sábado, 25 de julio de 2015

Después de clases

Era diciembre de 2011.
Salí de clases demasiado caliente. Mi última cátedra fue Estadísticas, en donde lo más importante no era la clase en sí, sino que ese "hetero-macho macho macho" imposible de alcanzar. Ese paquete marcado, potito durito y bien armado, guapo, buen forro, ufff
Me pasé toda esa clase con mi pene durísimo. De la materia pesqué la nada. La distracción era demasiado grande. Las ganas de follar eran incontrolables.
Tomé el metro y recordé que me habían comentado hace ya harto tiempo acerca de "Mitos", un "cyber-hueveo" que está en santiago centro (Diagonal Paraguay por si quieren ir, a la entrada), así que como mis ganas eran demasiado grandes, partí para allá.
Me sentía nervioso, ya que nunca había ido a uno de esos lugares. Mis historias siempre eran un par de besos y uno que otro "culeo" con personas que conocía en discos (cosas de una noche).
Entré al lugar y me dieron un número. Arriba era "sector fumadores" y abajo "no fumadores" (igual eso es como obvio jajaj).
La cosa es que bajo y hacía un calor bestial. Entro a la cabina y empiezo a escribirme con gente. Nada interesante. Si bien estaba caliente, quería a alguien guapo, no "cualquier cosa".
El ambiente incitaba al hueveo, el calor, la oscuridad, un olor rancio. Si antes estaba caliente, ahora ya no aguantaba más.
Estaba en eso de chatear con otros usuarios, cuando siento que a alguien en la cabina de al lado se lo estaban metiendo. Abrí mi puerta y veo que 3 personas se masturbaban viendo el espectáculo, y uno de esos 3 llamó mi atención. Era flaite, ¡flaite! Un pene lindo, armadito, se dejaba ver algo de sus calugas, potito paradito, short cortos, cejas depiladas, y lo más importante, se veía muy hombre.
No aguanté mi calentura y me encerré en la cabina para masturbarme con ese bello espectáculo que había visto. Mientras estaba en eso, alguien me habla por el chat. Me pregunta si era el que se había asomado desde la otra cabina para mirar y que después se había encerrado, y respondo que sí. Me dice que tiene ganas de culiar, y le digo que no sé si me atrevía ya que era mi primera vez en ese lugar, pero que viniera a mi cabina y viéramos qué pasaba.
No pasó ni un minuto cuando golpean mi puerta. Asombro máximo, era mi flaite de tula bonita al que le había echado el ojo. No dije palabra alguna, miré su paquete y le empecé a correr mano (yo estando todo el rato sentado), y luego bajé su short y boxer. Para mi sorpresa olía exquisito, por lo cual fue un agrado meterme eso a la boca. Chupé hasta decir basta. Su tula era ancha en la base (muy ancha), y luego se angostaba hacia la punta. Estaba con depilación reciente, lo que me calentaba de sobremanera, si bien tenía calugas, no era un monstruo de músculos. Es a lo que llamamos "marcadito".
Sus quejidos me calentaban demasiado. Empecé a tocarle el trasero, y se molestó, así que me detuve. Me dice que quería metérmelo, a lo que respondí que no era lo mío. La verdad ni siquiera en ese momento me sabía responder a mí mismo, el por qué se lo estaba chupando yo a él, y no él a mí, ya que mayoritariamente era yo siempre el activo (y no me gusta chuparla), y muy rara vez pasivo. Ahora claro, mirando hacia atrás y analizando otras experiencias fue esa actitud de flaite macho y malo lo que me hizo hacerlo, pero sin duda esa tula TAN bonita y con buen aroma fue lo que me convenció por completo.
Chupé mucho rato, hasta que siento que se hunde en la pared y siento algo caliente. Era su semen. Si bien estaba demasiado caliente, nunca tan arriesgado para tragármelo, así que lo escupí. Agarré mi botella de agua, tomé un sorbo, me enjuagué y escupí (La verdad no sé si eso sirva de mucho cuando ya acabaron dentro de tu boca, pero fue puro acto reflejo jajajj).
Este tipo se arregló la ropa, y se alistaba para irse, a lo que lo arrincono en la pared con toda mi intención de darle un beso, pero no se dejaba. Sus palabras exactas fueron "no me hueís, si querís seguir chupándolo, hazlo, pero nada de besos", a lo que le respondo "es que no te lo quiero chupar, te lo voy a meter"... Empezó un forcejeo, hay que decirlo, pero ese forcejeo calentón. Al final este flaitecito no era ni tan malo, ni tan macho ni tan rudo. De la nada se dio vuelta y me dijo "sólo por haber dejado que acabara dentro de tu boca, te voy a dejar hacer esto". Esas palabras me dejaron a full. Tenía ese culito paradito, durito, ahí todo para mí. Comencé pasando mi pene por encima de la ropa, se sentía exquisito. La adrenalina de estar haciendo eso ahí, y lo más probable que los tipos de las cabinas vecinas se estuvieran pajeando con estos gemidos que emitíamos, me calentaba aún más. De pronto, y no sé cómo, ya me había puesto el condón, y había bajado mi ropa.
Recuerdo que lo punteé un rato más por encima hasta que le bajé su short. Ese roce de piel, esa cosa eléctrica que sientes cuando tocas otro cuerpo desnudo me dejó loco. Lo agarré de la cintura, lo acomodé hacia atrás un poco, y puse mi miembro a la entrada. Fui cuidadoso, lento pero seguro, porque ya veía que al menor intento brusco este flaite se enojaba y se iba. Empecé con movimientos suaves y luego aceleré. No voy a venir con esos cuentos de "lo metí y lo saqué durante una hora" porque eso es sólo de películas porno. Fueron como 3 embestidas lentitas, de esas donde vas sintiendo como tu pene entra anillo por anillo del recto. Luego 5 embestidas fuertes, y acabé.
Ha sido una de las veces que más rápido me he ido, pero insisto, el ambiente, este "flaite tula linda", y toda la sensación de adrenalina que existe en ese lugar es uffffff, demasiado hot.
Me saqué el condón, lo tiré al basurero. Me arreglé, y el flaite también lo hizo, y cuando ya iba a salir lo empujé a la pared y le robé un beso. Fue rico, cortito, pero hasta con lengua incluido.

Nunca más volví, porque en 2012 comencé una larga relación, que dura hasta el día de hoy. Si esta historia resulta ser del agrado de ustedes, demás que sigo con mis historias anteriores a esta.

8 comentarios:

  1. ... weno el relato claro, corto y re hot ...

    ResponderBorrar
  2. Me encanto la historia. Yo igual tengo muchas historias en ese lugar. Leí tu relato y recordé las cosas que hice ahí. Los picos que me comí. Los tríos que hice. Ufff. Era un cliente frecuente. Pero también comencé una relación larga y feliz y nunca mas fui. Aunque de repente igual me dan las ganas de ir con mi pareja y hacerlo ahí. Con ese morbo que genera. Pero aun no me aguanta jajaja

    ResponderBorrar
  3. Me gustó mucho tu relato, en especial por la descripción del lugar y el ambiente incitante en que ocurrió todo. Muy adrenalínico. Ojalà cuentes pronto más de tus historias.

    ResponderBorrar
  4. Me dejaste con la tula para wajaja
    Bueno

    ResponderBorrar
  5. lastima que está cerrado ;(

    ResponderBorrar
  6. Tuve la tula para todo el rato, buen relato

    ResponderBorrar