viernes, 24 de abril de 2015

Felipe, mi amigo del chat

Se va a leer extraño, pero aunque siempre me he considerado hetero, hay algo en el sexo masculino que me llama la atención desde chico, y aunque pueda sonar a racionalización, nunca me había considerado bisexual, porque mi atracción masculina pasaba solo por lo físico y sexual más que por lo afectivo y emocional, eso hasta que conocí a Felipe. Bueno, el tema es que esto hizo que a mis 24 años tuviera mi primera experiencia con un hombre, que si bien no pasó de unos mamones mutuos y sus pajas, fue entretenido.

Al poco tiempo de aquella situación conocí a la que se transformaría en mi polola por casi 8 años, lapso en el que nunca hice nada, salvo entrar a chats y conversar con otros hombres. Debo reconocer que los flaites me llamaban particularmente la atención y resultaba entretenido conversar con ellos, principalmente porque son muy calientes y no están ni ahí con hablar de forma vulgar. Fue así como estando en un chat, hetero debo aclarar, bajo el nick de "BuscoFlaite" me manda un privado un loco que, si bien no era el típico flaite, si era choro y más de la onda punk. En medio de la conversa calentona me cuenta tiene polola y, sinceramente no recuerdo como, surge la propuesta de si deseo verlo teniendo sexo con ella. Esta idea me calentó demasiado, además que era algo nuevo, así es que acepte. Acordamos un pago de por medio y a los días concretamos. De verdad fue muy morboso todo, ya que iban haciendo lo que les pedía mientras yo me pegaba tremenda paja, hasta que ambos tuvimos nuestras respectivas corridas.

A partir de este momento se fue formando una amistad muy bakan, donde la conversa sexual estaba siempre presente y que nuestras edades (él 20 y yo 31) y distancias (él de Valdivia y yo de Iquique) no fueron impedimento para ello. Así fuimos compartiendo fantasías y morbos por varios meses, hasta que esta dinámica fue cambiando un poco y se fue poniendo más personal. A estas alturas él ya había terminado hace rato con su polola, pero yo seguía con mi mina y ya sea por culpa o miedo, preferí cortar está incipiente amistad, para no sacrificar mi relación, al fin y al cabo seguía amando a mi pareja.

Por cosas de la vida, mi relación se acabó a comienzos del año pasado, hecho que me dejó muy mal. Fue en este proceso de acostumbrarme a mi nueva realidad cuando vía Facebook recibí un mensaje de Felipe, mi amigo sureño, pidiéndome ayuda económica, ya que había tenido un problema más o menos urgente y cómo cuando manteníamos contacto, siempre lo ayudaba en lo que podía, recurrió a mí, apelando a que era el único que lo podía sacar de este inconveniente. Evidentemente lo ayudé y así iniciamos nuevamente comunicación. Así me enteré que estaba conociendo una chica y yo le conté de mi situación, que la sintió, siendo una gran contención en ese duro momento.

Fue pasando el tiempo y la relación fue volviendo a ser lo de antes, incluso más profunda, ya que no estaba en mi la traba de tener pareja, aunque irónicamente ahora era él quien estaba pololeando, pero siendo mucho menos enrollado con el tema dijo daba lo mismo, que siguiéramos, ya que le gustaba conversar conmigo.

Yo obviamente feliz, aparte que en lo sexual la cosa fue subiendo de tono, teniendo unas conversaciones muy calentonas, además de incluir el cibersexo en la ecuación. En ese sentido él era el activo y yo el pasivo, mostrándole mi culo mientras él se pajeaba usando unos boxers de lycra que le había mandado y que dicho sea de paso es uno de mis mayores fetiches: adoro el spandex.

Cada vez todo era más calentón, así es que me animé y decidí ir a conocerlo a Valdivia, organizando todo de tal manera que sus viejos y mina no fueran impedimento para pasar un fin de semana solos.

Llegó el día y debo reconocer los nervios, por parte de ambos estuvieron a flor de piel, ese primer encuentro fue raro, pero agradable. Fuimos a la cabaña que arrendé, dejamos nuestras cosas, comimos algo y se fue a clases, ya que ese Viernes tenía universidad. Aproveché de bañarme, descansar un poco y nos juntamos pasadas las nueve de la noche en el centro cuando ya había salido de la U. Fuimos a comer algo y luego a un pub y la verdad todo fue mucho mejor de lo esperado, ya que la conversación fluyó todo el rato de manera muy natural, nada forzada y sin esos silencios incómodos que a veces surgen.

Luego de horas de buena conversa y reírnos mucho, tomamos rumbo a la cabaña. Nos acostamos a ver un poco de tele y conversar otro rato, como sabiendo lo que venía, pero sin que ninguno diera el primer paso. En ese sentido, él tomó la iniciativa sobándose el paquete, mientras yo lo miraba. Eso hizo me animara y le preguntase

- Puedo hacerlo yo.

- Obvio, esa es la idea (terminando la frase con una pícara sonrisa).

