sábado, 20 de febrero de 2016

Valparaiso

Por la ventana de mi pieza se ve el Pacifico, azulito, yo fumo y fumo, y allá abajito el mar, los buques grandes, los container que se apilan uno arriba del otro, las casas pintadas de mil colores, Valparaíso me ha guardado hace un par de años, me vine arrancando de la vieja población, viví toda mi vida en Puente Alto, pero me arranque, pa que les voy a contar porque si no importa, me arranque nomas, y me vine aleteando a vuelo firme pa acá pal puerto, es que aquí la cuestión es diferente, ya no tengo que andar cuidándome la espalda en cada esquina, arriendo una pieza chiquitita pero tengo todo lo que quiero, mis posters, mi cenicero tapado en colillas, mi tele añeja que repite todos los días las mismas tonteras, mi colchón que hace meses no recibe visitas y la escalerita de la puerta donde me siento a fumar, a mirar los buques.
Los jueves empieza el baile, bajo como a las 4 de la tarde caminando al plan, trabajo en un local de completos, comida rápida para el carretero con bajón, el local cierra como a las 3 o 4 de la mañana, de ahí vuelvo caminando a mi pieza, bien arriba por el cerro Cordillera, lo mismo hasta el Domingo, llevo poco si en esta pega y me quiero cambiar, tengo que juntar plata pa meterme a estudiar algo el otro año, no puedo quedarme friendo papas toda la vida, es entretenido, pero quiero aprender cosas nuevas, mi mamá me decía – estay chico todavía, aprovecha, aprende a hacer cosas, todo sirve en la vida- claro que ya no estoy tan chico, tengo 21, se cuidarme solo, se lo bueno y lo malo, y me arranque, tengo las rodillas peladas de tanto costalazo que me he dado, y me iba a seguir cayendo todavía más.

Los sábados son el día donde más gente va al local, los curaos hacen fila pa comprar una promo de dos italianos más bebida en 1300 pesos, ese día estaba igual que todos los sábados, el olor a fritura y el calor de la plancha me tenían mareado, afuera los curaos cantaban, pataleaban, y los parlantes de los pub ofrecían su mejor repertorio, yo estaba con la mirada pegada a la plancha, haciendo los pedidos, nada fuera de lo corriente, otro sábado en el triste calendario, sé que la hora más tediosa es entre las 3 y las 4, antes de cerrar, toda la muchachada arriba de la pelota camina cerro abajo para tomar taxi o colectivo pa su casa, otros siguen el bochinche, sin animo alguno de parar la fiesta, y no falta el cuentiao’ que da más jugo de la cuenta, las peleas sobran los sábados, los viernes, los días de carrete, no hay fin de semana sin pelea, a veces son un chiste pa la tele, otra veces son dramas mas brigidos, nunca se sabe, y ese sábado no iba a ser la excepción, estábamos a punto de cerrar, estaba chato, transpirado, quería tirarme luego en mi colchón, mirar por la ventana las luces naranjas de la civilización, los edificios que tanto odio pero que en la noche alumbran el puerto y como no se notan imagino que son muchos bichitos, luciérnagas o que se yo, velas, una iglesia llena de velas en el mar, un funeral, no sé, pero quería ver las luces desde la ventana y quedarme dormido, afuera del local empezaron a gritar unos weones, mi jefa que es una señora cincuentona, pelo rojizo, con los brazos inundados de pulseras, reloj y cuanta parafernalia, estaba como siempre sentada en la caja, fumando y contando plata, se paró y nos dijo que mejor cerrábamos porque la pelea no se veía nada bien, eran varios locos gritando de un lado a otro, de adentro no podía ver mucho, así que cerramos la reja, no quedaban clientes, empezamos a ordenar mientras veíamos que pasaban de un lado a otro de la calle como 3 weones gritando, eran como amenazas pero en lengua borracha, en idioma de curao, te vamo a matarte, te vamo a pegarte, te vamo a masacrarte, y yo lavando las espátulas, guardando los condimentos, guardando la palta en el refri, el sonido me asusto, uno de los locos rebotó contra la reja del local, lo habían tirado de una patada, pero se corrió rápido, cruzo a pegarle a su contrincante, nosotros adentro atinamos solo a cerrar la cortina y seguimos ordenando, me dio un poco de susto que fueran a tirarse contra la cortina y pasara algo, pero estoy acostumbrado a ver esas escenas así que mucho miedo no me daba, el único problema es que iba a tener que esperar a que la cosa se calmara para poder salir, pa poder irme a la casa.

