Flaite curao

Sé que muchos lo dicen, pero la historia que voy a contar es 100% real. Trataré de hacer la introducción bien cortita: el 2010 me hice amigo de un hueón hetero en la U; alto, rico, bracitos marcados, pelito corto y medio flaitecito pa sus hueás, obvio que le había echado el ojo desde el primer día. A mitad de año se cambió de carrera, pero mantuvimos la buena onda (yo siempre asumido como homosexual, cero rollo)



El 2012, me escribe pa contarme que había terminado con su mina y que quería ahogar las penas y, bueno, ¿pa qué están los amigos? Así que partimos. Fuimos a un pub, nos sentamos a chelear un rato y lo que partió como algo piola terminó con los dos hueones raja curaos. Le ofrecí alojamiento, porque lo vi peor que yo, y me dijo que sí, sin pensarlo. Llegamos a la casa y yo, teniendo otra cama para ofrecerle, le dije: duerme conmigo no más, hueón. No dejaré de violarte (con la maldad a full, evidentemente)

Este hueón se empieza a empelotar pa acostarse y queda solo con esos slips blanquitos ajustados que en general no me gustan, pero en contraste con su cuerpecito moreno, marcadito, se veían perfectos. Ya acostados le empecé a meter conversa sobre qué era lo que más extrañaba de su mina (con toda la maldad del mundo) y me responde, obviamente: el sexo. Listo, empecé a preguntarle qué era lo que más le gustaba y lo que no, pa ver si se motivaba y me dice: "lo único que no me gustaba mucho era cómo lo chupaba, no sé, nunca me calentó tanto", a lo que le respondo: yo soy seco... hubo un silencio, lo miro de reojo y me dice: "¿legal? a ver, dale" y sin ningún preámbulo se bajó el slip y ahí estaba, para mi, el pene por el que varias veces me había pajeado imaginándolo.

No me hice mucho de rogar y empecé a chupárselo con todas las ganas del mundo. Estaba flácido, pero pude empezar a sentir cómo empezaba a crecer en mi boca. No era un pene monstruoso, pero era grande, grueso y tenía ese típico olor/sabor a macho que uno siempre se imagina al fantasear con flaitecitos <3 le chupé los coquitos, lo toqué entero y, para mi sorpresa, el flaite (a decir por sus gemidos y la forma en la que me apretaba la cabeza para seguir chupándoselo) estaba mucho más caliente que yo. Se lo chupé un buen rato, hasta que suelta un "oh, hueón, lo chupai mucho mejor que la RositaPérez" y, sin ningún afán de competir con la fulana, me sentí ganador. Seguí chupando ese delicioso pico que tenía solo para mi, cuando me dice "ya, hueón, cagaste", me saca de encima y empieza a sacarme los pantalones como si el mundo se fuese a acabar en 10 minutos más. Me saqué como pude la ropa, más caliente que la cresta y estaba dispuesto a sentarme encima del flaite de mis sueños cuando el hueón me agarra y, en dos segundos, me pone en cuatro. Otra vez dejando los preámbulos de lado, empezó a culearme como bestia, de una, dejando en evidencia que estaba más que acumulado por el quiebre con su mina. Al sentir como chocaba su pelvis con mi culo, más fuerza hacía hacia atrás para sentir más adentro su pene. El hueón me tenía a full, trataba de mirar hacia atrás, para ver la cara de placer de mi flaitecito y, ahí estaba, sudadito, dándome con toda su furia y de su parte solo escuchaba "oh, hueón". Después le rogué cambiar de posición, necesitaba estar yo abajo, sentirlo arriba mío, tener su cara de placer encima y sentirme en el cielo de los flaitecitos. Mientras estábamos ahí, me dijo "la RositaPérez nunca me soltó el chico", así que más empeño aún le ponía en dejarlo feliz. Escuchar sus gemidos, ver su cara de placer con sudor, y sentir que cada vez me penetraba más fuerte y más profundo me tenía mal, absolutamente mal. En cualquier momento me hacía acabar. Al rato me dice: "oh, hueón, ya me voy a ir" y le pedí que por favor se fuera en mi cara/boca. Se sacó el condón y lo mejor no tardó en llegar: al acabar gritaba como una bestia (lo cuál me calentaba en exceso) y acercaba como podía su pene a mi cara, mientras yo miraba esa guatita con calugas, saboreaba su semen, escuchando sus últimos gemidos de placer. Me limpió con sus dedos los últimos restos de semen de mi cara y los echaba a mi boca, mientras yo se los chupaba con la misma intensidad del principio. Hasta el último momento el flaite me tuvo a full.