La adolescencia, año 2015 II

Ya era de nuevo el mejor amigo de José, estaba perfectamente contento y esto era solo el principio de un año en el que volvería a ser increíble para mí. Me fui acostumbrando a la nueva persona en la que José estaba escondiéndose, tenía que sacarme de alguna forma la idea de que podríamos ser algo, debía enfocarme en que hemos sido grandes amigos a lo largo de los años, que siendo amigos habíamos vivido lo que habíamos vivido.

Ese verano decidí entrar al gimnasio con José, me sentía un poco insatisfecho con mi cuerpo y además quería pasar más tiempo con él, así que entré. Arregle unas vacaciones con mi jefe por las últimas dos semanas de febrero antes de que entrara al colegio y me las aceptó, así que comencé a flojear y a la vez ejercitarme un poco en el gimnasio. Además ayudaba un poco a subirme la autoestima, me relajaba y además pasaba el tiempo con mi mejor amigo.

En esos días la pasábamos muy bien, entrenábamos juntos, nos reímos de cualquier idiota que había ahí, puesto que había muchos weones que daban la hora de repente, había uno que gritaba puras weas mientras levantaba pesas y eso nos daba risa xD. En una de las tantas conversaciones que teníamos José me revela que se fue del colegio, y me dio como lata porque pensé que no nos veríamos tanto como antes…

Sin duda me equivoqué en lo que había pensado, cuando entre al colegio, no dejé de ver a José porque íbamos al gimnasio en las tardes, día por medio puesto que debía tener días libres para el preu de nuevo, que como estaba en cuarto medio y la lata de la PSU, debía ir más días…

En fin, en uno de esos días José me pidió algo maravilloso: me pidió que hablara con mi jefe para que fuera a trabajar conmigo. Y yo obviamente lo hice, le pregunté a mi mamá si José podía quedarse todos los fines de semana igual que antes (ya que José y yo no vivimos en la misma ciudad) y sorpresivamente me dijo que sí, la cual fue la misma respuesta que mi jefe me dio. Un día miércoles de marzo fue, le di a José la respuesta de mi jefe y mi mamá, así que estaba todo listo para que este sábado fuera conmigo a trabajar.

Llegó el día viernes y me fui a almorzar a la casa de José, eso se convirtió en rutina después… Hicimos la hora para ir al gimnasio y después en la tarde noche tomamos el tren para irnos a mi casa. En el camino webiamos caleta, nos reíamos de cualquier tontera, o después nos poníamos serios ya que me tenía que contar alguna cosa importante para él, me encantaba esa confianza que me tenía, me contaba cosas que realmente yo no le contaría a nadie, me encantaba aconsejarlo, escucharlo, darle toda mi atención, pero a veces, a veces me contaba algo que yo no quería escuchar: cuando se comía o se tiraba a alguna mina. En esos casos, me impresiona la gran capacidad actoral que tenía, puesto que a pesar del gran esfuerzo que hacía por ser su amigo, lo amaba con todo mi corazón en el fondo y me dolía saber que estaba con mujeres, pero como me había propuesto ser su amigo solamente, debía aguantar el dolor.

En fin, ese día llegamos a mi casa y mi abuelita nos hizo completos para recibir a José, ya que ella lo quería mucho, puesto que siempre le hablaba de él y siempre me veía conversar por WhatsApp con él o por Skype y le gustaba ver cómo me reía como imbécil cuando hablaba con él. Comimos muchísimo, cada uno se bañó y nos fuimos a acostar.
El tema de dormir pensé que le molestaría, pero en realidad no le molestó y era que teníamos que dormir juntos ya que solo tenía una cama, y no tenía colchones, pero mi cama es de dos plazas así que había suficiente espacio. Cerré la puerta, apagué la luz, nos sacamos las poleras, pusimos la alarma, nos despedimos y cada uno por su lado para dormir. Yo miraba la pared mientras que José me daba la espalda a la orilla de la cama. Ahí comenzó mi delirio, era la primera vez que compartía una cama solo con José, y se me vinieron muchas cosas a la cabeza, quería acercarme a él y abrazarlo por la espalda, o cuando se daba vuelta en frente de mí, acercarme y besarlo, estaba nervioso e impotente ya que mi corazón quería hacer eso, acercarme y darle amor, pero mi cerebro me decía que no se podía, literalmente me decía “benja, recuerda: solo amigos” y ahí peleaba entre lo que quería y lo que debía hacer. Aburrido de pensar, me di vuelta para mi lado y cerré mis ojos…

Pasado un rato sentí un calor en mi espalda, sentí como José me abrazaba y me hablaba:

- Jose: Benja, estas despierto?
- Yo: José, pensé que te habias dormido :o
- José: No puedo dormir, tengo que decirte algo
- Yo: Qué cosa dime?
- José: Benjamín, yo te amo
- Yo: Me estás webiando?
- José: No tontito, yo te amo, mira siente…

Puse mi mano en su torso desnudo y sentía como latía su corazón de fuerte…

- Yo: Dios, en serio no me puedo creer esto, yo pensé que eras homofóbico
- José: Estaba fingiendo, créelo mi amor, creélo, lo pensé muy bien todo este tiempo, no puedo vivir sin ti.
- Yo: Es que esto es hermoso, yo también te amo José!
- José: Quiero hacerte mio, no, más que eso, quiero que seamos uno solo, puedo?
- Yo: Claro que puedes!

