El Pato y yo 3

Los días posteriores fueron la raja… Como dice Lana; “Now my life is sweet like cinamon” (Ahora mi vida es dulce como la canela) Y era cierto, mi vida desde hace pocos días era dulce como la canela… Con el Pato, tiramos animalmente por toda la casa en esos días. Puta el weón caliente, y yo enojado por supuesto jaja. Pero en serio que era un wn insaciable, y yo no lo hacía nada de mal.

Después de ese almuerzo en donde me confirmó que se iba a quedar, weviamos en la tarde como típicos amigos, con bromas, tallas de la cintura pa abajo vimos tele, hasta que salieron las cheliwis, que era una costumbre para nosotros. Bebimos, fumamos y ya andábamos medios arriba de la pelota, y es ahí cuando mi socio se puso cariñosito. “me teni caliente hermano, ando con purah ganah de zarparte la pichula”. Chucha que es delicado este flaite, pensé, pero la verdad es que me gustaba que fuera tan sutil para sus cosas. No lo dejé esperando más, me paré del sillón y me senté en sus piernas a devorarme su boca, del cual ya era cliente habitual. Si estábamos calientes antes, el beso fue el sello que faltaba. Entre la comilona, nos empezamos a sacar la ropita, hasta que de a poco quedamos en puros bóxer. “vamoh pa la pieza, te puedo culiar ahora hermano? Sabi que no aguanto wn, quiero culiarte” No dije nada, y sólo le asentí tomándolo de la mano y llevándolo a mi pieza. De un caballazo mi tiró en la cama y se sacó su bóxer rojo (de pasión jaja). Estaba siendo brusco y me gustaba, porque a pesar de que lo amaba con locura, que me tratase como una perra me excitaba a full. Se volvió a tirar encima de mí, de un sopetón me bajó mi bóxer y empezamos el manoseo loco entre ambos. Me empezó a dar besos por todos lados y creí que me la iba a chupar, pero sólo me la tomó y me pajió un poco, para acercar su pico a la altura de mi cara y pegarme pichulazos en la boca. Entre todo el placer, me causó extrañeza que no me la haya mamado, si ya me la había chupado lo más bien, pero bueno, yo sí que quería tenerla en mi boca y saborear ese pene nuevamente. Era como un caramelo caliente, palpitante no sé, disfrutar el pene del hombre que amas es inexplicable, por eso es que la lujuria me llevaba a disfrutar tanto la mamada, que era como si él me la hiciese a mí.

Me sacó el pene de la boca, y me dice “ya wn, sin tanta shupá, ahora si que te la voy a meter entera”. Verle su cara de caliente, sus ojos saltones que a pesar del calor de su mirada, no dejaban de parecerme tiernos y sus brazos fuertes sujetándome, me dieron la motivación (?) que necesitaba. (Puse pregunta porque en realidad, la única motivación que necesitaba era verlo en pelota jaja). Rápidamente me dio vuelta (después me diría que su pose favorita era el” doggy style”), me hizo subir el hoyo y empezó a puntearme. Que rico sentir su cabeza caliente haciendo la pantomima de entrar, no podía verle su rostro, pero el morbo de imaginarme su cara de caliente mientras se agarraba la tula y me la rozaba, hacía que me diera como una paja mental. Como esa sensación cuando te masturbas e imaginas miles de weás, así sentía yo. De pronto intentó entrar (así no más, sin dilatar ni nada), no hubo necesidad de decirle nada, sabía que ese weón jamás me daría un beso negro y ni me dilataría ni nada, porque la última (y primera) vez que me penetró con cuea se había echado saliva y la anestesia de la curadera ayudó un poco igual. Así que le dije que parara y que se calmara un poco. “que volá wn, no empeci a wear que no te la puedo meter, porque te violo ctm”. Me dio como cosa cuando me dijo eso, porque en su cara no parecía que lo había dicho de broma :S “tranquilo wn, voy a buscar vaselina pa ponerme, sino me va a doler mucho”. Así que me paré y fui a baño como rayo, traje la vaselina y le dije que me pusiera en el culo y que se untara el pico también y lo hizo así… Para serles sincero, cuando me la empezó a meter me dio un ligero dolor, pero no era así cuático, aparte que ya me había culiado antes y la vaselina ayudó caleta, e incluso hacía un sonido raro cuando me le metía que me excitaba. Cuando la metió entera, sentí sus pendejos tocándome y la sensación de llenado era increíble, tan caliente que estaba su verga, y ese entrar y salir que poco a poco empezó a tomar velocidad. El wn me culió como a una perra esa vez… que flaite tan bueno para el catre, es que no sé si yo estaba sobreexcitado o si de verdad me culió esa vez como nunca, pero esa manera de tirar, tan brusco, tan macho me hizo estallar de placer. Con decirles, que solamente me rocé el pene y eyaculé un montón de semen, y él seguía dándome duro, quejándose muy bajito, sin decir nada, como concentrado en la pega jaja, hasta que de pronto sentí que se vació dentro de mí.

