Cerro Cordillera (parte dos)

(de volao se me fue ponerle el título a la primera parte, así que saldrá como Sin Titulo, me imagino, otro dato, esta no es la parte final, las divido porque no se cuanto es lo máximo que aguanta esto)

Pasaron los días, de repente iba a comprar cigarros a la boti en las tardes, ahí estaba el Andi, en el mesón, viendo tele, conversábamos un rato, a veces salía a fumarse un cigarro conmigo cuando no había nadie, un día llego a mi pega, le regale una promo de churrascos, mi jefa no estaba así que el Andi se fue contento, un día me lo encontré en el paradero de la micro, estaba con su polola y su hija, me la presento, Valeria se llama, parece que habían discutido porque ninguno tenía muy buena cara, su hijita es hermosa, bueno dicen que no hay guagua fea, así pasaron algunas semanas, ya éramos quien dice amigos, un día viernes salí temprano de la pega y me lo tope justo en la esquina, estaba parado, como esperando a alguien, ¿y tú, no deberiai estar en la boti, a quien estay esperando?, me dijo que iba a carretear con unos amigos pero que llevaba harto rato esperándolos y no llegaban, yo me iba a ir a la casa, estaba medio cansado, nos despedimos, él iba a seguir esperando, alcancé a avanzar un par de metros y me grita, oye Chelo, oye, se me acerco, me dijo que mejor fuéramos a carretear juntos, que no estaba ni ahí con esperar más a esos weones, mas encima sabía que iban a terminar peliando, eran los mismos de la otra vez, le solté el si altiro, vamos po, tomemos entonces que pa eso nacimos, fuimos a un bar bien piola, había dancehall, reggae, algo de rap, estábamos pasándola bien, bien bien, al rato sonó su celular, era uno de los locos que estaba esperando, se habían demorado por no sé qué, él le dijo que llegaran al bar donde estábamos, llegaron al rato cuatro locos, pinta de malos, se notaba a lo lejos que eran buenos pal pleito, se sentaron con nosotros, uno de ellos se llamaba Brandon, era un loco terrible simpático, era el alma del grupito, tiraba tallas, conversamos un rato, los otros eran medios cortos de palabra, al rato se fueron soltando, pero me di cuenta que no me habían tomado mucho en cuenta, quizás les había caído mal pensé, en volá debería irme, estos locos son otra volá, querían ir a una disco, así que como a las dos de la mañana salimos del bar, no quise acompañarlos, le dije al Andi que me iba a ir a la casa, no me tincaba ir a la disco, no me gustan mucho que digamos, me miró y me dijo, tranquilo Chelo yo me voy contigo, sus amigos lo webiaron un rato, que no fuera fome, a mi igual me intentaron convencer, les dije que tenía que trabajar al otro día, Andi pero quédate weon, anda no más si yo me voy solo pa la casa, me contesto que no, que se iba conmigo porque igual no quería ir pa allá, sus amigos se iban a poner a comerse locas y él iba a quedar tirao así que no, al final nos fuimos los dos igual, nos despedimos y partimos pal siempre lindo cerro Cordillera, el Andi durante todo el camino estuvo más callado que lo normal, ¿Qué volá Andi, que te pasa, tai piola, te enojaste con los locos?, no weon, me respondió, lo que pasa es que siento que estoy en otra, en estos momentos como que me paso ese rollo, ya no soy el mismo cabro chico de antes, me estoy poniendo más maduro en volá, o más fome, no sé, antes andaba puro webiando, puta Chelo, si yo te contara weon las volás que he pasao, en ese momento me entro la duda, le dije que me contara no más, que podía confiar en mí, me conto que estuvo un tiempo preso, como 6 meses, por un robo en una casa, lo habían acusado a él y a otros locos, le habían pegado a los dueños, los habían amenazado, se robaron joyas y plata, la cosa es que era verdad, pero él había manejado la camioneta donde