Así inicié una suave caricia sobre su jeans, notando como comenzaba a crecer su bulto. Desabroché su botón, baje el cierre y pude notar andaba con uno de las boxers que le había regalado. Eso me calentó aún más y él lo notó.

- ¿Te gustó? Me la puse para ti.

Yo sonreí.

- Acércate y huélela.

Felipe sabía que otro de mis fetiches son los olores sexuales, así es que me imaginé lo que me esperaba. Acerqué mi nariz a su paquete y siento una exquisita mezcla de olores a pico, cocos y orina, lo que me prendió aún más.

Se levanta de la cama, baja sus pantalones a las rodillas y hace que me ponga en cuatro sobre la cama, pasando todo el bulto por mi cara, refregándolo con fuerzas. La suavidad de la tela, el intenso olor y el verme en una situación de sumisión me llevó a las nubes, así es que no di más y baje el boxer, dejando salir su caliente verga.

No lo había mencionado, pero Felipe es de 1,70, delgado con una pequeña guatita cervecera, blanco, bastante velludo, aunque se había rebajado los pelos de la zona genital, pelo corto, algo de vello facial y atractivo para mi, por supuesto.

Volviendo a lo anterior, su pene era de tamaño normal, unos 15-16 cms. más bien delgado y sin circuncidar, cosa que me encanta. Lo comencé a besar suavemente, echando para atrás el pellejito, dejando esa olorosa cabeza al descubierto, la que lamí lentamente. A él parecía gustarle, ya que me tomaba la cabeza con fuerza.

- Yapo weón, chúpala.

Yo obediente comencé a meterla en mi boca y sin dificultad me entro toda.

- Oh, que rico weón. Te la comiste completita.

Empezó un mete y saca con fuerza, ahogándome por momentos, pero muy placentero.

Estuvimos así un rato, hasta que le dije mejor nos sacáramos la ropa. Así lo hicimos y él quedó completamente desnudo y yo solo con un sutien que llevaba para la ocasión, lo que lo sorprendió.

- Se te ve la raja el colaless, weón.

- Gracias.

- Ya, acuéstate de espaldas con la caeza ahí.

Me puso con la cabeza al borde de la cama, colgando un poco, poniéndose frente a mi boca, iniciando un mete y saca, como si me estuviera culiando por la boca.

Sentía como me entraba esa carne caliente en la boca, mientras sus bolas pegaban contra mi nariz. El olor era maravilloso, más cuando me la dejaba adentro con los cocos refregándolos por mi nariz. Yo solo atinaba a agarrar sus velludas nalgas, llevando su cuerpo contra mí.

- Se nota te gusta el pico weón.

Yo con la verga adentro, difícilmente podía responder, así es que la sacaba y preguntaba.

- ¿Te gusta mi pichula?

- Si, me encanta.

- Así me gusta mierda ¿Quién es tu macho?

- Tu papito.

- Bien, ya chúpalo weón.

No recuerdo cuanto rato habré estado así, pero fue mucho, hasta que me dice:

- Date vuelta y ponte en 4.

Obviamente obedecí y lo hice, me corrió el sutien para el lado, separó mis nalgas y me tira un escupo en medio del hoyo. Se sintió tan rico, pero no tanto como su lengua cuando comenzó a recorrer mi culo, lo chupaba exquisito.

- Ya weón, acuéstate.

Nuevamente obedecí y me puse boca abajo, acercando su verga dura a mi culo. Debo mencionar que ya habíamos hablado del sexo anal y cómo el no deseaba usar condón, nos aseguramos antes con que estuviésemos sanos los dos.

Sentir que estaba detrás me excitó mucho, pero también me daba un miedo tremendo que me doliera, lo que efectivamente sucedió. Entró su cabeza y fue un dolor indescriptible, aguantando muy poco, de hecho le rogué me lo sacara. El estaba demasiado caliente, pero vio mi sufrimiento y lo quitó rápidamente.

- Puta que duele la wea.... Pucha perdón.

- No hay drama perrita, la idea es pasarla bien los dos, más adelante lo haremos.

- Gracias por entender y disculpas de nuevo.

- Todo bien putita, lo que si me la vai a tener que chupar como los dioses.

- Jajaja, si, obvio, lo que si anda a lavártela por si acaso.

- Oka, vengo al tiro.

Se paró para ir al baño, no sin antes darme una fuerte nalgada mientras mi hoyo seguía ardiendo, de hecho me lo toqué y tenía un poco de sangre; ni pensar como hubiera quedado de entrar toda, que miedo.

Unos minutos después regresó y me dice:

- Con la lavada se me anduvo bajando ¿no te molesta que vea una porno mientras me la chupai?

- No, obvio que no.

Se acostó en la cama, puso mi notebook al lado y yo me coloqué boca abajo, frente a su lacio pico que comencé a lamer. Lentamente fue tomando tamaño, más cuando empezó a ver los videos de unas minas a las que se las culiaban.

- Ricas las maracas ¿tú vai a ser mi maraquita, verdad?

- Si, me encanta serlo.

