domingo, 5 de junio de 2016

El shuli

Hola, me llamo Pedro. Estudio Derecho. Les escribo del modo más coloquial posible, para poder expresarles de la mejor manera lo que me pasó. Soy de estatura… promedio, 1.75; pelo castaño claro, ojos color miel; aunque flaco, naturalmente marcado, pese a que como un montón.

Les contaré lo que me sucedió en una tarde de verano del año pasado. Fue una de las mejores experiencias sexuales de mi vida: la liberación real de una fantasía que me acompañó toda la adolescencia, pero que creí imposible en el mundo de lo real. Por eso sigo sorprendiéndome de que realmente se haya concretado y de esta forma. En ese entonces , tenía 23 años.

Estudié en un liceo de hombres que era bien heterogéneo, por lo que teníamos varios compañeros que eran el estereotipo del flaite. Uno de ellos era Diego, al que desde chico le dicen el shuli. Éramos del mismo grupo de amigos.

Es moreno, pelo negro, de un 1.70. A este hueón le encanta el futbol y en el liceo era bueno para todo lo que fuera educación física, por lo que tenía un cuero naturalmente rico: músculos marcados, espalda grande, buen poto y unas piernas fibrosas y peludas. De cara es medio porfiado, pero tiene algo muy masculino en sus rasgos toscos que lo hace muy atractivo. Medio cejón, con una mierda profunda, y unos labios carnosos, que si bien no encajan armónicamente, son más excitantes que la chucha.

Solía hacer estos típicos punteos que le encantan a los flaites . ¡colocaba una cara de placer ,que culminaba con una mordida de labios enferma!

Me encantaba pajearme pensando en cómo se vería esa cara y cómo se movería ese culo en pleno culeón.

Nunca estuve enamorado de él, pero sí era la fantasía sexual de mi vida . Soñaba en que un día nos encontráramos en el baño y él me dejara ir a chuparle el pico, o que lo invitaba a mi casa a hacer una tarea y luego me terminaba culeando.

Hablaba con un acento flaite, siempre tirando tallas y con una actitud canchera.

En mi grupo de amigos -incluyendo al shuli- todos saben que soy gay y fuera de una que otra talla, no es ni era tema. Eso no impedía que fuera parte del hueveo del shuli , como cuando estaba en mi banco durmiendo (yo siempre iba cagado de sueño al colegio), el shuli me despertaba ,agarrando primero mi cabeza para luego comenzar a mover sus caderas como si se lo estuviera chupando. Yo lo dejaba porque igual le tenía ganas, pero no me no me hacía ilusiones porque se lo hacía a todo el mundo.

El tipo además era bien dotado y todos en el curso lo sabían.También le encantaba hacer una broma bastante “normal” en los colegios de hombres. Cuando estábamos en camarines ,después de educación física, y había gente agachada desabrochándose los zapatos o recogiendo sus cosas, el shuli se habría la toalla que se colocaba amarrada después de ducharse, se agarraba el pico y lo pasaba por la cara de los otros hueones como su fuera un pedazo de trapo. Para ellos era normal y gracioso. A mí, por desgracia, nunca me la hizo.
Otra hueá era que se ponía en los últimos bancos junto con otros dos o tres compañeros buenos para la paja durante la clase de química. Se pajeaban en conjunto , ocultos sólo por los bancos, pero todos cachábamos. Se aprovechaban de que el viejo era súper ciego. Después de eso, debía correr al baño a pajearme, no aguantaba .

Pese a ello , yo pensé siempre que era hetero. Aunque ahora en retrospectiva, me parecen bastante extrañas su bromitas, jaja.

Al tipo le iba bien con las minas. Es súper lacho y siempre andaba metido en uno que otro lio por lo mujeriego que es.

En fin, era el hombre de mis pajas adolescentes.

Salimos del colegio, pero nos seguimos frecuentando. Yo entré a Derecho y este hueón entró al ejército. Hizo su servicio militar y luego siguió en la institución.
El año pasado, por enero, invitó a los cabros de nuestro grupo para tomar unas chelas a su casa.

Coincidió que estaba con días libres en Santiago, ya que estaba destinado en Iquique, y una tía del sur estaba enferma, por lo que sus viejos fueron a verla y la casa quedó sola para él.

La noche anterior me mandó un mensaje por Facebook pidiendo que si podía llegar antes que los otros cabros, porque tenía un problema súper grave y necesitaba un consejo legal. Estaba tan asustado que no quería hablarlo ni por teléfono ni por Facebook.