Se echó encima mío, sentí su peso y sus suspiros como disfrutando los últimos ecos de su orgasmo, hasta que la sacó y se echó al lado mío. No dijimos nada durante un momento, ambos mirábamos al vacío; no sé qué pensaba él, pero yo sólo recorría “este sueño” que estaba viviendo, dulce como la canela, de tener al que hace poco era uno de mis mejores amigos, en mi cama, recién acabando de culiarme, era una weá que no me creía… “estuvo rico hermanito, pero ahora me voy a lavarme la pishula, la tengo entera de pegotiá jajja” dijo eso y me sacó de mis pensamientos. Yo igual sentía como su semen escurría mezclado con vaselina de mi culo, y no podía dormir así. Nos lavamos, yo me limpié y él también y nos fuimos a acostar, habíamos usado mucha energía en culiar tan rico y estábamos agotados. Desnudos, nos abrazamos y nos quedamos dormidos.

Al otro día, se repetía la rutina de despertar a medio día y cachando que weá preparar de almuerzo, y así si fueron pasando nuestros días juntos. Entre tirar, tomar, fumar y reírnos, nuestra “amistad” se iba consolidando cada día más.

El Pato en esos días, nunca se refirió a mí con un; “te amo”, ni algo parecido (a excepción de la conversación de ese día en donde dijimos lo que sentíamos, y ni aún ahí dijo algo concreto, sino que lo dejó a mi entendimiento) y la verdad yo tampoco le cuestionaba nada, no porque no me importara, al contrario, sino porque de alguna manera me daba miedo estropear esto que estaba viviendo con preguntas weonas. De alguna manera sabía, que este flaite no se consideraba “hueco” como él llamaba a los gays, pero sin embargo me había dicho que sentía “weás brígidas por mí” y me culiaba casi todos los días (y a veces dos o tres veces en un mismo día) lo que de alguna manera me causaba confusión. Patricio me seguía diciendo “te quiero hermano”, pero eso era típico de los amigos, pero nunca me decía nada más comprometedor que eso, ni tampoco hacía alusión directa a nuestra amistad con chance, ni al sexo que teníamos, sólo en bromas y de manera vaga se refería al tema.

Comprendía que quizás se estaba debatiendo entre el homo y el hetero, y ese era rollo de él, si no quería hablar del tema yo no le sonsacaría nada, sólo quería seguir disfrutando de esto, de él y de su pene, aunque estuviese yo enamorado de él (que él sabía), no había querido volver a referirse a ese tema, y sólo dejaba que las cosas ocurriesen, sin cuestionamientos explícitos hacía él.

