que empezamos a ponerle weno con el vinacho, obviamente ya en el 4to vaso yo ya estaba más que mareado y me volvió a bajar la calentura al cuerpo.... debí de haberme corrido la paja cuando pude.

Entre conversa, talla y anécdota, este wn me pregunta si tengo naipes pa jugar a algo, a lo que le respondí: "no ando na con naipes, pero conozco los medios juegos pa tomar"... "Ah sí? me dijo....dale nomah", y dentro de todo lo curao que estaba, le expliqué el "nunca nunca" (ese juego que toman las personas que si han hecho lo que el jugador dice que hizo). En resumidas cuentas, al wn le encantó el juego y tomó más que la chucha. Obviamente, el jueguito fue subiendo de tono y empezamos con las frases medias calentonas como "a mi nunca nunca me lo han chupado" o "yo nunca nunca lo he puesto en la calle" y weas así. Wea que yo dijera, este wn tomaba, se notaba que era bueno pal webeo y obviamente no podía dejar de aprovecharme de eso.

"Yo nunca nunca me he comido a un weón del mismo sexo", dije y me la jugué a morir. CSM, su cara cambió brigidamente y se puso serio, pensativo, miro el techo y se puso a pensar. Yo figuraba cagao de miedo porque me podía mandar a la chucha o que se yo. Sin embargo, este gallo después de pensarla, se caga de la risa y dice "WUAJAJAAJA no me acordaba pero si, una vez se la puse a un maricón en curicó WUAJAJAJAA". Ambos nos reímos un rato y le pedí la explicación.... Me contó que nunca se había casado porque ninguna mina le aguantaba que pasara tanto tiempo fuera de Stgo, pero que nunca le ha faltado una minita en cada parada, pero hace unos años en una picá de camioneros en Curicó, se le acercó un wn de unos 30 años y le ofreció 20 lucas si se dejaba chupar el pico. Este wn me explicó que nunca antes lo había hecho pero andaba caliente y necesitaba las lucas y, de un momento a otro, dice que se lo estaba poniendo en la parte de atrás de la cabina....

La historia me dejo más que caliente y parece que fue evidente porque el camionero me cachó y dijo: "y a vo´pendejo? te la han puesto alguna vez?" Este era el momento que estaba esperando, aquí me la jugaba por todo o nada, así que apliqué sinceridad y le conté una historia que había pasado con un amigo, en las vacaciones pasadas, donde me la puso y fue mi primera vez con un mino.

No había terminado de contar la historia cuando me dice "pero cuenta con detalle po´, pa imaginarme...". Fuí súper explícito y le detallé con harto detalle cómo, en medio de la noche, este weón se puso atrás mío y empezó a puntearme el potito (usé palabras bien putas pa q este wn se calentara), me bajo los boxer y empezó a meterme mano JAJAJAJAA. LO HABÍA LOGRADO, el camionero estaba notoriamente caliente y lo dejó entrever cuando, con el mismo brazo que sostenía el vaso de vino, empezó a restregarse el paquete frente a mi.

-¿Qué pasó amigo, le gustó la historia? le dije.
- JAJAAJA lo que pasa es q hace años na q na con un wn y ando medio caliente ahora....

Ya estaba todo bien claro así que me la jugué. Me senté al lado de el y, mientras le besaba el cuello, le agarré el paquete y comencé a masajeárselo por arriba del pantalón. Quise darle un beso pero me corrió la boca, pero eso no arruinó el momento. Me arrodillé frente a él, le desabroché el cinturón, baje un poco sus pantalones y ahí estaba, frente a mí, el mismo pico que había visto hace unas horas en la ducha, un pico grueso, venoso, que estaba a punto de explotar, que ya había empezado a secretar líquido y se notaba que lo único que quería era explotar. Me lo metí a la boca sin problema (ya que no era muy grande pero si bien grueso) y empecé a jugar con la lengua. Le besé la puntita del pico, saboree sus cocos, lo pajié y deje que me pegara un par de pichulazos en la cara (puta que me calentó eso). Agarró mi cabeza y la empujó contra su paquete sin decir palabra alguna. Al parecer, disfrutaba oír cómo a ratos me quedaba sin poder respirar o cómo me daban arcadas, le daba lo mismo, lo único que hacía era resoplar y hacer ruido de excitado. En todo esto llevamos como 10 minutos.

Enorme fue mi sorpresa cuando me ordenó que me parara y que me sacara toda la ropa, obediente me desnudé y comencé también a pajearme lentito, muy piola porque con lo caliente que estaba, podría haberme ido en ese mismo momento. Él, mientras tanto, seguía sentado y observaba atento cómo me sacaba el resto de la ropa y me pajeaba, a ratos me manoseaba y me pegaba nalgadas, no despegaba su vista de mí y me miraba con una cara de caliente que supe leer a la perfección: este wn me quería romper el hoyo.

Me acostó sobre una silla que había en la oficina, me tiró un pollo y empezó a abrirme lentamente con sus dedos mientras él seguía pajeándose. No esperó a que me dilatara por completo, sacó un condón de su jeans (ya venía preparado este wn) y me la puso de una. CSM que me dolió, gemí como nunca antes, pero eso nunca fue un problema, al camionero le gustaban mis gemidos así que no ahorré en utilizarlos en todo momento.

Mientras figuraba tirado sobre la silla, el atrás mío, me embestía de manera tal que sentía como sus cocos chocaban con mi culo y cómo mi culo se había ya acomodado a la perfección a su pico grueso de camionero. No pasaron ni 15 minutos cuando me avisa que se irá. Se sacó el condón, me hizo una seña para que me diera vuelta, comencé a pajearme y con una sincronización pura, él se fue cortado arriba mío, manchándome con su leche el pecho, la guata y las piernas. Yo, mientras tanto, me fuí cortado y me manché donde él antes ya lo había hecho.

Buscó sus boxers, me miró con una sonrisita cómplice, buscó un trapo viejo que había por ahí para limpiarme nuestro moco, se sentó a mi lado y se rió, de la situación y de mí: "pa´ la otra pon el celu en silencio si me vai a andar sapiando mientras me ducho JAJAJA". Yo, sólo atiné a vestirme, acercarle la ropa e ir a cerrar el portón, porque a pesar de todo, soy un nochero responsable.