martes, 9 de junio de 2015

Express no tan express

Entre sueños escucho a los perros de la vecina ladrar, tomo un poco de conciencia y empiezo a abrir los ojos. Miro el techo blanco levemente iluminado por la luz que se filtra por la persiana. Veo la hora, son las 12:30. No estoy seguro si es martes o miércoles. Pero da igual, igual no tengo nada que hacer. Pesco el teléfono pah revisar las notificaciones. 
Algunos correos basura, Facebook sapeando que fulano y zutano también comentaron una foto que yo había comentado, unos whatsapps de mis compañeros de U hablando sobre los paros. “Teléfono culiao” pienso antes de tirarlo a la cama y pararme. Voy al baño, echo la matutina, me lavo las manos y la cara y voy a la cocina a prepararme desayuno. Vuelvo a mi pieza con una taza de café y un pan con queso caliente. Pesco el teléfono y abro Grindr. Lo veo y tengo dos mensajes el conociendo piola me dice “hola”, no me tinca, pero respondí por ser gente y dejar de lado los prejuicios. El otro mensaje es de un tal Franko que dice “Buena hermano”. Miro el perfil, veo un torso medio marcado, no mucho pero tiene lo suyo, se le ve la mitad de la cara, de la nariz para abajo, tiene los labios carnosos el hueón. La foto termina con unos pantalones de buzo del bulla. Este hueón me cayó bien. Le respondo “Hola hueón” y dejo el teléfono de lado y prendo la tele en el Cartoon Network, están dando Clarence “Puta que me hace reír este culiao” pienso mientras termino de tomar desayuno.
Pasa un rato y siento el teléfono. Grindr avisa que alguien habla. Lo miro y cacho que el Franko respondió. La conversación típica y las preguntas típicas de Grindr. Los “qué haces?”, “Qué buscas?”, “Qué rol?”, y esas preguntas de mierda mata pasiones. Pero algo tiene el hueón, así que le respondo “Estudio. Ando conversando y de ahí lo que se dé con la persona. Y por el rol… puta hermano. El rol es tan variable en mi caso. Hay hueones que me prenden para ser activo, otros pasivos y otras veces vuelta y vuelta. Así que dejémoslo en versátil.” Le escribo. “ajajajaj buena, y yo pa qué te prendo?” me escribe el hueón. “Este hueón anda lanzao. Pero qué le hace el agua el pescado poh.” Me digo. “Vente y lo averiguamos si querís poh hueón” le escribo. El hueón picó de una el anzuelo. Le doy mi dirección y me voy a lavar, una hueá rápida sí. Si al final, no ando en plan de conquista. Me hago un lavado por si acaso y echo una ordenada por encima. 

No pasa ni media hora y este hueón llega. Salgo a abrirle la puerta y me encuentro al Franko. Pelo corto, medio choro, un pircing en la oreja y en el costado de la nariz, labios carnudos (me dan ganas de morderlos ahí mismo), el loco el más alto que yo, no mucho pero me lleva unos centímetros de ventaja (como si fuera a crecer más poh hueón). Lo hago pasar, y el loco pregunta si vivo solo. Le digo que no, pero que estamos solos. Así que ni un drama. Vamos pah la pieza, lo hice ir delante de mí para mirarle la raja. Se ve paradita. No me resisto y se la agarro. “Shhhh, andái tímido” me dice. “Es que no me resistí poh hueón. Tenís la media raja.” Le respondo. “Agarrame esta mejor poh hueón.” Me dice como desafiándome. Lo miro y me cago de la risa “me costará mucho seguro poh” le digo mirándolo de frente con nuestras caras a un par de centímetros de distancia. “Dale poh” me dice. Empezó el hueveo mierda. Le doy un beso corto y me separo. Nos miramos un rato. Ni uno pronuncia palabra. Trato de leer sus ojos pardos, pero se me hace difícil. Filo, me tiro a besarlo de nuevo. Ahora con ganas, nos entregamos al placer. Nos besamos con pasión, con esos besos húmedos, desesperados. De esos que le das a alguien, a tu pareja o lo que sea, después de abstinencia o de pelear. Me toma la cara y yo su cabeza, hundiendo mis dedos en el poco pelo que tiene. Los dos estamos agitados. Algo tiene este hueón que me calienta. Tengo el pene duro bajo short que uso para andar en la casa. Lo hago chocar con el suyo aprisionado bajo los jean. Lo tomo de la nuca con la mano izquierda y lo aprieto contra mí para besarle el cuello. Su barba de tres días me pica rico. Bajo la mano derecha y desabrocho el jeans. Meto la mano y me encuentro con su paquete. Andamos por ahí en porte. Pero la tiene más gruesa que yo y no está circuncidado. Tiene la cabeza húmeda igual que yo. El Franko hace lo mismo, me agarra el pene y empieza a pajearme. Nos pajeamos de pie mientras nos besamos los labios y cuellos en intervalos. Las únicas pausas son para tomar aire y gemirnos en los oídos mutuamente. 