Llegó el momento de partir y de despedirnos. A mí me dio como pena, pero no le di más color, sólo lo fui a dejar al terminal y nos despedimos de un abrazado apretado. “te quiero hermanito, estamos al aula, los vemos a la vuelta del semestre” me dijo mientras me miraba pícaro con sus ojos saltones. Llegué a mi casa, arreglé mis cosas y finalmente partí…

Llegué a mi ciudad natal (que está al sur de Santiago). Mi ciudad siempre igual, con frío y saturada de smog, había llovido hace poco. Mis papás me esperaban para llevarme, nos saludamos efusivamente (a pesar de la dureza de mi papá, siempre había sido cariñoso conmigo, como era su único varón…) y conversamos de las típicas cosas, que me había ido bien y bla bla, cosas banales. Al llegar a la casa estaban mis dos hermanas. La Rocío exactamente 12 años mayor que yo, casada con dos niñitas, es mi hermana mayor, con ella tenemos cierta distancia (aunque no menos cariño de hermanos) ya que crecimos en generaciones distintas, y no había esa confianza de yo contarle mis cosas o ella las suyas, aparte que se independizó relativamente joven, por lo que yo aún era un niño cuando ella ya no vivía en la casa. Ahora ya casada, con su familia, nuestra relación era más cordial que de hermanos (así como de hermanos para wear y eso). Su marido es súper piola pero simpático y bueno para la talla, me cae bien. Mi otra hermana es la Carola, 8 años mayor que yo, pero con ella tenemos una confianza distinta, de hecho ahora que lo pienso debe haber sabido de siempre que soy gay, pero nunca se atrevió en ese entonces a mencionarme nada, porque debe haber intuido que era una tema brígido para mí. Somos muy unidos, y con ella si nos tratábamos como hermanos (onda de weona, maraca, etc. jaja), pero por mucha confianza nunca le comentaba mis cosas, porque ese era un tema tabú para mí mismo. Ella había tenido una hija soltera hace un tiempo, pero desde hace algunos años tenía una pareja, un buen chato que hacía bien el papel de padre, que desconocía el verdadero papá de mi sobrina.

