domingo, 24 de enero de 2016

Con el pololo de mi prima parte 5

Y asi fue pasando el tiempo en esta rara pero excitante aventura de amistad y casi relación que tuve con el Roberto. Nadie jamás supo lo que pasó entre los dos, nadie excepto mi prima Martina, que desde que me vio demasiado cerca de su hombre, empezó a desconfiar de mi y le prohibía al Roberto juntarse conmigo. El para tenerla contenta le decía que ya no me veía, pero era mentira, porque se las arreglaba para que nos siguiéramos viendo. Y eso era una de las cosas que me gustaban de él, que estaba dispuesto a arriesgarlo todo con tal de hacer las weas que quería y conmigo no fue la excepción.

En una de las tantas noches en que me llamó para que lo fuera a ver a su trabajo, esta ves en pleno invierno y como ya era costumbre en mi, levantarme de madrugada para ir con él, al llegar al sitio donde cuidaba, al verlo en un pequeño refugio que se había armado para guardarse del frío, me invadió una sensación de pena y lástima porque se veía tan vulnerable en ese momento. Había puesto un colchón y unas frazadas a nivel de piso para pernoctar a ratos, además andaba con una gruesa chaqueta y un termo con café caliente para abrigarse y mantenerse despierto.


-Como estai washo?- Pregunta él.
-bien po, muerto de frío, que me hací venir a esta hora-Respondí
-chaa hermano, le poní color weon, yo si que estoy cagao de frío.
-No si te creo jajajaj
-Pero acomodémonos acá un rato pa abrigarnos po.


Y entré en ese estrecho cuchitril que se había construido con los materiales sobrantes con que los maestros trabajaban en el día para refaccionar la casa abandonada y dejarla como la nueva Casa de La Cultura de Las Compañías. Nos conocíamos de tal forma con el Roberto que ya no era necesario preguntarnos o insinuarnos nada. El sólo hecho de yo estar ahí, era la prueba de que nos juntábamos a puro sexiar; obviamente nos habíamos encariñado, cada uno a su manera y a su ritmo por lo que no era sólo sexo y ya, nos preocupábamos el uno del otro y hasta nos daba tiempo de aconsejarnos en algún problemilla que tuviéramos por ahí.

Estábamos ambos recostados en su improvisada cama, cagaos de frío, hasta que para romper con el frío de afuera y calentar un poco el ambiente nos empezamos a tocar. Él Roberto como siempre haciendo el papel de hombre activo me tocaba el poto aún por encima de la ropa, hasta que de a poco se fue elevando la temperatura, la corporal por supuesto, ya que afuera seguía haciendo un frío brutal. Empecé a acariciar su gran chuto por encima del pantalón de buzo que él acostumbraba a usar y ya se podía sentir un bulto que comenzaba a latir estimulado por mis manos milagrosas.

Que más daba, el frío ya no importaba, así que nos empelotamos procurando rozarnos lo más posible para no enfriarnos. Pantalones, chaquetas, polerones, zapatillas y hasta frazadas fueron volando en medio de la oscuridad de ese cuartito, la que sólo se veía interrumpida por la luz de un poste cercano. Nos quedamos en puro bóxer encima de ese colchón pobre que había traído de su casa. Los detalles como ese en realidad no importaban ya que nunca fui de esperar un nivel económico alto de los weones con los que culeaba, puesto que siempre fui de pobla y los washos que me gustaban eran igual de escasos recursos, así que por ese lado no tenía ni un impedimento de clases sociales.

Sabiéndome experto con mis caricias y sabiendo que el las esperaba expectante en su cuerpo, empecé lentamente a recorrer con la punta de mis dedos desde las orejas, los lóbulos, el cuello, bajé a sus pectorales y pellizqué sus pequeñas tetillas erectas, seguí con el viaje a través de su abdomen. Ese caminito a la felicidad casi me volvió loco, mis manos temblaban, tal vez del frío que hacía, pero mucho más por querer hacer luego lo que ansiaba, necesité de mucha fuerza de voluntad para contenerme y no lanzarme a lamerlo entero como cagao del mate.