Yo encantado fui antes.

Me recibió en calzoncillos y con esa típica polera cafés apretada que les dan a los milicos. Se veía más rico que la mierda. Se notaba que le daban duro en el ejército. Además, estaba más moreno , con el pelo al rape, lo que hacía que se viera más grande.

-perdón hermanito, no me he levantado.
-da lo mismo . estai maquinón, wn. Hace bien la paja en el ejército.

-No me digai nada , huacho. Cooperé hermano, por la ctm. Por eso te pedi que vinierai antes…dejé preñada a una minita.
-Tranqui, ¿quieres una lata?
-Ya hermano, por fa.

Ahí me contó todo, mientras nos sentamos en su living y tomábamos unas latas de chela.

Cuando estaba en Iquique podía salir a la ciudad. Ahí conoció a una colombiana con la que siempre salía a culear. Antes de venirse, le dijo que estaba embarazada y que la guagua era de él.
No estaba seguro de la paternidad, quería saber cómo hacerlo para impugnarla porque no creía que la mina culeara sólo con él.
Lo asesoré , por lo que se terminó sintiendo más tranquilo, así que nos tomamos otra chelita .

-¿ y cómo es la minita? - le pregunté.
-Está pa hacerla pico. Tiene el medio poto y culea como diosito. Pero vo no cachai, a vo te gusta el pico, jaja .
-Ya, pero muéstramela. ¿ Tienes fotos?

Sacó su teléfono. Tenía una carpeta con puras minas en pelota y videos porno . Allí estaba la foto.

Le quité el teléfono y le pregunté :

- ¿por qué tienes tanto porno?
- Puta hermano, uno es caliente ¿vo no?
- Sí, igual, jajaja.

Yo empecé a pensar que quizás a este hueón igual le hacía al pico. No perdía nada, porque fuera de todo, este hueón se veía relajado con mi tema. Éramos amigos de hace casi 6 años y nunca me sentí rechazado por él en razón a ser gay.
Tenía que seguir la conversa con temas sexuales para ver qué onda.

