domingo, 12 de abril de 2015

El hueón rico

Soy un lector permanente de este blog, me meto todos los días sin falta. Trabajo en publicidad digital, y cacho mucho de sitios, así que incluso puedo leer los posteos que están programados, así de fanático. Pero soy el típico hueón al que no le pasa nada de lo que sale en los relatos, ese que siempre dice "¿Y dónde están esos flaites con pico grande, ricos y que te dicen amorcito o bebé y se enamoran de ti?". Nunca me pasa nada interesante. Por eso decidí escribir este relato, que probablemente no tenga una segunda parte, porque lo que me pasó ni cagando se repite.

Hace una semana iba en el metro, lleno a más no poder como siempre, eran 15 para las 9, hora a la que entro a trabajar y me faltaban 13 estaciones, con un transbordo entre medio.
Soy de La Florida y quienes toman la línea 5 sabrán que el concepto de espacio privado no existe a la hora en que iba viajando. 

Ahí iba yo, apestado de que fuera tan lleno el metro y entreteniéndome leyendo las cosas que hacía la gente en sus teléfonos. Un tipo en whatsapp, un loco viendo twitter, una mina estudiando y de repente quedé para la cagá. Iba un hueón muy X, ni feo ni lindo, barboncito pero se notaba chico, típico hueón que se desarrolla antes que sus pares. Debía tener unos 17 años. Iba con camisa y se le veían los pelitos del pecho asomados por su cuello. De cuerpo no era extraordinario, más bien anchito, pero no gordo. Su gracia eran sus ojos. Verdes tirados para azules y unas pestañas hermosas. En mi cabeza llegué a la conclusión que era un mino rico, tal como gustan, pero no un hueón rico para todo el mundo. Aunque como decía, el hueón me dejó para la cagá porque cuando me fijé qué iba haciendo en el teléfono, pude ver el clásico título de este blog, con letras naranjas. Incluso pude ver que iba leyendo la historia "Mi mejor amigo 2". En el segundo en que caché quedé tan para la cagá que algo debí hacer porque él dejó de mirar su pantalla y levanta su mirada mirándome fijamente a los ojos, mantuvimos nuestras miradas por algo más de 5 segundos y volvió a su teléfono. En mi cabeza los pensamiento se pusieron a mil por hora, "¿Habrá cachado que lo iba mirando? - ¿Habrá cachado que me di cuenta de lo que iba leyendo? - ¿Su mirada fija a los ojos será esa forma que tienen los gays de decir 'te caché'?" 

Iba en eso, con mi miraba nerviosa recorriendo entre el piso, su cara, la cara de otra gente y de nuevo el piso, cuando llegamos a Baquedano. Todo el mundo empujándose para bajar y yo preocupado de mi mochila, hasta que llego al tramo donde uno puede caminar más piola y caigo en cuenta de que se me había perdido el tipo. Desilusionado llegué al andén de la línea 1 dirección los Dominicos, chato de perder la distracción que estaba haciendo un poco más interesante el viaje de mierda. Me subí al tren que ya venia lleno y traté de llegar hasta la puerta que no se abre para apoyarme y jugar a contar las luces del túnel, con la intención de no pescar más a la gente hasta tener que bajarme. Ya iban dos túneles y 80 luces contadas cuando voy entrando al tercer túnel y ahí en la oscuridad, me fijo que el vidrio hace efecto espejo y en el reflejo veo a mi hueón rico. Iba a 3 personas de mi, mirando en dirección al vidrio pero no pegado a la puerta como yo; como a unos 30 cms de separación. Triste porque ya iba llegando a mi destino me decidí a mirarlo todo lo posible con la idea de memorizar su cara y llegar a la pega a pegarme una rica paja. Ahí me di cuenta que desde mi nueva perspectiva si podía ver su paquete, y se veía bien prometedor, aunque podía ser el efecto de las pinzas de su pantalón. Su poto era definitivamente rico, no gigante pero grande y paradito. Como llevaba la camisa adentro se notaba más. Ahora tenía que memorizar cara, mirada y su poto. La paja que me iba a hacer cada vez se ponía más prometedora. 

Quedaba el último túnel para llegar cuando me doy cuenta que entre las pinzas de su pantalón, comienza a notarse más y más su paquete. Asumí que la historia que estaba leyendo había entrado en su parte más caliente. Iba impactado mirando lo que se movía allá adentro y también miraba sus ojos, como recorrían el relato, atragantándose con las palabras, lo tenían claramente caliente. Fue justo cuando sonó la grabación anunciando mi estación, y con sorpresa veo que al igual que yo, el hueón rico comienza a alistarse para bajar. Guarda su teléfono y sigo sus manos justo en el segundo en que se acomodó el pene, que claramente iba semi erectado. No podía creer que se le haya marcado tanto todo. Juro que hasta me hice una idea de cómo era su glande. Quedé con mi corazón a mil tratando de retener ese momento en mi cabeza cuando cacho que el tipo ya se iba bajando. No soy de los que busca hueveo en la calle, siempre soy más pasado rollos de lo que realmente me pasa, o sea, generalmente imagino situaciones como la que me había pasado hace unos minutos. Pero en esta ocasión era verdad y me negaba a que terminara, así que sin reconocerme salí caminando fuera del metro con la intención de seguir al hueón rico. 