De mi boca salía ese hálito humeante cuando nuestro cuerpo tiene mucho frío, pero no me importó, así que seguí recorriendo el cuerpo del Roberto, obviando esa abultada parte que estaba en medio de sus piernas para dejarlo para el final, como plato principal, demorando el desenlace de esta sesión de sexo homosexual con el hombre heterosexual más prohibido que hubiera conocido, alargando el chicle, mientras los ojos impacientes de mi dotado amigo me trataban de observar en la oscuridad todos los movimientos que hacía con mis dedos.

Llegué a sus pies sin darme cuenta, dejándome llevar por mis mas sucios y bajos instintos, disfrutando a concho que este flaite, que era mi flaite me permitía experimentar con él.

Yo sabía que el Roberto no podía más de calentura, sus gemidos cada vez que avanzaba con mis toques por su cuerpo eran prueba suficiente, así que pasé al segundo nivel. Si tan sólo con mis dedos fui capaz de dejarlo en ese estado tan suplicante por que le chupara la callampa, podrán uds queridos lectores imaginarse cuanto más lo desearía si con mi lengua hacía el mismo recorrido de vuelta. Y así lo hice, con mi lengua empecé lamiendo desde la punta de sus pies, entre medio de ellos, probando un intenso sabor que lejos de darme asco, me encendió más en mi cochino fetiche. El cuerpo del Roberto me respondía con espasmos, temblores, quejidos y las más guarras palabras que se le ocurría decirme.


-Ohh conchetumare perro culiao ooohh ooohhh
-Oooh siii maricon culiao, te gusta la wea.
-Oohh weon no me dejí así porfa, chynito chúpame el pico!!


A cada petición yo sólo respondía con mas caricias en su cuerpo, acercándome lentamente al centro del placer, hasta que con mi lengua llegué hasta la entrepierna y pude oler los grandes testículos que de seguro estaban cargados de semen para mi boca hambrienta. Ese olor a transpiración me terminó de enloquecer y los lamí, chupé y hasta mordisqueé suave pero desesperadamente, más arriba me esperaba tremenda barreta de carne caliente, venosa, dura, jugosa, gruesa y palpitante el olor a chuto sexualmente listo para follar inundó mi nariz.

Antes de seguir subiendo me detuve en la división que hay entre el ano y los cocos, el nuesni para seguir lamiendo en forma circular en esa zona, y seguí subiendo, dejando intacto su ano para una próxima vez. Volví a sus testículos y seguí mi recorrido mientras la noche silenciosa era interrumpida por los gemidos calenturientos del Roberto y mi respiración agitada. Hasta que de un momento a otro y sin previo aviso ayudado por la oscuridad me metí toda esa tremenda pichula en la boca, la que por lo grande me llegué a atragantar pero como cualquier gay goloso no iba a desaprovechar de saborear tan delicioso miembro viril.

El Roberto que había estado todo el rato jugando con mi raja pasándome sus dedos entre medio al sentir que me tragué su pene y también sin precio aviso metió dos de sus dedos en mi ano y los revolvía dentro de mi, tratando de alcanzar aquello que con la penetración nos causa tanto placer. Yo sólo me deje hacer y mientras le hacía tremendo lavao e' cabeza relajé mi anito. Ni nos dimos cuenta de la hora, total la noche era nuestra amiga y el sitio nos resguardaba de cualquier peligro. Como de costumbre, mis mandíbulas ya se estaban cansando pero eso no me importaba.

Creo que si hubiera podido, habría desencajado mis huesos maxilares para hacer aún más grande mi boca, así como hacen las serpientes, para poder tragar grandes presas. Y vaya que era grande esta presa. De momento siento las manos del Roberto en mi cabeza. Pero no era para hundirme por completo en su sexo, sino para que me saliera. Y así lo hice, extrañado y chorreando saliva.

En completa oscuridad a ambos nos costaba ver el rostro del otro y para ser sincero, era la primera vez que el Roberto me detenía en plena sesión de conferencia de prensa. Después de unos segundos en que pensé lo peor escuché al Roberto hablar o mas bien intentando hacerlo, ya que con el nivel de excitación en que nos encontrábamos era bien difícil. Pero se empeñaba en decir algo, que con el pasar de los segundos ya no era debido a su estado excitado el que no pudiera decirlas, si no que empezaba a entender que no encontraba las palabras justas para decir lo que quería.


-Que pasa Roberto? Quise saber.
-Es que… es que… quería… - Silencio.
-Roberto dime que querí po, si sabí que te doy lo que vo querai.
-Quería saber… si te puedo… abrazar?
-jajajsjs eso era? Sipo tonto, si todo mi cuerpo es tuyo.


