Seba, el mono 5

MIS ROLLOS CON EL SEBASTIAN CARA DE MONO

Después de más de un año, yo sigo con mi vida, al Johnny, lo he visto poco pero no lo hablo, ya que me entere que fue él quien le conto al Seba que había estado conmigo en el motel. Y del Seba, ahí está mi macho, hermoso como siempre, aun lo amo y por ese amor cumplo su pedido “no lo llamo, no lo hablo, no me acerco”. No hace mucho, el otro día en el supermercado me encontré de frente a él, solo lo miré y no dije nada, él me miró, se sonrió y me dijo “hola ¿Cómo estás?”, temeroso respondí: “hola, acá estoy un poco mejor” y me fui a otro lado lleno de sentimientos encontrados. No quiero pasarme rollos con el seba, pero ese encuentro fortuito, me dejo la sensación que podremos volver a conversar…..

Al tiempo después de ese encuentro fortuito en el supermercado con el Sebastián. Todo dio un giro que yo no esperaba ni deseaba. Ocurre que en mi ciudad de provincia, se hace la fiesta de la vendimia. Y esto me paso en ese día. Si hubiese sabido que me iba a encontrar con Sebastián cara de mono, la verdad no habría ido, porque fue volver con mis dramas y rollos. Ya me había acostumbrado a estar solo, aprendí a no calentarme con ningún hombre. Estaba y me sentía libre y me relacionaba con todo el mundo de una buena forma. Había crecido mi grupo de amigos y amigas todo iba bien hasta que paso lo que tenía que pasar.



En esa fiesta de la vendimia, anduve pasándola con mi grupo de amigos, tomándome algún vinito o cerveza, para esperar el recital que se venía en la tarde noche. En todo caso no era un gran recital, porque siempre se presentaban artistas locales y el último número era más masivo y solo para bacilar.

Para ambientar el relato, les digo que a un costado de la plaza se pone un tremendo escenario y las personas se acomodan alrededor en pequeños grupos, para disfrutar de la fiesta. Cabe recordar que en esta fiesta el trago corre como para bañar yeguas. Ya po ahí estábamos con mis amigos en un sector iluminado, porque había buena vista del escenario, donde cantaba un wn que se creía el Álvaro Enriquez. Yo disfrutaba de la fiesta, hasta que mi mirada va fijándose en el público y no muy lejos de mi estaba él. Si, era él, el Sebastián cara de mono; me estaba mirando, cuando se dio cuenta que lo veía, levanto su mano con un trago y me dijo “salud”. Yo le respondí el saludo levantado una cerveza y seguí wueviando con mis amigos. Pero cuando del escenario comenzó el tema “amor violento”, algo me hizo mirar al Seba y este wn comienza a cantarme “Cuando por primavera vez ti vi, supe que el cielo era para ti y para mi….” A mí me dio más rabia que la chucha, porque este wn me había dicho que “no lo llamara, no lo hablara, No me acercará”. Ahora era él quien me provocaba y lo hacía en público, sin importar que los demás se dieran cuenta. Yo me hice el wn y trate de ignorarlo, pero de nuevo volvía a mirarlo y el wn me volvía cantar: “Gastaré toda mi vida en comprar la tuya gastaré toda mi vida y más y más y más. Porque un amor violento, nos deslumbró, un amor violento, nos fulminó”.

No aguante esta provocación que así que me fui a comprar una cerveza y me quede alejado de ese lugar. Mordiéndome la rabia, porque no lograba entender que es que lo que pretendía el Sebastián, al comportarse como un cabro chico y sacarme celos. Pasó un buen rato y volví al grupo de mis amigos, ya en el escenario había un intérprete de rancheras y esas wueas que les gusta a la gente del campo. Yo a veces soy tan tonto, que hago leseras y claro. Volví a mirar donde antes estaba el Seba, y ahí esta ese wn, con un trago en la mano y cuando vio que lo observaba, me mira y dale con cantar un pedazo del tema “Por mujeres como tú, amor hay hombres como yo, lo sé que se pueden perder en el alcohol por una decepción”. Y se mandó todo el trago, levanto la mano como diciéndome salud. Ahí sí que no aguante más y lleno de rabia me fui para mi casa, cuando me despedía de mis amigos, uno de ellos me dijo: wn mas tarde nos juntaremos en la casa de la Gissela, ahí será el carrete”, le dije que quizás iría, pero más tarde.

