Probando mi sexualidad

Hola, este es el primer relato que escribo en mi vida espero salga bien. En primer lugar me presento, mi nombre es Mauricio, soy estudiante de ingeniería y actualmente tengo 22 años. Físicamente soy de tes blanca, pelo negro, ojos cafés, mido 1.73m y de contextura normal. No quiero sonar pretencioso pero tengo lo mio jaja.

Soy discreto con el tema de mi sexualidad, en mi casa nadie lo sabe pero se lo he dicho a amigos cercanos. Desde siempre he sabido que me atraen los hombres, pero las mujeres empezaron a hacerlo durante mi pubertad por lo que me considero bisexual.

Bueno el relato se remonta a cuando tenía 13 años, estaba en mi pubertad y mi apetito sexual estaba activo.

Había tenido ya mi primera experiencia sexual pero solamente fue sexo oral con un amigo. Tenía mucha curiosidad y quería probar más cosas, me llamaba mucho la atención el ver porno gay y quería experimentar el sexo anal.

Encontré en internet un chat gay y empecé a tratar de buscar alguien que me inicie. Un día hable con alguien, realmente no recuerdo su nombre, lo agregue al MSN ( me siento un anciano nombrando al messenger jaja) y seguimos hablando.

El era mucho mayor que yo, tenía 36 años, y cuando le dije que yo tenía 13 se retracto un poco. Me pregunto si ya tenía vellos, a lo que respondí que si. Trate de convencerlo hasta que accedió, acordamos un día y hora en que él me iría a buscar a mi casa para ir a la suya.

Mis padres trabajan mucho por lo que pasaba harto tiempo solo.

Llegó el día acordado y yo esperaba impaciente que su llegada, estaba muy nervioso y tenía miedo de irme con un extraño, pero el deseo fue mayor. Me llamó y me dijo que estaba en la esquina para hacerlo más piola.

Me subí a su auto y lo vi bien, era un hombre moreno, delgado y pelo corto. Estaba vestido con ropa de oficina, lo encontré un poco picante (no es que me crea cuico pero uno cacha) pero igual me calentó. Típico viejo varonil, pensaba.

Vivía en el bosque, yo en maipu. Conversamos un poco en el trayecto.

Al llegar a su casa se llevó una gran sorpresa al ver que la reja estaba forzada.

- Conchetumare, parece que entraron a robar- me dijo

Y efectivamente así fue, al entrar a su casa vimos todo revuelto. Fuimos a la pieza y el estaba para la caga, los cajones dados vuelta sobre la cama, el closet desordenado. El solo se daba vueltas lamentándose.

Yo no sabía que hacer, quería irme a mi casa, por lo que me quedé parado al lado de su cama. El solo caminaba de un lado a otro. Así estuvo un buen rato hasta que se calmó.

-Mejor dejémoslo para otro día- le dije
-No, disculpa que haya pasado esto, pero no es culpa ni tuya ni mia- me dijo y me dio un abrazo

Tenía su pecho contra cara. Mi frente le llegaba al mentón y pude sentir su aroma varonil invadir mis fosas nasales. Un cosquilleo eléctrico recorrió instantáneamente desde la punta de mi pene y se propagó por todo mi cuerpo. Sentí que empezaba a tener una erección.

Soltó un poco el abrazo y al mirar hacia arriba encontré sus ojos oscuros mirándome. Se acercó y mis labios encontraron los suyos. Metía su lengua en mi boca y yo hice lo mismo con la mía, mientras mis manos rodearon su cuerpo, pude sentir su espalda ancha y fuerte.

De un momento a otro me pidió que me volteé, yo no entendía para que, yo lo estaba pasando bien así. Cuando lo hice me dijo que me agachara. Empezó a frotar su entrepierna contra mi trasero.

Seguía sin entender cual era el objeto de eso, hasta que sentí algo duro rozándome. En ese momento comprendí el porqué cuando uno de mis amigos, al pasar en un espacio estrecho por atrás mio, se quedaba un rato atrás de mi, el otro se reía. Me estaban punteando!! Sí, era muy inocente como para entender las bromas de mis amigos.

Pero en ese momento no se trataba de una inocente broma, su pene estaba despierto y quería penetrarme. Al razonar todo esto entre en un frenesí hormonal, quería ese pedazo de carne. Me di vuelta y lo bese con desesperación, mientras mis manos palpaban ese pantalón azul de tela.

Busqué su cinturón y trate inútilmente de soltarlo. Él lo hizo por mi y al bajar el cierre de su pantalón puede sentir su bóxer húmedo. Me agache y desesperadamente restregué mi cara contra ese bulto. Pase mi lengua por él y se lo bajé para poder conocer por fin a ese pico que tanto añoraba.

Su pene moreno salto libre frente a mi. No era muy grande, pero si grueso. Tenía vello púbico y eso me calentaba mucho. Empecé a darle besos y lamerlo. Eso hacia que él exclamara un oooh de placer.

-que rico lo haces pendejo, métete mi tula en la boca- me dijo.

Obedientemente lo hice, abrí la boca y me metí su cabeza mientras con mi lengua la masajeaba. Repentinamente sentí sus dos manos fuertes en mi cabeza, y con un movimiento de cadera hizo presión metiéndomela casi entera en la boca. Un dolor en mi garganta y una arcada hizo que me la sacará tosiendo.

-cómetela toda cabro chico, no era esto lo que queríai? - dijo mientras daba golpes con su pico en misu labios.

Abrí nuevamente la boca y esta vez pude soportar mejor tener una porción de su pene más grande dentro.

