El amor platónico

Nunca he escrito nada en ninguna parte, suelo recurrir a este tipo de blogs a leer cómo las historias de hombres como yo (comunes) terminan en amoríos o sexo casual, en fin.

Tengo 22 años, soy un ciudadano común y corriente, voy a la universidad, tengo una pareja (hetero) pero desde muy niño me he interesado por los hombres, pese a esto jamás he tenido contacto alguno (en este momento pueden seguir mi historia, o bien, salir ya que no termina en nada coqueto).

Estaba cursando primero medio en un colegio salesiano de Santiago, hasta ese entonces mi vida era completamente normal. Me gustaba una niña, me iba regular en el colegio, en fin, todo normal. Era un cabro flojo, para que estamos con weás, me iba ahí no más en el colegio y en mi infancia fui gordo lo que me hacía ser un poco tímido con desconocidos, y por consecuente no disfrutaba mucho la actividad física. Los días viernes habían talleres deportivos en mi colegio, estuve unas semanas en uno hasta que me salí y entré a un grupo religioso, el cual consistía en que éramos una serie de monitores de niños de sexto básico. Nunca me había fijado en hombres, pero siempre estuvo el bichito ahí. Entré pensando "peor es nada", así que me di el ánimo y comencé a guiar a estos niños por el camino del evangelio (si claro), me hice amigo de algunos, tirábamos la talla, a otros, para que estamos con cosas los encontraba guapos, pero nada más allá. Por esos momentos mi gusto por los hombres empezó a aumentar, hasta que lo conocí a él. No diré su nombre para mantener todo en el anonimato, pero supongo que si llega a leer esto se dará cuenta que es él (y eso espero). No era un modelo ni tampoco el más guapo de su curso, pero si tenía algo que me mataba enormemente, no sabía que era, pero obvio, era 3 años menor que yo y ni si quiera sabía si me gustaban los hombres por lo que nada pasó.

Los años avanzaban y los dos íbamos creciendo, debo decir que en tercero medio (el cursaba octavo) estaba locamente enamorado de él, antes lo disimulaba con mujeres que salía, incluso tuve una polola pero todo se acabó a inicios del 2009, por lo que mi atracción por él aumentaba cada vez más. Era tanto el cariño que, al salir de clases me iba corriendo al metro, lo esperaba para que nos encontráramos "casualmente", cosa que era totalmente planeada. Nos enviábamos mensajes de texto (sí, en esos años estaban recién naciendo los smartphones y no todos tenían, por lo que whatsapp era casi una tecnología alienígena para algunos).

Llegué a cuarto medio, al fin, mi único temor era salir del colegio y no verlo más, conversábamos harto e incluso un par de veces hablamos por messenger via webcam. Una vez para una marcha estudiantil en aquel año, 2011, él fue sin permiso de sus padres para acompañarme, por lo que una vez terminada la marcha fuimos a su casa, vivía en el metro toesca por lo que estábamos cerca. Él fue junto a unos amigos y yo llegué después. Mi corazón latía muy fuerte.

Llegando allá, tiramos la talla entre todos un buen rato hasta que todos se fueron y nos quedamos solos, yo estaba en la mesa del comedor y él recostado en el living, por su puesto por mi mente pasaron muchas cosas pero quedaron ahí solamente, en el imaginario. Me ofreció usar su computador que estaba en su pieza a lo cual dije que no, por lo que me lamenté más adelante ya que quizá era una invitación con doble sentido, para mi mala suerte soy muy lento con eso y no entiendo nunca a la primera.

Tomé mis cosas y me devolví al colegio ya que debía hacer una prueba, nos despedimos y todo cómo de costumbre.

Llegando a fin de año, me enviaron un mensaje ya que harían una pequeña junta en la casa de uno de sus compañeros, yo junto a un gran amigo de su curso conversamos y partimos, sabía que él iría así que ni tonto, partí. Ese día tuve dentista por lo que comí un almuerzo liviano y nada más durante el día.

Como era el único mayor de edad, fui el encargado de comprar alcohol, hicimos una serie de juegos y ha sido la única vez que me he emborrachado tanto, al nivel de vomitar, antes de eso, tengo imágenes de haber estado abrazado con el y me decía "puta que te quiero", a lo cual yo respondía nerviosamente. Habíamos planeado que me quedaría en su casa, pero estaba tan borracho que dormí allí, en la casa de un desconocido.

El tiempo pasó, yo salí del colegio y conversábamos un poco por facebook, una vez me lo encontré y su cara de "te extrañaba" decía mucho, pero a la vez poco. Ya hace algunos años, los dos mayores de edad, conversábamos por whatsapp y un par de veces me insinuó saber que me gustaba, a lo cual obviamente decía que no, que qué onda. La última vez que hablamos me dijo "ya, si sé que te gusto" y obviamente me hice el loco. Estoy enormemente arrepentido de aquello. ¿Habrá sido una insinuación? no lo sé, y creo que nunca lo sabré, perdimos todo contacto luego de eso. Lo único que sé es que mi amor platónico está ahí. Será gay? tampoco lo sé.

Disculpen a todos, no es un relato sobre flaites ni nada, si llegaron hasta acá muchas gracias, y si por alguna razón esta persona visita este blog, sé que sabrás quien soy, y te esperaré siempre.

S.