domingo, 29 de mayo de 2016

El Chino (parte cuatro)

Quedaba poco para que terminara el maldito año, íbamos a tener que recuperar el tiempo que estuvimos en toma así que lo más probable es que saliéramos casi pa año nuevo, no quedaba de otra, lo único que cambio en el colegio fue que le dieron unas manos de pintura a las paredes de afuera, arreglaron todos los baños, cambiaron unas colchonetas, cambiaron las latas viejas y los pizarreños de las salas de arriba que se llovían, nada más, nada más, entre todos sabíamos que se venían varios años de lucha por delante, sinceramente poco importaba, la desesperanza era otra compañera de curso más, acaso nos iba a alcanzar si quiera pa entrar a la universidad, era un sueño no más, eso de la educación gratuita sabíamos que a nosotros poco nos afectaba, de seguro la mitad saliendo de cuarto se iba a poner a trabajar, la otra mitad si es que terminaban el cuarto iban a entrar a algún instituto que no pidiera puntaje, trabajar y estudiar, la historia del siglo, el cuento de tantos por el país.

Además quedaban un par de año pa eso, más nos interesaba que el agua de las goteras no nos mojara los cuadernos en invierno o que la caca no se arrancara de los baños, a mí en ese entonces más me importaba que el Chino no se olvidara nunca de mi existencia, que no me dejara de querer, los ojos me brillaban todos los días, me daba lo mismo que la cuestión fuera secreta, me daba lo mismo, estaba feliz, íbamos a comer completos a Gran Avenida, nos juntábamos los fines de semana y íbamos al persa del 40 a comprar tonteras, yo le prestaba libros con la esperanza de que pescara alguno, al final los paseaba en la mochila semanas hasta que terminaba quitándoselo, a veces en las tardes yo ponía alguna película, nos quedábamos acostados, abrazados, él nunca le ponía atención a la película, me decía que eran fomes, prefería las de acción, yo ponía cosas rebuscadas, faltaban días pa mi cumpleaños, iba a cumplir 16, de vez el cuándo el Chino parecía desentenderse del mundo, volvía a hablarme como en los primeros días, con ese tono coqueto pero manteniendo la distancia, la amistad, yo le buscaba los ojos cuando hablábamos, el corría la mirada a cualquier parte, susto, se le notaba el susto en el pelo, y yo haciéndome el tonto, prefería que se muriera de susto a que se me arrancara, 16 años, el día de mi cumpleaños no se apareció por niun lado, fue un sábado, me dejo un mensaje por feisbuk, ese día solo estuve en la casa con mi mamá, el domingo tampoco supe nada de él, en la semana invento excusas pa no ir a mi casa, yo era bueno haciéndome el indiferente, no me costaba mucho, por dentro se me derretían los pulmones, el corazón bajaba a la guata y lo deshacían los ácidos, el hígado pal cerebro, la cabeza en el culo, se me revolvía el cuerpo entero, pero ponía mi mejor cara paliducha, tiesa y sin sentimiento, el Chino se sentía cómodo con que no le diera tanto color, a los días volvía cual curado arrepentido a mi pieza, cabros chicos los dos, intentaba no pensar tanto en lo que podía venir después, en si el Chino se iba al servicio, en si yo me cambiaba de colegio, si nos íbamos a separar, no pensaba mucho en eso, tampoco le preguntaba a el que pensaba al respecto, la cosa iba en culiar, darnos besos y tomar once viendo tele, sentarnos en los puestos de siempre, fumarnos un porro en la plazita.

