Sin título

Hola me llamo Pedro, tengo 22 años y leyendo la historia de “el pato y yo” me motive a escribir, bueno mi historia es casi similar a la de “Camilo” de familia muy conservadora y de un padre muy machista, por el contrario mi madre es muy feminista y siempre discuten con eso, pero bueno eso nada que ver acá, yo soy un cabro piola 1.85, trigueño, pelo castaño, ojos negros, físicamente no estoy mal, bueno durante mi vida siempre tuve problemas de autoestima, no por ser feo (ya que en realidad nunca tuve problemas en ese sentido) sino porque era muy tímido, por ejemplo en la escuela me retaban y me daba miedo defenderme y lloraba, de echo lloraba por todo por lo cual era muy retraído y lo único que hacía era dedicarme a mis estudios, que por cierto siempre me fue excelente, tuve algunas experiencias con niñas en la escuela, o niñas de la cuadra de echo tuve 2 pololas siendo un niño, pero me daba vergüenza, por qué, no sé pero como que todo me avergonzaba y ya de grande y en el liceo nunca nada serio en situaciones sentimentales con mujeres más que sus besos y manoseos locos, logre conseguir más personalidad, mucha diría yo, pero me faltaba algo importante que era la confianza en mí, todos pensaban que era muy confiado de mí mismo pero en realidad no era así.

Cuando salí del liceo me vine a estudiar a Santiago (vivía en la sexta región) y mi familia no le sobra el dinero pero tenemos una muy buena situación por lo cual me arrendaron un departamento en Las Condes, no era la gran cosa pero cumplía con lo básico que necesitaba, un lugar donde dormir y no pasar frío, bueno entre a la universidad me hice de amigos muy rápido, ya que dije: acá no tengo familia y no puedo ser tan autista de estar solo, y aparte por los trabajos grupales, así que me hice amigo de 5 personas, con los cuales estaba todo el día juntos y había solo una mujer (algunos sabrán que en grupos de hombre cuando hay una sola mujer siempre es blanco de risas y burlas)., pero bueno cuando llegaba a mi casa me sentía solo, igual extrañaba a mi familia, pero yo vine con un objetivo y el cual tengo que cumplir. Nunca me considere gay porque igual me atraen mujeres como también los hombres, pero son dos sensaciones distintas que me agradan mucho, con mujeres hay que ser más delicado, al momento de abrazarlas y jugar con ellas y es algo lindo pero con hombres siento que puedo ser más brusco y tomarlo y hacer fuerzas no sé cómo que me gusta pero me excita eso, cuestiones raras que me gusta hacer, con hombres mientras viví en el sur nunca concrete nada serio ni tuve experiencias ni nada, más que meterme a algún chat gay y masturbarme por cámara.


Un sábado por la mañana estaba metido en Facebook sin hacer nada interesante y algo caliente y comencé a meterme en cuanto chat encontré pero siempre prefería los chats gays como que con hombres me desenvolvía mejor hablando virtualmente que con mujeres, y así fue como conocí al Ariel, era un cabro de 26 años, que estudiaba y trabajaba, y que casualmente vivió en la misma ciudad que yo, fue así como me dio su WhatsApp y comenzamos a hablar, hablábamos todo el día hasta las 5 de la mañana y eso que él al otro día entraba a trabajar a las 9 y por las noches estudiaba, yo siempre le decía que hablemos después cuando este desocupado pero él no quería, siempre me decía “tu no me molestas” y eso me encantaba, sentía que le importaba él me mandaba fotos suyas, yo fotos mías, compartíamos experiencias y un sinnúmero de historias que nos pasaban a diario, fue así como un día me dijo que nos juntemos y yo acepte, quedamos de juntarnos por Baquedano, cuando yo llegue me senté en una banca y lo vi pero me dio vergüenza hablarle, andaba con unos pantalones y zapatos negros de vestir y una camisa rosada, con un maletín negro y hablando por celular me quede sentado esperando que me reconozca y no fue así después cuando me di vuelta otra vez y no lo vi comencé a buscarlo y se iba por lo que empecé a seguirlo (si muy psicópata yo) y en eso el cruza hacia la vereda que estaba yo y sentía que él venía detrás mío y comencé a apurar la marcha, me senté en una banca y miro para atrás y se desapareció como una nube de humo, y no podía comunicarme con él, ni él conmigo porque se me había apagado el celular, así que resignado y sintiéndome