El washito de cam4 - Parte 3 y final

Honestamente no sé por qué pensaron que la historia había concluido en la entrega anterior. Mínimo una conclusión, nunca tan cortante po cabros. Continuemos.
2da parte: http://relatosflaitecitos.blogspot.com/2016/01/el-washito-de-cam4-parte-2.html

Después de que me dijo esa weá me quedé helado. Mil cosas se me iban a la cabeza: ahora entendía todas esas veces que no se podía juntar, cuando no tenía ganas de tirar y los días en los que me ignoraba. Se estaba acostando con otro y más encima parecía gustarle. Antes de desatar mi histeria le saqué toda la información posible. Lo había conocido en un chat gay porque hicieron un trío con su pololo (sí, el weón tenía pololo), era diez años mayor que Pedro aunque no lo representaba (32) y ahora culeaban sin que el pololo del weón supiera. Linda la weá. Que no sabía si le gustaba, que no sabía nada.

-Además el loco tiene pololo, nicagando me meto en una relación-, se justificó Pedro.

-Ya lo hiciste po, y por qué no me contaste antes-, pregunté.

-No estaba seguro de lo que pasaba, además que weón, nosotros no somos nada... somos amigos-, sentenció.

Me dio un escalofrío y sentí una angustia brutal. Pocas veces hablamos directamente sobre la situación que teníamos. Esas pocas veces decíamos que éramos amigos y que cada uno podía hacer lo que quisiera con otros locos, no teníamos que darnos explicaciones. A esas alturas estaba clarísimo que el Pedro me gustaba más que la mierda, pero él no estaba ni ahí con tener algo serio con nadie, según me había dicho.

Rápidamente la tristeza mutó a rabia. Me sentía traicionado y lo odiaba. Le grité que era un imbécil, que el weón se lo iba a culear por puro que es jovencito y después lo iba a botar. Que se fuera a la mierda y nunca más me hablara.

Esa noche, no les miento, me quedé llorando en el depa. Como una puta herida. Cuál hardcorita echándose cremita en el chiquitín.

Quería seguir puteándolo por whatsapp pero me contuve. Imaginaba que el culiao se había ido donde el otro weón y ahora estaban follando de lo lindo. Me quedé dormido y cuando desperté miré ansioso el teléfono para ver si tenía algún mensaje de él. Nada.
Pasaron dos o tres días hasta que, sin miedo a perder la poca dignidad que me iba quedando, le hablé. Le dije que necesitaba conversar con él en persona, que era urgente. Esa misma tarde nos juntamos en el Parque Bustamante y le dije todo lo que sentía.

-Puta sorry por el show del otro día, en verdad me anduve pasando rollos-, le dije.

-Sí caché. Pero qué onda, por qué pusiste tan brígido?- preguntó Pedro.

Silencio.

-En serio no te dai cuenta?

-Mmm de qué?-haciéndose el weón.

-De que me gustai po. Me gustai harto- respondí casi enojado.

Cuando le dije eso se quedó en silencio un rato y luego de que le pidiera una respuesta me dijo:

-Puta yo sabía que podía pasar esto. En verdad Nacho yo no quiero nada serio con nadie. No ando en esa. Tu erís bacán y me caís la zorra, lo pasamos bien y todo, pero no quiero nada más.

Digamos que mi corazaund había sufrido una fractura al miocardio y, muy compuesto, le dije que lo entendía, que estaba bien pero no quería dejar de ser amigo de él.

El resto de la conversación fue una negociación de cómo llevaríamos las cosas de ahí en adelante y el consenso decía que seguríamos agarrando pero no saliendo tanto. La idea era evitar que me siguiera enganchando. Le prometí (mentí) que se me pasaría y que se me iba a pasar en un par de días, que también quería webear igual que él.
Después nos fuimos caminando, nos dio hambre y pasamos al depa de mi hermano a comer. A comernos. Webeo sin sentimientos (sí oh).

Los próximos días pasaron así: nos veíamos solo los fines de semana pa hacer weás como subir el cerro en bici, ir a alguna expo interesante o simplemente pasar el rato. No siempre terminábamos agarrando. Como que ya me había relajado con ese tema y pensaba que era buena señal no buscar comerme su boca a cada rato. Parelalemente le preguntaba qué onda con el weón que según me había dicho le gustaba un poco, el loco mayor que tenía pololo. Me dijo a regañadientes que se seguía juntando con él, poco eso sí, porque apenas tenía tiempo. Pero nada más. Por dentro ardía en rabia y pena pero fingía que me daba lo mismo.
La verdad es que de a poco fui soltando el tema, me costó pero filo, quería puro seguir comiéndome al Pedro y filo con la weá amorosa. Cómo tan pasado rollos.