En mi casa aproveche de echarme una ducha y tratar de calmarme, aun sentía mucha rabia. Al poco rato llego unos de mis primos y nos fuimos a la casa de la Gissela. Que alegría estar ahí, habían varios amigos y buen ambiente. Yo estaba contento, pues, ya se me había pasado la rabia y el enojo anterior. Cuando estaba preparándome un trago en la mesa del ricon. Siento me hablan “hola, ¿cómo estas”. Era el Seba que con su hermosa sonrisa y esa cara de mono me saludaba. Con sentimientos encontrados le respondí “bien y tu” y trate de salir de ahí, pero el seba me lo impidió y me dijo “tan frio saludas a los viejos amigos” y me da un abrazo apretado (recuerde que el Seba es alto y yo bajo) y me dice al odio “te echaba tanto de menos” y me besa la mejilla. Yo casi exploto de rabia. “tú fuiste quien me dijo que no te llamara, ni hablara, ni te buscará y eso es lo que he cumplido”. “Lo sé, yo he sido el tonto”, me respondió el seba.

Yo seguí alejando y echándole en cara sus burlas en la plaza del pueblo. El wn se disculpó y prometió que no volvería a pasar. En eso llegaron otros amigos así que no pudimos seguir discutiendo. Yo me fui a bailar y a conversar con algunos conocidos. No iba a permitir que este wn del seba me echara a perder la noche.

En un momento que fui a buscar otro trago aparece el seba, estaba más relajado y risueño. En eso me dice: “te gustan las aventuras locas” Yo “qué onda wn, esta curao ya”. “Dime po te gustan las aventuras locas”. Sí, le respondi para que dejara de wueviarme, pero fue peor. “arráncate conmigo ahora”. “Que wuea te pasa, estás loco como se te ocurre” le respondía. “Vamos loco, no tengas miedo y vámonos de este carrete, yo te invito a una aventura loca”. Eran las palabras del Seba

Debo reconocer que por un lado estaba enojado y quería sacarle la chucha ahí mismo al Seba y por otro lado me estaba calentando, mi hombre, mi macho, me estaba provocando y como dicen en el campo: “donde hubo fuego, brazas quedan”. Así que acepte salir con él, todo fue muy piola, pues no queríamos que nadie se enterara. El seba salió primero y me espero en el auto, cuando salí, subí al auto y nos fuimos. El seba me miro con su sonrisa hermosa y me dijo: “hoy no quiero tener sexo contigo, quiero hacerte el amor”, ahí casi caigo desmayado. Me llevo a su casa y me dijo: “estaremos solos, mis papas llegan mañana y mi hermano esta donde su polola.

Como un pollo baje del auto y entre a su casa, sin prender la luz entro el seba me abraza y comenzamos a besarnos tiernamente. Yo dejaba que este hombre me abrazara me apretaba y me envolviera en sus brazos besando mi boca, mi cara, mi cuello. Me tomo de la mano y me llevo a su dormitorio. Volvimos a besarnos y despacio comenzó a quitarme la ropa, hasta quedar en bóxer, él hizo lo mismo y quedo en un bóxer blanco que resaltaba todo su paquete y donde se le veía un tremendo poto. Me recosté en su cama y el se subió encima de mi besándome y acariciándome “usted mi amor me perdona too lo malo que fui” fueron sus primeras palabras. Me explico que estuvo mucho tiempo con rabia conmigo y que esa vez cuando nos encontramos en el supermercado, él quedo feliz de verme, pero tu miedo de seguir hablándome. Y que ahora cuando me vio en la fiesta de la vendimia, se decidió a hablarme, pero como no se atrevía, le dio por cantarme los temas que interpretaban los cantantes. Yo le dije. “claro y si hubieran cantados unos huasos, me habrías cantado unas cuecas”. Este comentario causo que nos pusiéramos a reír y hablar tonteras.