Segundo medio pasó, no me había invitado a carretear con él desde ese día que salí corriendo de su casa, yo tampoco lo invitaba a bacilar con mis amigos porque sabía que no se tenían buena, ese día que salimos de clases me dijo que iba a ir a tomar a una plaza con algunos compañeros, las locas que me caían bien de su grupo y otros weones, le dije que si podía ir con algunos de los locos con los que me juntaba, al final fuimos casi todo el curso, compramos harta chela, vinos, los porros corrían, saltaban entre las bancas y los juegos de la plaza que nos hacían de asiento, era viernes, hacía mucho calor ese día, no costo mucho para que las enemistades desaparecieran, muchos se iban del colegio, mi futuro era incierto, nunca me dijeron si me iban a echar, poco me importaba si el Chino ya no iba a estar sentado atrás en la misma sala que yo, algunos decían que no iban a seguir estudiando, los que nunca hablaban en la sala ahora se pasaban la chela, siempre es así en todos los cursos, al final de la guerra todos tan amigos como siempre, o eso creo yo, el Chino seguía bien su personaje, lo miraba y pensaba ¿alguno de estos weones se imaginará que le chupo el pico a este culiao al menos día por medio?, la tarde siguió su camino, algunos se iban, yo estaba con el hocico prendido hace rato, una de las locas dijo que se podía sacar la casa para que carretearamos, el Kako y mis otros amigos se iban a ir a tomar piola a la casa de otro weon, yo prefería mil veces irme con el Chino, les dije que no podía, que iba a estar un rato más en la plaza y después me iba a entrar, mentira, mentira de las mentiras, iba a partir corriendo donde fuera el Chino, aunque fuera pa mirarlo de reojo en algún living oscuro inundado de reguetón, todos empezaron a llamar amigos, la cosa se venía buena, claro, vinieron los del otro segundo, el Broly, algunos locos de tercero que se comían a mis compañeras, así iba el cuento, tomamos la micro, se me habían mareado un poco las piernas , ya me sentía más cómodo, tenía la fianza de que eran mis compañeros, no era un infiltrado como las otras veces, íbamos a la casa de la Tania, ella iba media waila, llenamos la mitad de la micro, nos pusimos a fumar, el vino jamás se acababa, como buenos cabros chicos hablábamos fuerte pa que nos escuchara la micro entera, llegamos y se llenó el patio chiquitito, el living también, me senté afuera a hablar con las amigas del Chino, a la finales todos terminaron bailando, como yo era medio ñurdo pal perreo siempre me quedaba hablando de cualquier cosa con los que tampoco bailaban, entre webeo y webeo una de las locas me obligo a bailar, intente como pude seguirle el ritmo a Don Omar, el Chino estaba a poca distancia mía tomando de la cintura a la dueña de casa, me hirvió la mierda, sentí celos, celos bien tontos, estaban bailando, nada más, el copete me agarro rapidito, llegaron unos autos, más gente, el Broly me miraba de reojo de vez en cuando con esa cara de bastardo que tiene, al rato me sentía pal pico, estaba volao y curao, el Chino no me perdía el paso, de repente se me perdió de vista, estaba en el baño vomitando, entré y le sobé la espalda, le limpie un poco la boca, tiré la cadena, una por otra, él me había ayudado en la misma hace tiempo, lo senté en el suelo, estaba pa la caga, no podía modular, te quiero Camilo, te quiero decía y cerraba los ojos, buscaba apoyar la cabeza pa atrás, preferí llevarlo a acostarse porque no podía dejarlo ahí, le pedí a la dueña de casa que me prestara una cama pa poder dejarlo, abajo todos estaban más vivos que nunca, eran recién las 3, cuando lo tire en la cama le saque las zapatillas y lo acomodé, tenía en mente bajar a seguir carreteando, total el Chino estaba en calidad de bulto, de muerto, pa que me iba a perder el webeo, me agarró fuerte del brazo y me dio un beso, le dije que se quedara tranquilo que podía entrar alguien, ¡no me importa weon, no me interesa que nos vean!, quede de piedra, estaba curao, no podía tomarlo en cuenta, pero estaba diciendo lo que quería escuchar hace tiempo, me toque la cara y volví a tierra, era solo un curao más diciendo tonteras, baje rápido, la hora pasó, muchos se iban, otros estaban muriendo en los sillones, el suelo igual servía de cama, me apure en subir pa poder dormir con el Chino, o por lo menos cerca del pa que nadie se aprovechara de su estado, habían varias en ese carrete que se lo querían servir con mayonesa, justo estaba solito en la cama, me senté a sacarme las zapatillas