En el albergue 1

La historia que les quiero contar sucedió en abril del 2014, la verdad es algo que causó mucho dolor en la zona donde yo vivo, ya que el incendio que afectó a Valparaíso, fue algo desastroso, donde hubo pérdidas humanas, materiales y un sin número de situaciones que hasta el día de hoy no se han mejorado. Somos una ciudad afectada en muchos frentes, pero el incendio de ese abril del año pasado, nos marcó y me sigue marcando hasta el día de hoy.

Yo tengo 30 años soy profesor de una escuela municipal del Puerto Principal, y cuando ocurrió el incendio y se veía que esto iba para largo, comenzó un llamado de parte de la Municipalidad a todos sus funcionarios de las distintas reparticiones, esto involucraba también a los docentes. En reuniones técnicas realizadas por ONEMI, se dispuso que se realizarían varias operaciones para ayudar a los damnificados que a estas alturas eran miles, y entre las situaciones que se ordenó, se estableció que mi escuela sería uno de los albergues que se ocuparían para todos los habitantes del cerro Monjas y algunos del Mariposa.

Soy gay desde que me acuerdo, la diferencia que soy un tipo normal en el sentido que no soy loca, y no ando ventilando mi vida sexual a los cuatro vientos. Me conservo bien, ya que voy regularmente al gym, 1.75 buen cuerpo, delgado algo de fibra y muchos ejercicios para levantar un buen trasero (el arma secreta de todo un pasivo). Vivo en un loft que se encuentra en un sector bien cómodo, y gracias a mi trabajo y a mi esfuerzo problemas económicos no tengo.

Volviendo a la historia me asignaron la responsabilidad de asignar a todas las familias y personas que iban llegando al albergue, y junto a los militares se les distribuían frazadas, ropa de cama, algo de vestir y sobre todo alimentación. Todo esto estaba en la sala de profesores que era el centro de acopio de todos los enseres.

En unos de los días, llegó una familia de cuatro personas, una madre y tres hijos de 21, 19 y 7 años. El mayor se dirigió a mí y fue increíble la atracción que tuve hacia él. Era un mino de ,175 con un buzo apitillado hasta decir basta, una polera del Barcelona, moreno, delgado y una cara de maleao que daba algo de susto:
- Oiga nos digieron que habláramos con uste, que uste era el que cortaba el queque acá.
- Si, le dije yo, con una voz temblorosa que hasta a mí me sorprendió.
- Somos cuatro.
Los dirigí hacia las salas que se tenían que ubicar y a Jonathan, que así me dijo que se llamaba y su hermano de 19 los ubique en sala de hombres asignándole una litera.

Los días de esa semana pasaba y yo siempre que veía al Jonathan, me ponía muy incómodo, sobre todo cuando él me miraba o me pedía algo o solo me decía un hola, como le baila??
En una de las tardes, alrededor de las 19.00 horas, llega un camión de la ONEMI de Santiago, cargado de ropa de cama y cajas de alimentos, y se necesitaba mano de obra para poder descargar el camión. Fui a una de las salas y pedí a los hombres que viniesen ayudar, obviamente vino el Jonathan y se hizo un hilera humana, donde se traspasaba las cajas de mano en mano, y me toco recibir las cajas de las manos del Jonathan, cada vez que me las pasaba este joven me miraba a los ojos y se sonreía, y yo solo atinaba a no hacer nada, solo traspiraba nervioso, porque sentía fuertemente que este mino había cachado mi nerviosismo hacia él y me daba algo de susto. Como a las 21.00 horas terminamos de descargar y yo me fui inmediatamente a la sala de profes donde podía estar solo y descansar para luego irme a mi departamento y dúchame, cuando a los minutos tocan la puerta, y al abrir:
- Oiga profe, pueo ocupar el baño de acá, que los del otro lao tan toos llenos.
- Sii Jonathan pasa
Al pasar, un escalofrió recorrió mi cuerpo, verlo todo mojado con sus piernas fuertes y sus brazos con unos tatuajes mal hechos me ponían muy nervioso y a la vez mi cuerpo excitado no lo podía controlar.