Volviendo a la historia, hicieron un asadito de bienvenida. La pasé super bien, conversamos bastante, y ya nos habíamos tomado una piscolita (mi papá es fanático de la piscola), cuando de repente sale esa pregunta atropelladora… “¿Y tení mina o no wn?” preguntó mi papá mirándome fijo, con esos ojos fuertes y duros, que hacía contradicción con la sonrisa paternal que esbozada su rostro. No supe que responder, porque en estricto rigor no tenía mina, pero si tenía algo con alguien, el único detalle era que ese alguien era otro hombre. El silencio otorga dicen, así que mi papá vuelve a atacar; “tan callado que te quedai, ya cuenta no más, si yo algo había cachado, por eso no vení nunca para acá”. Frente a esa ofensiva no me quedó más que admitir que tenía algo con alguien, obviamente omitiendo que se llamaba Patricio y no Patricia como le hubiese gustado escuchar a mi papá. Era raro admitir eso en medio de mi familia, porque era otro de los temas tabú que no me gustaba tratar y que escondía, pero había quedado en evidencia y no podía desclosetearme ni ahí ni ahora, pero por otro lado sabía que mi familia (y mi papá especialmente) no se quedarían tranquilos hasta que dijera un nombre y un apellido como mínimo, así que rápidamente pensé y zas! se me ocurrió dar el nombre de la mina que me estaba joteando hace algún tiempo. Era buena idea porque podía salir temporalmente de este problema, y lo otro es que como sé que mis hermanas son copuchentas y me sapean el face, habían visto las canciones y los palos que me publicaba esta mina, así que no había donde perderse. Sabía sí, que me iban a presionar hasta que la presentara en sociedad tarde o temprano, pero al menos podía ganar tiempo y ver qué hacer. Obviamente, como nunca había tenido mina, decir eso hizo que mi papá se le inflara el pecho de orgullo y comentara “bien weón, te estás haciendo hombre”, igual por dentro me daba un mini cargo de conciencia porque era una mentira, pero de alguna manera entendía que el día que dijese que era gay, sería el día en que me sacarían a patás en la raja de la casa, por ende tenía que sacar mi título antes (me quedaban 2 años aprox.) y después desclosetearme (eso pensaba yo en ese entonces, sé que suena cómodo…). Volviendo a la historia, mi papá me llevó afuera, se prendió un cigarro y me convidó uno (cosa que nunca había hecho) y me empezó a hablar de sexualidad. “mira hijo, ahora que tienes polola…” “no tengo polola, papá. Estoy en algo no más, para qué le das tanto color…” lo interrumpí y al mismo tiempo me ruborizaba que mi papá me hablase de sexo. “bueno es lo mismo, pero ahora que tienes mujer, teni que cuidarte weon, usar condón y todo eso. ¿Ya has tenido relaciones con ella?” Chucha, si ya me incomodaba la situación, esto ya era la guinda de la torta y me cortaba entero, lo bueno es que estaba un poco copeteado, así que eso me ayudaba a afrontar la situación, pero no hallaba que responder y de nuevo el silencio otorgó. “que no te de vergüenza weón, soy tu papá, somos hombres y tú eres mi único hijo. Yo tengo mucha experiencia, y quiero enseñarte algunas cosas… ¿con ella fue tu primera vez?”. Yo incomodo al máximo, sólo asentí con la cabeza y dije un tímido “sí” mirando al suelo, mientras le daba una aspirada profunda al pucho (era el juego de la mentira-verdad, porque de alguna manera era cierto que con “ella” fue mi primera vez, lo malo es que yo no la metí, sino que me la metieron…) “Si se te corta el frenillo, no te asusti Camilo, a los hombres nos pasa eso en nuestras primeras veces, igual que… si te vai cortao antes, tampoco te asusti, porque eso pasa siempre la primera vez que tirai”, tenía un tono paternal en sus palabras, de verdad tenía buenas intenciones y yo creo que de verdad sentía la necesidad de enseñarle a su único hijo varón, el que iba a perpetuar nuestro apellido (que es un apellido poco común en Chile) sobre la sexualidad masculina... Mi papá hubiese seguido toda la noche dándome consejos, si no es porque le digo que me dio frío y que mejor nos entráramos a servirnos una piscolita. Tiramos la colilla y nos entramos. Menos mal que el tema se terminó y empezamos a hablar otras weás. Yo mientras escuchaba pensaba que al fin tenía una falsa pantalla para que me dejasen en paz y para disipar las dudas (que seguramente existían) sobre mi sexualidad. Después mis hermanas se fueron y nos fuimos a acostar.

Al otro día, abrí Facebook y ahí estaba mi flaite dejándome inbox “espero qe allas llegado bn y que la esti pasando la raja hermanito wn” (algo así me mando, y aprovecho de comentar que todos los diálogos de esta historia son aproximaciones, ya que como pasó hace 3 años esta historia, no recuerdo literalmente, pero sí la esencia). Que fue bacan haber encontrado ese inbox, tan preciso, pero suficiente para alegrarme el día, así que le respondí que llegué bien, le conté el asado (obvié el tema de mi papá) y esas cosas y le deseé lo mismo (como él no me trataba como “amigo con chance”, yo tampoco lo hacía). Así que esas vacaciones de invierno tenían un tinte distinto, me sentía enamorado, feliz, alegre y muy radiante. Conversaba a diario con mi flaite, siempre puras weás de amigos, pero me hacía feliz eso, a veces nos daban las 2,3,4 de la mañana hablando y eso me llenaba por dentro. Me sentía tan feliz, que cuando me llegó la invitación de una “junta de ex compañeros de cuarto medio de x colegio”, la acepté. Me daba risa, porque el año pasado no fui a esa weá, pero este año me sentía animado y feliz, así que fui po, tenía ganas de socializar. La weá es que le había contado al Pato que iría a esa junta y el obvio con las típicas tallas de “toma por mi” “sin curarse” y esas mierdas.