Paso un rato, estaba todo listo, tome mi mochila y salí, ya no estaban los weones peliando afuera, parece que se los habían llevado los pacos, quedaba poca gente en la calle, casi todos los bares estaban cerrados, siempre me voy caminando, estaba cansado pero caminar me relaja, puedo respirar aire, aire sin olor a fritura, partí rapidito de vuelta a la pieza, mi palacio porteño, seguí la ruta de siempre, cuando llegue a Valpo no me costaba mucho perderme, esta ciudad tiene tanta escalera escondida, tanto callejón secreto, he terminado sin querer en el patio de una casa tantas veces, y de noche no es tan rico perderse, asique tome las calles de siempre, cerro arriba, camine unos cinco minutos, no se veía nadie, corría un aire tibio, de repente sentí que alguien caminaba atrás mío, mire y no había nada, tonteras mías pensé, si me quieren cogotear que me cogoteen, total, no ando trayendo nada, el delantal lleno de aceite que tengo que lavar, una polera vieja, un paquete de vienesas que me traje, nada, que me cogoteen no más, pobre weon el que me cogotee porque se va a ir a perdida, me reía solo, hermano me gritaron de repente, hermano, oye, era un loquito como de 25 años, se veía un poquito mayor que yo no más, su cara no daba nada de confianza, care’ pato malo diría mi mamita, bandido, estaba pasado a un olor, ese olor entre cenicero y colonia Avon, un olor pesado, a caña, posteriorum carretum, después del bacile, este se las había bailado todas parece, y se notaba que estaba en dos o tres sentidos no más, ¿hermano oye tení un cigarro que me convidí?, me pregunto, si, si tengo, saque la cajetilla del bolsillo y le di uno, le preste fuego, me metió conversa, ¿de adonde soy tu, hermano?, de más arriba le dije, voy pa la casa, vivo por Chaparro, me dijo que el igual vivía por allá cerca, que caminaba donde mismo, es verdad que al principio no me dio nada de confianza, tampoco era para salir corriendo pero esperaba que después de darle el cigarro siguiera su camino, pero su camino era el mismo que el mío, al parecer, así que ofreció acompañarme, no podía negarme, si este weon quiere colgarme pa que me va a acompañar más arriba, lo hubiese hecho altiro, pensé, mientras caminamos me dijo que se llamaba Andrés pero todos le decían Andi, ¿y tú como te llamai, hermano?, Marcelo, hermano, me llamo Marcelo, al par de metros avanzados ya me empezó a parecer más agradable, me conto que andaba carreteando con unos amigos y que se habían puesto a pelear y que a él no le gustaban los ataos así que se corrió, y de repente cacho que se los llevaron detenidos asique quedo solo, los hubiera defendido, me hubiera metido pero los weones estaban más curaos, estaban peliando por puras weas, de puro jugosos, me dijo, así que según el por eso no los había apañado, y quedo botao, mas encima no tenía plata ni pa un coleto ni nada, me dijo altiro que no tuviera susto, que él era un weon tranquilo, trabajaba en una botillería cerca de su casa pero hace poco, hace como una semana, eso explicaba porque no lo había visto en ni una de las botillerías a las que voy a comprar siempre por ahí, antes había trabajado de guardia en un super pero dijo que esa volá no era pa él, no estaba ni ahí con andar agarrando weones que podían ser sus mismos vecinos, que sacaban unos quesos y chocolates, así que se salió, vivía con su polola en la casa de sus suegros, tenía una hija de 1 año y 8 meses, su familia vivía en Playa Ancha pero no los veía nunca porque estaban medios enojados con él, puras weas, decía, yo le conté que me había venido de Puente hace un par de años, que estaba juntando plata, que quiero estudiar, ya llevábamos un rato caminando, estábamos caminando lento, me había caído bien al final de cuentas, ya no pensaba en que me iba a cogotear, cache que sus amigos eran los weones que estaban peliando, le dije que uno había chocado en la reja del local donde trabajo, se cago de la risa, dijo que si había cachado, que ese loco era un weon que se juntaba con su grupo de amigos pero era muy cuentiao’ así que él no lo pescaba, sus amigos eran buenos pa bacilar, pa ponerse a peliar, pa pelarse, toda esa volá, pero él se vendía de tranquilo, te estay tirando muchas flores, le dije, no me digai tanto que eris tranquilo, fiel y trabajador porque no te la comprai ni tú mismo, se rio, ná si todos tenemos nuestras cosillas por ahí, me decía, tenía una risa picarona, este debe ser más pelao pensaba yo, estábamos llegando a mi casa, yo vivía un poco antes de él, según lo que había dicho, nada de lo que conversamos me constaba, nadie me aseguraba que todo su cuento era cierto, era solo un weon que me encontré en el camino y conversamos un rato, me daba lo mismo, era simpático, se me había hecho más corto el viaje, no quise decirle exactamente donde vivía, tenía que doblar por una cuadra, el seguía derecho, así que me despedí, me dijo dónde estaba la botillería en la que estaba trabajando, que cuando quisiera fuera y ahí veía si me regala una chela, le dije que si pasaba por el local donde yo trabajaba que me saludara y en volá le regalaba un churrasco, nos despedimos, llegue a la casa, intente prender la luz, estaba todo oscuro, el interruptor no hizo su trabajo, me habían cortado la luz, o se había quemado la ampolleta, no se veía nada, me fume un cigarro, lo único que me alumbraba era el reflejo de las luces naranjas del puerto, tantas luces.

