martes, 31 de marzo de 2015

El Richi 3

Todo se volvió negro en mi vida… el flaite que me había vuelto loco y la ilusión de tenerlo se diluía entre mis dedos y yo sólo podía sentarme a observar como espectador de un romance entre compañeros de curso.
Pasaron los años y con el Richi sólo coincidíamos en “juntas” de estudio o cumpleaños de amigos en común, lo peor era cuando sentía que me miraba; veía claramente como la compasión o incluso la lástima se apoderaba de sus ojitos achinados, haciéndome sentir miserable.



La Andrea, polola del Richi y compañera de curso, había quedado embarazada en segundo de la U y cuando ya estábamos en tercero tenían una hermosa niñita, sin embargo los rumores en la facultad decían que no se llevaban muy bien y ya al final del primer semestre de ese año habían terminado su relación. Se veía al Richi triste por los pasillos y cuando nos topábamos sólo me sonreía con algo de nostalgia.
Durante las vacaciones de invierno, una de nuestras amigas en común quiso reunir nuevamente al grupo original y organizó un carrete. Iríamos al barrio del carrete de la ciudad cerca de 8 amigos, entre ellos el Richi. Nos juntamos tipo 9 de la noche pero no se qué pasó que todos se enojaron entre ellos y ahí mismo en la “junta” se separaron. Yo, que ya había prendido, me dije “Ah! si estos wns no van, voy solo po wn” y caminé hasta la esquina para tomar la micro.
Estaba en eso cuando siento a alguien correr detrás mío.
- Domingo… compa’re… vay pal barrio?

Me doy vuelta y era él, agitado por el pique y con una sonrisa que evocaba los buenos tiempos. Vestía unos jeans claros y ajustados a sus piernas musculosas y arqueadas de futbolista, una polera gris que marcaba su guatita plana y sus pectorales perfectos, unas zapatillas negras con resortes de aire y una chaqueta de cuero que le daba un toque rockanrolero.
- Hola! – dije, sorprendido – Si voy, tengo ganas de tomarme una chela…
- Wena… te tinca si vamo lo doh? Caleta de rato que no hablamo pu – me dijo sonriendo mientras yo me derretía.
- Sipo, harto rato… vamos po.

Subimos a la micro y nos sentamos juntos en la hilera de asientos al final del bus. Conversamos sobre su vida y su hija. Me contó que ella se había transformado en lo mejor de su vida y que sólo por su guagua había aguantado muchas cosas que no correspondían en su relación con la Andrea. Celos y golpes habían sobrado en los casi 2 años que estuvieron juntos. Me dio pena por el Richi, a pesar de todo era buen cabro y no merecía una relación tan miserable. Se le veía más grande, tenía más cuerpo y un rostro curtido por los malos ratos que había vivido.
Fuimos a un pub al que jamás había entrado, nos sentamos y pedimos una pizza y un pitcher. Yo en ese tiempo era un pobre estudiante, a esa altura me había ido a vivir con unas amigas a una casa cerca de la universidad por lo que la plata no me sobraba, sin embargo esa noche, la del “reencuentro”, ameritaba pasar por el alambre el mes completo.
- Y Richi? Cuéntame como van las minas? – le dije.
- Piola – me respondió mirándome fijo a los ojos, marcando sus margaritas en su amplia sonrisa – y a ti? Te ha saltado la liebre?

Si bien tenía 21 años, a esa altura nunca había tenido relaciones sexuales, sólo una que otra paja con los compañeros de la media o algún sobajeo con un loco en una disco.
- Sipo – mentí – no me faltan los candidatos.
- Candidatos? Todavía en esa volá Mingo? – pregunto con algo de sorpresa.
- Obvio… a mi no se me derriten los helados con elástico… - Ya me estaba comenzando a dar rabia ¿Cómo tanta tontera de preguntarme por minas?
- Esa onda! – alejó su mirada hacia un lado, como intentando ordenar sus pensamiento – Compa’re, ute sabe que lo quiero caleta, pero no pasa na’ más que eso.
- Qué onda? Yo no he dicho nada Richi.
- Si voh sabi de que te hablo pu.
- De verdad quieres hablar de esto? – me puse grave – porque ya ha pasado harta agua bajo el puente… es cierto, yo también te quiero, más de lo que quisiera, pero ya paso mucho rato, y somos amigos no?
- Sipoh! Bacán que cachaste la volá.