Cambio mis manos de lugar, tomo su polera y lo despojo de ella. Lo tiro de espaldas a la cama. Mientras cae, me saco la polera y luego en dos movimientos lo dejo sin pantalón, bóxer y calcetines. Me saco los pantalones y me lanzo sobre él. Nos besamos con vehemencia. Nuestros penes se frotan uno al otro con movimientos de pelvis sincronizados. Beso su cuello, bajo a su clavícula, me detengo en sus tetillas y las mordisqueo por turnos, paro a la mitad de trayecto de una a otra y comienzo a descender dejando una huella de saliva con la punta de la lengua. Paso por pocos centímetros el ombligo y me topo con su glande duro y mojado apuntando hacia arriba. Palpita, parece que tiene vida propia. Doy pequeños lengüetazos en el frenillo. De poco entro en confianza y mi lengua empieza a recorrer desde la base hasta el glande, dejando saliva por todo el falo. Abro la boca y la trago toda. Su olor y el gemido que da cuando lo hago me dejan loco. Este hueón me tiene mega caliente. Se la chupo como condenado. Pasa un rato y las mandíbulas me empiezan a dolor un poco. Me paro en la cama y le digo que arrodille. Ya sabe lo que tiene que hacer. Toma mi pene con las manos, me paje despacio. “Nunca he chupado uno circuncidado” me dice. “Aprovéchalo” le digo y comienza su faena. Conchesumadre el hueón rico. Se la traga toda. La chupa como si tuviera magister en la hueá. Mientras lo hace me toma una nalga con una mano y con la otra me masajea las bolas. Le tomo la cabeza y le hago cariño en el pelo. Cuando la tomo con las dos manos ya sabe lo que viene. Se queda quieto y yo me muevo rápido, le follo la boca. Y él aguanta todo. Termino mi follada haciendo un garganta profunda. Cuando le saco el pene de la boca respira como si hubiese salido recién de la piscina después de haber aguantado la respiración. Un hilo de saliva es todo lo que une ahora mi pene y sus labios. 