fueron, cuando los locos entraron a la casa él se quedó con la camioneta prendida afuera para llegar y salir de vuelo arrancando, el solo había manejado, lo soltaron por falta de pruebas, me decía que estaba arrepentido porque justo cuando estaba adentro su polola tuvo a su hija, no pudo estar en esos momentos, conoció a su hija cuando ya tenía un mes de vida, no lloró, pero su voz se entrecortaba, era un aullido de perro atropellado, le puse una mano en la espalda, se devolvía el favor, se repetía la escena, se calmó, ya Chelo, ahora me vay a tener que contar porque te arrancaste de tu casa, no puedo ser el único que se confiese esta noche, justo estábamos llegando cerca de mi pieza, le dije que si quería saber me iba a tener que prometer que no iba a cambiar en nada nuestra amistad, me lo juro, por su hija, me lo juro, pero primero quería ir a comprar más chelas porque no tenía ganas de llegar a la casa, fuimos a la boti donde trabajaba y compró, nos sentamos en la oscura escalera, ya po Chelo, me tenis con el medio suspenso, yo no tuve pena en ese momento, sentía que me iba a desahogar, no me costaba tanto, habíamos agarrado confianza, lo que pasa Andi es que soy gay, pero no es todo, mi papá me pillo culiando con un loco en la casa, tenía 18 en ese tiempo, estaba andando con un loco, él iba a mi casa en las mañanas cuando no había nadie porque estaban todos trabajando, un día mi papa volvió antes de lo normal, primero le pego al loco y lo hecho, después me saco la cresta, salí corriendo y no llegue en una semana, me fui donde una amiga, después un día en la mañana fui a la casa, saque una mochila con ropa y aquí estoy hablando contigo en esta escalera, nadie sabe que estoy aquí, nadie, nunca le dije a nadie que me venía, ni tengo celular, ni he hablado con ningún amigo, a mi mamá la llame una vez para decirle que estaba bien y me dijo que no quería saber nada de mí.
El Andi se quedó callado un rato, me miro fijo y me dijo, tenis que estar tranquilo po Chelito, ahora estay bien po weon, aquí nadie te molesta ni te va a pegar ni nada, esos viejos culiaos no te quieren po, si te hubiesen amado como hijo no te habrían hecho esa wea, además me tení a mi aquí po Chelo, yo te voy a defender de cualquier weon que te webee, me reí con ese intento de subirme el ánimo, la noche se puso más calmada, me había sacado un costal de harina de la espalda, seguimos conversando de otras cosas, al rato el Andi quiso entrar un poco más en el tema, me pregunto si ahora yo tenía algún loco, le dije que no, hace rato que no, de hecho desde ese día fatal que no había estado con nadie más, oye no te vayai a enamorar de mi si po Chelo, me dijo bromeando, yo sé que enamoro a cualquiera sí, no pero así más enserio ¿tu cómo me encontrai?, el Andi me había tirado la pregunta directo, sin tiempo pa inventar nada, le respondí que igual era piola, tenía buena pinta, intente no ser muy evidente, me dijo que se él se sentía feo pero que igual cuando estaba soltero tenia suerte con las minas, cambio el tema y nos fuimos por las ramas, por las ramas, terminamos hablando de cualquier tontera, la chela seguía corriendo, se hacía más tarde, en un momento la música de su celular se paró, lo estaba llamando la polola, le contesto y alcance a escuchar que ella estaba bien enojada, le respondió de mala gana, le dijo que estaba tomando con un amigo y que no iba a llegar, la mina grito al otro lado de la línea ¡quédate por allá mono culiao, no volvai en hartos días! Y le corto, puta la culia pesá, me dijo, esta weona se pone tan weona, sabía que iba a salir hoy día con mis amigos no se pa que se pone tan cuatica, no pienso llegar a la casa culia, me tiene chato weon, le ofrecí que se quedara en mi pieza total era obvio que se iba