jueves, 31 de marzo de 2016

De gordito llorón a machito recio

Iba camino a casa a hacer la prevía. Miércoles y el metro a las 10:15 llevaba uno que otro pasajero. Sentí un golpe y unos quejidos. Seguí en mi teléfono buscando a alguien motivado para continuar la noche. Un roce en mi rodilla y una tabla de skate me pegaba. Lo ignoré y seguí en mi búsqueda por facebook. Un segundo golpe y miré hacia el frente. Un joven moreno y bronceado, sudadera y unos pitillos muy ajustados, un jockey floreado y una sonrisa eterna me miraban. "Antes me cuidabas y ahora casi muero aplastado por esa puerta y ni mirai". ¿Te conozco? Le pregunté. "Soy el hermano del Mati". Matias fue mi mejor amigo hasta que salimos de la media. Después nos hemos visto un par de veces pero nunca pregunté por su hermano. El pendejo chico, guatón y sin dientes se había convertido en una masa de músculos, un rostro perfecto mezcla de Ángel y chico malo y un pecho velludo y firme que hacía suponer que había bajo esa sudadera y ese pantalón. Nos dimos un abrazo y aproveché de tocar esa espalda que terminaba en una ajustada y firme cintura. Se sentía un poco húmedo quizás por el skate y su camino hasta el metro.

"Mi hermano parece tu papá al lado tuyo. Los treinta le hacen mejor a unos que a otros". Sonreí y le pregunté dónde iba. La suerte estaba de mi parte. Había peleado con su mina y se iba a tomar unos copetes con un amigo. Íbamos llegando a mi estación y aproveché de darle mi dirección para que pasara cuando quisiera. Pensando en la paja que me correría cuando llegara. “ y en qué topamos? Y si vamos ahora por sus chelas. Mi amigo es terrible pendejo y no tengo ganas". Eso de no tener ganas me quedó dando vueltas. Pero no pesqué. Cuando subíamos las escaleras del metro me dijo que me gastaba el medio culo. Que si su hermano se viera como yo no tendría a la mina que tenía. Y me dio un agarron. "Lo tení durito". Pensé en responderle que tenía otras cosas duritas pero me comporte.

Después de unos roncitos y tenerlo tendido en mi sillón, disfrutando de todo ese cuerpo; me fui a prender un pito a la terraza. Ya íbamos por el segundo. Sentados en el suelo hablando de su mina y que no le daba la pasá, que por eso terminaron y que estaba aburrido de las pajas. Seguíamos tomando y discutíamos si era más rico corrersela en la mañana o antes de dormir. Mientras hablamos se agarraba el paquete y le daba igual que viera que lo tenía duro. No pude evitar preguntarle por las ganas que tenía su amigo. Me contó que antes de pololear con su mina había experimentado con algunos amigos y que no sabía si era bi porque las experiencias no habían sido muy buenas pero que no le hacía asco. Fui al baño. Por unas cervezas y otro pito.

Me apoyé, en el balcón y el estaba frente a mí. Hablábamos de la vista y de la noche cuando me pregunta “y con quien fantaseas cuando te pajeas?". Sin pensarlo le respondí. Con minos ricos y calientes. “como yo?" y sonrió. No sé. Cuando te vayas veré si te imagino sin ropa o si me acuerdo del pendejo gordito y llorón que eras.

Sin darme cuenta me tomo del cinturón y sus dedos quedaron entre mis pendejos y mi boxer. "Si no me voy no necesitarás pajearte y probarás si soy mejor ahora". Mi pene saltó como resorte y hasta pude sentir como se mojaba. Metí mis manos bajo su sudadera y pude ver un sol tatuado al costado de su pelvis. Un camino de vellos y músculos definidos que se estremecían suavemente bajaban a su pantalón.

Se acercó, me beso tímidamente y sólo atiné a responder y succionar su lengua y a apretarla con mis dientes. Su mano entró en mi pantalón y sentí como la cabeza de mi pene salía de él y con sus dedos la acariciaba mientras se mojaba. Mis manos subían a su pecho y dejaban a la vista sus pectorales velludos y sus tetillas erizadas. Nos acercamos más. Y comenzó a pasar sus dedos por mi espalda. Apretándola y como arañandola y yo lo tomé de la cintura mientras hacía que mi lengua recorriera todo su cuello y a ratos chupeteara sus orejas.