un idiota volví a mi departamento, cargue mi celular y me recosté en mi cama y tenía llamadas perdidas y muchos WhatsApps de él y en los últimos ya me mandaba a la mierda, se los respondí, le explique que llegue, como andaba vestido, etc., y él me responde a si creo que te vi y bla bla y me dice te gustaría venir a mi departamento y yo quede plop y le digo: enserio? No me dice él te estoy webiando, igual me sentí idiota al haber respondido así, pero bueno ya lo había hecho, y bueno volví a escribirle, dónde vives y me manda su dirección y el metro donde tenía que bajarme, googleé la dirección y fui, vivía en el centro y no me ubicaba mucho, más que no fuera por avenidas principales, pero en resumidas cuentas, llegue, me baje del metro y comencé a buscar la dirección y lo llamaba y el no respondía y yo pensando que me estaba molestando y que fui a perder el tiempo para allá, me envía un WhatsApp y que lo disculpe pero tenía el teléfono en vibrador y la música fuerte y que por eso no lo escucho y yo le digo ya está bien, y ya llegue, baja a buscarme, no me dice él sube tú y con vergüenza ingrese al departamento, hable con el conserje llamó al piso de Ariel para decirle que estaba abajo, me anote en un libro (con un nombre falso, por si las dudas) y subí era gigante el piso habían pasillos para todos lados y no sabía dónde podría estar la puerta suya, justo el pasillo que elegí era el correcto, estaba afuera de la puerta con el corazón en la mano y pensando el irme, me daba cosa tocar la puerta y le envié un WhatsApp y no me respondía, pero por afuera podía escuchar que tenía la música fuerte y que no escuchaba el celular, así que saque agallas de donde no sabía que tenía y me arme de valor y toque el timbre en ese momento mi corazón se detuvo por 5 segundos, los más largos de mi vida y se abre la puerta y el sonriente me dice: “hola, pasa” lo saludo de apretón de manos y beso en la cara y me senté en una silla, era un departamento chico sin muchos lujos y de un ambiente, comenzamos a hablar y para serles sincero no era lo que esperaba ósea, no era feo, ni nada y tiene un muy buen cuerpo, pero era mucho más bajo que yo, media 1.75 apox, yo me lo imaginaba alto con los músculos que se veía que tenía en las fotos que me mandaba(que por cierto no eran falsos o fotos trucadas, eran reales), abrazándome y pasándome cualquier sueño húmedo, pero no sé me decepciono, que fuese tan bajo, era como lo que yo denominada un pedazo de hombre, no por lo rico sino porque en realidad lo encontré una wea y nada él era muy distante pero si cada vez que pasaba detrás de mí, me quedaba mirando porque lo veía por el reflejo del refrigerador y pasaba tocándome la espalda dándome palmadas o me tiraba comentarios como “tírame un beso”, después de tomar un café que me ofreció, él se fue a sentar al sillón y me dejo sentado en la mesa solo y me dio rabia así que le dije ya me voy y él me dice: “has lo que quieras”, y yo respondo : “obvio que hago lo que quiero” y él me dice “ándate a la mierda” y le respondí: “eso quieres?” y él me dice: “ya te dije ándate a la mierda”, tome mi bolso y le digo: “ya chao” se despidió de mí y cuando abrí la puerta y estaba con medio cuerpo afuera me dice: “de verdad te vas?” y le digo: “si eso quieres o no” y él me dice: “no” (pero lo dijo de una forma tan tierna, que toda la primera imagen decepcionante que me lleve de él se borró) y cerré la puerta y me fui a sentar con él al sillón, él comenzó a hacerme cariño en el pelo y me agradaba bastante, y yo le acariciaba la barba, para ese entonces mi excitación era full pero era un momento muy tierno para yo empezar con calenturas y en eso él me dice que nos vayamos a acostar un ratito y después nos levantábamos a ver una película, bueno le dije yo, me saque mis zapatos y con ropa y todo me acosté y el también, ambos recostado sobre la cama, el me pidió que lo abrace y lo hice y con el pene full erectado y no quería acercarme mucho a él para que no se dé cuenta y en eso pasaron unos 30 min yo no podía dormir, por lo que le hacía cariño en el cabello y él se da vuelta y me da un beso y comenzamos a besarnos apasionadamente, él era como brusco ósea me metía toda la lengua y le excitaba morderme los labios, porque son gruesos (no soy trompudo, pero tengo bueno labios) y