Castigo inesperado

Hola, tengo 29 y soy asiduo lector de este blog.

Mi contextura es gruesa, no soy guaton, soy como ancho, peludo... puta, un gay fornido pero mas por contextura que por ejercicios.

Ocurre que de hace algun tiempo, me junto con cabros jovenes en busca de sexo... y probar diferentes cosas.

Un día, hace alrededor de 6 meses, por un chat me puse a buscar locos para nalguearlos (si, palmadas a poto pelao, correazos y esas cosas). No paso nada muy interesante hasta que un "18a pas curioso" me habló.

Era sábado y andaba caliente. Le pregunte su nombre, "Tomás", trabajaba en una carniceria y dada su forma de escribir, claramente no era el gerente de ventas del local. Preguntas de rigor, como eres, que haces, que buscas, y de ahi...

"Juntemosnos, te paso a buscar" le dije.

"Prefiero en mi casa, ven a -su dirección-", respondió.

Ya dije... no pierdo nada, ando caliente y mejor eso a estar aqui pajeandome. Así que agarre las llaves y me fui. Según el GPS no eran mas de 15 minutos.

Llegué, un sector normal, nada de población ni cosas raras. Una casa, no block. Casa pintada de verde ( eso creo), y una reja empalizada que daba a la calle. Me bajo, tocó el timbre.

No sale nadie.

Espero y vuelvo a tocar.

Cuando ya me dí por sentado que había puro ido a cagarme de frio, abre la puerta un jovencillo.

Era flaco, medía no más de 1.75 y yo creo que pesaba unos 70 kg. Era lindo el pendejo, morenito, pelo corto (a lo Alexis Sanchez). Estaba vestido con un buzo deportivo de imitación Puma azul. Zapatillas negras.

Lo mire y le dije: "¿Tomás?"

"Si" me dijo, super nervioso el weon. Yo creo que mientras yo tocaba el timbre, él estaba detrás de la puerta de su casa con la duda de si debía abrir o no.

Ni que decir que era primerizo en juntarse con un weon X, pese a que me había dicho que más o menos ya tenia años de experiencia.

"Vamos" le dije, caminando directo a su casa. Él sólo se limitó a seguirme.

Entramos a su casa. Cerró la puerta.

"Compadre, sáquese llaves, celular, billetera... todo lo que tenga en los bolsillos. También las zapatillas." -Le dije, con tono serio, mirándolo a los ojos.

Lentamente hizo caso, un "más rápido" hizo que se apresurará.

"Listo" dijo, con las manos cruzadas a nivel de la cintura.

"¿Hace cuanto que no te castigan?"
"Desde los 14 más o menos"
"¿Como lo hicieron?"
"Mi papa, correazos hasta que me pusiera a llorar"

Lo mire, sabiendo que este chico sabia lo que quería. Sabia porque yo estaba ahí y sabia que anhelaba volver a sentir como lo humillaban con el castigo más viejo del mundo.

"Ya estas grandecito, con el poto bien peludo para ser castigado, no crees?"
"No tengo el poto peluo' " -dijo, con tono medio choro-

Sin decirle nada, le apunte su pieza.

"A la cama, en calzoncillos"

Titubeo. Note que no sabia si hacerlo o no.

Le agarre la cintura y zas, quedo a poto pelao. Se cubrió el frente y le dije "destapate".

Tenia un pico normal, peludo y moreno. Nada del otro mundo.

Estaba rojo. Entre verguenza y no saber que hacer. Le dije que a mi me tenia que hacer caso. Que podía gemir, quejarse o llorar, pero que me tenia que hacer caso.

Lo tironeé hasta su cama. Le dije que este iba a ser su primer castigo de adulto. Que le iba a doler, que tenia que obedecer y que él se lo había buscado.

Me senté y puse su flacuchenta guata en mis piernas.

"Esto es para que aprendas quien manda".

El compadre estaba nervioso, se notaba. Apretaba los cachetes de ese culo peladito con fuerza. A su edad, y con su apariencia no-gay, asumo que con suerte había visto un pico... o sentido algún pico atrás suyo.

Empece suave con las palmadas. Una a una por cada cachete. Se movía. Pequeños gruñidos. Seguí aumentando la fuerza hasta oír los primeros "ay".

"¿Te duele maricón?" - Le dije, en tono serio, dominante.
"No-o" -dijo.

Lo levante.