Llegó el día y fui a la casa de la junta, igual mis compañeros se extrañaron y alegraron al mismo tiempo de verme. No era que yo fuese de muchos amigos, era introvertido en el colegio, pero tampoco caía mal a la gente, ya que siempre que me hablaban sonreía y ayudaba al que me lo pidiese, y por eso descubrí ese día, que me tenían bastante estima. La weá es que comimos, nos copetiamos y pasó el rato y yo ya estaba raja pero no al grado de estar como trapo, pero sí me había entrado harta agua al bote, y no se me ocurre nada mejor que salir afuera y llamar al Patricio jaja. “que weá” escucho que me responde (debe haberse enojado, porque era tarde xd), y yo le digo “wena po choro” y una larga risa típica de los borrachos “como estamos pato?” termino de decirle… “puta wn, es super tarde y me andai llamando, que wea queri, estai entero de curao mah encima, para tu vola qlao” yo sólo me seguía riendo y escucho que él se ríe un poco también “estai entero de curao hermano jaja, anda a acostarte” me dice y yo riendo, mareado y casi cayéndome le digo “te llamé pa decirte que te amo, que estoy enamorao de ti perro culiao jaja, y que tengo puras ganas de culiar contigo ahora mismo, y chupártela y hacerte de todo…” Oh csm, yo estaba curado y no dimensionaba la weá que decía jaja. Aunque ya lo sabía, ahora se lo estaba diciendo por teléfono y reafirmando mi amor por él, pero de alguna manera después de decírselo en Santiago, había clausurado el tema. “jajajajsjas estai curao wn, anda a acostarte mejor” Fue su respuesta… en mi mente de borracho pasaban una ráfaga de cosas, y me puse sentimental, “wn te estoy diciendo que te amo con locura, y me contestai esa weá” “y que weá querí que te diga hermano, si estai entero de curao hablando weas, mejor llamame mañana cuando esti bien y hablamos” fue su respuesta, y yo sólo atiné a decirle “te amo pato wn, te amo, te amo, te amo, te amo, desde ese día en mi casa me hai hecho más feliz que la chucha, estoy completamente enamorado de ti (me salió un sollozo) y yo no tengo pico idea que cosa sentí tu, si culiai conmigo de caliente o no se wn, pero nunca deci nada, me tratai como amigo, pero yo te amo, y sé que estoy curao, pero te lo digo de corazón” (“sé que estoy curao” típico de los curaos ajaja). “hermano, cuando esti bn hablamoh, ahora anda a acostarte, estoy cagao de sueño, mañana te escribo, loh vemoh” y me cortó. Yo quedé como plop, y lo volví a llamar y me tiró al buzón… Había apagado el teléfono el csm, me dio rabia y pena, así que me entré, estaban todos rajas hablando weás, me senté con ellos y me prendí un pucho. Aún retumbaba en mi mente sus palabras, y la manera es que esquivó algo que le decía de corazón, y eso me dolía mucho. Me tomé unos tequilas al seco y sin limón, y entre trago y trago se me apagó la tele… Me acordaba bien de todo hasta la llamada al pato, después de eso sólo recordaba haber tomado, que me subí a un taxi y que me estaba sacando la ropa para acostarme.