El Sebastián, nuevamente me tomo en sus brazos y me dijo, “si es verdad, hoy quiero hacerte el amor” y me chanto un beso, así como estamos calientes, lo puse boca arriba y baje besando todo su cuerpo, hasta el bóxer blanco, el cual lo saque para liberar aquella verga que sentía que era mía. Le hice un rico sexo oral, el cual gozo, ya que se quejaba y decía “sabias que me gusta cuando haces eso, cómetela tooda haa haa así tu si sabes ha ha”

Después de un momento tan rico, me pidió que me subiera en su verga. No lo dude y el Sebastián se acostó y paro su verga, me subí dándole la espalda, y empecé a meterlo pero sentí como me dolió y apenas era la punta, el Seba saco un lubricante y lo puso en mi hoyito. Ahora si entro hasta toda, después toque mi culo y ciento sus coquitos pegados a mis nalgas,

Yo me quejaba y gozaba le decía: “ayyy mi amor, mi sebita riko, que verga aaay aay, que rico, te perdono todo, porque eres mi amorrrr”. El gozaba también y pasaba sus enormes manos por mi espalda y cada vez me penetraba más profundo.

Me puso en a lo perrito y me penetraba más profundo con un ritmo que los dos gozábamos, así me tuvo como 15 minutos. Después me puso con boca arriba puso mis pies en sus hombros y me penetro de una forma tan suave, tan rica, tan sensual hasta que provoco que yo acabara, él se movió más rico y se acabó dentro de mí, dejándome todo el hoyito lleno de su semen. Nos limpiamos, me di vuelta lo bese y abrace y nos quedamos en silencio. Sin darnos cuenta nos habíamos quedado dormidos.

Como a la hora después despierto y me veo en los brazos del Sebastián, feliz comencé a despertarlo besando sus labios. Así despertó mi peludito, volvimos a besarnos y volvimos hacer el amor, con tanto placer, tan genial, tan tiernamente que hubiese querido morir ahí mismo en los brazos del Sebastián. Ya como a las 6 de la mañana me fue a dejar a mi casa. No tuvo drama en bajarse para despedirse con un abrazo un beso en la boca. Yo quede sorprendido por esa actitud y el Sebastián, me dijo: “mañana viajo a Santiago, el miércoles vas a tener noticias de mí, no trates de ubicarme antes, estaré muy ocupado”. Note que en sus palabras que estaba emocionado y como que quería llorar, nos volvimos abrazar y yo le di un gran beso, sin importar que nos vieran, subió a su auto y se fue.

Yo hice, lo que me pidió el Sebastián y me quede esperando a que llegara el miércoles, para hablar con él. Ese maldito miércoles, me fue a buscar el hermano del Sebastián para entregarme un regalo. Yo feliz lo recibí y fui a mi pieza a ver de qué se trataba. Era su camiseta de futbol y el bóxer blanco que me los regalaba, además venia una extensa carta donde el Sebastián me informaba que ese día en la mañana había viajado a España a terminar sus estudios de postgrado. Me pedía perdón por no tener la valentía de decírmelo a la cara, que esa noche busco la forma de contarme, pero no tuvo palabra. Yo me quede con su confesión, pues decía: “tú eres la personas con quien más he sido feliz”.

Ya van dos años de aquella vez, y aun no tengo noticias de mi Sebastián. Confió que si conmigo fue feliz, volverá a buscarme. Aun no sé cómo me he mantenido solo y sin estar con nadie, pues yo también con el Sebastián fui profundamente feliz…

Primera parte http://relatosflaitecitos.blogspot.com/2014/05/relato-aporte-de-brandon.html
Segunda parte http://relatosflaitecitos.blogspot.com/2014/06/seba-el-mono-segunda-parte-relato-aporte.html
Tercera parte http://relatosflaitecitos.blogspot.com/2014/09/el-seba-parte-3-aporte.html
Cuarta parte: http://relatosflaitecitos.blogspot.com/2015/02/el-seba-cara-de-mono-triste-final-aporte.html
Quinta parte: http://relatosflaitecitos.blogspot.com/2015/03/seba-el-mono-5.html