- ¿tú qué le ves a las minas? A mí no me pasa nada.
-Hermano, son el cielo. Las tetitas, los culos, chuparle el chorito, hermano. Esa wea es el cielo.
-Ya, pero ¿ qué tiene una vagina?
Ahí acerque una foto donde salía una mina gatillándose. El shuli se calentó: se le notaba en el calzoncillo.
-Puta, a vo te gusta el pico y la hueá e terrible de fea, pero a vo te gusta. A mi me gusta la vagina y chao… cada uno con su tema… Oye, siempre he tenido la duda ¿ a ti te gusta ponerla o te gusta recoger el jabón? Allá hay caleta de culiaos que les gusta la hueaita.
- qué te importa qlo jajaja.
-Pucha hermanito, es que igual debe doler esa hueá.
- uno se acostumbra, mira.
Saqué mi teléfono y le puse una porno cola en que se hacían pico a tipo a cachas.
-Igual rica esa huea o ¿ no?
-Ya hermanito, te estai poniéndote brigido jajaja.
Se le terminó de parar el pico. Yo no podía esperar más, estaba que explotaba.
-¿Qué pasó ahí , shuli?
-Naa hermano, donde pusiste a las minas me anduve emocionando.
-¿seguro?
Ahí le puse mi mano sobre el calzoncillo. El shuli se quedó paralizado, no se opuso. Yo estaba a full, se me hacía agua la boca.
Le seguí haciendo cariño hasta que le metí la mano por el bóxer. Este monstruo, moreno y cabezón pedía a gritos placer. Estaba mojadito. Se la comencé a correr. Tomó un sorbo de cerveza y se puso con los brazos para atrás apoyado en el respaldo.
- oh hermano, la wea rica.
Me arrodillé y se lo comencé a chupar.
- O ctm, la wea rica, hermano.
Estaba con olor a macho. Había llegado en la madrugada de Iquique. No se había duchado, así que estaba fuerte. Esa wea me volvía loco.
Yo le pasaba mi lengua por sus coquitos y por el cierre. El hueón no paraba de gemir.
- eso putita, putita.
Me agarró la cabeza y comenzó a culearme con la boca. Yo saboreaba como enfermo. Mientras se lo chupaba pasaba mi mano por su pecho, le tocaba sus tetillas. Por mientras , de reojo, veía su cara, esa cara de flaite califa que tanto me encantaba. Era un macho que tomaba cerveza , que estaba en su trono. Gemia y gemía. Después le comencé a correr manos por sus piernas. Sus gemelos, eran de piedra.
-lo chupai mejor que los otros culiaos en el regimiento. Si parai te saco la ctm, putita.
Bajé por sus piernas, llegué a los pies y le comencé a chupar sus deditos; se retorcía.
Se sacó la polera. Comencé a pasar mi lengua por su torso. El wn estaba medio peludo. Tenía esos pelitos entre los pectorales que luego bajaban por sus abdominales y terminando su caminito al bosque por el ombligo. Ahí seguí por sus abdominales hasta arriba. Le pasé la lengua por su axila, hediondita, paré cuando le dio un poco de cosquillas. Puso sus brazos tomándose la cabeza.
Bésame los brazos, putita. Le besé esos bíceps deliciosos que eran de acero.
Le quise dar un beso, pero dijo:
- no hermano, ahí no.
-no seai patuo qlo.
Me senté en sus piernas, mientras con una mano se la corría, le zampé un beso que duró su buen tiempo. No se resistió.
Me tomó y me dijo:
- ya putita, bájate el pantalón.
Me desvestí y me tiré de guata en el sillón con mi cadera en él apoya brazos. Mientras tanto, él se tiraba pollos en el pico. Estaba tan caliente que me olvide del condón y del lubricante (usted no lo haga).
Tiró otro pollo por mi culo y luego sentí, sin piedad, a ese monstruo cabezón. Se sintió como un doloroso pero placentero choque eléctrico. Me salió una lagrimita. Pese a ello, todo era placer.
El shuli estaba loco, me lo metió todo de una y comenzó a hacerlo con fuerza.
-OH putita, oh putita.
Yo daba unos quejidos que trataba de contener mordiendo un cojín. No quería hace ruido.
Me embestía como animal, me pegaba palmadas. Se notaba porqué a las minas les gustaba.
Así estuvimos un buen rato. Su respiración era la de un toro furioso.
De pronto pegó un sordo alarido. Le apreté con mi ano un poco el pico que recién comenzaba a derramar todo su néctar, a lo que respondió con un
- oh oh oh, concha tu maare.
Se quedó un rato echado sobre mi espalda, respirando con su vida. Sentía su torso mojado, y escuchaba en mis oídos sus imparables gemidos , la manifestación placer liberado de sus coquitos.
Alguien comenzó a tocar con fuerza la puerta
- ya po , qlo, abre !!!
Eran los cabros.
Se puso más nervioso que la mierda. Se colocó la polera y el calzoncillo que, inexplicablemente, estaban tirados cerca de la puerta.
- vístete hueón.
Nos vestimos y antes que ponerse más ropa, por inercia, fue a abrir. Ni siquiera se preocupó de limpiarse el sudor. Parecía recién terminado de jugar una pichanga.
-¿A quién te estabai culeando, shuli?
-A nadie hermano, jaja.
Los cabros siguieron entrando y me vieron ahí. Me faltaba colocarme los zapatos y mi frente estaba mojada. El sillón estaba muy desordenado.
-No me digai que te estabai culeando al Pepi (así me apodan) , jajaja
Lo dijeron en tono de broma, pero igual nos pusimos rojos.
Con mi mejor tono de hueveo , respondí:
-no , ojalá jajaja. Me vine antes, llegué hace 5 minutos

Tras una risa general, nadie reparó más en la escena y siguieron a la cocina para enfriar las cervezas .
Yo creo que ni se les pasó por la cabeza que este hueón también era medio cola. Por eso siguieron sin cuestionarse nada.
Pero esto no quedó ahí.
Quizás, algún día, podría contarles en qué siguió la junta y si pasó algo después.

11 comentarios:

  1. Te envidio sanamente jiji

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  2. Espero el relato de esa junta porfi que se luego. Si po para no perderme. El hilo

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  3. Espero el relato de esa junta porfi que se luego. Si po para no perderme. El hilo

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  4. Se paso compadrito...weno su relato

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. Grito??...pq si grito dema q escucharon hfhfhfhchxhçc

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    1. Gemía más que gritaba. Esto fue en un block, así que evitamos hacer mucho ruido porque ahí se escucha todo.

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  7. Jajajaja buenisimo, sigue contando :)

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  8. Jajajaja buenisimo, sigue contando :)

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  9. Jajajajjajaja mori con el "se me salió una lagrimita"!! Jajajajjajajaj xdddddd la wea pesá!

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