Mi escolaridad alocada 2

En aquel entonces yo cursaba tercero medio y definitivamente mi corazón estaba dividido en dos, Manuel finalmente le había contado a Pedro lo que había pasado entre nosotros en el viaje a la Serena y obviamente Pedro ya ni siquiera me hablaba, no quedaba espacio en su mente para comprender por qué lo había engañado con su hermano, definitivamente Manuel consiguió lo que buscaba, utilizarme y alejarme de su hermano mayor. Quise dar vuelta la página, a pesar de lo muy enamorado que estaba de Pedro le puse atención a Francisco, debe ser por lo mucho que se parecía a Pedro, no lo sé, rubio, test clara, labios rosados, ojos color miel, y su pelo era muy rubio, sin embargo a diferencia de pedro él era casi de mi altura, era muy introvertido, cursaba primero medio y le gustaba la música metal, a penas lo vi aparecer por el patio de la media sentí un flechazo y pensé “a este me lo culeo”, cuento corto me acerqué a hablarle y con toda confianza me presenté y le dije que estaba a cargo de la pastoral y si acaso le interesaba participar, a lo que me contesto que él no creía en Dios, automáticamente le respondí que yo tampoco creía en Dios y le guiñe un ojo.


A medida que avanzó el año se integró a la pastoral, la mayoría de los que participábamos no estábamos ni ahí con la religión y participábamos por ayudar a la gente; comenzamos a llevarnos muy bien y cada vez que podía me lo joteaba, él se ponía muy nervioso e incluso a veces tartamudeaba cuando le decia inderectas, esto me tenía casi convencido de que este metalero era gay. Al finalizar el año nos fuimos a misionar a Melipeuco, había que ir en carpa y obviamente yo le dije que podíamos dormir en la misma carpa; durante el día el resto de los muchachos hizo una broma generalizada y escondió las mochilas de los novatos, entre estas la de Francisco, con toda su mala cuea su mochila se cayó a un canal y su saco de dormir quedó todo empapado, llegó la hora de dormir y con el ya habíamos buscado una solución nos conseguimos una colchoneta en el pueblo y una frazada, así que “hicimos la cama” dentro de la carpa con la colchoneta, frazada y mi saco de dormir que lo dejamos abierto como si fuera otra frazada, yo estaba feliz se me habían pasado muchas películas por la cabeza, igual esa noche hacía calor así que todo muy normal y él sin ningún morbo se acostó en puros bóxer, en aquel entonces la moda era llevar esos bóxer holgados, me encantan, aún hoy los uso y los prefiero por sobre los apretados que no dejan mucho a la imaginación.


Esperé a que se durmiera, yo solo quería aprovecharme de él, primero lo abrace y “casualmente” puse mi mano sobre su paquete, debo ser sincero, no era la gran cosa además el solo era un chiquillo que a esas alturas del año estaba recién pasando a segundo medio, sin embargo lo tenía para mí, para mi todito, todo el año joteándomelo y ahora lo tenía ahí en bóxer durmiendo junto a mí; comencé a desplazar mi mano por su abdomen sin músculos, este cabro estaba bien flaco y bien lampiño, el seguía durmiendo como león y volví a su paquete, le desabroche el botón del bóxer y saque su miembro de adentro del bóxer, para mi sorpresa este cabro era circuncidado, comencé a manosearlo y de a poco su miembro comenzó a ponerse duro, fue creciendo y creciendo y guuuau, con respecto al tamaño de su pene este cabro solo había causado una mala primera impresión en mí, pero ahora que podía frotar en todo su esplendor su circuncidado pene me calentaba aún más, no puedo decir cuántos centímetros eran porque no lo sé (obvio no tenía una regla) pero ya se lo estaba agarrando con mis dos manos y yo no tengo las manos chicas (mido 1,80), me calenté tanto que comencé a pajearlo con mucho frenesí, tanto que el weon despertó y sin entender mucho lo que pasaba dijo “¡que mierda!” y me chantó un combo que me llego en pleno hocico


-¡qué mierda maricon culiao!
-chuta weon- le dije –yo no quería que esto sucediera así weon, pero sorry me tenis entero caliente y te he tirado tantas indirectas que yo me imagino que vo ya cachabay esta wea.
-sale culiao- me dijo el – ¡weon a mí no me gustan los hombres!, mala cuea si vo eri weco, culiao
-puta weon sorry, yo sé que la cagué- le decía esto mientras pensaba (puta el weon tenía que despertar y ni alcance a chupársela) –puta weon, dime que puedo hacer pa´ que me disculpes…
-nada weon, mejor duérmete y mañana hablamos- yo seguía pensando en que quería que me dijera chúpala o algo así
Me di vuelta para mi lado e intenté dormir, a lo que escucho que me dice –sorry hermano por el combo, fue una reacción-
Y le respondí –tranquilo hermano, me lo merezco- la verdad es que ni había sentido el combo si el weon no tenía nada de músculos, era muy flaco.


Pasó un rato y me dormí, pero de esos sueños ligeros porque al rato desperté y el Francisco se estaba pajeando y me estaba tocando todo el culo. –chuta, menos mal que te gustan las minas- le dije todo sarcástico, y él me respondió que no podía dormir con la pichula toda pará y que me tenía que aguantar nomas, porque eso era mi culpa; yo me deje querer igual me dio rabia porque le había dado cualquier color y ahora se estaba pajeando con mi culo (@#!$#!/&), la wea es que no aguante mucho y me di vuelta y le agarré el pico y él me dijo: “weco culiao suéltame la pichula”, a lo que le respondí “cállate pendejo de mierda” y me fui directo a chupársela, mierda ¡que pico weon! me metía todo lo que caía en mi boca y todavía quedaba pichula afuera, efectivamente fue el mejor remedio para que se dejase de reclamar porque no dijo nada y me agarro la cabeza y la movía con sus manos de arriba abajo para que lo pajease con mi boca.


Luego de un rato bajamos el ritmo y se lo chupaba más lentito, su cabecita sin piel, cero gusto a orina, todo su pene muy aseado… rico, chupaba lentamente y el solo se entregaba y gemía sin decir nada, solo gemía...
...yo ya comenzaba a sentir su gusto a preseminal, en eso este cabro me dice “Carlitos, méteme un dedo en el hoyo” de inmediato pensé “¡que mierda!” mientras se lo seguía chupando a lo que el repite, “weon méteme un dedo” sin pensar y sin siquiera echarme saliva en mi dedo se lo metí de una por el culo a lo que el weon da un grito e instantáneamente eyacula sin avisar en mi boca, tanto así que sin querer me lo tragué, igual era rico… dulcecito, nada que ver con el semen acido de Manuel, este cabro lo tenía dulce... rico, en aquel entonces no tenía idea que esa wea depende de la alimentación de cada persona.
Terminé de limpiárselo todo con mi boca, le dejé cero semen en su pene e intenté darle un beso pero él me frenó en seco y me dice “weon sin besos, recuerda que a mí me gustan las minas… ya ahora si puedo dormir, buenas noches”, se dio vuelta y se durmió; ahí quedé yo marcando ocupado pensando en que siempre me toca meterme con weones locos.


Primera parte: http://relatosflaitecitos.blogspot.com/2015/04/mi-escolaridad-alocada-1.html
Segunda parte: http://relatosflaitecitos.blogspot.com/2015/04/mi-escolaridad-alocada-2.html
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