Y pareciera que cuando dejé de preocuparme todo fluyó mejor. Seguimos saliendo y agarrando pero ya no teníamos sexo. Igual siempre terminábamos corriéndonos mano en algún parque pero no podíamos culear básicamente porque no teníamos lugar y nos daba paja ir a un motel. Fue así como comenzamos un tour por todos los parques de Santiago buscando el más idóneo para toquetearnos y darnos placer. Muy zun dada.
Me daba mucha risa la situación. A esas alturas era muy evidentemente que "estabamos saliendo" pero no hablábamos mucho del tema. Hasta ese día.
Caminábamos por Provi con un helado cada uno hasta que me dice:

-Y lo lograste ah.
-Bah, qué cosa?- Muy sin entender nada.
-Esto po. Me tenís pa ti nomás-

Me reí y pedí una explicación a ese comentario.

-Sipo. Si weón, salimos casi todos los días, nos comemos y todo... eso no es pinchar?

Nuevamente me reí, entre nervioso y feliz. Y le respondí:

-Jajaja sí, gané. Pero igual tú no querís nada serio así que tranqui.

-Obvio que tranqui. Aunque ya no me meto con nadie más. Dejé de ver a Matías (así se llamaba el otro saco wea jjj) y no quiero webear más.

Escuchar eso fue la gloria máxima. Un organismo sin eyaculación.

Esa misma noche llamé a mi hermano para pedirle el depa porque se iba a la playa y no le dio color con pasarme las llaves. Nos fuimos directo para allá y luego de ver tele abrazados, dandonos besitos suaves, empezó la acción.

Mientras nuestras lenguas jugaban sus manos empezaron a buscar mi ya erecto miembro. En eso empezamos a agarrar más apasionadamente y nos sacamos las poleras. Entonces él se puso arriba mío y yo comencé a lamer sus tetillas perfectas, lo que provocaba que Pedro se estremeciera y soltara pequeños quejidos de placer. Lo abrazaba mientras recorría sus pectorales y bajaba hacia esas calugas tan ricas que tiene. Luego lo miro y sellamos con un beso exquisito. Pedro se levanta, me saca el pantalón y se lanza a mi pico el que saca de una para comérselo suavemente. Realmente lo chupaba maravilloso. Recorría la cabeza con su lengua mientras me miraba, esa weá me excitaba caleta. Después se lo echaba entero adentro de la boca y luego de un par de succionadas se lo metía lo más profundo que podía y permanecía un rato ahí. No sé qué chucha pero me calentaba jevi que hiciera eso. Sentir que lo tenía MUY adentro y que casi que se asfixiaba era muy calentón. Después de dejármela muy mojada le tuve que pedir que parara si es que no quería que me fuera cortao. Entonces lo paré y le devolví el regalo. Le hice una mamada diga de escena porno. Y me costó porque este weón, como he dicho en los relatos anteriores, tiene el PEDAZO de pico. Demasiado rico wn. Lo saboreaba a mil y me lo metía muy adentro, hasta que me daban arcadas y lo sacaba tremendamente ensalibado, con una baba incluso más espesa que la normal propia de las profundidades del cardias. Él estaba realmente disfrutándolo y eso me ponía muy hot. Me pasaba su pico por toda la cara y luego probé sus bolas. Ahí se fue a la mierda nivel ojos blancos. Interesante. Lentamente subí por todo su perfecto cuerpo y luego de un beso muy mojado le dije al oído: métemelo. Sí, al fin le iba a prestar el chico.
-En serio?, me dijo. Sí weón. Quiero que me lo metai. Pero con cuidado porfa.

Lo siguientes minutos no fueron nada de sexys. Podría omitir en pos de conservar la calentura del relato pero en honor a la verdad debo decir que en ese momento entré a la ducha a realizarme un meticuloso lavado anals. Primera vez que lo hacía con tanta prolijidad. Luego de mucho rato pude salir totalmente limpio y seguro de que no habría ningún accidente. Ahí estaba mi Pedrito: echado en la cama con la corneta aún dura. Volvimos a besarnos como tanto nos gusta hasta que quedó sobre mí y bajó para probar, por primera vez, mi hoyito. A mí me encantaba comerme su culo pero él nunca lo había hecho. Apenas su lengua tocó ahí abajo sentí un golpe eléctrico. Qué weá más rica. Todos los hombres debieran probar eso wn. Heteros o traviesos. Todos. Es más, debiera ser un derecho humano consagrado en la constitución. La dura que ese día descubrí que el ano es un portal hacia el placer, para muchos desconocido.