El domingo me levante bien temprano, lave mi ropa en el lavamanos del baño, no me alcanza el espacio pa poner una lavadora ni tengo plata pa comprarme una, hay otras cosas que apuran más, me cocine algo, me entro una nostalgia, un escalofrió, por mi casa, mi familia, pero cuando me pasa eso prefiero hacerme el tonto y pensar en otra cosa, puse música, tenía que arreglarme pa irme a la pega, me apure y baje al plan como todos los días de trabajo, los domingos de verano también son movidos, pero ya era fines de febrero, no andaba la misma cantidad de gente que el resto del verano, así que fue una noche calmada, entraban y salían personas del local, uno que otro colectivero con hambre, esa noche salí más temprano, tenía que trabajar solo hasta las 11, me fui rápido a la casa, justo ese día me pagaron además, el sueldo no era la gran cosa pero me bastaba, me guarde la plata en los calcetines por si se me cruzaba en el camino algún gato negro manilarga y derecho pa la pieza, me dieron ganas de tomarme una chela, de los años que llevo en Valpo todavía no me había hecho de muchos amigos, tenía uno que otro amigo de mis pegas anteriores o los locos con los que trabajaba en los completos con los que me llevaba bien y de vez en cuando salíamos a tomarnos algo, pero eran pocos y casi todos eran mayores, tenían hijos, no podían tomarse una chela en la escalera a cualquier hora, ese domingo tenía ganas de poder hablar con algún amigo, andaba melancólico, me estaba quedando grande la ciudad, me acorde altiro de la boti donde trabajaba el Andi, fui y justo estaba abierta, quería que el weon me regalara una chela, quizás inconscientemente también quería meterle conversa, estaba en el mesón, lo vi más claro, tenía el pelo castaño, café, como suave, tenía un corte rebajado a los lados y más largo arriba, tenía la piel cobre, esa piel lisa como quemada por el sol pero a fuego bajo y lento, short y polera, short y polera, cuando me vio me hizo una seña, wena wena hermano, cachaste altiro cuál era la boti, ¿cómo estay?, me dijo sonriendo, le respondí que estaba medio cansado, le pedí que me vendiera una Becker de litro desechable, sacó 2, había un caballero con el pero estaba más al fondo ordenando unas cajas, me siguió conversando, ¿Qué tal la pega, mucha gente? Y esas cosas, de repente me dijo que ya iba a salir, ya iban a cerrar, que si quería lo esperaba y nos tomábamos una chela por ahí cerquita, puta bacan le dije, ando medio decaído y quería puro tomarme algo, ya espérame vengo altoque, dijo y partió donde el caballero, yo salí de la boti a esperarlo, en eso llego con una cajetilla de cigarros en la mano y su mochila, fue rápido, me conto que el dueño de la boti era un hermano de su suegro, le tenía buena, además iban a cerrar como en media hora asique lo dejo irse antes, caminamos a una escalerita media escondida que hay entre unas casas, es como un callejón y desde ahí se ve toda la costa, su mochila sonaba, tintineaban unas botellas de cerveza adentro, me dijo que las había sacado, total después las descontaba no más, nos sentamos al principio de la escalera, no andaba nadie en la calle a esa hora, solo un par de perros, uno medio cholito se nos acercó y él le empezó a hacer cariño, conversamos harto rato, todavía no terminaba el colegio, tubo hartos ataos cuando era más chico, su familia valía callampa según él, iba a empezar un dos por uno en marzo, terminar tercero y cuarto, su vida era su hijita, vivía con sus suegros más por necesidad que por gusto, le pintaban color por todo, quería mucho a su polola pero sentía que él era muy poca cosa para ella, que ella se merecía un loco mejor, pero la amaba, quería postular pa tener su casa luego, quería irse de Valpo, tenía muchos amigos pero estaban todos en otra pará, todos andaban de carrete en carrete, trabajaban pa puro bacilar, sentía que ni siquiera lo escuchaban, no podía hablar de muchos temas con ellos porque pensaba que eran muy weones, cuando estaba bajoneado prefería salir a caminar o irse a algún mirador a fumarse algo.
¡ya, he hablado todo el rato de mí!, dijo casi obligándome a contarle de mi vida, puta, que te puedo decir, me puse nervioso, no soy bueno para hablar de mis problemas o de lo que me ha pasado, me reservo tantas cosas, tantas veces he sentido que me voy a reventar por dentro de tanto guardarme las cosas, pero este weon me daba confianza, o me caía bien, o estaba tan aburrido que ahora cualquiera me caía bien, no sé, le conté que me había ido de la casa hace como 3 años, que con una mochila con ropa y 10 lucas salí, me fui al terminal y agarre el primer bus que venía al puerto, había pensado en irme pal sur primero, a Conce, tengo un par de buenos amigos que viven allá y me podían recibir, pero me arrepentí, quería irme donde no me conociera nadie, pero