- Dilo.

- Me encanta ser tu maraca chupapico.

- Eso, así me gusta. Ya sigue chupándoselo a tu macho.

Seguí chupando ese sabroso trozo de carne, hasta que noto que se retuerce más de lo normal.

- Ya, para, deja pajiarme.

- Pero te lo puedo seguir ch...

- No weón, prefiero corrérmela yo, tu chupa las hueas por mientras.

- Bueno.

Efectivamente al poco andar se corrió de manera importante sobre su peluda guata, quedando restos sobre su mano y su verga.

- ¿Puedo comérmelo?

- Puta que soy maraco (sonrió) Pero me gusta seai así de puta. Ya, límpiame.

Me incorporé y lamí todo el semen de su estómago, chupé sus dedos moqueados y limpie su pico no dejando ni un rastro de la leche que antes estuvo ahí.

- La cagaste weón.

- ¿Te gustó?

- Si loco, lo mataste muy rico ¿De verdad solo lo habíai chupado una vez?

- Si ¿por qué?

- Parece tuvierai harta experiencia, se nota te gusta la pichula.

- Si, pero la tuya.

- Jajaja, el culiao, ya, anda a lavarte pa acostarnos que me bajó el sueño.

Me lave bien, acosté a su lado haciendo cucharita, bien abrazados

- Buenas noches, estuvo bakan el mamón.

- Que rico te gustó.

- Ya, buenas noches.

- Duerme bien.

Nos dimos un beso de buenas noches y nos dispusimos a dormir, sabiendo que desde esa noche yo sería su hembra y él mi macho.

15 comentarios:

  1. Pork los maricones tienen k ser tan cafiches !!! Como dicen hay harto maricon lo que falta es plata.
    K pena amigo k te prestes a ayudar economicamente a un weon pa k este contigo ...es por eso k este gallo lo hizo se nota obvio tu viajas..tu arriendas cabaña..tu pagas lo k comen.
    Eso es pan para hoy hambre para mañana

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  2. Nunca fuiste hetero siiiii.

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  3. si es por eso entonces yo también soy hetero XD

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  4. Wena. Son ricos los punkys. Tienen esa ranciedad y hombría de los flaites.
    Lamentablemente me han tocado puros pasivos. :/

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  5. Personalmente me matan las pasiones esos dos estereotipos, el del weón que se hace el ultra macho como para mostrar que es más "activo" y el otro(a) super putita "pasiva" amujerada

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  6. mi primer mino, cuando estaba en primero medio fue punky. fue el primero de todos, y jamas me trato asi como de "putita" honestamente encuentro degradante sentirse mujer cuando estas con un hombre, nicagando fuiste hetero, no si a la primera segun tu relato vas con colales y te gusta que te llamen putita y te mujereen, maricon pasao a cloro

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  7. Pq se tratan como si fueras mina? De hetero basa q quieres q te diga

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  8. El weón que se atrevió a decirme "putita" se arrepintió de esa guarrada: lo dejé todo arañado!!!

    Naaaa, jajajajajajajajaj le pegué un super mangazo en el hocico y lo corté inmediatamente.

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  9. No es por defender a nadie ni tampoco causar polemica con otros pero acaso no es el sentido de este blog que se lean relatos en donde el morbo es meterse con un mino ultra macho? En relatos anteriores igual se ha leido que al protagonista lo trata con epítetos como perra, mi putita, te lo comes todo como puta etc.

    Comentario aparte, cual es la idea de criticar negativamente el relato? Yo he leido todos los relatos y hay varios que no me han gustado pero muero callado no más.

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  10. La colas son tan misóginas, les molesta que otres puedan sentirse cómodes siendo tratades como mina.

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  11. El chico hetero que ocupa sutien para que se lo follen por fa colocarle sentido s tu vida porbqie de verdad das pena... Lo ayudas económicamente, viajas a conocerlo, arriendas la cabaña, un poco aceptable para un maricón caliente pero comprarle ropa interior.... De que hablamos Wn anda a ver psiquiatra por que de verdad necesitas ayuda miren los maricones sumisos como este atrevido que se jura hetero pfff con tu heterosexualidad y tu su mismo llegaras lejos muy lejos pobre y triste maricón

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  12. me encanta cuando recalcan el uso de condón o, en su defecto, que no usaron, pero que están "sanos", maricones ridículos. estos son RELATOS ERÓTICOS, no es una instancia para crear conciencia, sobretodo si andan chupando pico en los parques. cortémosla con el doble estándar.

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  13. Jajjaj....pal k critica los comentarios...no puedes quedarte callado con tu opinion la ideas es comentar y weber un rato
    Sean bnos o malos los relatos hay que comentar..
    Y desde aca te digo maricon ctmmmm!!...jajja
    Desde Curico

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  14. Me gustó el relato, pero de hetero nada si viajas cientos de kilómetros pa chupar un pico po weona, eso uno lo consigue a la vuelta de la esquina. Te veo en ese bus con el colaless y la raja toda sudá, maricón fatal...

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