Mientras el Metía y sacaba su miembro de mi boca, se saco la camisa. Luego de un rato paró y me hizo una señal para que me ponga de pie. Cuando lo hice me sacó la polera y acercándome a su cuerpo puso sus manos en mi poto. Pude sentir su pecho peludo contra el mio lampiño, lo que me puso a mil.

-ahora si este culito será mio- Dijo.

Me desabrocho el pantalón y me ayudó a quitarme todo. Quedé completamente desnudo. Posteriormente hizo lo mismo, se saco los zapatos y el pantalón, ya que yo solo se lo había bajado.

Hizo un espacio en su cama, ya que estaba llena de cosas y se acostó. Me hizo un gesto y me subí sobre él. Empecé a besarlo mientras mis piernas rodearon su cadera.

Me tomó y acercó mi pelvis a su boca y empezó a chuparmela. Las cosquillas eran casi insoportables, yo estaba muy caliente. Estaba a punto de terminar así que le dije que pare. Hizo que me recostara sobre su pecho, con mis piernas a cada lado. Una mano húmeda recorrió mi espalda. Puso saliba en su dedo del medio y empezó a rozar mi ano circularmente. Sentí que empezó a introducirlo y un "ahhh" de placer se escapó de mi boca.


Estuvo unos minutos moviendo su dedo en mi interior, hasta que me dijo:

-chupala un poco más cabrito-

Me levante y baje a la altura de su miembro. Estaba a punto de metérmela en la boca cuando me detuvo diciendo:

-chúpame los cocos un poco primero-

Empecé a lamerlo sus testículos y me di cuenta que se exitaba mucho. A mi no me agradó tanto porque tenian pelo y fue un poco incómodo, por lo que rápidamente regrese a su pene.

Estuve un rato haciendo sexo oral lo mejor que podía, hasta que me dijo que suba a su pecho nuevamente. Me recosté sobre su torso peludo, pero esta vez su pene quedó entre mis nalgas.

Puso saliba en la entrada de mi ano con su dedos, y sentí la punta de su pene en la entrada. Empezó a moverlo lentamente y eso provoco que quedará extasiado. Lo estaba disfrutando mucho, cuando de un momento a otro empezó a hacer presión. Al principio se sintió bien, pero fue solo un instante, empecé a sentir que mi ano estaba muy abierto, sentía que estaba muy estirado y me dio miedo de que pueda romperse. Junto con esto apareció el dolor.

-ah! Para me duele- dije
-tranquilo, ya va a pasar el dolor, espera a que se acostumbre- me dijo mientras detenía su entrada.

Yo sentí que por lo menos ya había metido la mitad. Pero al tocarme me di cuenta que era solo la punta.

El dolor disminuyó un poco, y nuevamente empezó a presionar. Sentí un ardor que incrementaba a medida que su miembro se abría paso dentro de mi.

-para! Por favor sacala un rato me duele mucho- Exclamé.

- No, ya pasará, esta casi toda adentro. Después te gustará - Me dijo el firmemente.

Esta vez no esperó tanto tiempo y siguió metiéndomela. El dolor fue incrementando hasta que sentí que ya no entraba más.

-ohhh!! Que rico, tienes el culito apretadito. Ya entro toda- dijo

-sacala un poco por favor me duele- le pedí

- no pendejito, aguantate un poco ya pasará- respondió

No dije nada más y me quede con mi cara apoyada sobre su pecho. Repentinamente sus caderas empezaron a moverse circularmente. Sentí que su pene entraba y salía un poco.

-aay! Que rico - se me escapó

-te dije hueoncito que te gustaría-

Su movimiento empezó a acelerarse paulatinamente. Sentía mis glúteos chocar en su pelvis. No pude controlar gemidos de una mezcla entre placer y dolor.
Sus moviéntos dejaron de ser suaves y ahora estaba culeandome metiendo y sacando su pene lo que más podía.

En todo momento estuve con mi cara en su pecho. Estuvo varios minutos con ese mete y saca. Empecé a sentir que yo no aguantaba más. Le pregunté si le faltaba mucho para terminar y me dijo que no tanto.

Aceleró sus movimientos y eso provoco que aumentará el roce de mi pene contra su estómago. Un cosquilleo muy fuerte recorrio todo mi pene y empecé a eyacular sobre él. Empecé a gémir mucho más fuerte por el placer. Al parecer eso lo exitó mucho porque luego de unos mete y saca más , sentí que se estremecía mientras exclamaba un profundo "ooooooh".

La frecuencia de sus movimientos disminuyó y sentí que mi ano palpitaba. Algo caliente fluía en mi interior.

Le tomo unos segundos recuperarse, y sentí que su pene salía de mi interior.

Me levante y el se dirigió al baño. Empecé a vestirme, sentía remordimiento por lo que había hecho.

Lo veía en el baño limpiándose el estómago su miembro ya no tan erecto en la ducha.

- si quieres puedes venir a limpiarte- me dijo.

-no, gracias. Cuando llegue a mi casa me baño- respondi.

Al salir de la ducha, se vistió y me dijo.
- vamos te voy a dejar a tu casa. Cuando vuelva tengo que llamar a los pacos -

Una vez en mi casa me duché y mientras lo hacía me acorde de lo que hicimos. Sentía mi esfinter palpitante y ardiente, por un segundo pude sentir su pene en mi interior nuevamente. Hasta ahí llego el remordimiento.

A él nunca más lo volví a ver.

Espero les haya gustado. Saludos