Al entrar al baño, el Jonathan notó que había una ducha y me pidió permiso para poder ocuparla. Accedí de forma inmediata. Sentía como el agua caía, me imaginaba el cuerpo desnudo de este pendejo que me estaba moviendo el piso y me acerque al baño, solo con la intención de escuchar, mi pene inmediatamente reaccionó y comencé a tocarlo por encima. Se acabó la ducha, me muevo asustado y de repente sale Jonathan del baño totalmente desnudo y quedo mudo, no entendía porque lo hacía y me dice:
- Tiene una toalla??
- Ahh haber espera
Y sólo encontré un par de toallas de manos, típica de baño de profes y se la pase. Y el weon muy descarado, yo creo que notando lo que pasaba, me dice ayúdeme, con sus manos se secaba y yo hacía lo mismo, mi nerviosismo era notable y me dice:
- Que pasa profe, que mira tanto.
Y de un movimiento bastante violentoe me toma del cuello y me acerca a su miembro que estaba entre lacio y erecto y me pone frente a él
- Ya papito cómasela, si lo tengo cachaito
Que me digiera papito, fue una situación de risa para mí, claramente no me reí y me lleve su pene a la boca, el cual fue creciendo, unos 17 cms que crecieron en su totalidad, y que yo golosamente disfrutaba (6 meses que no probaba bocado ja). El mino se movía y me tomaba de la cabeza y seguía los vaivenes con un mete y saca y me decía:
- Se maneja con la herramienta, ejale, dele, dele
En un momento me pongo de pie, y me dirijo asegurar la puerta y le coloco seguro por dentro, ya sabía que esta noche me tocaba disfrutar de este mino tan rico, me vuelvo hacia él y bajo mis pantalones y el weon comienza a jugar con mi trasero y agujero. Estaba a full y yo comienzo a dilatarme con mis dedos y mi saliva y comienza la operación metida jaja
Me afirmó en una mesa, y este mino se me pone detrás y comienza a metérmelo, le costó mucho achuntarle a mi hoyito hasta que lo logro, en un momento a otro me logro ensartar, empecé a jadear y a quejarme, a disfrutar sus embestidas, sentía su pene y su cuerpo apoyase en mi espalda, era fantástico, me metía su pene cada vez más rápido y fuerte, sentía como sus brazos me tomaban de mis hombros y me contraían contra él. De repente veo unas colchonetas y me acerco a ellas, y me pongo en cuatro
- Eso mariconcito ábreme el culo, que te lo voy a partir

Cuando de repente, realmente sentí que me partía, me dolió mucho, lo que lo obligo a ponerme sus manos en mi boca, yo con mi lengua se las lamia. Saque todo mi lado femenino y goce como hace mucho no lo hacía. Sentía como Jonathan disfrutaba de mi culo, lo sentía quejarse de placer y luego de unos 15 minutos, siento que mi ano comienza a recibir unas embestidas más fuerte y supe lo que venía, no alcance a sacármelo cuando sentí como acabo dentro mío, se salió y solo lo vi de espaldas dirigirse hacia el baño (que culo se gasta), mientras que por mis piernas corría su semen y algo de olor. Qué horror había tenido sexo con alguien menor que yo (jamás lo había hecho con menores a mi) y peor de todo ni siquiera me había cuidado, lo que en un momento me atemorizo.
Salió del baño totalmente vestido, y me dijo
- Profe tiene colonia que me dé.
- Si, y le preste mi Aua de Ghio ja
- La volaita profe, mueve el culo mejor que mina
- Jaja. Solo atiene a reírme

Me conto que iba a salir donde los amigos del cerro, pero que volvía luego (solo se podía salir hasta las 12) y me pidió 10 lucas pa unos cuetes. Cometí el error de pasarle el dinero…


Primera parte: http://relatosflaitecitos.blogspot.com/2015/04/en-el-albergue.html
Segunda parte: http://relatosflaitecitos.blogspot.com/2015/05/en-el-albergue-2.html
Tercera parte: http://relatosflaitecitos.blogspot.com/2015/06/en-el-albergue-3.html