Entonces sentí como me volteaba y sus labios gruesos se juntaban con los míos, como sus manos rosaban mi espalda suavemente, como me besaba, como dejaba de abrazarme para tomar mis manos. Lo puse de espaldas en la cama, besé su cuello y se veía muy excitado, besaba cada parte de esa piel morena canela, chupaba sus pezones, bajaba por su abdomen y llegaba a quitarle su pijama, besaba su paquete a través de la fina tela del bóxer que usaba y sin dimensionar por la oscuridad saque su pene que comencé a chupar desenfrenadamente. No dimensioné el tiempo, sentí que estuve horas y horas haciendo una felación que tenía a José en el cielo, después de eso me dice: “Ahora mi amor, seamos uno solo”, y me comienza a dilatar… me puso en 4, me lamio el culo, sentía un placer muy grande, y me la metió. Se abalanzó y se pegó sobre mi cuerpo y comenzó a hacer un movimiento, parecido al oleaje del mar, donde me la metía y me la sacaba. Lo raro es que no sentía dolor, no sentí dolor cuando su pene entró en ese ano virgen, solo sentía el placer de entregarme a la persona que amaba. Después cambiamos de posición, me puso patitas al hombro, me la metía más y más, mientras que me miraba y me decía “Te amo benja, te amo benja”, cerré los ojos mientras que escuchaba como José gemia para poder acabar.

Y en ese momento, en ese momento, abrí mis ojos y José, José estaba raja durmiendo. Toda la wea fue un sueño! :c

Había soñado veces anteriores con José, pero este sueño lo sentí muy real, sentía su calor, sentía como tocaba mi cuerpo, sentía como yo tocaba el suyo, sentía como me hablaba, sentía ese placer, pero solo estaba imaginando weas, porque mi querido amor estaba durmiendo al otro lado de la cama. Me dio pena porque todo era tan perfecto, y la wea resultó ser algo tan irreal. El resto de la noche me quedé mirando la linda carita que ponía José cuando dormía, me quedé mirándolo y pensando mucho rato, hasta que el sueño me venció y me quede dormido.

Al otro día fuimos a trabajar y la pasamos muy bien, webiamos muchísimo, nos reíamos de cualquier tontera, echábamos cualquier talla, pero me pasaban más cosas. Habían ciertos momentos del día en que José se ponía a hablar con otros compañeros de la pega y a mí no me pescaba, esa wea me enojaba, incluso podré decir firmemente, me puse celoso muchas veces y me lo cuestionaba si José y yo no éramos nada más que amigos, porque rayos me ponía celoso?.
Sin embargo eran rollos míos, porque después volvía a hablarme y seguíamos conversando de cualquier cosita….

Llegó el final del día y José debía irse a su casa, fui a dejarlo a la estación del tren, nos dimos la mano y un abrazo y nos despedimos. Lo vi irse en el tren y mi corazón sentía que se le iba una parte de él, ya comenzaba a extrañarlo. Pero también sabía que lo vería el lunes en el gimnasio nuevamente y además seguiríamos conversando por el WhatsApp.

Para la semana siguiente, todo fue igual, las conversaciones y tallas en el gimnasio y el viernes a mi casa. Ese día estaba enfermito, incluso vómito cuando llegamos como un cuarto para las 9, además de que no habíamos comido nada y si tomaba una once convencional, quizás podía seguir vomitando.

Tomé mi billetera y me fui corriendo al negoció que quedaba como a 10 cuadras de mi casa y que cerraba a las 9 (ya que todos los otros negocios cerraban temprano puesto que el barrio donde vivía igual era medio malo). Llegué 5 para las 9, con los pulmones destruidos por el esfuerzo físico y además de que están un poquito podridos de tabaco, en fin le compré una sopa, un agua mineral, galletas de soda y me fui a mi casa.

Al llegar estaba sentado en el comedor…
- Yo: José, te sientes bien?
- José: No hermano :c
- Yo: Te compre unas cosas, toma comete estas galletas y ahí tienes agua mineral por mientras, te voy a hacer una sopa :c
- José: No es necesario benja
- Yo: No, si comes algo normal quizás te haga más mal y no quiero eso
- José: Bueno, gracias benja
- Yo: Ya, espérame aquí

Puse a hervir el agua para preparar la sopa y desde la cocina podía ver como José jugaba con mi hermano a los autos (cosa que yo nunca hacía), y comía sus galletas. Ver su expresión de felicidad, sentirse niño, saber que no le daba vergüenza porque nunca lo juzgaba por nada, me daba risa el “bum bum” que hacía para imitar el motor de los autos, se veía tan lindo haciendo esos gestos.