Estaba oscuro, pero no sé porque pude sentir que las mejillas del Roberto ardían, no de calentura, si no de vergüenza. Y me abrazó, un abrazo apretado, con esa fuerza masculina que sólo un macho podía tener, me abrazaba y me acariciaba la espalda con sus grandes manos y su rostro casi al lado del mío disfrutaba de ese momento de caricias no sexuales, a pesar de que hacía tan sólo unos instantes en que yo le estaba chupando el cabeza de haba.

A través de ese abrazo, ese único abrazo que nos dimos en todo el tiempo en que estuvimos de alguna manera juntos, pude darme cuenta de que aunque por fuera era un hombre hecho y derecho (ya tenía 21 años), por dentro era una persona que necesitaba mucho cariño, de que por dentro y aunque tuviera ese pedazo de pico, por dentro seguía siendo un indefenso niño que necesitaba atención.

El abrazo se hizo más intenso, ahora por mi parte, al entender sus razones, las que nunca me dijo a viva voz, pero que pude interpretar con sólo el contacto de ese acercamiento. Esta era su manera de decirme que me quería, que me necesitaba, que había pasado de ser un ajeno a un pilar afectivo en su vida. Fue el único momento romántico, sentimental y vulnerable en que se mostró así. Las demás veces, tanto anteriores como posteriores eran solamente un interés sexual, a pesar del cariño y el afecto que nos teníamos.

Y hasta hoy recuerdo ese momento como algo especial porque son pocas las personas que me han hecho sentir importante en sus vidas, o yo darme cuenta de ellos con ese contacto físico que traspasó lo físico y llegó a lo sentimental.
Y así como me dio el abrazo el Roberto se separó de mi, como cayendo en la cuenta de que un abrazo mostraba debilidad.

Nuestros penes seguían erectos, sin importar el emotivo momento recién vivido, así que una vez separados de ese abrazo de sentimientos, la calentura nuevamente volvió a ocupar el primer lugar y mi boca golosa se fue de una a un pene de cuyo glande salía el típico líquido preseminal. Me los devoré y cada uno de sus centímetros fueron desapareciendo dentro de mi garganta. Estábamos en el momento culmine de nuestra exploración en el sexo, y yo sabía que quedaba poco pa que el Roberto se derramara y yo también, así que apuré mis chupadas hasta sentir que a mi folla amigo le latía con más fuerza el pene.


-Ooohh perro oooh me voy, estoy a punto de irme cortao.
-Sdhjaljlhj-dije y me saqué el chuto de la boca- Dale nomas moquéame la boca.


Y a los segundos de decir aquello, mi boca se llenó por completo de un semen que yo ya conocía de memoria y que para variar era muy abundante, tanto que empezó a escurrir por mi cuello. Su pene descansaba aún estando de gran tamaño y latiendo furiosamente sobre mi hombro derecho mientras mi boca tragaba una, dos y tres veces el semen que tenía acumulado en ella.
Después de haber eyaculado y haber tenido su respectivo orgasmo, todavía quedaba yo por acabar.

Me atreví a pedirle que me lo chupara y accedió, aunque me dijo que no sabía como hacerlo y que si le daba asco no seguiría. No puse objeción, más que tuviera cuidado con los dientes. Era la primera vez que el Roberto chupaba un pene y definitivamente no le agradaba, pero siguió igual hasta el final, supongo que porque se sentía en deuda por todas las veces que yo se lo chupaba.
De todas formas yo lo estaba disfrutando y con lo caliente que estaba no necesité mucho tiempo para sentir las cosquillas típicas de un placentero orgasmo. De considerado toqué al Roberto en la cabeza, señalando que estaba a punto y a oscuras me entendió y en vez de seguir chupándomelo me empezó a correr la paja ferozmente hasta que acabé mucho moco en el suelo, en el colchón y en las manos de él. Agarré sus manos y las lamí hasta sacar todo vestigio de mi semen de ellas.

Luego de eso, nos recostamos nuevamente en su colchón y descansamos un rato, quizás quince minutos y ya para cuando estaba dándonos frío y sueño, nos vestimos y nos levantamos para el dejarme fuera de la Casa de la Cultura y antes de despedirnos de mano le dije:


-Cuando tu quieras puedes abrazarme, sólo debes hacerlo- Y me alejé caminando en dirección a mi casa.

