lunes, 29 de junio de 2015

Amigos sin ventajas 1

Advertencia al lector 1: No hay flaites en esta historia
Advertencia al lector 2: No hay escenas de sexo, ni penes gigantes, ni eyaculaciones monstruosas.

1)
La historia con Pedro es casi la típica historia homosexual que hemos visto en la mayoría de las películas. Al comienzo me negaba a quererlo, me negaba a aceptarlo, pero pronto se convirtió en la persona con la que me cuesta no imaginar un futuro juntos.
Nos conocimos hace suficiente tiempo como para escribir sobre él; era amigo de una amiga y yo todavía no tenía muy claro si mi gusto por los hombres era una cuestión seria o un reflejo de una latente bisexualidad. Lo digo en esos términos porque nunca he logrado encajar en ese perfil “homosexual” que ha formado la publicidad, la televisión y sobre todo los programas humorísticos. No obstante, tampoco me considero el típico “homonazi” ¿Conocen a esos? A esos que creen que porque al definirse como “varoniles” tienen el derecho de tratar de loca o “verdaderos maricones” a los que simplemente han decidido vivir como mejor les acomoda. Yo no encajo en el último perfil “amanerado o femenino”, pero no me molesta cómo cada persona quiera enfrentarse a esta maldita sociedad prejuiciosa.
Ok. Basta de digresiones. El día en que conocí a Pedro estaba lloviendo y en el departamento sonaba “To whom it may concern de The civil Wars (famosos por acompañar a Taylor Swift en la canción de The Hunger Games). Se sentó en el sillón de enfrente y de inmediato comenzamos a conversar sobre cosas triviales que ahora no recuerdo. Salimos a fumar y me contó que había ido a ese carrete porque hace dos semanas había terminado con su polola de 2 años. Yo lo único que quería era seguir conociéndolo, pero el carrete se acabó y no supe de él hasta un mes cuando nos encontramos en el mismo departamento. Ahora la buena onda fue mucho más espontánea y esa noche intercambiamos teléfonos, Facebook y toda red social conocida hasta ese momento. Nos quedamos conversando en la terraza y no nos dimos cuenta que había pasado mucho rato, hasta que María Cristina, la amiga en común, nos dijo que iban a empezar a jugar al “nunca nunca”.
Después de varias rondas, el Benja, otro de los amigos de esa noche, dijo: “Yo nunca nunca he besado a alguien del mismo sexo”. En ese momento, de los 8 que habíamos 3 le dimos un sorbo a nuestro copete. María Cristina dijo: “Yo en el colegio siempre me daba besitos ricos con una compañera. Con ella aprendí a besar y por eso ahora todos los weones me celebran”. Nos reímos y luego el Benja, quien no tomó, me preguntó y dijo:

-Ya poh, Rafa, cuenta tu historia homosensualss
-Nada, dije, una vez en una penitencia tuve que darle un topón a un compañero y sería
-En eso Pedro intervino y aseguró que él no sería capaz de darle un beso a otro tipo. Entonces, yo ya medio ebrio le dije: ¿y cómo reaccionarías si otro hombre o incluso un amigo se enamorara de ti?
Él respondió que cortaría de inmediato la relación porque a pesar de no ser homofóbico no sería capaz de tener cerca a alguien del mismo sexo que sintiera atracción por él.
Por supuesto que lo miré con cara de desprecio y me dieron ganas de mandar a la mierda todos los medios de comunicación que habíamos compartido (sí, tengo claro que fue una actitud casi de despecho jajaja).
Finalmente dieron como las 5 am y nos repartimos las camas y los sillones. Yo, como siempre, dormí cerca de María Cristina y nos quedamos conversando un buen rato antes de dormirnos.
2

Me atreví a llamar a Pedro una semana después. Torpemente no pensé en que no conocía sus horarios de trabajo y menos si sería oportuna esa llamada. Algo tuve de razón. Me dijo que estaba muy ocupado en el trabajo, hasta las 19.30 porque a las 18.00 tenía una reunión importante. A nuestros 27 años ambos ya estábamos ejerciendo nuestras carreras y como lo saben, la vida de adulto no tiene nada de divertido cuando se trata de trabajo. Pero para mi sorpresa me dijo que podíamos juntar a las 20.00 a tomarnos un café.
Llegamos y ese café se convirtió en varias cervezas, unos tequilazos, una tabla de carnes, tres chiquillas que se sentaron con nosotros y un montón de risas que duraron hasta las 2.30 am aproximadamente.
Luego de eso nos seguimos viendo semanalmente cada vez que podíamos, conversamos un montón y entre más lo conocía más me gustaba su forma de ser, su forma de pensar, la forma que tenía de ver las cosas, quizás menos serias, quizás un poco más inocentes.
Pasaron varios meses con ese ritmo. Yo tengo claro que siempre me gustó, pero todavía no puedo definir cuándo me enamoré de él. El asunto se puso serio cuando dejó en mi auto un sweater y yo lo empecé a usar como si fuera un artefacto sagrado, una pieza que me otorgaba cierta tranquilidad.
El último episodio que terminó por confirmar mi enamoramiento y mi destino como sujeto no-correspondido fue cuando nos tocó dormir juntos, y en vez de hacer eso nos quedamos conversando y riendo sobre nuestra infancia.
Todo esto ocurrió en un periodo de 1 año y medio más o menos. No podría decir que sufría por él o algo, sentía una nostalgia tremenda por haber encontrado en él varias de las características que uno imagina, o que imaginamos los que creemos en la monogamia, de esa persona “ideal”.