"Sácate todo. Pilucho."

Hizo caso. Tenia un tatuaje chico en la espalda. Lampiño, excepto a nivel del pico. No era marcado, flacuchento. Se le dividia bien la linea del traje de baño porque el poto lo tenia más claro que la espalda.

Le dije que se sentara.

"A mi no me importa si eres virgen o si te duele. Tu aguantas", mientras le decía eso, me sacaba el cinturón.

"En 4, relajado".
"¿Me va a doler?"
"Si, asi que prepara ese culo. No te vai a poder sentar.".
"No quiero que me queden marcas, mañana juego a la pelota y en camarines me van a preguntar"
"No te voy a dejar marcas, pero te va a doler igual".
"Ya papá" -dijo, y cuando dijo eso, me calenté mas que la mierda.

Se puso en 4, patas abiertas, bolas colgando.

"pon tu cabeza en el colchon"

Lo hizo, solo su culo moreno hacia arriba. Se le veía el hoyito. Cerradito, lampiño. Listo para un examen de prostata con una herramienta de carne.

No voy a mentir, le di con fuerza desde el principio. Quiso poner las manos y le advertí que si lo hacia, lo amarraría.

Alrededor del 20-25 correazo, los "ay" cambiaron, le vi la cara y tenia los ojos llorosos.

"Te duele weon?"
"Si..."

Tire la correa a la cama. Saque mi tula.

Le tome el traste y le abrí los cachetes. Se movió rápido y quedo mirandome.

"Soy virgen, no le hago a weas por el hoyo"
"Dijiste que eras pasivo. Pues pasivo vas a tener que ser"
"No, no compadre, dejemoslo hasta aqui"
"Tu vas a poner las ordenes?" - Le dije, asumiendo que mejor me vestía y me iba.
"No.... pero es que..."
"Pero es que nada. Tengo lubricante y condon. Te vas a relajar y vai a entregarme el chico"
"Es que yo..."
"Es que nada. Date vuelta."

Y el weon me hizo caso.

"Teni el hoyo sucio" - le dije, weando, era mentira.
"Puta si por ahi cago po"
"Teni que limpiarte bien el hoyo"
"Me lo limpio bien"

Lo tome y lo lleve al baño diciendole "Yo te voy a mostrar como es limpiarlo bien"

Lo meti a la ducha, lo di vuelta y le abri las patas. Tome jabon liquido y se lo restregue con sutileza pero fuerza en el hoyito. Lo limpie con confort y le dije "Ahora si te lo voy a meter".

aproveche que estaba ahi, patitas abiertas y le puse lubricante. Sentía como el weon temía por lo que venía. Sabía que le iba a doler y que su masculinidad iba a ser arrebatada en cada oportunidad que le ensartaba mi pico en su ano hasta en ese momento virgen.

Le puse el glande en el chico.

"Suave" me dijo.

Por muy bruto y caliente que fuera, igual no se lo iba a meter de una. Quería que le gustara.

Se lo empece a meter. Gimió. "Ah ah ay ahu ahu" y asi empezó. Mis manos recorrian todo su flaite cuerpo mientras evitaba que sus manos bajaran a entrometerse en el baile de mi pico y su poto.

Que wea más rica.

Noté que mientras lo metía y lo sacaba, el condón empezo a salir sucio. Era obvio, ya no podía aguantar.

Antes que el weon terminara, le dije lo que estaba pasando y que por eso, tenía que ser disciplinado.

Me miró con miedo.

"¿Con la correa?"
"Ahora si te van a quedar marcas"

Lo espere unos minutos para que se limpiará y llegó a la cama, temeroso. Sabía lo que se venía.

"Compadre, hagamé entender que no tengo que hacerme en el pico de otro".

Fue caliente. Le di duro con la correa y una chala. Lloró. No pidió que me detuviera ni que lo hiciera más despacio. Al contrario, decía que no lo haría más, que se lo merecía. Que lo perdonará.

En dialecto flaite fue mejor de lo que suena.

Y después como premio, se lo metí hasta que se fue cortado.

El weon, con el poto rojo, me abrazo y fue lo mas "awwww" de la noche. No fue un abrazo de cariñosito si, fue una wea así de macho, de hombre. (si seguro).

Acordamos vernos desde esa noche nuevamente. No le dí importancia, pero me junto con él al menos una vez al mes, donde debo recordarle como comportarse.

Y ahora, tiene mina.