El Veneno Chico (segunda parte)

Le seguía los labios, el Víctor hablaba y hablaba. Veneno chico, me caíste bien Veneno chico, eri un weon vio, eri ascurrio, te estai puro perdiendo no más aquí hermano, ma encima ahora te quieren con papas fritas los culiaos así que tenis que puro virarte, tómalo como consejo de un weon que no te conoce, piensa que a tu mamá no le gustaría perder otro hijo, sabía qué hace hartos años una noche maldita, por una de las ventanas de su antigua casa había entrado una bala loca, había rebotado justo en el cuello de su hermano de 8 años, murió altiro, y parece que se acordó, le corrió una lagrima, y a mí me entro ese pesar en la garganta, un nudo ciego, me dijo, puta weon me ha tocado difícil y sé que he dao la pelea pero es que me siento solo, sobre todo ahora, no tengo a nadie de mi familia aquí, hermano, le respondí, yo también estoy solo, hace rato que estoy solo, me fui de la casa como a los 15, lo único que tengo es este departamento que más parece cárcel, todo enrejado, me la paso puro trabajando, y ni bacilo weon, sé que no la hay pasado bien pero tení que salir adelante no más, no queda de otra, ponerle el pecho, eran las 3 de la mañana, habíamos hablado tanto que no me di ni cuenta que ya eran las 3, me tenía que levantar a las 7 y media pa irme a la pega, no podía echarlo, sabía bien que no tenía donde dormir, aunque no quisiera decírmelo, no se había acordado de ese detalle en toda la noche, oye weon sabi que tengo que levantarme entero temprano y ni cache que hora era, si queri te podi quedar a dormir, me imagino que no tenis pa donde irte, soltó una sonrisa, me dijo, hermano sabi que te miro a los ojos y cacho altiro que vo soy una persona pulenta de adentro, uno cacha altoque cuando alguien es de pana, vo soy de verdad weon, no sé porque no habíamos hablado nunca antes, he vivido toda mi vida en esta población y nunca haber hablado antes, pensaba irme a dormir a la casa de una tía que vive en Los Morros pero igual es tarde, me tiro aquí en el sillón y mañana me voy contigo temprano hermano, le pase unas frazadas, almohada, había olor a copete, estábamos entonados, curaos sinceros, me daba confianza este weon, no era picao a choro, no tenía ese escudo, esa coraza impenetrable de los que se creen malos, o quizás conmigo no más era así, quizás cacho que no tenía que hacerse el duro conmigo, no se imaginan lo difícil que es sacar a uno de estos locos de ese personaje de película, de ese maldito al que nada le hace daño, ese choro que nadie nunca pasará a llevar. Me fui a acostar, el Víctor se tiro en el sillón, en mi cama pensaba en que era imposible que me hubiese calentado con este weon, era el copete no más y tonteras mías, me estaba haciendo mal estar tan solo, me estaba fijando en weones, me daba risa por dentro, pero también me angustiaba, eran sentimientos mezclados, encontrados, escondidos quizás, él no me nombro ni una mina en toda la noche, no hablo de polola, ni señora, ni nada, no dormí casi nada, me levante en la mañana, tome desayuno, no había despertado, lo miraba, tirado en el sillón, con una expresión tranquila, el silbido de su respiración, no quise despertarlo, lo deje durmiendo, total no había nada que me pudiera robar, o que me importara, de le iban a servir los cajones de tomates o la tele vieja, me fui a la pega, un día normal, todos los recorridos en micro miraba para afuera y tenía su cara grabada, me caía muy bien este weon parece, volví a la casa en la noche, no estaba, no lo vi en los pasajes, ni en el paradero, no había ni un rastro suyo, había desaparecido, dejo todo ordenado, boto las colillas de cigarros y lavo los vasos, me dejo las llaves escondidas atrás de la ventana, y se fue, baje a comprar cigarros, una vecina me dijo que había visto salir al Veneno Chico de mi casa, le dio susto, pensó que había pasado algo malo, no le hablo ni nada, solo vio que salió, cerró la puerta y camino hacia la calle principal, le dije que no se preocupara que era amigo mío, la vieja me dijo que tuviera cuidado, que ese se hacia el weon no más, que era bandido, igualito que el papá, que yo era un buen cabro que no me echara a perder con ese weon, en volá se había ido lejos, como dijo, donde nadie lo conociera, o quizás todavía andaba revoloteando por las calles angostas de la