Iba caminando por Providencia mirándole el culito rico, sin entender por qué estaba haciéndolo, por qué seguía a un hueón por la calle, pero la visión de su pene enredado en su mano me nublaba y solo lo seguía, sin pensar más. Así llegamos hasta un edificio antiguo que era un instinto profesional. El nombre no lo había visto en mi vida, pero me hice la idea de que el hueón rico estudiaba ahí y debía ser algo así como administración de empresas por cómo iba vestido. 

Cuando entró saludó a una señora que estaba sentada detrás de un escritorio en el segundo piso hasta donde subimos casi juntos. Yo atiné a hacer lo mismo y pasé detrás de él. Habían varias salas de clases y más gente sentada en el pasillo largo. Ahí ya entendí que había llegado demasiado lejos, porque el hueón rico iba avanzando mientras saludaba a todos con un hola. Nunca nadie respondió el saludo usando su nombre, así que asumí que quedaría como el hueón rico y nada más. Pero en mi caso era un hueón extraño, que no conocía a nadie e iba siguiendo a una persona de puro caliente. La verdad es que nadie me miraba, pero me sentía muy ahueona'o haciendo lo que hacía, así que me detuve y le pegué la última mirada al hueón mientras él seguía avanzando por el pasillo. Asumí que era un "chao rico culea'o", entre enojado y avergonzado por llegar hasta esa situación de puro caliente y enrollado. Iba girando para salir, sin sacar la mirada de su potito rico cuando a un milisegundo de darme la vuelta completa, cacho que el hueón iba caminando hasta el final del pasillo, derecho hacia los baños. Pasó otro milisegundo para mandar todo mi rollo de sentirme ahueona'o a la mierda y decidir que lo volvería a seguir. Así que partí caminando un poco acelerado mientras veía que el hueón rico entraba al baño de hombres. Me acerqué a la puerta y ya mi corazón no daba más. Palpitaba tan fuerte que estaba seguro que una persona cerca lo podría escuchar. Avancé 2 pasos para justo alcanzar a ver que el hueón rico se metía a uno de los 3 WC que había. Escuché que cerró la puerta con seguro y atiné a meterme en la puerta de al lado. 

Ahí estaba, con el hueón rico que me había hecho hacer esa estupidez al lado. No se escuchaba como que estuviera orinando ni nada, por los ruidos que hacía no podía adivinar qué es lo que estaba haciendo. Fue ahí cuando comencé a pensar en qué es lo que venía. ¿Qué iba a hacer ahora? No podía terminar todo en un "estuve a su lado separados por un WC", pero no se me ocurría nada. Era claro que él iba a salir después de hacer lo que estuviera haciendo y yo iba a quedar ahí, con por lo menos la opción de pegarme una paja antes de salir directo hacia mi trabajo a recibir el reto por llegar tan tarde. Fome, pero era la realidad. Me alisté para aprovechar, por lo menos, de pajearme mientras lo tenía ahí tan cerca, cuando pasó algo que hace que leer toda esta historia de mierda valga la pena. 

Estoy con mis sentidos activados al máximo, con mi corazón a punto de salirse de mi pecho, escuchando cada detalle de sonido que salía del baño de al lado, cuando en un segundo, escucho una voz de hombre. Grave, rica. Dice "Y me seguiste hasta acá para no hacer nada". Mis músculos se agarrotaron, dejé de moverme y estoy seguro que tuve un micro infarto. Era él, era su voz, más encima tenía hasta voz rica. Vuelve a hablar al segundo después y dice "Ya poh qué onda, te comieron la lengua los ratones". Noté un acento un poco "popular", no alcanzaba a ser flaite choro de la U con pitillos, si no más bien el típico cabro esforzado que le gana al flagelo de la droga y sale adelante. O sea, igual se notaba la pobla en sus palabras. 