y en eso entró don Broly, perro culiao, con una loca, se iban a tirar a dormir en el suelo, a los pies de la cama, no me pregunto nada, porque iba yo iba a dormir con el Chino, nada, el culiao sabía exactamente lo que quería que pasara, me acosté, acomode la cabeza, me zumbaban mil pitos, ya no había música, pensé que el Broly y la loca iban a culiar pero se quedaron callados altiro, la pieza se me movía, la cama me daba vueltas, tenía la boca caliente, la cara humeando copete, por la ventana entraba el reflejo azulito de la luna, unos murmullos corrían en las otras piezas, me quede dormido, al rato sentí una mano caliente intentando bajarme el cierre, me punteaba despacio, el Chino había despertado del sepulcro con ganas de toquetearme, era zona peligrosa, con el Broly a un metro no podíamos empezar a delatarnos, le pegue como tres codazos para que se quedara quieto, lo intentaba separar con las piernas, lo empujé, el Chino insistía, me intentaba abrazar, el calor de los cuerpos moviéndose, peliando entremedio de la curadera, estaba transpirando, le murmuraba bajito, córtala Chino, date vuelta, no me hacía caso, el Broly se paró, prendió la luz sin aviso, hasta ahí llego el webeo, ¿Qué wea están haciendo jiles culiaos?, me destape rápido para que viera que no había nada adentro de nada, este weon del Chino que no se queda quieto y no me deja dormir weon, le respondí, tiritando, ya veía el combo de 90 kilos, el puño del Broly enterrado entre mis cejas, claro que iba a pensar que era yo el que estaba manoseando a su amiguito, supiera el culiao, supiera, la cosa iba al revés, me paré y me fui a dormir abajo en el suelo, el Broly quedo cachuo, no dijo nada más pero estoy seguro que ese weon andaba aguja con nosotros.
El primer rayito de sol me toco los parpados, esa lucecita molestosa de la mañana, la mañana en casa ajena, las colillas de cigarro repartidas por el suelo, el suelo pegajoso, las marcas de las zapatillas, una pareja durmiendo en el sillón largo, los vasos con conchos de copete encima de la mesa, el campo de batalla, todos los cuerpos repartidos por la casa, era el primero en despertar, estaba justo frente a la ventana así que el sol entro directo a pegarme su charchazo, como pude me levante al baño a lavarme la cara, me mire al espejo pensando en que algún día la cosa se iba a salir de control, algún día lo iban a ver entrando a mi casa en la tarde, el Broly hace rato sospechaba, claro, había que ser harto weon pa no sospechar nada, quería salir corriendo, salte la reja de la casa que estaba con llave y me fui, me fui caminando a mi casa, era un pique largo, cuando llegue intente dormir y no pude, no pude, me daba vueltas, pensaba en que no había futuro, en que nada iba a resultar nunca, en que nunca debí haberle metido la mano en el bóxer, nunca debí haberle bajado el cierre, el celular me sonó a eso de las 2, hacía calor, faltaban pocos días pa la navidad, me dijo si quería acompañarlo a la feria navideña, necesitaba comprarle un regalito a su mamá, de pasá podíamos tomarnos unas chelas, había promoción en la botillería, yo me pegaba en la guata y sonreía, no podía decirle que no, su voz coqueta, ese tonito, como haciéndose siempre el tonto, y yo enojándome conmigo mismo, con nadie más que conmigo, nos juntamos, recorrimos un poco de la feria, al rato estábamos chatos del calor, el cemento derretía las zapatillas, sentía que en cualquier momento se me pegaba la polera a la piel, partimos volando a la botillería, nos sentamos en la cuneta terminando la feria, tomamos, nos reímos del carrete, le dije que me había puesto celoso de la weona, le dije que me había venido temprano porque estaba incomodo, le dije que intento culparme en la noche estando el Broly al lado, se le pusieron los ojos de plato, le costó tragarse la chela, ¿Qué wea? ¿cacho algo el Broly?, me preguntaba preocupado, según él no se acordaba de nada, lo tranquilicé, la media salvá, seguimos tomando, toda la tarde, andaba con plata, nos habremos tomado una java entre los dos, la gente pasaba y pasaba, comprando cachivaches, que las películas piratas, que las barbies pelichoclo, que el robot, todas las tonteras que después terminan arriba del techo, las viejas con coche, el olorcito a empaná de queso, tomamos y tomamos, la feria navideña parecía pasarela, todos lucían la mejor pinta, no faltaron las peleas, unas ofertas de balazo, otros ofertando puñalás, nosotros con el poto pegado a la cuneta, la mano pegada a la cerveza, mientras