“Dai besos ricos weon! le diste uno así a mi hermano alguna vez? Con tu hermano nos pajeamos pero se hacía el cartucho. “y nunca probaste su culito?" Nunca. "Entonces hoy podí probar el mío" ya me tení mojaito" Nos reímos y seguimos besándonos abrazados. Mi pene a medio asomarse y el de él duro dentro de su pantalón. Pero parece que la previa nos gustaba a los dos. Se subió la camiseta y se la puso tras el cuello. Estoy seguro que algún vecino me vio cuando mordía sus pezones y él pasaba su lengua por mis hombros, cuando me apretaba la espalda o le mordía los labios y escuchaba sus gemidos.

Entramos y apagamos la luz. Dejamos la cortina abierta. Podíamos vernos. Corrí la mesa del living y nos tiramos en la alfombra. Me recosté sobre él y de su boca, mis labios se fueron a sus axilas y a lamer sus brazos. Mi pene hacía presión sobre el de él que se acomodaba hacia un lado de su pantalón. Me arrodillé entre sus piernas y mordía su pecho. Con sus pelos entre mis dientes y sus manos afirmando mi cabeza. Jugando en mi pelo y metiendo sus dedos en mi boca. Yo los lamia y los mordía. Baje por su estómago y deboré su ombligo. Me tiro el pelo me separó de él y se sentó.

“Perro, se la metí a un par de flaites calentones de la U con los que me junto pero no me gustó la weaita. Quiero que me la metaí" Estai seguro? Le pregunté. Sonrió con cara de malo, me beso y al oido me dijo “metemela hasta adentro, pero con cariño. Y no me digas mamita ni perrita porque soy del pueblo pero nunca tan flaite. Además soy bien machito" Nos reímos y volvimos a darnos un beso más caliente que nunca. Mi lengua se perdía con la de él y le quité la polera después se sacarme la mia. "Ohh weon estai rico". Me decía mientras me chupaba las tetillas y me agarraba el poto.

Nos paramos, caminamos hacia mi dormitorio y en el camino nos empezamos a sacar los pantalones. Mi boxer estaba mojado y el de él iba por las mismas. No hablábamos. Sólo nos desvestimos uno al otro. En boxer lo puse contra la puerta del closet y comencé a besar y morder su espalda. Empezó a parar el culito y a moverse. Le bajé su boxer y pude ver un trasero apretadito y redondito que no pude evitar acariciar y bajar hasta lamerlo. Ya estaba húmedo.

Me levanté mordí su cuello quedamos frente a frente. Bajé mi boxer hasta que por fin mi pene mojado y duro pudo rozarse con el de él. El mio grueso y venoso y el del con sus vellos más largos pero recortados haciendo una figura perfecta alrededor de ese pene largo, blanco, y cabezón. “Me tení muy caliente weon" me decia mientras bajaba mis manos hasta su culo. Se volteó y quedaron sus nalgas rozando mi pene. Se movía lento, lo disfrutaba. Yo empezaba a meter uno de mis dedos mientras se quejaba. Sus manos abrían camino y ya no uno solo de mis dedos entraban y salían de ese hueco caliente. Eran dos y después tres mientras me pedía que tomará su pene.

Saqué mi dedos, moje con saliva la cabeza de mi pene. Lo sostuve en mi mano y comenzé a hundirlo entre sus nalgas. La cabeza entró ajustada. Sentí un poco de dolor incluso. Mientras mordía su espalda y sentía sus piernas doblarse. El resto entró y nos quedamos quietos mientras besaba su boca y él tenía su mejilla apoyada en la puerta del closet. Estábamos ahí. En silencio yo dentro de él. Cuando resistió tenerme dentro de él empezó a moverse despacio. Sonaba su pene cuando lo golpeaba en la puerta. Yo tenía mis manos en su pecho. Mordía su espalda y me movía para que mi pene entrará y saliera sin problemas. “voy a acabar weon, mételo hasta adentro" pero no le hice caso. Saqué mi pene de sus nalgas. Me apoyé en su espalda y le pedí que fuéramos a mi cama.

