Sin título

Hola, mi nombre es Jorge, tengo 20 años. Trabajo de cajero en un supermercado X en la comuna de La Cisterna. De apariencia 1,74, ojos claros, pelo castaño, trigueño y delgado. La situación es la siguiente.. aproximadamente hace un mes atrás, comenzó a trabajar en mi local un guardia externo, típico guardia externo super flaite hasta para rezar, moreno cerca del metro80, mohicano en la cabeza y unos dientes hermosos, aparentemente de unos 25 años, le vamos a llamar Matias. Éste tipo me calentaba caleta, usa unos pantalones negros algo ajustados que hacían resaltar ese culito redondo parado, y por delante un abultado pene, el que no le daba pudor tocarse de vez en cuando para acomodarlo. Matias sabía que me llamaba la atención, ya que me descubrió en varias ocasiones observando sus atributos, y al parecer le gustaba que lo miraran, ya que se tocaba cada vez con menos disimulo. La verdad es que era mi fantasía sexual y creo la de cualquier chico como yo. El día domingo acostumbra a haber poca gente trabajando en el local, por el tema de la nueva ley de los domingos de descanso, para mi suerte a Matias y a mi nos tocó trabajar en el turno de la tarde. Yo estaba con la caña a full ya que el día anterior había carreteado. Matias lo notó y amablemente me compró una gatorade para hidratarme jaja. El flujo de gente era super diminuto, por lo que me dio tiempo de conversar algo mas con Matias, quien cada 2 o 3 minutos de conversación se tocaba el pene sin vergüenza delante de mi, cada que lo hacia me miraba a los ojos y sonreía, yo me ponía colorado, con miedo de qué alguien pudiese vernos y el solo reía. Al rato después desapareció de mi vista y seguí trabajando. Tipo 6 de la tarde, salí a colación, llegué al baño a hechar la corta, en lo que entra este flaite y se para al lado mio también a mear. No pude evitar mirarle la pichula, era grande, pero no taaan grande, sí bastante gruesa, me mira a los ojos y sonríe de una manera muy coqueta. Me dio una tentación de risa, por los nervios creo yo, solo escuché de su boca "chupamela, no creo que sea la primera que te comis". Me puse de todos colores y quién me dijera pos jaja en un dos por tres mi mano estaba sobre su pene, acariciando sus cocos y masturbando lenta pero muy calientemente ese trozo de hombre flaite, la cosa se puso super hot, después de darme un beso en el cuello, caliente al máximo me agaché y comencé a lamerle él abdomen, bastante trabajado por lo demás y por sus oblicuos baje hasta llegar a su arma mas letal, comencé a comerme sus bolas lampiñas y con bastante rapidez Matias comienza a follarme la boca, haciéndome hacer arcadas en cada vaivén, tomo mi nuca y con mucha fuerza me chocaba la cabeza en su pelvis, yo quería puro que me culiara, pero en el lugar en que estábamos era bastante la exposición, por lo que decidí detenerme, ya qué alguien podría entrar y descubrirnos. Le dije que fuésemos a la bodega de los cartones, ya que nadie circula por ahí a esa hora, a lo que accedió. Al llegar comenzó a puntearme, moviéndose de un lado a otro, sentía todo su pico recorrer mi trasero. Cuando de pronto me baja los pantalones y comienza a escupir y luego lamer mi ano, su lengua se turnaba con sus dedos, era una sensación única, sentir la lengua de un guardia ultra flaite pero super rico danzar dentro de mi. No pude evitar soltar algunos gemidos y de pronto PUM..! Sentí toda su masculinidad dentro, me salió un grito de dolor, por lo que me tapa con sus grandes manos la boca, embistiéndose cada vez con mas fuerza. El notaba que de cierta manera me dolía pero lo disfrutaba, a lo que me dice "Tranquilito bebe, no es dolor, es placer". Si es así, nunca había sentido tanto placer jaja. De pie afirmado en la pared sentía como su cuerpo chocaba con el mío, me besaba el cuello y me comía las orejas, lo que me ponía a full. El dolor ya había desaparecido, en lo único que me concentraba era en apretar mi ano con fuerza su gran pene. "Vay a ser mi perrita", me decía "pa hacernos cagar todos los días". Seguimos encima de los cartones, yo en 4 y el montándome, dándome duro, el único sonido que se escuchaba era el de sus grandes manos golpeándome la raja y sus cocos chocar con los míos. Así estuvimos un buen rato disfrutando de nuestros cuerpos embestirse el uno con el otro. "Voy a acabar en tu boca, tenis que tragártelo si", y sin yo responderle nada me agarra del pelo y lleva mi boca hacia su gran humanidad, a lo que vuelvo meterme su bulto dentro de mi boca, con una mano lo masturbaba y la otra acariciaba su culito bien duro que tenía, sus dos manos estaban sobre mi cabeza, presionando en cada succión y de pronto sentí un masculino gemido acompañado de un leve tiritón de piernas y ese líquido tibio recorrer cada espacio de mi boca, lo disfrute bastante. Ahora me tocaba a mí, comenzó a chuparme el pico acariciandome la raja y metiéndome sus dedos en el ano. Estaba hiper caliente y me fui en su boca, también se lo trago. Al acabar me da dos cachetada en la cara como símbolo de que había echo un buen trabajo. Placer máximo, follar en la pega con el temor de que alguien te descubra. Dios mío, y eso no era todo. Tipo 8:30 me llaman de la sala de cámaras. Llego y estaba el Victor. Con su teléfono había grabado todo lo que pasó en los cartones, casi lloré de vergüenza. Me dijo "tranquilo, hay una manera de guardar el secreto", y con sus dos manos me agarra de los cachetes. "Te parece bien..?" No me quedaba de otra, era chuparle el pico, o asumir que todos sabrían lo que había pasado con el Matias. Y así fue, en un turno me comí 2 vergas jaja. Creo que trabajare mas seguido los domingos.
Con el Matias intercambiamos whatsapp, tenemos unas conversaciones y fotos bien calentonas, después de eso hemos tenido 2 encuentros, fuera del local eso si. Y el Victor, aún tiene el video en su teléfono, no es completamente de mi gusto, pero tiene buen pico que es lo importante.