nos íbamos curando el Chino se ponía más cariñoso, yo lo evitaba, estábamos sentados en la calle, había que guardar las composturas, las composturas dice el lindo, las composturas, no podíamos andar dándonos agarrones ahí mismo, o yo era muy cartucho a veces o el Chino muy lanzado, me dijo al oído que se había calentado, el sol empezaba a bajar, no podíamos ir a mi casa porque estaba mi vieja, en la suya igual, caminamos y caminamos hasta la multicancha que estaba cerca, detrás de unas maderas nos pusimos a comernos, mirábamos rápido a que no viniera nadie, no se veía nada porque parece que era bueno el escondite, le baje rápido el buzo, me sabia el recorrido de memoria, no alcancé a estar ni dos minutos en la pega y se me subió los pantalones rápido, se asustó, parece que venía alguien, era un pastero, nos fuimos de ahí, se no fue la calentura, pasamos a comprar unos porros, niuno de los dos quería entrarse, siendo sincero, bien sincero, la pasaba muy bien con mi morenito, nos reíamos de tanta wea, sentados en la cuneta de la feria nos reíamos de la ropa de la gente, de lo ridículos que se veían comprando tonteras que después iban a terminar mordidas por el perro, de cómo se gastaban los pocos pesos que ganaban en cuestiones de plástico inservibles, en lucecitas colorinches, en petardos, pa meter bulla, pa decir aquí estoy, aquí estamos, parece que a nadie le importa, a nosotros no nos importaba, igual el weon iba a comprarle algún engañito a la mamá, pero la plata se había ido en tomar conmigo, después veo de donde saco algo decía, nos fuimos a una plaza cerca de su casa, tanta plaza testigo de nuestro amor cabrito chico, tanta micro que nos vio tomados de la mano en los últimos asientos, parece que eran los únicos que podían saber que nos dábamos besitos, las micros, las plazas, los paraderos, nadie más, y paso la hora, se nos hizo más y más tarde, poco entendía de la vida a esas horas, tanta chela, tanta chela, nos estábamos volando, se paró a hacer pichi, paro un auto con la música a todo chancho al lado de la plaza, el diablo y su compañía, ¡wena hermanito Broly! ¿que anday haciendo?, le pregunto el Chino a satanás, andaba con dos weones más, el Chino igual los conocía, se pusieron a conversar parados, yo estaba a un metro sentado en la banca intentado no mirarlo a ojos, me podría el alma mirarle la cara a ese culiao, inevitablemente me saludo, se sentaron a orillas de la banca, nos pecharon chela y pito, Estabai bien curaito anoche Chino, este weon parece que te estaba corriendo mano, soltó de la boca el perro Broly, los dientes, el olor a perfume, su gorro negro nuevecito, cruz invertida, me nació el odio desde la guata, lo miré de pies a cabeza, respire hondo y pensé en cualquier tontera, el Chino se cago de la risa con su comentario culiao, no pasa ná hermanito Broly si yo me acuerdo de too, dijo el Chino, el Broly andaba con ganas de wear, de wearme, de wearnos, no vaya a ser que este mariconcito lo de welta Chinito, ¿Cómo que mariconcito bastardo culiao?, me paré de una, no iba a dejar que el weon me tirara tierra en los ojos como si nada, ¿a quién le decir mariconcito perro chuchetumare?, el Broly empezó a decirme weas, no quiero repetir, la escena pasa rápido cuando la recuerdo, más encima con 12 litros de chela en el cuerpo que no se me pida acordarme bien, sé que estábamos frente a frente, el Chino intentaba calmar las aguas, que no fuera a pegarme, estábamos claros que el Broly me sacaba la chucha en dos tiempos, me iba a dejar durmiendo en la gravilla, ¡tan vios que se andan comiendo los dos fletos culiaos, maricones culiaos cochinos!, eso fue lo último que escuche salir del hocico de mi querido amigo Broly, el Chino lo molió a combos, los amigos del culiao que lo acompañaban se tiraron a pegarle al Chino, lo tenía agarrado, lo habían tenido con bozal a ese perro, me acuerdo y no puedo dejar de verlo como un perro enrrabiao, con espuma en el hocico, el Chino salto con los puños cerrado a la cara del culiao, lo molió, insisto, lo molió a combos, no hay otra forma de describir al Chino esa noche, yo como podía le pegaba a los weones amigos del Broly pa que lo soltaran, con el Broly en el suelo y el Chino al lado, le dije que nos fuéramos, los weones agarraron al Broly y lo echaron al auto, claro que las amenazas se escuchaban hasta mi casa, se fue prometiendo la muerte, las puñalás, todas las condenas, ¡anden con el cajón en la mochila jiles culiaos porque donde los pille los voy a matar!.