Así pasaron varias horas con el Richi, recordando tonteras y enterándonos de nuestras vidas desde que nos habíamos dejado de hablar. Me mostraba las fotos carnet de su hijita y se le veía contento cuando hablaba de ella.
Estaba trabajando de bombero en una bencinera para pagar la pensión de la niña y tenía la idea de pelear incluso la tuición porque según él la Andrea era muy descuidada, pero como estaban recién terminados pretendía esperar un poco para eso.
Luego del pub, dos pintcher, mucha conversa y varias horas nos quisimos ir cada uno para su casa, pero se nos había hecho tarde y el Richi ya no tenía micro a menos que pagara un taxi, para lo que no tenía presupuesto.
- Puta la wea, bus culiao que pasa a la hora del pico! – se quejó.
- Ya relax, esperemos un poco más que pase.
- Si la wea pasa hasta las 12 no más y mira la hora que es wn… las 1.30, ni cagando! Me voy a tener que irme a pata por la chucha – dijo ofuscado.
- Pero pa allá es peligroso por Richi – era cierto, los barrios del Richi eran de los más complicados.
- Nah si no pasa nah hermano, si a mí me conocen los cabrus.
- Pero igual po loco – y se me ocurrió una brillante idea – y si te vas pa mi casa? Nos vamos caminando y duermes en una de las piezas desocupadas – le dije sin nada de esperanza que aceptara.
- La dura? Yapo – accedió sin hacerse de rogar.
- Jajajaja ya, vamos!
- De que te reí?
- No, de nada – estaba feliz nuevamente con él caminando a mi lado.

Después de al menos 15 cuadras caminando por la avenida principal, llegamos a mi casa. No había nadie en la casa. Ésta era modesta, 03 habitaciones en el segundo piso, un living comedor, una cocina americana y un baño en el primero. Era húmeda y oscura, pero la tratábamos de mantener bonita y ordenada. Yo había pintado mi pieza blanca y me las había dado de artista pintando las murallas con detalles azules.
Le ofrecí café y tomamos dos tazas calientes en silencio. Hacía mucho frió.
- Ya Richi! Subamos, yo me acostaré en la pieza de mi amiga y tú en la mía.
- Naaaah, acostémonos los dos en la tuya no más, pa que molestar? – me dijo muy suelto de cuerpo.
- Oka – le dije mientras subíamos - Mira, acuéstame en mi cama y yo me hago una cama en el piso.
- Wena… ta buena la cama ah!
- Jajajaja es una cama como todas no más po – le dije mientras ordenaba una especie de colchón de frazadas para dormir.
- Ya! Me voy a acostarme… - me dijo, mientras baja sus pantalones y quedaba sólo en bóxer.

Su cuerpo era perfecto! Sin grandes músculos pero muy fibroso. Brazos firmes y tonificados, un pecho duro y pectorales precisos, se le marcaban los oblicuos y su trasero se veía redondeado y muy parado. Sus piernas eras torneadas y arqueadas, tipicas de futbolista. Su piel era mate y muy pocos bellos a parte de los de las piernas poblaban su cuerpo… también tenía un caminito de la felicidad muy definido y azabache, pero lejos lo más impresionante era su bulto. Su bóxer de líneas en tonos verdes y azules dejaba marcado sus testículos y su pene flácido hacia la derecha: grueso, medianamente largo y cabezón, tanto que se notaba ese glande desde cualquier perspectiva de la habitación.
Yo también me desnudé, quedando en bóxer, pero parecía cualquier cosa a su lado: blanco, peludo de pecho y guata, de espalda ancha y rapado, sin ninguna gracia.

- Buenasssss – me dijo despidiéndose, mientras yo apagaba la luz y me acostaba en mi improvisada cama.
- Buenas noches – le respondí entre el frio que tenía por dormir en el suelo de mi pieza en pleno agosto.

Pasaron un par de minutos.
- No tení frio compa´re?
- Cagao de frio estoy po Richi – me confesé.
- Ven acostarte acá entonces po Domi – me dijo lo más normal del mundo.
- Bueno – acepté casi saltando en una pata.

Me acosté a la orilla de la cama, mirando hacia al pasillo, espalda con espalda. Yo temblaba, primero de frío y luego de nervio. Era tanto que no podía controlar mi cuerpo que saltaba al lado de él… casi en un estado de terciana.
- Todavía con frío? – me preguntó enrollando sus pies con los míos que estaban congelados – uuuuuu estái helaito!
- Hace frío po – dije, entre cortado por los tiritones.
- Ya perrito, yo te doy calor – y se da vuelta abrazándome por la espalda.

Me petrifiqué. En qué momento había llegado con el Richi hasta esta situación? estábamos semidesnudos frotando nuestras piernas, nuestros brazos y nuestros pechos en mi habitación. Él comenzó a acariciar mi costado y mis piernas para darme calor, mientras yo seguía tiritando. Luego enlazó sus piernas y nuestras manos para mantenerme quieto. Yo me di vuelta y quede boca arriba mientras él se acomodaba para abrazarme con piernas y brazos y fregar mi cuerpo ya caliente. En un minuto quedamos frente a frente mirándonos entre la oscuridad invernal.