3
Después de ese año y medio Pedro me cuenta que por trabajo se tendrá que ir ocho meses a Canadá. Fue un golpe fuerte porque mi amor por él iba acompañado de mis ganas de verlo y tener la suerte de poder verlo. No estaría para mi cumpleaños ni tampoco para las fiestas de fin de año. Recuerdo que tuve una semana de mierda porque sentía que mi historia estaba inconclusa, que necesitaba decir lo que sentía. Después de una larga noche de pensarlo, me decidí a contarle. Le dije que antes de irse quería hablar con él y lo pasé a buscar y detuve el auto cerca de un parque. Más o menos esto fue lo que dije:

Pedro, no te diré que voy a decir algo que puede cambiar las cosas entre nosotros. Esto va a cambiar las cosas. Pedro, yo desde hace algún tiempo estoy enamorado de ti. – Pero Rafa, qué onda – Por fa, déjame terminar. Yo entiendo que tú tienes tus cosas súper claras, pero no quería que te fueras sin que supieras que para mí no eres sólo mi mejor amigo, eres la persona que amo. No espero que sea recíproco ni tampoco espero algún comentario al respecto, solamente quiero que lo sepas.
Amo estar contigo, amor ser la persona que soy cuando estoy contigo. Me hace feliz verte, compartir mis cosas, sentir una pequeña molestia en la guata cuando después de algunos días, sin querer, veo tus “escribiendo” en mi whatssap, o tus correo con los datos inútiles sobre geografía y urbanismo –vi en su cara una pequeña sonrisa nerviosa-. No podías irte sin que dijera esto.
-El silencio fue decisivo. Ni una sola palabra. Un silencio incómodo que confirmó todo lo que yo creía que iba a ocurrir. En el viaje a su casa tampoco hablamos. No quiso que lo fuera a dejar al aeropuerto ni me contestó los correos. Por tres semanas no supe nada de él, hasta que..

Continuará..

1: http://relatosflaitecitos.blogspot.com/2015/06/amigos-sin-ventajas-1.html
2: http://relatosflaitecitos.blogspot.com/2015/06/amigos-sin-ventajas-2.html

18 comentarios:

  1. Al fin un relato de calidad, espero la segunda parte 😉

    ResponderBorrar
  2. urgente el próximo relato no se vale dejar a uno así de intrigado!!!

    ResponderBorrar
  3. uff esta la raja .... pero creo que aunque estuviera por partes igual podrias haber puesto mas... xd sigue asi

    ResponderBorrar
  4. Jejeje lo bueno del continuará es que la próxima vez serán las cosas mejores

    ResponderBorrar
  5. NO PUEDEN DEJARLA TAN INCONCLUSA!!!! ESTO YA PARECE CORIN TELLADO :C
    PERO SE VE BUENA..

    ResponderBorrar
  6. Hasta que?.... HASTA QUE?!!!
    Wn, segunda parte!!!
    Buen relato, me gustó

    ResponderBorrar
  7. es q no podi trminar el relato asi, continua la historia porfa xD

    ResponderBorrar
  8. No es porque no hay sexo ni porque no hay flaites... pero en verdad, tu historia es muy fome y plana, muy de LO QUE CALLAMOS LAS MUJERES... por favor no la continúes.

    ResponderBorrar
  9. Puta que eres maldito como no terminas la historia!! estaba interesante :3

    ResponderBorrar
  10. I hate you .l.

    No podi dejar asi de metio, te perdono la falta de porno, lo del flaite ausente, pero weon no me podi dejar con la copucha.

    Igual me enamore de un hetero una vez, siempre he dudado que lo fuera, pero no me arrepiento de no descubrirlo.

    ResponderBorrar
  11. hay tanta prima pero siempre terminamos enamorandonos de un wacho hetero, que lata :( continuala luego eh!

    ResponderBorrar
  12. Esta wea es con flaitesss ..

    ResponderBorrar
  13. Echaba de menos las teleseries... Pero sabes qué weona? La encontré fome, plana y sin asunto. OJalá que en el próximo capítulo mejore, métele un poquito más de "acción", una pajita un sobajeo una cucharita pobre por último...

    ResponderBorrar
  14. Excelente relato, la redacción impensable en estos lugares. Buenisimo, esperó segunda parte.

    ResponderBorrar
  15. Buena historia!! Necesito saber qué pasooo..,

    ResponderBorrar