comuna, tragando aire, esperando, esperando, aprovechando la oportunidad, vivo a todas las jugadas, con diez ojos en la espalda, cuidándose, y esperando, o quien sabe que wea andaba haciendo, ojala que este bien, era lo único que pensaba, me acosté, me quede raja altiro, había sido un día cansador en la pega, siempre me quedo dormido con la tele prendida, me siento más acompañado, como a las 3 de la mañana golpean la puerta, me asuste un poco, abrí y era el, ahí estaba otra vez, ya me estaba pareciendo costumbre, estaba con la misma ropa del día anterior, todavía tenía el buzo con manchas de sangre, la polera igual, ¿Qué paso weon, que te paso?, hermano disculpa que venga a webiar a esta hora, me fui en la mañana, cache que no me despertaste, intente que nadie me viera cuando salí, vo cachai que son más cahuineras las viejas, fui pa donde mi tía pero no quiere saber ná de mi por unos ataos que tuvimos hace un tiempo, pensé que se le había pasao la wea, la cague con ir pa allá, y puta weon no tenía donde dormir, no quería venir a molestar pero puta no quería dormir en la calle, te prometo que es por esta noche no má, ya mañana me voy a ir pa otro lao, lo hice pasar altiro, me seguía dando ese sentimiento paternal, me daba pena un poco, no lastima, pero me ponía en su lugar, cuando yo me fui de la casa pase por muchas weas parecidas, no tuve donde dormir en harto tiempo, me hubiese gustado poder tener alguien con quien contar en ese caso, asique quizás por eso era que me sentía así cuando veía su cara, esa mirada de no tener a nadie, de no poder afirmarse de ni un lado, se veía que estaba cansado, le ofrecí algo pa comer, me contó que había andado todo el día puro webiando, buscando donde lo recibieran, pero estaba más botao que cualquier colilla de cigarro miserable en un paradero de micro, fue hasta a Pudahuel donde un amiguito que tenía pero el weon no estaba, le dijeron que había caído preso como 3 días atrás, se vino pa acá bien tarde pa que ni un weon lo cachara, me dijo que de verdad le daba susto andar por aquí, el Waton Jaime le había dicho que si lo volvía a ver lo iba a matar, me confeso que era verdad que él le había robado la plata, eran dos palos, sabía dónde el culiao guardaba la plata, se lo quiso cagar por maricon, le tenía mala al weon porque lo trataba como cualquier basura, nunca fueron amigos, había empezado a trabajar pa el por necesidad no más, la plata la había escondido bien, con eso se iba a ir lejos, seguía diciendo, donde nadie lo conociera, le dije si quería dormir conmigo, en mi cama, en mi pieza, conmigo, nose porque le dije eso, pero ya lo había dicho, el sillón es bien incomodo, pa que dormai mejor, mañana quédate no más si queri, pa que te voy a despertar en la mañana, me sonrió, me gustaba ese gesto, esa sonrisa profunda, era una alegría de verdad, se notaba, me dijo altiro que bueno, nos fuimos a acostar, conversamos un rato, le pregunte lo que me había dado vuelta harto rato, ¿y no tenis polola oye, veneno?, no weon, hace harto que no pololeo, ni ahí con las minas, hasta se me olvidan de repente, ¿pero cómo, no teni nada por ahí, ni una cosa?, no hermano, nada ¿Por qué, porque tanta pregunta?, me reí, esa risa vergonzosa, perseguida, estaba siendo muy evidente, me pasaba algo con este weon, y ya ni me lo cuestionaba mucho, tenía ganas de dormir apoyando mi cabeza en su pecho, tenía ganas de que me abrazara, me calentaba con una ternura cómplice, estaba en mi cama, acostado al lado mío, pero era imposible para mí y para el que llegara a pasar algo, me seguía mirando provocador, con los ojos pillos, picarones, me habré puesto rojo, la hora pasaba y pasaba, yapo responde, ¿Por qué tanta pregunta de si tengo mina?, por nada weon, es que no te había preguntado no más, claro es raro igual que no tengai a nadie, seguía mirándome fijo, como intentando buscar otra respuesta más sincera, me estaba persiguiendo, se enderezo un poco, como intentando pararse, se me acerco, ¿sabi porque no tengo mina?, me dio un beso, ahora entendía, ahora cache porque no tenía polola, y porque había vuelto, se dio cuenta cuando le lavaba la cara llena de sangre, cuando le pregunte en la plaza si tenía donde quedarse, se había dado cuenta hace rato, y a mí se me notaba, el olor a soledad, a primavera marchita, a este departamento