a ir pa allá, nos entramos porque se puso medio helado, ahora ya tenía luz en mi palacio, nos fumamos unos cigarros y se acostó, los dos estábamos medios entonados, yo me fui al baño a cagar, me moje la cara y volví a la pieza, el Andi estaba raja o eso parecía, la ampolleta zumbaba, el piso estaba lleno de ropa cochina, el velador era un museo de vasos sucios, ordene un poco, apague la luz y me tire al lado suyo, miraba al techo, el cubre cama reflejaba la luz naranja del foco de la calle, pasaban autos de repente, no podía dormir, pensaba en la confianza que había llegado a tener con este weon, somos bien diferentes en muchas cosas pero ya lo consideraba un muy buen amigo, oye Chelo, oye ¿ estay despierto?, no estaba tan raja el Andi después de todo, si weon estoy despierto, oye Chelo sabí que me quede pensando igual en tu volá y quería decirte que puta cuenta conmigo pa cualquier wea y que no pensi que voy a ser diferente con vo ahora porque no toy ni ahí con que seai así, yo igual una vez me culie a un loquito pero tenía como 15, volá de cabros chicos, igual yo no soy como tu si po, el Andi se estaba dando muchas vueltas, me estaba dando explicaciones que yo no pedí, le costaba decir y encontrar las palabras correctas, esta curao este weon pensé, igual me sorprendió su confesión, había tenido algo con un hombre, alguna vez, algún día, a pesar de que el siguiera siendo el mismo macho de siempre, yo no entendía nada y no quería entender, le di las gracias por su apoyo y volvió el silencio, volví a pegar los ojos en el techo, en la ventana, en cualquier lado, y quebró la calma de nuevo, oye Chelo ¿no te tinca pasarla bien conmigo un rato?, total yo no le doi color, me hice mil puntitos, me caí del colchón al mar, todos los cerros de Valparaíso me bailaron alrededor, las luces me hicieron una corona, los perros, los autos, los focos, las escaleras, se fueron, se pegó contra mí, me abrazo por la espalda, uno de sus dedos se resbalo por entremedio de mi polera, yo tiritaba, no respondí, ¿cuántas? ¿Cuántas veces ha pasado? ¿Cuánto perrito medio vivo, medio curao, medio muerto se ha echado en las faldas de un fleto solitario?, los litros de alcohol que han hecho de la historia del fleto un poco más contenta, y el hombre, y las camas malditas que acurrucan la escena por todo el país, cada noche de fin de semana, cuanto cinturón que se rompe y el silencio de los dos, un tratado, lo que pasa ahí se muere, se entierra y se sacramenta ahí, supieran tantas pololas de la patria lo que sus hombres hacen con un pisco encima, un beso en el cuello, su otra mano entraba por mi pantalón, di media vuelta y respondí el juego, el empezó, él había empezado, que no se quejara después, no hay derecho a reclamo, me saque tantas ganas que tenía guardadas, entre las manos que se encrespaban por mis piernas y los roces, intente darle un beso en la boca, me corrió la cara y me aparto un poco, entendí cuál era el límite, podía chuparle la planta de los pies, las orejas, podía morderle los dedos, pero un beso en la boca era herejía, el colchón bailaba de un lado a otro, grite, al fin grite por todos los miedos que tenía guardados, grite de placer, de rabia, quedamos tirados de cansancio, no creía en nada, hubiese salido en ese mismo momento empelota a la calle a saltar de felicidad, él se durmió, al otro día me leyó clara la cosa, amigos como siempre, no se sentía culpable por nada porque también le había gustado la cuestión, calleuque el loro, muere de viejo no de sapo, no le costaba nada molerme a combos si sabía que yo andaba por ahí hociconeando, bonita amenaza, se fue y yo no quise levantarme nunca, quería agarrarlo de una pierna y meterlo a la cama de nuevo, la pieza y yo sabíamos que no sería la última vez.