así mi corazón no daba más del placer pero del miedo, primera vez que me enfrentaba algo así no sabía que continuaba, me sentía un completo inútil, no sabía y tocarle el poto, el pene o qué hacer, simplemente lo abrazaba, mientras él con una mano la iba introduciendo en mi jeans, hay sentía que eyacularía, una por la excitación y otra porque el pene lo tenía hace rato parado rozándome el bóxer, y en eso que él me tocaba la cabeza de mi pene me dice: “ohh la cagaste estas muy mojado, te fuiste?, me pregunta”, no aún no le respondo y continuamos besándonos y el me tocaba el pene, y ahí no sé cómo ni de donde pude sacar mi mano de atrás de su espalda y por encima de su pantalón de vestir empecé a tocarle el pene, frotárselo, la verdad no puedo explicar cómo me sentía, era como que estaba siendo tirado por un acantilado, como que tenía el corazón en la boca y desabroche su pantalón lo baje un poco y saque su bóxer, no era el gran pene, pero si mucho más grande y grueso que el mío, así continuamos besándonos rosando nuestros penes (que es una de las cosas más excitantes que he hecho) y de apoco comenzamos a desnudarnos, él se colocó arriba de mí y me besaba y tiraba del pelo, no fuerte sino como diciéndome eres mío (royos que me paso) y como que hasta ese entonces después de 30 min besándonos, y que en realidad él me tocaba, tome confianza y le toque el culo, y le rosaba el orificio muy sutilmente, mientras él me besaba el cuello, el mentón uff por todos lados, y después me pidió besarme la tetilla, yo soy muy cosquilloso y no quería pero de apoco y con el excitación fui accediendo, después volvió y cambiamos de posiciones él abajo y yo arriba y me mordía los labios, me hacía mierda pero no me quejaba y eso le calentaba más porque me decía: “puta que rico, que no te quejes me calienta caleta eso” entonces como era primerizo en todo esto no quería parecer una perra, aunque por momentos me sentía así y bueno no sé qué posición hice que él me dice: “tú ya has hecho de pasivo cierto”, no, por qué, respondí yo, porque te colocaste encima de mío y como tienes tus piernas, y yo le digo te juro que no (pero yo pensaba que una relación sexual gay el que la tiene más grande es el activo, y bueno él la tenía mucho más grande que yo) y nada comenzó a meterme el dedo en el culo para dilatarme y ahí comprobó que no había sido pasivo y sentí la yema de su dedo en mi culo (y no sé porque pensé cuando hablaba con mi mejor amiga y ella me decía que weones la joteaban y le decían cosas y yo le aconsejaba mira cuando salgas con ellos y lo primero que te pidan sea sexo en la primera cita, tú di no, jamás te entregues así como así, porque para un hombre quedas como la puta fácil al tiro) y bueno pensé por un minuto que la que estaba arriba de Ariel era mi amiga y dije: ¡no, para! y él me dice: “qué onda” y no sé cómo le dije: “no estoy listo no” y él me dice: “para que” yo le digo: “para que me la metas, no quiero” y me baje y me acosté al lado y él me dice: “tampoco tenía ganas de follar hoy día” y bueno después nos despertamos como tres veces más en la noche e hicimos lo mismo pero nunca hubo penetración, si él me pregunto si yo quería metérselo, no le dije, no me sentía preparado, al otro día me levante nos besamos, tuvimos la quinta ronda de lo mismo y me fui a mi departamento, y desde entonces es que aún hablamos, ya han pasado 7 meses y aun nada y creo que eso no sé le llama la atención, porque un día le dije soy el primer weon que te ha dicho que no en la cama, y será cuando yo quiera, no cuando tú digas, y cuando le dije eso, retrocedí en toda mi vida y todo lo que había avanzado en mi desarrollo como persona gracias a ser bisexual, me ayudo a conseguir más confianza pero por sobre todo seguridad, ahora me da risa y me agrada bastante cuando en Instagram me siguen chicos guapos, y me piden el WhatsApp o el Facebook creo que logre vencer mis temores, pero eso no significa que ahora me ando ofreciendo por todos lados no, sigo con mi bajo perfil pero más confiado de mí mismo y de ahí sale otra historia también gay que fue paralela a la que vivo con el Ariel y donde en ésta nueva historia está todo lo que no hice con Ariel y en menos de dos meses, viví el amor, la traición, la desilusión, el karma, el sexo, el dinero, uff muchas cosas más…