Desperté con un hachazo horrible, y de inmediato me acordé del célebre llamado. Oh mierda, había hecho el ridículo magistralmente. Almorcé, y prendí el notebook. Quería y no quería abrir el Facebook, me da daba miedo encontrarme con un mensaje del Pato aludiendo a la weá de llamado, estuve ahí escuchando música y encontrando valor para abrirlo, hasta que finalmente me decidí… Lo abrí y tenía notificaciones y algunos inboxs. Chucha…. Primero vi las notificaciones, y ya habían subido las fotos de la junta y las había comentado, típico. Pinché el icono de mensajes, y ninguno de Pato, sentí una mezcla de alivio y desazón a la vez. Seguí escuchando música, ese día llovía con furia, ideal para hacerse tomarse un café y pasar la caña, me puse a ver animé (mi vicio jaja), se me pasó la tarde y de repente veo Facebook y tenía un inbox (A todo esto, siempre me pongo desconectado en el face), y era de él… “con la media caña que debiste a ver amanecido hermano wn jaja”. Me puse tiritón, no hallaba que responderle, me puse nervioso y me lancé; “Sipo wn, tremendo hachazo csm jajja” aunque ese jaja era para la pantalla, porque no tenía nada de risa en el rostro. Veo “Patricio… está escribiendo….” Y seguía tiritando… “tomaste mucho anoche wn?”. Me contestaba eso, y empecé a cachar que no se iba a referir al llamado, pero yo tenía la necesidad de aclararlo, super interna, pero quería hacerlo, a lo que le pongo: “Si wn, tome caleta, pero quiero hablar de la llamada de anoche”, contesto eso y altiro sale el visto, pero no el escribiendo. Yapo, contesta luego mierda, pensaba yo, hasta que apareció el bendito “Patricio… está escribiendo…”, no respondía nunca, yo estaba impaciente hasta que aparece: “hermano wn, de verdad querí hablar de esa wea ahora” Para responder eso se demoró tanto, debió haberlo pensado y borrado mientras escribía, así que yo me inspiré y sin pensar mucho me explayé en el chat y le puse que todo lo que sentía, que estaba curao, pero era la verdad, que él ya sabía, pero se lo confirmo; estoy enamorado de ti…. Leí rápidamente y puse enter, antes que me arrepintiese. Listo, y el visto apareció de una… Me puse más nervioso que la chucha, les juro que el café que me tomaba esa vez, se movía para todos lados cuando lo tomaba para darle un sorbo. Me dieron ganas de cerrar el facebok y no ver que iba a responder, pero me mamé esa sensación y esperé los largos segundos o quizás minutos que demoraron su respuesta… “hermanito yo te quiero mas que la xuxa, y me cuesta hablar de esta wea, porque no tengo claro esto, pero yo por ti siento cosas que me dan miedo, cosas brigidas hermano, y yo también te lo dije en algún momento. Yo se que emos culiao y que a sido rico, pero que te quede claro, que no lo ago de caliente, es porque te quiero” Oh respuesta hermosa, les prometo que me emocioné un poquito y que el corazón se me subió a la boca. Para que seguir describiendo la conversación, si el tema giró en torno a esa llamada, que en un momento consideré una equivocación pero que ahora me daba cuenta era un acierto de fortuna. Me pasé mil películas, si tuviera que graficarlo con una canción sería con “Lucky Ones” de Lana del Rey (mi cantante favorita) en la parte que dice; “Everybody told me love was blind. Then I saw your face and you blew my mind” (“Todo el mundo me dijo que el amor era ciego, entonces cuando vi tu cara, encegueciste mi mente”).

Sí, realmente esas vacaciones de invierno tuvieron un sabor dulce como la canela, me sentía enamorado, muchas veces cuando chateaba con el Pato, se me paraba y me masturbaba recordando una y otra vez su cuerpo desnudo, sudado y sus ojitos saltones, penetrándome tanto con su profunda mirada como con su pene. Que rico era mi flaite, que me hacía soñar y sentirme feliz, una sensación que era desconocida para mí.

Bueno el reencuentro lo contaré en un próximo relato, creo que me he alargado bastante =S jaja, que estén bien cabros.

Saludos. Atte. Camilo

Primera parte: http://relatosflaitecitos.blogspot.com/2015/04/el-pato-y-yo-1.html
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