Luego de jugar harto rato y mientras me retorcía de felicidad, Pedro empieza a jugar con sus dedos dentro mío. Ayudado con lubricante pudo ingresar dos y sentía cosas ricas. A ratos me incomodaba un poco pero sus besos aplacaban todo. Ya cuando estuvo seguro decidió empezar con su exquisita verga. Y frente a mí, mirándome, comenzó a clavarme. Muy lentamente. Mis pelos se erizaron y me puse tenso. Él lo notó.
Tranquilo Nacho, relaja, me dijo. A medida que su pico iba entrando más rígido me ponía. Ni hablaba. Le di la señal para que fuera más lento y me hizo caso. Permaneció un rato dentro mío, para que me acostumbrara, y lentamente comencé a recuperar mi capacidad motriz. Entonces lo besé y lo empujé hacia mí. En verdad me dolía caleta. Primera vez que por mi ano entraba una weá así. Tan grande.
Cuando ya estuvo toda, entera, dentro mío, recién pude comenzar a disfrutar. Le dije que quería que fuera rudo, que me diera duro. Y lo hizo. Me culió como quiso. Era demasiado rico sentir que entraba y salía con fuerza, el sonido de su pelvis con mis cachetes, sus gemidos y su cara de caliente me tenían al borde de un ineludible champañazo sin apenas tocarme el pico. La dura estaba muy sorprendido. Qué onda el ano que tan rico se siente. Había leído que es el verdadero templo del placer masculino pero comprobarlo era muy diferente. E increíblemente exquisito.

Estuvo harto rato dándome. Mi pose favorita, lejos, fue cuando lo tenía frente a mí y podía verlo y besarlo. Full calientes. Le pedí que me tirara un escupo -sí, me puse nasty- y fue tan tan rico cuando lo hizo, todo mientras me lo metía, que quería puro irme cortao y tirar chorros y chorros de leche.
Siguió haciéndolo fuerte y no pude evitarlo. Me corrí en mi guata y ha sido uno de los orgasmos más ricos que he tenido. Apenas unos pocos segundos después Pedro hizo lo mismo, adentro mío. Sí, usó condón.

No podía creer lo rico que había sido. Cuático.
Nos duchamos, nos reímos, vimos una película y nos quedamos dormidos.
Siempre me pasa que despierto duro. La mañana siguiente me lo follé yo.

De ahí en adelante las cosas con Pedro iban en una sola dirección: era obvio que teníamos algo. Éramos más que amigos con ventaja. De a poco empezamos a presentarnos a nuestros respectivos amigos y era muy normal vernos juntos. A pesar de que para ambos todo era nuevo, es decir, nunca nos habíamos involucrado sentimentalmente con otro hombre, todo se dio muy bacán y nuestros amigos, desde luego, no tuvieron ningún problema con eso. Lo mejor es que teníamos full confianza y ya no era incómodo asumir nuestros sentimientos. Por eso a las pocas semanas Pedro me confesó que efectivamente lo había conquistado, que en verdad él no quería nada serio pero no podía hacer nada frente a mis encantos (jajaja enumeró los atributos que lo encantaron pero dejémoslo así) y que lo pasaba muy bien conmigo. Nunca hablamos de pololeo pero sabíamos que teníamos algo. Y era muy bacán.

Básicamente no lo hicimos porque Pedro se iría de intercambio en pocos meses más. Por eso nos dedicamos full a aprovechar el tiempo que nos quedaba juntos. Fuimos un finde a la playa (donde culiamos como nunca, regaloneamos como matrimonio y nos conocimos mucho más), salíamos ya todos los días, seguíamos tocándonos en parques y hacíamos todas las cosas que hacen los pololos (largo paréntesis con salidas a comer; llamadas eternas con corta tú primero; paseos en bicicleta; culiones de ensueño; encuentros con amigos, etc). El weón me estaba gustando CALEEEEEEEEETA. Y lo mejor es que yo también a él.

Fue tal como lo imaginé apenas lo conocí. Me estaba enamorando de un weón que conocí por cam4, wena.

Pasó el tiempo (no mucho, fue todo muy rápido) y Pedro tenía que ise, muy lejos, durante varios meses. Hicimos miles de despedidas de todos los tipos. Todas ricas. Y la más fome fue, obviamente, en el aeropuerto. El día que se fue mi Pedrito sentí un vacío muy grande. Pero bueno. Quedamos en que cada uno podía hacer lo que quisiera durante este tiempo, pero ojalá que cuando volviera pudiéramos retomar algo.
Ha pasado muuuuy poco tiempo desde que se fue y ya no pensamos tanto en eso de hacer lo que queramos jaja. Hablamos todos los días y lo único que queremos es volver a estar juntos. Y estar juntos the rial. Ser novios.

Es lo mejor que me ha pasado en mucho rato. Es la raja.

Y como tenemos necesidades biológicas volvimos a como nos conocimos: a hacernos pajas por web cam.

Recen por nosotros y los invitaremos a nuestra unión civil.
gracias.