- Me querí dar un beso? – me preguntó.
- Qué?
- te pregunto si me querí darme un beso… que tay tan cerca.
- Tú quieres?
- Me dijiste que dabai buenos besos po… quiero probarlos, pero solo como juego.
- Cómo juego?
- Sipo… na serio, sólo pa probarlos
- Bueno.

Tomó mi cuello y nuca con su mano y me acerco. Sus labios se entreabrieron cubriendo los míos en una caricia húmeda que provocó un impulso eléctrico en todo mi cuerpo ya adormecido entre el calor de sus piernas.
Yo me alejé un poco y volví a rozar mis labios con su boca entre abierta, y luego nos fundimos en un beso, jugando con labios, dientes, lenguas y manos.
Lo tomé de la cintura y acerqué su cuerpo moreno. Quedamos pegados mientras nos besábamos lenta, apasionada y juguetonamente. Nuestros cuerpos sentían cada poro del otro, nuestras caderas chocaban y yo recorría con mis manos cada centímetro de su espalda.
Poco a poco nuestros penes creían entre medio de esos bóxers que ya casi ni nos cubrían. Me subí arriba del Richi que era unos 10 centímetros más alto que yo y sentí como se escapaba la cabeza de su miembro mientras yo movía y refregaba mi paquete con su ombligo. Baje por su cuello besando sus lóbulos y la manzana de Adán mientras el Richi con los ojos cerrados gemía de placer sin decir ni una palabra. Me deslicé por su pecho besando torpemente sus tetillas; él se quejó y entendí que debía sólo lamerlas. En seguida baje por su guata absolutamente plana y besé esos oblicuos marcados y trabajados. Me quedé mucho tiempo en ello hasta que el Richi cortó su ráfaga de gemidos.
- Chúpame el pico! – ordeno mirándome con la mirada más caliente que jamás le había visto – comételo too.

Sin decir nada obedecí. Primero lamí esa cabeza morena que sobresalía del bóxer. Ya estaba jugosa. Lamí su punta y luego la metí a mi boca. Bajé sus bóxers y dejé al descubierto todo ese miembro color mate. Tenía un testículo más grande que el otro y el pico recto y grueso de unos 17 o 18 centímetros.
Me hice el valiente y me la metí lo más que pude. El Richi soltó un gemido más fuerte y un “conchesumare” susurrado mientras yo sentía como chocaban mis amígdalas en su cabeza y las arcadas invadían mi performance.
Seguí algo torpe en mi trabajo cuando el Richi toma mi mentón y me aleja de su pene buscando que lo mirara.
- Era mentira cierto Mingo?
- Qué cosa? – dije limpiándome algo la cara.
- Lo que me dijiste de que habiai agarrao con varios locos.
- Por qué? – pregunte tratando de pensar como podía desviar el tema. Ya me había descubierto.
- No importa tontito, más mejor así… - me dijo, encorvándose sobre su espalda para alcanzarme y besarme en los labios tiernamente.

Seguimos besándonos cuando de un movimiento quedé acostado de espaldas y el Richi me sacaba los bóxers, tomó mi pico que ya explotaba y lo comenzó a masturbar. Tiraba escupos en mi pene para lubricarlo mientras me preguntaba si me gustaba. Paso algo de tiempo mientras me masturbaba y chocaba con sus testículos mi trasero, cuando baja y se mete la punta de mi falo en su boca y comienza un lavado de cabeza frenético y húmedo. Era la primera vez que sentía algo así de placentero, de eléctrico, de espontaneo.

- Te gusta weón? Te gusta cómo te la chupo? – me decía mientras se masturbaba también – me voy a ir culiao. Aaaaaah aaaaaah conchesumare…

Acabó en mi guata mientras yo manchaba su pecho con mi semen.
Calló arriba de mi cuerpo ya relajado. Nos tapamos y quedamos dormidos, abrazados, mientras nos acariciábamos viendo como amanecía en ese frío día de invierno.


Tercera parte: http://relatosflaitecitos.blogspot.com/2015/03/el-richi-3.html
Cuarta parte: http://relatosflaitecitos.blogspot.com/2015/04/el-richi-4.html

7 comentarios:

  1. Por favor relatos verdaderos -.-

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    1. Es de verdad! Solo le cambie el nombre al flaite y a mi :(

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  2. y se acostaron con el moco en dia frio como se despegaron despues xd

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  3. CSM!! el relato pa bueno!! xd comparto plenamente las sensaciones antes DE xd
    por que me paso algo similar
    espero que haya otra parte !!

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  4. lei los tres textos de una y en verdad yo ni lo hubiera invitado a mi casa o le hubiera calentado la sopa y dejarlo con las ganas...muy riko puede ser el wn pero lo que el te hizo no se olvida.

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    1. Es cierto, pero no se como el loco me tenía idiotizado

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