Se recostó y se pajeaba mientras yo lo miraba. Le dije que me lo chupara y que yo haría lo mismo con él. Me acomodé sobre él y dejé que mi pene presionara hasta su garganta. Sentía como se ahogaba pero no dejaba de lamer y chupar. Me agarraba el culo y jugaba con sus dedos. Sentía como mis pendejos rozaban su barba maltraida. Y yo chupaba su pene que parecía una bomba a punto de explotar. Con las bolas cada vez más duras. Sacó mi pene de su boca y entre gemidos agónicos me dijo “por fa weon, metemela, hazme cagar el culo".

Nos acomodamos... Yo de pie y el recostado, instintivamente puso sus piernas sobre mis hombros. Podía sentir su olor a sexo caliente. A su cuerpo limpio pero sudado. Me dejó su culo a disposición de hacer lo que quisiera. Se lo meti despacio y sentía sus piernas apretadas sobre mis hombros. Entre gemidos hacia ruidos de dolor pero me pedía que siguiéramos. Estuvimos así un rato... Hasta que empezó a pajearse. Tomé su pene y con mis últimas energías empecé a corrersela mientras lo metía más fuerte. No aguanté y entre sus ruidos cada vez más fuerte, acabé y varios chorros de semen terminaron escurriendo mientras mi mano se llenaba de su semen caliente y espeso. Algunas gotas corrían sobre mi ombligo y él seguía con sus fuerzas salpicandose hasta el pecho.

Me tendí a su lado, como haciendo cucharita. Y lo acariciaba. Sentía su semen secarse entre mis manos y el mío seguía dentro de él. Nos acostamos frente a frente. Nos besamos un rato y nos dormimos.

Cuando desperté no estaba. Sin pensarlo mucho me paré por algo para comer y me encuentro con su skate y una nota que decía: tengo clases. Más tarde vuelvo por mis cosas. No tengo tu número así que espérame. Tu Gordito Llorón.

17 comentarios:

  1. Buenísimo!! La raja, bien narrado, bien escrito, bien caliente, noo te las mandaste jajaja... Si es que sigue esperaré tu segunda parte. Suerte

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Se viene el reencuentro y la segunda parte!!

      Borrar
  2. Buenísimo!! La raja, bien narrado, bien escrito, bien caliente, noo te las mandaste jajaja... Si es que sigue esperaré tu segunda parte. Suerte

    ResponderBorrar
  3. uhhh esta muy la raja tu relato!!! ojala sigas

    ResponderBorrar
  4. Weon que buen buen relato! Ojalá siga pronto la segunda parte ! Te pasaste

    ResponderBorrar
  5. Que relato mas bien contado hace mucho que no leia uno así dale con al segunda parte compa Saludos

    ResponderBorrar
  6. Estupendamente bueno y caliente.
    Así da gusto.

    CYLON

    ResponderBorrar
  7. Que bueno que les gustó!! Ya les contaré sobre el reencuentro. Y algunas nuevas aventuras!gracias y saludos a todos.

    ResponderBorrar
  8. Buenísimo, muy caliente, ojala me pasara a mi..Jajaja

    ResponderBorrar
  9. al finnn una wea buena..... k riko el relato me ls aimguine tal cual.... 2da parte ,, tu gordito lloron ejjeje

    ResponderBorrar
  10. muy buena la historia... bien narrada... ojalá me pasen cosas así a mi jajajajaja yo igual tengo una historia, pero no sé si escribirla u.u

    ResponderBorrar
  11. esta muy bueano el relato.

    ResponderBorrar
  12. Ojalá no solo sea una segunda parte, sino que una tercera, una cuarta... y asi miles. Muy rico, calentón y bien escrito relato! Te la mandaste! Amerita su buena paja

    ResponderBorrar
  13. bueno bueno lo que contaste. me gustaria u flaite como ese pa mi pa chuparle bien chupao su culito antes de mandarselo a guardar. y ojala no se hubiera duchao pa que estuviera con todos sus olores y gustos de macho que es como e gusta que esten los weones cuando me los culeo porque es rico sentir que uno le esta metiendo el pico a un weon. las minas si me gustan perfumas pero los compadres mientras mas cochinos masrico

    ResponderBorrar
  14. que rico que volviste a activar el sitio y este es de los relatos mas calentones :)

    ResponderBorrar