igual siento que no estoy tan lejos de mi casa, todavía siento que un día voy a tomar el bus de vuelta, pero no, no puedo, ¿Por qué no podi, porque tan así, porque te arrancaste de la casa?, me pregunto, juro por todos los santos del cielo que desde que llegue aquí nunca pero nunca, ni un solo día, ni una sola noche, había soltado una lagrima por eso, pero ahí me tenían, llorando, sentado en la escalera con una cerveza en la mano al lado de un weon que conocía hace un día, me tranquilizo, me sobaba la espalda, con cara de compasión, me dijo que si no quería hablar de eso que no importaba, me seque las lágrimas y le respondí que mejor otro día le contaba, no insistió más, al rato nos estábamos riendo, tenía los dientes bonitos, grandes y el olor de su ropa era muy agradable, ya me había entrado agua al bote, eran como las 3 de la mañana, escuchábamos música en su celular, ponía temas de regeton, me pregunto si me gustaba el regeton, le dije que más o menos, lo bacilaba pero no era como pa escucharlo en la micro, se puso a reír, claro si tu tenis como más pinta de rockero me dijo, nada que ver, escucho hartas cosas, ¿te gusta el rap, Chelo? ¿ te puedo decir Chelo cierto?, me daba un poco de risa cuando era tan respetuoso, caballero, porque no le salía bien el personaje, como las parejas que se tratan de usted, que empalagoso, si po dime Chelo no más si yo te digo Andi po y si weon, me gusta el rap, cuando chico era bien rapero, después se me paso, cambio la música, puso unos temas bien buenos, hablamos de música, se hizo más tarde, ¿oye Andi y tu polola no te webea por llegar tarde, no te da color?, no hermano, porque no está ahora, anda en Quilpué donde unos familiares de vacaciones, se viene en unos días, y en la casa están sus puros hermanos, así que ni me ven, me estaba diciendo entonces que tenía permiso para seguir tomando, no quedaban más chelas, tenía las llaves de la botillería, fuimos y saco un pisco, coca cola, mas cigarros, me dio susto porque no me explico que si podía o no podía hacerlo, tranquilo me dijo, vamos no más, cerramos sin hacer ruido, salimos por una puerta chiquitita y le dije que no volviéramos a la escalera, vamos pa mi pieza mejor, total nadie me webea ahí, accedió altiro, caminamos, no voy a negar y pongo de testigo mi conciencia que sí, le había echado hace harto rato el ojo a este weon, pero no soy lanzado, hace tanto tiempo que no me como a nadie, ni un beso, ni un roce y por puro terror mío, me quedo de piedra, me pongo tartamudo, nunca he sabido como acercarme a un loco, pero si se me tiran respondo, además si le llegaba a poner un ojo caliente encima y se daba cuenta me iba a sacar cresta y media, cresta entera, así que no, chela, vino, nos reímos, calabaza, no iba a ser nada más, fuimos a mi pieza, se me había olvidado que no tenía luz, me dijo altiro que daba lo mismo, total igual se ve algo con la luz de la calle si corris la cortina, alumbro con la linterna de su celular, saque unos vasos que tenía en el velador, nos sentamos en mi colchón, no dijo nada de mi tierna casucha, poco me acuerdo que hablamos ese rato, ya estaba el bote hundido, ya tenía el cerebro lleno de copete, me acuerdo sí que todo estaba calladito, solo ladraban los perros y se escuchaba bajito la música de su celular, me tire en el colchón, la cabeza me daba vueltas y tenía un silbido en el oído, un pito constante, entre dientes me dijo si podía quedarse ahí, estaba muy curao como pa irse a su casa, nos acostamos en mi colchón viejo, nos tapamos, nos quedamos los dos callados, los primeros tres minutos en ese estado pensé en lo rico que sería poder darle un beso, me di vuelta mirando a la ventana, se veía un poste de luz, ladraban los perros, me quede raja, desperté con el sol en la cara, no había cerrado la cortina, el sol entraba por la ventana, se había adueñado de toda la pieza, estaba bailando encima de nosotros, que dolor de cabeza, y la boca pasada a cigarro añejo, el despertó casi junto conmigo, ooh hermano tengo la media caña, la volaita, tomamos caleta, eran como las 10 de la mañana, despertamos temprano solo por el sol, se lavó la cara, tomo su mochila y se fue, se fue altiro porque quería llegar antes que despertaran los hermanos de su polola, prefería que pensaran que había llegado en la noche pa que no anduvieran cahuineando después, yo seguí durmiendo, quería dormir un año entero, desperté como a las 2 de la tarde, prendí la tele, las mismas tonteras de siempre, me corrí una paja pensando en él, cuando me fui cortado tenía su cara pegada en la cabeza, después me sentí tonto, tan tonto que salí, pasándome rollos con este weon, me bajo esa culpa ploma, ese vacío después de la paja, sabía que lo iba a seguir viendo, si me empezaba a pasar rollos ahora no iba a terminar bien la cosa, dicho y hecho.