Me arrodillo a su altura, lo beso apasionadamente, lo miro y le digo que se dé vuelta. Queda en cuatro en la cama con el culo parado. Le tomo las nalgas, las masajeo y las abro para verle bien el ano. Tiene poco pelo y su hoyo palpita. Le tiro un escupo y lo esparzo con los dedos alrededor de su ano. El Franko gime. Empiezo a pasarle la lengua. A tratar de follarlo con ella. El Franko sigue gimiendo. “Parece que me toca ponerlo” me digo. Empiezo a meter de a poco los dedos. Primero uno de a poco hasta el fondo, luego lo saco y hasta el fondo de nuevo. Cuando puedo hacerlo sin problemas intento con otro. Dos dedos adentro y el Franko mordiendo la almohada. Me acomodo por detrás de él sin sacarle los dedos del hoyo. Acerco mi boca a su oreja por detrás y le susurro “Querís que te lo meta?” Asiente con la cabeza. Estiro la mano, saco un condón del velador, le saco los dedos del hoyo para poder ponérmelo. Le digo que se tire de espaldas y abra las piernas. Me acerco, ajusto la cabeza en la entrada y hago presión. Entra con algo de dificultad pero lo hace. El Franko la goza y la sufre. No sé cuál de las dos me calienta más. Por fin entra toda. Los dos soltamos un gemido al unísono. Caigo sobre él y lo beso. “muévete” me dice. Yo ni hueón. Dejo la pura cabeza dentro y lo embisto. Una y otra vez, cada vez más rápido. El Franko entierra sus dedos en mi espalda y de vez en cuando baja y me agarra el poto. Yo dejo el peso en un solo brazo y con la otra mano lo masturbo, toco su pecho, cuello o a veces lo sostengo desde los hombros para metérselo con más fuerza. 

La posición me cansa así que le digo que se siente en mi pene. Ni reclama. Me acuerdo de espaldas, él pasa su pierna por sobre mis caderas y de acomoda. Agarra mi pene y lo coloca en la entrada de su hoyo y termina de sentarse. Conchesumadre, otro gemido al unísono. “Que estái rico Franko culiao” le digo. “Si? Mira ahora” me dice y se empieza a mover. Mueve sus caderas en círculo y después hacia adelante y atrás. De vez en cuando se separa un poco y me dice “Muévete tú”. Le hago caso y me muevo. Esta vez rápido y con fuerza. En la misma posición me siento y lo abrazo. Él sigue moviendo sus caderas mientras nos besamos. “Hueón, me voy a ir.” Me dice. “Espérame un poco. Yo estoy a punto igual.” Apoyo mi espalda otra vez en la cama y se empieza a mover. “No aguanto más” dice el Franko. “Ándate en cima mío” le digo. No termino la oración y Franko pega un grito de placer junto con sus contracciones del ano me hacen acabar dentro de él. De su pene salen chorros de semen que se esparcen en mi abdomen, pecho y cuello. Mientras que mi pene se hincha botando chorros de semen en el condón dentro del hoyo del Franko. Se desploma sobre mí y pasa sus brazos por mi cuello. Lo abrazo. Ambos respiramos agitados. Nos besamos. Creo que mi pene aún bota semen. El Franko se hace para adelante dejando salir mi pene de su ano, ya está algo flácido, igual que el suyo. Nos miramos y nos reímos. “Hueón te dejé lleno de moco” me dice. “Nah, tranquilo.” Le digo al tiempo que recojo un poco con el dedo y me lo llevo a la boca. “Está rico”. Le digo.
Nos quedamos ahí tirados un rato, conversamos de la vida y regaloneamos un rato. La tentación de dormir un rato llegaba cuando se para y dice “Hueón, me tengo que ir. Hoy vuelvo pah mi casa.” “Y Dónde vivís hueón?” le pregunto. “En Conce, vine a ver a mi tía que vive cerca.”
Puta la hueá. Cuando encuentro un culiao que me deja loco en la cama es de región. Le doy mi número y le digo que si viene a ver su tía de nuevo me avise para vernos. “Si poh hueón. Si la próxima vez te parto el culo yo.” Me dice mientras me pega una palmada en la raja y un piquito en los labios.

7 comentarios:

  1. muy bueno tu relato felicitaciones

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  2. Muy bueno se espera que continúe jajaja saludos

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  3. Al fin algo genial, nada que decir mas que felicitar... me tienes en el metro con el pico duro mirando con hambre el paquete en buzo adidas del weon en frente de mi

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  4. Compañero. Si no es el mejor, es al menos uno de los mejores!
    sigue así
    muchas gracias

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  5. Buenísimo tu relato, si tienes más cuéntanos jajaja

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  6. Excelente relato y redacción, así da gusto leer. Un abrazo y suerte con el Franko ;)

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