20 comentarios:

  1. Me leí dos capítulos más. Quede metido y espero no tenga el final que tengo en mente

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  2. Esta historia es tan detallada, buena y bonita!! Todas las historias como esta se parecen a "Valparaíso", " el Block", o hasta el "Care'mono"...tienen aires melancólicos y siempre el final es súper triste. Espero que esta termine bien :(

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  3. Que buena historia y que bien narrada te pasaste aquí un fiel lector Saludos perrito

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  4. lolo encerio si lo publicas como libro yo lo compro *o*

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  5. Que hermoso es ver que alguien narre tan bien una historia, por favor publiquen la continuación luego ):

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  6. me agrada tu labia , me agrada la historia , me hace sentir identificado ,espero sin aire comprometedor un final/ continuación :)

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  7. me encanta esta historia, refleja tan bien la realidad, los deseos, los problemas, todo sobre ser un "maricon" cuando eri joven, cuando estai rodeado de algunas personas tan mierda, cuando no podi hacer en publico nada por miedo, agh... Espero que el final no me haga llorar tanto :(

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  8. Hola quisiera tomar contacto si fuera posible con el autor de este relato y sus protagonistas porfa...

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    1. soy el autor, escribeme a mi correo jaim.gon5@gmail.com

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  9. Excelente historia, es de las pocas historias que me dejan inpaciente por la siguiente. Tambien soy de san benrardo y cerca de esos sectores, cada detalle que hablas los conosco por que soy del sector. Te felicito por tal relato y espero el siguiente.

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  10. Hola espero todas las semanas el sgt cap. Cono si fuera un libro tienes una forma de relatar que es facil de entender pero a la vez te hace involucrarte con la bistoria y saber cada detalle que cuentas ... Es de esas historias que al leer uno se imagina los lugares las situaciones te felicito .... Y ajala suban el prox lo antes posible

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  11. Me he conmovido con esto de una forma que solo quiza lo compare a lo que vivi hace un año, y que ojala pueda un dia contarlo igual. Tienes esa esencia de que al leer no hace falta cerrar los ojos para imaginarse ese "inframundo" donde sucedio todo esto. De verdad tienes el don de la redacción y te felicito por eso, de seguro los comentarios ojala te motiven a escribir historias o sensaciones en el futuro, sea por hobbie o como un literato. Me gustaria poder hablar contigo y darte las congratulaciones por tu capacidad. Te saluda un tipo joven que cuando puede igual goza escribiendo sus vivencias...y a mano todavia. Un abrazo desde Valdivia... cual es tu mail si puedo saberlo?

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    1. gracias, pulento que te haga sentir eso, mi mail es jaim.gon5@gmail.com.

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  12. Conchesumadre. Quiero expresar muchas cosas que me estan pasando en este momento, sentimientos brigidamente encontrados que pensé en algún momento haber perdido, no tengo historias semejantes a la tuya pero comparto tus sentimientos, al final muchos converjemos en el mismo pesar, la angustía misma de ser un alguien sin expresion en esta mierda. Quiero expresar lo mucho que siento, pero no puedo, no puedo.

    Me remito solo a preguntar; existe la parte 5?

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  13. WEOOOOON NDKFJF NECESITO TU WSP PARA QUE ME SIGAS CONTANDOOO

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  14. mansa historia wn, tienes un talento innato para escribir, describes tan bien la pobla, ojala la historia no termine mal

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  15. Tienes una poética que sigue creciendo en cada relato. Profundiza cada vez más en ella y no te limites por el formato de la página o en lo cotidiano del contenido. Si tu forma se hace más rica en eso que has descubierto, nosotros podremos disfrutar aun más. Felicitaciones
    Estas lineas me encantaron... "tanta plaza testigo de nuestro amor cabrito chico, tanta micro que nos vio tomados de la mano en los últimos asientos, parece que eran los únicos que podían saber que nos dábamos besitos, las micros, las plazas, los paraderos, nadie más"

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  16. Exelente relato, da gusto leer y dan mas ganas de seguir leyendo. No soy muy buen lector, para te hipnotiza y no paras! Felicitaciones
    Kuricano.

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  17. Uuuufff que buena historia por la chucha, ojala no termine como varios relatos del "J" fatal y repentino. Buena la historia y más aún la redacción!!
    Un gran abrazo!

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  18. Se nota tu solidaridad con el lector por lo bien y preciso que explicas cada situación. Y eso logra la empatía con tu historia.
    Espero seguir leyendo de tu relato.

    Muy bueno! Gracias.

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