23 comentarios:

  1. Chyno, un maestro en la redacción jajja... Estoy super enganchado en tu historia. Que cuando vi tú relato me fui directo a leer.
    Cómo siempre, na que decir, excelente y gracias por seguir escribiendo y no fallarnos.
    Chauu y cuídate

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    1. Gracias y que bueno que te haya gustado. Lo escribo con harta dedicación y bien detallado como les gusta a uds. Saludos.

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  3. Chyno como siempre, es un agrado leer tus relatos. Sigue así, está buena la historia, pero personalmente ansío leer el momento en el que culéen. Saludos desde Viña y espero la siguiente parte :)

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    1. Estimado lector, lo he dicho en otras oportunidades y lamento decepcionarte pero el Roberto nunca me culeó. Yo nunca quise porque siempre me dío miedo que su gran pene me desgarrara por dentro.
      Quizás sea algo fome, pero es lo que hay. Saludos desde La Serena.

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  4. No es por apurarte ni nada por el estilo pero falta mucho para el desenlace de la historia? O sea ppr saber qué pasó al final. Y otra cosa que me llama mucho la atención es que das muchos detalles como para hacer ubicable a tu flaite, o sea no siento que esta página sea tan under que pocos la cachen, no se si me entiendes.
    Saludos

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    1. Jsjsjsj osea creo que me faltan por escribir uno o dos relatos más. Es complicado resumir 3 años de webeo en unas líneas,sobretodo considerando que soy muy bueno para escribir.
      Y con respecto a los detalles que doy lo hago para que sepan que la historia es real.
      Debo decir que el ya no es mi flaite, nunca más supe de él y no sé siento que no puedo falsear más el relato aparte de cambiar los nombres e incluir algún diálogo que no ocurrió, porque no sería mi historia.

      Además han pasado tantos años que ya no tengo nada que perder si alguien supiera quien es el o yo en verdad.

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    2. Wow 3 años es caleta! Pero si en el relato dijiste que el abrazo que te pidió fue la única vez que se mostró algo romántico/tierno/vulnerable entonces fueron 3 años de sólo chuparle el pico? Cuál era la dinámica de su relación? waaah por eso quiero saber el final de por qué 'terminaron' y cómo es que le perdiste la pista (perdón por lo copuchento)

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    3. De hecho y aunque suene tedioso o aburrido fue sólo chupar pico como tu dices, pero a mi no me importaba porque nuestra relación no se limitaba sólo al sexo. Salíamos a recorrer los cerros de Serena y Coquimbo, andabamos por la playa, buscando aventuras tipo boy scout. Yo lo llevaba a carretear un par de veces, etc.

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  5. Muy buen relato Chyno! Quedo a la espera del próximo capítulo... Saludos desde La Florida, en La Serena!

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    1. Gracias! Que bueno que tr haya gustado. Sólo espero no aburrirlos con tantas partes de mi relato jjaajja espera la continuación.

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  6. No pude ir al artrave x tu culpa jajajajaajja oka me gusto sigue pofa es una droga nene jajajaja saludos!

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    1. Jajsjsjs el relato es una droga o yo? No sé porque siento que eres el colombiano de el fin de semana pasado jaajaja en una de esas la repetimos si es que eres tu.

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  7. muy buenos tus relatos,espero con ansias una proxima parte...

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    1. Gracias y espere la siguiente parte porque aún no la escribo.

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  8. muy buenos tus relatos,espero con ansias una proxima parte...

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  9. Me pregunto si los tengo aburridos chicos con tantas partes de mi historia con el Roberto. Creo que quedan al menos dos relatos más,pero aparte de comentar me gustaría que evaluaran igual el relato pa saber si les gustó o no.

    El autor.

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    1. A mi me gusta leerte, así que sigue tanto como quieras. 0ye que significa tu apodo y por qué con ye?

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    2. Ya mandé la continuación del relato,a esperar al domingo porque parece que ahora sólo los domingos el esteban publica los relatos que le llegan.

      Eeehh y sobre el apodo, no tiene ningún significado, sólo ocupé lo primero que se me vino a la cabeza como una forma de poder firmar mis relatos.

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  10. Tu historia es buenisima y no molesta si esta por partes mientras sea asi de detallada nada que reclamar sigue escribiendo que se agradece :D

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