No sabía qué hacer. En mi cabeza habían por lo menos 10 formas de salir airoso de esa situación. Me enredaba entre todas y ninguna incluía comerme al hueón rico y tener una escena como de película porno, no, casi todas terminaban conmigo saliendo del baño, haciéndome el hueón mientras caminaba casi corriendo hacia la salida. Estaba a punto de decidirme por esa opción cuando escucho que el hueón rico sale del baño y golpea mi puerta. ¡¿Qué mierda está pasando?!, grité en mi cabeza. "Ya poh, no le di' tanto color". Antes de pensar en qué hacer, nervioso saqué el seguro de mi puerta, abrí y ahí estaba. Sus ojitos hermosos, barbita tierna y cuidada, sus pelitos asomándose por el cuello de la camisa, sus brazos gruesos y peluditos también, con mis ojos seguí recorriéndolo hasta notar que tenía el cierre abierto y por entre medio salía su pene, tal como me lo había imaginado en el metro. Era grueso, largo perfecto. Un poco inclinado a la izquierda, con prepucio, no estaba depilado, junto al tronco se asomaban sus pendejos. Se notaban un par de venas y estaba brillante, como sudadito. El hueón hace un movimiento mientras su pene lo sigue al compás y vuelve a hablar. "Ya poh que al amigo le da frío, invítelo a pasar poh". Sin atinar, me corro unos centímetros para hacer espacio y el hueón rico entra y cierra con seguro sin darse vuelta. En ningún momento me deja de mirar y mantiene una sonrisa coqueta como si la situación le causara gracia. "Si lo agarra igual no me enojo". Asumiendo el contexto, no me quedó otra que agarrarlo y darlo todo. Nunca tan enrollado y ahueona'o como para salir corriendo si todo estaba en bandeja. Cuando lo tomo y lo siento caliente, mi corazón se detuvo y toda la sangre de mi cuerpo se fue a mi pico. Juro que casi me desmayo de la excitación. Soy un hueón piola igual. Un poco marcado porque voy a gimnasio, de 1,75, pelo castaño claro y piel blanca. Piernas peludas con bellos rubios, igual que mi barba, con buen poto, tapado en pelos rubios también; y buen pico, grueso según el promedio. De hecho, el hueón rico lo notó, tiró su mano hacia mi paquete y dijo "A ver, ¿qué está creciendo ahí?". Por mientras yo no dejaba de pajearlo, él con una mano desabrocha los botones de mi pantalón y saca mi pico a más no poder de parado, de hecho, me dolió mientras lo doblaba para sacarlo. "Buena herramienta hermano", atiné a responder "tú no andai nada de mal", con una voz temblorosa y que apenas lograba sacar por lo boca. Nos quedamos callados por 3 minutos mientras nos pajeábamos, hasta que comenzaron a salir los primeros gemidos. No podía creer lo que estaba pasando. Tenía el medio hueón, rico en todo sentido, al frente mío y nos corríamos la paja mutuamente, era una de las hueás que nunca le iban a pasar a alguien como yo. Esos pensamientos y lo desconcertado que estaba hizo que la calentura se me fuera un poco y el pico se me pusiera un poco blando. "¿Qué pasa hermanito, no le gustó?", me lo apretó más fuerte que la cresta y tirándolo hacia sí me acercó y me chantó el tremendo beso. Sus labios se movían despacio, su lengua entraba paseándose por mi boca en la medida justa, no sabía qué hacer con la mano que tenía desocupada así que le agarré el poto y empecé a manosearlo firme pero no desesperado, mientras él seguía apretándome el pico al punto de casi doler, con la otra mano me afirmaba la cara y yo sentía su pene palpitar como si tuviera el corazón ahí. 

Con mi mano en su culo aprovecho de sacarle la camisa de adentro del pantalón y subir para pasar mis dedos entre la pretina y su espalda baja, que era peludita como imaginé. Ahí deslicé mi mano como queriendo entrar y el hueón rico se ríe, sin despegar su boca de la mía y balbucea "No pasá nah hermanito, deje ahí tranquilito no más" mientras suelta mi cara y hace lo mismo que yo. Desliza su mano por entre mi pantalón y de una me agarra todo el cachete levantándolo, con su dedo índice pasa a rozar mi hoyo por lo que me dio cosa y apreté el poto. Me reí y el hueón dice "¿le hice cosquillas hermano? Déjela piola y disfrute no más". Sonríe y lo vuelve a hacer. Yo con risitas como niñita me dejo y me ocupo de seguir pajeándolo. Puta que lo tenía rico el hueón. Como ya habían pasado como 10 minutos entre todo esto, sentí que ya era apropiado bajar y meterme tremendo pedazo en la boca y hacer disfrutar al hueón rico como correspondía. Iba a eso cuando al baño entra un grupo de hueones cagados de la risa y los dos nos congelamos. Sin pensar atiné a subirme arriba del WC, por si llegaban a mirar y así no vieran 4 piernas adentro. Nos quedamos ahí quietos hasta que los tipos de fueron. El hueón rico se guardó el pene, se subió el cierre, metió su camisa dentro del pantalón, todo mientras yo pensaba "¡¿Qué hace?! Que no se vaya, no me puede dejar así". "Estuvo rico hermanito pero me tengo que ir", me da un último beso y se despide. "Ahora voy a andar más ví'o en el metro a ver si lo veo de nuevo". Me guiñó un ojo y salió. 