con olor a encierro, el beso seguía, me separe por instinto animal, por mantener mi parada firme de macho, como se les ocurre que yo iba a ser el weco de la población, como iba a ser yo el maricon Maycol, el rumor iba a volar de block en block, de escalera en escalera, de comuna en comuna, de cancha en cancha, na que ver, nos estábamos equivocando, sale weon, que wea te pasa, me puse a llorar, se paró rápido y me abrazo, tranquilo Maycol, tranquilo, yo cache del primer momento como me mirabai, no soy weon, en volá ni tú te diste cuenta, a mí me gustan los loquitos pero nadie sabe y pensé que a ti igual por cómo me trataste, como me mirabai los labios cuando hablaba, disculpa por ser así de lanzao pero es que no me aguante tampoco, ¿Por qué creis que vine a molestarte tan tarde, justo a ti?, ósea que era mentira que no tenía donde dormir, ósea que había sido la excusa perfecta pa meterse en mi casa de nuevo, se había aprovechado de mi buena onda, ¿era mentira entonces que estabai tirao y no teniai donde ir?, no weon es verdad, pero igual volví mas por ti que por poder dormir en un sillón, francamente. Me abrazo por harto rato, yo no me entendía nada, no entendía porque no le había pegado un combo, ¿porque no me deje de pensar weas?, a estas alturas del partido me iba a hacer fleto, que chucha la wea, ¿porque no lo saco cagando del departamento, porque aguanto que me abrace, porque me gusta sentir su olor, porque me gustan las venas de sus brazos?, lo tire a la cama y le di otro beso, estábamos los dos, nadie más, ni un vecino, ni un narco, ni un familiar, ni la Cinthya, solo los dos, en la cama, me borro todas las culpas del cuerpo, me saco la ropa de a poco, pidiéndome permiso con los ojos, me daba besos en el cuello, ya me daba lo mismo pensar más, me daba lo mismo, no podía ser yo mi peor juez, era solo la noche, nosotros dos en el departamento que ya no me parecía húmedo, ni grande, ni solo, ahora era un pequeño espacio libre de todo peligro, era el lugar más hermoso de toda la población, de toda la tierra entera, ni las sirenas de los pacos, ni los ladridos de los perros, ni los balazos a lo lejos nos podían machar ese momento perfecto, con una tierna brutalidad me lo metio, me abrace fuerte, sin pausa, no me dejaba respirar, era fuerte, me protegía, de todos los malos recuerdos, me sentí querido, en mucho tiempo no me había sentido querido, éramos lo único que me importaba en ese momento. No sé cuánto rato estuvimos culiando pero había amanecido, mire el reloj y eran las 8 de la mañana, no iba a ir a trabajar, no estaba ni ahí, quería quedarme todo el año en esa cama con él al lado, dormimos hasta tarde, abrazados, no habíamos dicho ni una palabra, empezaron a golpear la puerta fuerte, ya se venía abajo, sale perro culiao, sé que estay adentro chuchetumare, sale altoque Veneno culiao, te voy a matarte bastardo hijo e’ la perra, saltamos los dos de la cama, se puso los pantalones, no había tiempo pa pensar, era el Waton Jaime, la puerta se venía abajo, alguien le había dicho al culiao que el Víctor estaba aquí, alguien lo había sapeao, estaba cagao de susto, le dije que se arrancara por la ventana de la pieza, se podía ir corriendo por la ampliación del piso de abajo y tirarse a la calle, y que corriera, que tomara cualquier micro, que nunca volviera, que si salía fuera a verme al trabajo un día pero que se arrancara ahora, salto por la ventana pal techo de abajo, abrí la puerta, el Waton Jaime había bajado la escalera corriendo con otros dos weones, andaban con pistolas, salí de vuelo del departamento a la calle atrás de ellos, el Víctor doblo en la esquina, la llave goteaba, el departamento me volvió a parecer grande, como un galpón oscuro, húmedo, el resplandor de la tele seria de nuevo mi única compañía, en la esquina que mataron al Víctor pintamos un mural entre varios amigos, un mural suyo, sus ojos cafés, su cuello moreno, su mamá vino del sur, pusieron una animita junto al mural, siempre que puedo le pongo una velita, le converso muchas cosas que no pude decirle, me arrepiento de no haberlo conocido antes, de no haberlo ayudado antes, le he pedido favores, muchos vecinos hablan de porque estaba en mi casa esa mañana, porque lo llore tanto si no éramos amigos, a mí los veranos me parecían mejores cuando era chico.