14 comentarios:

  1. Buen relato la jodio, espero que lo sigas y no demores en la conrinuacion por que esta super bueno :)

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  2. Me gusto! No se por que pero siento que tu perso es bien parecida a la mia.

    No te pierdas mucho, saludos!

    Pancho.

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  3. Me encantó, exijo la continuación ya :/

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  5. Pedazo de relato. Recomendación... Usa más puntos seguidos, muchas comas no dan tiempo al cerebro de respirar y se pierden las buenas descripciones. Exigimos más xD

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  6. leí ambos relatos y me encanta tu forma de escribir :D y se párese mucho en la forma que escribes a oro relato publicado hace un tiempo por aquí en vola eres el mismo autor. ojala sigas escribiendo.
    kuhaylan.

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    1. A mi me recordó el del relato combo maletero, son parecidos pero diferentes

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  7. Hola, soy de viña, ojala contactarnos en buena, te dejo mi skype: xsonik0x /bkn tu relato!
    Saludos

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  8. Yo tambien soy de valparaiso, y tengo 21 años, si te interesa que nos conozcamos en buena respondeme ps, sere caliente pero mas me gusta conocer a un amigo por aca

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  9. Puta wn que entrete tu relato, la verdad me sentí super identificado con parte de el, la verdad nunca me ha pasado algo así, pero vivi al frente de chaparro, tambien en una pieza, también a veces sin luz XD, escuchaba los autos, llegaba del local de comida con chelas con la mochila, ( aun lo hago ), soy de pocos amigos, también subia y bajaba de cerro cordillera a pata !! que risa, bueno aun vivo en valpo pero en otro cerro, toda mi vida en cordillera, saludos y exito

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