Me demoré como 2 minutos en cachar que ya había cagado, que la escena de película porno no iba a ser, y que estaba como hueón parado arriba de la taza. Me arreglé, guardé mi pene que a esa altura ya estaba lacio y salí del baño. Camine por el pasillo mirando para todas partes, buscándolo. No estaba. Le dije chao a la señora del escritorio y caminé derrotado y más caliente que la cresta hacia mi trabajo. Ahora todos los días me emociono cuando voy a viajar en metro. Sobre todo en las mañanas. No lo he visto pero tengo pensado ir a meterme al instituto a ver si lo pillo. Ya decidí que si esta semana no lo veo, lo haré. Y si se repite la historia la mando para que la lean, aunque a un hueón como yo no le pasan esas cosas, quizás no vea nunca más al hueón rico.

24 comentarios:

  1. Ohhh cabro qlo me rei caleta y hasta casi me da el infarto a mi.... ojala te lo topes. la linea 5 siempre es la mas cachonda parece...

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    1. Y que quieres un relato contado por el.profesor banderas, sacoweas.

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  2. Desde q empezaron a publicar relatos como los que pedian , esta pagina perdio (segun yo) "credibilidad" ... todos los relatos se pusieron un poco "artificiales" y parecidos a "franco, mi flaite de familia" ... mi humilde opinion

    Pdta: no leo el relato todavia

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  3. Puta hermano que mala cuea... Pero tranquilo, de seguro lo debe de leer y va a saber que lo vas a estar buscando o siguiendo...Suerte!! Y espero con ansias el segundo relato

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  4. Buenisimo el relato también me rei caleta... Y ya que sabes que el hueon rico lee el blog... Minimo decirle en que vagon viajaras para poder topartelo... Sino ni en sueño con toda esa gente

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  5. Maravilloso tu relato. Te creí 100%. Lástima que solo fue un pajeo y no pasó nada más. Tu redacción es la más perfecta que he leído en este blog. Felicitaciones.

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  6. Excelente tu Relato...y es muy cierto k este blog ayuda ya k en mi caso he logrado igual k tu a cachar las señales y como actuar ante una mirada o insinuacion...
    Igual me han pasado weas similares encontrarte con un flaite...conversar y k el weon te pregunte por tu mina...y al cabo de un rato te diga k anda caliente y te indique su paquete me sucedio hace poco...era tan rico y caliente El Dany. k logre k acabara en 10 minutos en mi boca
    Tengo mas expericiencias gracias por este Blog!!! Vivo en Curico...

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    1. Yo también de curico. Soy lector de este Bloc y 1 de enero me paso lo que siempre había querido en el metro de la línea uno.

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    2. Yo también de curico.... soy lector de este blog y gracias a los relatos que he leído hace poco. el 1 de enero.. me paso lo que siempre habia querido en el metro de la linea 1. Desde estavion central a alos leones... tube la mejir experiencia con un mino que esta mas que rico... para que decir su estupendo paquete y potito

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  7. Hola,
    buenisima la historia, ojala encuentres al mino otra vez... A todo esto a que hora viajas en metro???


    saludos y un abrazo-

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  8. Qué buen relato! Sin exageracines, divertido y excelente redacción.

    Espero te encuentres nuevamente con él, siento que igual quedé con ganas jaja. Saludos.

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  9. oye tú computín cómo sabes cuando salen los posteos¿ entrete tu relato, además si el flaite se mete al sitio y te lee, demás que se reencuentran.

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  10. Que adrenalinico weon! ;)

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  11. puta el relato pa rico, tuviste mucha suerte wm! y a uno que lo mejor que le ha pasado es un sobajeo piola pero naa más, xqq :(

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  12. XD siempre la linea 5, bendita, muy buen relato (y)

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  13. Demasiado bueno el relato

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  14. Buen relato, los weones que exigen ortografia lean un diccionario, arriba de la montura te deviste acordadr de tu tio jajaja, saludos men.

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  15. Le doy 9 de 10 el 1 restante es para cuando lo encuentres de nuevo :)

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  16. Suerte hermano bueno tu relato ojalá lo puedas terminar

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  17. Me gusto el relato ademas la otra parte también contó su versión ambos se están buscado... Ojalá se concrete un encuentro entre Uds.

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  18. Me gusto el relato ademas la otra parte también contó su versión ambos se están buscado... Ojalá se concrete un encuentro entre Uds.

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