En esta historia, solamente he hablado de mi, pero no he hablado de José. No revelaré detalles de su vida porque eso no me corresponde, pero a lo largo de que lo fui conociendo José también ha sufrido mucho, ha vivido cosas que realmente me superan, y admiro la fortaleza que tiene para salir adelante frente a tanto. Yo no puedo hacerlo mucho, soy muy sensible, soy débil, pero eso es dentro de mí, porque por fuera me muestro indestructible. Hacer feliz a José, un poco que sea, hacer que se sienta cómodo conmigo, me hace sentir realizado, me hace sentir contento, porque lo amo, y además de eso saber que ha pasado por tantas cosas y ver que conmigo puede dejar de fingir, y ser el mismo, me hace sentir muy bien. Si, al principio dije que mostraba ciertas facetas, pero con el tiempo fui descubriendo que solo lo hace con el resto de la gente, porque conmigo siempre mostraba su verdadera persona, y no es que especule, hablando de eso, una vez el mismo me confesó, que el único que conocía y aún podía compartir con el José de verdad era yo…

Volviendo a la historia, le dije que fuera a acostarse a mi cama y le llevaba la comida en una bandeja pero no quiso. El agua hirvió y puse a cocinar la sopa (la verdad sabía que no sería un santo remedio, pero es algo suave que podía comer que quizá no le haría tanto daño). Terminé la sopa y el vino a servirse, lo mandé a la chucha, serví su plato y se lo llevé a la mesa donde estaba sentado, yo me serví otro poco y le serví a mi hermano también.

Me sentía como dueña de casa, una wea así, incluso eché la talla y José se cagó de la risa, solo me dijo “No debiste haber hecho esto, algún día estarás enfermo y yo también te cuidare hermano”. Eso fue tan lindo….

En fin, nos fuimos a acostar y volví a tener el mismo conflicto de la semana anterior. Mi amor dormía plácidamente, mientras yo me daba vueltas y vueltas, para saber si tan solo lo abrazaba o me quedaba dormido respetando nuestra amistad. En ese momento, tenía mi mano en la almohada y José se da vuelta y pone su mano muy cerca de la mia, las yemas de sus dedos rozaban las yemas de los mios, mientras me estaba pasando caleta de rollos (otra cosa que me identifica, y supongo que es un problema, es que las cosas por más pequeñas e insignificantes que sean, busco alguna forma de darles valor y pienso que quizá eso es un problema), pero para no hacerlo, simplemente alejé mi mano e intenté dormir picado de nuevo porque quería mucho hacer algo, pero también tenía miedo…

Para semana santa, debíamos trabajar el sábado antes de la pascua, y José se fue a mi casa el día viernes en la tarde. Quisimos salir a caminar un rato y de repente veo una cosa blanca muy rara, al agacharme me doy cuenta que era un pito XD, lo guardamos y dijimos que lo fumaríamos más rato…

Así fue, lo fumamos antes de llegar a mi casa, nos echamos perfume que José andaba trayendo en su mochila y llegamos súper volaos, era cogollo, se notaba al tiro. Esto lo cuento porque fue inolvidable, estábamos cagaos de la risa, veíamos una mosca y nos reíamos caleta, veíamos fotos del pato en un carrete y reíamos a carcajadas, mi mamá no sé cómo nos decía nada. Oh, la pasamos tan bien ese día, fue de pura cuea… Igual me sentía algo “pecador” por drogarme en semana santa xD. Al final mi mamá no cachó nada, comimos un buen bajoncito y nos fuimos a dormir, ese día el pito si me ayudo porque me quedé raja…

En fin, así fue partiendo el año 2015, nos volvimos a hacer inseparables y eso era súper bonito…

Parte 1: https://relatosflaitecitos.blogspot.cl/2016/06/la-adolescencia-ano-2012-primera-parte.html

Parte 2: https://relatosflaitecitos.blogspot.cl/2016/06/la-adolescencia-ano-2013-i-segunda-parte.html

Parte 3: https://relatosflaitecitos.blogspot.cl/2016/06/la-adolescencia-ano-2013-ii-tercera.html

Parte 4: https://relatosflaitecitos.blogspot.cl/2016/06/la-adolescencia-ano-2013-iii-cuarta.html

Parte 5: https://relatosflaitecitos.blogspot.cl/2016/06/la-adolescencia-ano-2014-i.html

Parte 6: https://relatosflaitecitos.blogspot.cl/2016/06/la-adolescencia-ano-2014-ii.html

Parte 7: https://relatosflaitecitos.blogspot.cl/2016/06/la-adolescencia-ano-2015-i.html

Próxima: Parte 9: La adolescencia, año 2015 III